ANALMENTE TUYA
Era el turno mío de organizar la velada de juego de dados, de los dudosos dados. Una vez por mes nos reunimos, pedimos pizza, y cerveza, pasamos el rato y nos reímos como enanos.
Jaime, Jorge, Carlos y Roberto siempre estaban allí; Roberto no siempre llegaba, estaba ennoviado y se le complicaba la vaina.
Todos teníamos una que otra amiguita pero nada serio. No llegábamos a los 30 años.
Mientras estaba en Carulla, comprando las bebidas y cositas para picar, escuche una voz que me llamo por mi nombre.
“Hola Daniel, ¿eres tú?”.
Voltee a mirar y vi a Naty a la cual no veía desde hace mucho tiempo, una eternidad, se había ido a vivir lejos y no había vuelto.
“¿Cómo estás?“ Pregunto.
“¡Súper! Te ves genial. No has cambiado nada…”
Naty interrumpió, y pícaramente le dijo…
“Sé que me has visto desnuda y has estado dentro de mí un par de veces, si no estoy mal”, dijo con una sonrisa traviesa en sus labios.
“¿Qué estás haciendo por aquí?”, Pregunté.
“Oh, acabamos de regresar a la ciudad. Quería mostrarle a Andrea dónde crecimos”.
“¿Andrea?”, Pregunté.
‘Sí, esa es ella, la linda morena. Hemos sido amigas desde que me mudé a su ciudad, y hemos sido amigas desde los 19 años. La llevaré a conocer por donde yo anduve cuando vivía aquí”.
“Entonces, ¿es tu novia?”, Pregunté mientras ponía las bebidas sobre la banda de la caja registradora.
‘No, no seas tonto. Lo hemos pasado rico, pero a mí me gusta la salchicha de carne, y tú lo sabes. ¿Cuántas veces te chupé la verga hasta que me botaste el semen por la garganta?”.
Ella hizo una pausa y luego continuó:
Solo salimos y viajamos juntas cuando podemos. ¿Qué haces con tantas bebidas?”, preguntó.
“Ah, la buena noche de dados”, respondí. “Algunos de mis amigos nos reunimos, vengan al juego y toman una copa. Algunos los conoces”.
‘¿De verdad? ¿Quién va?”, preguntó Naty.
“Carlos, Jorge, Roberto…”
“Roberto, ¿el tipo que la tenía grandísima?”
“Sí, Roberto, no siempre aparece porque tiene una novia ahora, están prácticamente casados”.
‘¡A la mierda Roberto casado! Ella lo quiere por su verga, él es jodidamente inútil para hablar también. Trató de cogerme una vez, era demasiado grande y no me cabía. Hice que se corriera con mis manos y boca”.
“Siempre fuiste talentosa”, sonreí. “Entonces, ¿qué harán después? Pasa y diviértete: a los muchachos les encantara verte. Estoy en la casa nuestra de toda la vida, donde nos criamos”.
Sonreí descaradamente.
“Siempre podríamos usar a dos chicas para que nos sirvan las bebidas”.
“¿En serio?” Naty levantó las cejas.
‘Andrea’ llamó a su amiga “Oye nena, ¿quieres divertirte? Estos muchachos tienen una noche de dados esta noche y necesitan unas mozas de bebidas. ¿Te interesa?”.
“¡Claro, que rico!”, Dijo Andrea para mi sorpresa. Mi verga comenzó a endurecerse rápidamente.
“¡Bacanisimo! Naty tiene la dirección. Nos vemos más tarde.”
Naty me miró, se inclinó y me besó. Su lengua bailaba en mi boca haciendo que mi verga ya medio dura se pusiera más tiesa. Me susurró al oído.
“Nos vemos a las 8.”
“Genial” dije “los muchachos normalmente no llegan hasta las 9 de todos modos”.
Llegué a casa, metí las bebidas en la nevera, me duché, me acosté y dormí un rato.
Me despertó el sonido de la voz de Naty.
“¡Eso nunca funcionará!”, dijo mientras me quitaba la toalla.
“Carajo, ¿ya son las 8?”
“No, llegamos algo temprano. No respondiste, así que entramos. Recordé dónde guardaban tus viejos la llave de emergencia”.
Mi verga comenzó a latir.
Andrea me miró mientras dejaba caer el vestidito. Ella no llevaba nada debajo.
“¿Te gusta lo que ves?’
“wow, sí… ¡qué bella estas”
Sus tetas se mantuvieron firmes y su coño estaba afeitado. Ella tenía un pequeño tatuaje de un colibrí en el lado derecho de su línea de pubis. Su cabello negro era largo y sus ojos verdes estaban vidriosos, anticipando lo que veían venir.
“Quería ver si eres tan bueno como me ha contado Naty, quiero que me culees”.
No había muchas posibilidades de pensar y mucho menos hablar mientras se arrastraba hasta mi cama, hasta mi verga y comenzaba a chuparla. Ella me miró cuando la cabeza de mi verga desapareció en su boca.
Con cada succión, más y más de mí palo se hundió en su boquita.
Miré y noté que Naty también estaba desnuda ahora.
Ella también tenía su coño afeitado. Sus tetas eran más grandes y colgaban más bajas; sus pezones eran marrones y duros. Se sentó en la silla a un lado de mi cama y usó sus dedos para frotar su cuca, y clítoris suavemente.
No pude entenderlo. ¿Estaba soñando? ¿Esto realmente estaba sucediendo? ¡Naty estaba jugando consigo misma en mi silla mientras su amiga estaba chupando mi verga dura!
Aparté a Andrea de mí y la arrastré hasta el borde de mi cama y puse su cabeza sobre una almohada.
“OK niña”, dije mientras colocaba su cabeza a la altura de la verga, mientras estaba de pie. “Prepárate para que te coja esa boquita”.
Agarré su cabello por detrás y empuje mi verga en su boca, los labios se abrieron a tope y sentí el fondo de garganta en la cabeza de mi verga. Deslicé mi verga y procedí a culearme su cara lentamente hasta que encontré un buen ritmo. Su lengua salía cada vez que la sacaba.
Naty ahora estaba trabajando mucho más rápido y más duro en su coño y pellizcando y tirando de sus pezones. Mientras levantaba las caderas de la silla, me incitaba a darle más duro a su amiga.
“Jode su cara Daniel. Ella es una puta sucia y no puede tener suficiente. ¡Trátala como una perra sucia!”.
Saqué mi verga de la boca de Andrea y la miré con la boca aún abierta.
“Entonces, ¿eres una pequeña puta sucia?”
“Sí… eso lo resume todo”, dijo Andrea. “Necesito follar. Que me jodan bien. Lo tomo todo”.
Deslicé mi verga nuevamente dentro de su boca y la saqué nuevamente.
“Frota tu cara en él y lame mis huevos”.
Eso se sintió bien. Su boca me chupó las bolas una por una mientras frotaba su cara sobre mi verga dura como una roca.
“Ella es una buena chica Daniel. Estoy segura de que lo esas disfrutando”, dijo Naty mientras se seguía masturbando.
Agarré la cara de Andrea y comencé a cogerla de nuevo. Bombeé y bombeé y respiraba cuando podía.
Naty al ver que la cara de su amiga se la estaban culeando implacablemente, se corrió a chorros en toda la silla y el piso gritando mientras se venía.
“Eso es culear Daniel, es bueno verte culear la boca de esa sucia puta”.
Vi a Naty masturbándose mientras follaba la cara de Andrea. Fue increíble. Empecé a sentir mis bolas apretarse…
“Oh, no todavía”, pensé “este lo voy a saborear”.
El cuerpo de Naty había dejado de convulsionarse, así que salí de la boca de Andrea y llamé a Naty a la cama.
“Naty aquí, bebé, recuéstate en la cama. Andrea tiene la lengua esperando lamerte tu coñito todo mojadito, estoy seguro”.
‘Sí por favor Naty. Por favor, déjame lamerte”.
Arrastré a Andrea por el pelo. Ella sonrió.
“¿Dónde me quieres?”, preguntó mientras Naty tomaba su lugar en la cama.
“Te quiero al final de la cama. Quiero que te arrodilles delante de mí para poder coger tu dulce y apretadito coñito”.
Le indiqué donde la quería y ella saltó al lugar. Agarré las piernas de Naty y la jalé más para poder culear los agujeros de Andrea mientras ella chupaba y lamía los dulces labios de su mejor amiga.
La lengua de Andrea había encontrado la marca en Naty antes de que pudiera deslizarme en su segundo hoyo. Y a Naty le encantó.
“Eso es todo, maldita imbécil. Lámelo limpio y luego lámeme el culo”.
“Sí, por favor”, suplicó Andrea. “Me encantaría lamerte el culo, sabes que haría un buen trabajo”.
“Tú lo haces. Pero ponte a trabajar, carajo”, dijo mientras agarraba la cabeza de Andrea y la empujaba hacia abajo sobre su brillante coño.
No perdí más tiempo y dije que tirara de sus caderas hacia mí, la cabeza de mi verga, sentada en la punta de su entrada. Un lugar del que estoy seguro que estaba bien usado, pero estaba entrando.
Levantó la cabeza cuando mi gruesa verga de 8 pulgadas se deslizó en su empapada y brillante cuca. Naty la agarró del pelo y le ordenó que volviera a su trabajo. Ella lo hizo sin dudarlo.
Naty estaba gimiendo salvajemente y sus ojos estaban perdiendo el foco. Ella me miró.
“Te lo dije que te gustaría ella ¿Cómo está esa zorra?”
Naty levantó la cabeza de Andrea y la levantó por el pelo para revelar su rostro cubierto con el jugo de coño de Naty.
“¿Te diviertes, zorra?”, preguntó ella. El coño de Andrea ahora estaba agarrando mi verga como un vicio.
“Sí, señora, ¡me encanta!”, respondió ella.
“¿Qué eres?”, preguntó de nuevo
“¡Una puta!”
“¿Qué?”
“Una pequeña zorra sucia, mi señora”.
“¿Para qué eres buena?”
El coño de Andrea se puso a toda marcha mientras yo me movía más fuerte.
“Para culear, soy buena para que me den duro por todos lados”.
“Buena chica. Ahora asegúrate de que la verga de Daniel se sienta bien”.
“Sí Señora, haré que se sienta bien”.
Andrea se vino. Sus convulsiones empujando mi verga. Agarré sus caderas y arremetí con fuerza contra ella. Más profundo y más duro. Me estrellé contra ella. Sus gritos de alegría se amortiguaron cuando Naty le sello sus labios con su coño. Naty se sentó con fuerza en la cara de Andrea.
“¡Chúpalo! ella exigió “mámate mi coño”.
La cabeza de Andrea estaba siendo bombeada en el coño de Naty mientras la empujaba profundamente por detrás. Su orgasmo temblaba por todo su cuerpo, perdía fuerza gradualmente.
“Todavía no puta. No he terminado contigo”. Deslicé mi verga en su coño empapado y Naty liberó su agarre de la cabeza de Andrea.
“Daniel, ¿recuerdas cuando solías meter tres dedos dentro de mí?”.
Andrea, como si estuviera al mando, comenzó a deslizar sus manos sobre el coño de Naty. Un dedo, dos, tres entraron en ella y sentí que mi verga se endurecía aún más.
“Solo mírame, soy una chica grande ahora”.
Andrea deslizó el cuarto y apoyó los codos en la cama para apoyarse y comenzó a frotar el clítoris de Naty con la otra mano. El pulgar parecía solo mientras Andrea trabajaba más duro en el clítoris de Naty.
“¡Eso es!” Naty gritó “mételos, maldita perra. Mira Daniel! ¡Mira!’
Vi como toda la mano de Andrea se metía hasta la muñeca dentro del coño de Naty.
Todavía estaba bombeando el agujero de Andrea, pero más lento para poder ver y ver su puño cogerse a Naty.
“¡Dale, perra! Empuja esa puta mano en mí”. Naty gritaba sus órdenes a Andrea y Andrea obedeció como un perro leal y bien entrenado.
Salí y fui a mirar más de cerca. La mano de Andrea estaba trabajando muy bien en el coño de Naty, frotando su clítoris a intervalos como un juego bien ensayado con todos los problemas resueltos.
“Ok, ahora es tu turno de chuparme, ¿puedes hacer un mejor trabajo que la puta esta?”, le dije a Naty.
“Sabes que puedo Daniel”, dijo mientras abría la boca. Me subí a la cama y me arrodillé sobre ella, mi verga puse justo por encima de sus labios.
Naty le espetó a Andrea.
“Sabes qué hacer. ¡Hazme venir puta!”.
“Sí, señora”, dijo Andrea mientras deslizaba su mano aún más dentro del coño hinchado de Naty.
Naty chupó mi verga con fuerza, mientras apretaba mis nalgas y sus uñas puyaban mis nalgas.
“Bombea mi cara bien Daniel. Justo como solías hacerlo”.
No necesitaba permiso, estaba listo para darle duro. Agarré su cabello y jalé su cara hacia mi verga mientras ella sacaba la lengua. Desde el primer movimiento, mi verga se dirigió hacia su garganta.
“Así es Naty, mámala, chupa esta deliciosa verga”. Los empujes de Andrea se aceleraron con los míos y Naty se retorció debajo de mí, alejando su cabeza gritando en el orgasmo más intenso que jamás haya visto.
“Si, si, si lléname con tu brazo empuja tu puño dentro de mí. ¡Dale duro! ¡Aaaghhh!”.
Esta vez volvió a venir sobre la mano de Andrea y mi cama. Estaba tan jodidamente caliente, viviendo un sueño, y nunca queriendo que terminara.
Me bajé y vi que Andrea ahora lamía con entusiasmo todos los jugos de leche de Naty mientras Naty se pasaba las manos por el pelo.
“Oh, eso es, límpialo bien. Esa es una buena chica”.
Basta de bromas. Yo quería cogérmela.
“Naty se corrió hacia la parte baja de la cama. Quiero culearme ese coño otra vez. Ha pasado demasiado tiempo”.
“Claro que sí”, dijo con una sonrisa mientras se arrastraba hasta el borde de la cama.
“Andrea, quédate allí y juega con tu coño hasta que te necesite de nuevo”, ordené. No hubo quejas.
Naty estaba ahora en éxtasis, a cuatro patas, sus piernas abiertas a la altura perfecta para mí. Me coloque detrás de ella y se la metí de una sola vez.
Recuerdo cómo te gustaba. Abierta de par en par para metérmela profundo y rápido.
Me sorprendió, pensé que su coño recientemente cogido por un grueso brazo estaría flojo y fofo. De hecho fue todo lo contrario. Hinchado y caliente, irradiaba un calor que nunca antes había sentido. Lo jodí, agarrando sus caderas y tirándolas hacia atrás mientras se la empujaba.
“Oh Naty, esta es la jodida vida! ¿Dónde has estado?”, lloré mientras me apretaba cada vez más fuerte contra ella.
Los dedos de Andrea funcionaban tan bien que cayó de costado, con la pierna en el aire mientras se estremecía. Desencadenó una reacción en cadena que Naty se corrió a continuación. Manteniéndome fuerte, bombeé profundamente dentro de ella, el jugo de coño chorreaba y goteaba por mí. La bombeé hasta que sus convulsiones disminuyeron, luego me moví y recogí a Andrea nuevamente.
“Entonces, ¿toda esta perra es para mí?”, le pregunté a Naty.
“Por supuesto, y yo también. Mi querido Daniel”.
Con eso Andrea puso su trasero en el aire, su chorreado coño estaba súper lubricado, comencé a deslizar mi verga. Ella se movió y tiró hacia adelante cuando mi gruesa cabeza extendió su pequeño esfínter. La saque y escupí en la estrella de su culo.
Naty ahora estaba acostada debajo de Andrea chupando sus pezones, mordiéndolos y luego chupándolos con fuerza dentro de su boca.
“Tómalo perra. Tómalo todo. No me decepciones”.
“Sí, señora, lo haré”, respondió Andrea. “Lo haré, señora. Cógeme ese culo, dame duro por el culo es todo tuyo. Empuja tu verga en mi trasero”.
Mi verga estaba dentro de ella antes de que ella terminara de hablar. Me tomé un tiempo para abrirla, y empecé a bombear agarrándola por la cintura.
Apreté su cintura con fuerza y aumenté mi ritmo y Andrea llegó gritando fuerte mientras la boca de Naty trabajaba los pezones de Andrea y su mano trabajaba su coño. No me detuve, manteniéndola en una constante ola de placer. Tuve pequeños saltos para recuperar el aliento, donde Naty trabajó más duro en el clítoris y los pezones de Andrea.
Mis empujes se profundizaron y estaba golpeando su trasero como un hombre poseído. Estaba casi listo para llenarlo con mi leche.
Naty salió de debajo.
El culo de Andrea me agarró mientras Naty hablaba.
“¡Culéame, culeame, dale a mi culo dale duro!”, suplicó a Andrea con la cabeza baja sobre la cama con su trasero todavía aguantando mis vergazos.
“Ponte de espaldas Naty”, grité sin aliento.
Ella lo hizo. Salí de Andrea y subí a la cama, las piernas abiertas de Naty cayeron sobre mis hombros mientras me acercaba a ella. Mi verga nunca había estado en su culo antes. Claro que me había corrido en su coño y le había arrojado bastantes cargas por la boca antes pero nunca se la había metido en su culo.
De nuevo su trasero ya estaba lubricado con líquidos de su coño. Deslicé mi verga hacia ella se la metí en su coño.
“Bueno, finalmente estás allí, ¿qué me vas a hacer?”, preguntó.
Andrea se acurruco en el extremo de la cama jugando con su clítoris.
“Veamos” dije.
Empujé profundamente dentro de ella. La saque y la puse a la puerta de su culo, y empuje de una de un solo trancazo llegue a lo más profundo de su culo.
“¡Hijo de puta, que rico!”, gritó. “Dani empuja esa hermosa verga hasta el fondo de mi culo”.
Cada vez que Naty se retiraba la jalaba y le daba más duro parecíamos unos locos endemoniados. Hasta que sentí la sensación más increíble correr a través de mí. Era como si todos los momentos de placer condujeran a este momento en este segundo este dulce y apretado culo. Naty estaba a punto de recibir grandes cantidades de esperma dentro de ella.
“Culéame, culéame”, gritó”
La apreté contra mi agarrada por sus nalgas y cadera le seguí dando por ese hermoso y acorazonado culo.
“Aaaah yes carajooo! Cómetela toda cómetela.”
Sentí que todo mi sistema nervioso se encendía y un hormigueo se estrelló en mi cuerpo cuando el semen salió de mi verga y se vertió dentro de su culo.
Culeé como si la naturaleza estuviera en control y la bombeé hasta que todas y cada una de las gotas salieron y luego colapsé a su lado, su cuerpo aún temblaba de placer mientras los pulsos de su corazón se estremecían a través del mío.
Nos quedamos quietos recuperando el aliento sintiendo el placer lujurioso de nuestra arrechera.
La burbuja se rompió con las palabras de Naty.
“OK perra”, ella ordenó “limpiaos”.
Andrea, bien entrenada, se arrodilló y volvió a gatear. Fue a ver a Naty, que la fulminó con la mirada.
“¡Invitados primero!”, dijo.
Andrea rápidamente cambió de pista lamiendo el sudor salado y el semen de mis piernas, ingle y bolas. Luego lamió mi verga y la chupó hasta que quedó totalmente limpia.
Ella me miró.
“Por favor señor, ¿puedo terminar?”
No estaba segura de lo que estaba hablando, a que se refería.
“He sido una buena chica, ¿puedo…?”
Andrea interrumpió:
“Por supuesto que puedes perra. Primero límpiame, se lo mostraré”.
Andrea se arrastró hacia Naty, que se recostó y me sonrió. Sin decir una palabra, Andrea lamió y la chupó. Luego, bajando entre las piernas abiertas de Andrea, sonrió y esperó. Naty me miró, acostado a su lado. Sus dedos ahora corrían por mi cabello.
“Aquí es donde te recompensamos por ser una buena chica”.
Ella extendió las piernas y las levantó en el aire. Su culo bien jodido y abierto. Andrea se arrastró hasta ella lamió y lamió. Lo limpió a fondo deslizando los dedos para asegurarse de que Naty estaba muy satisfecha.
Me puse de rodillas, me incliné y besé a Naty con nuestras lenguas intercambiando momentos cuando la lengua de Andrea lamió mis nalgas hasta que encontró el objetivo. Ella lamio mi culo y luego terminó de limpiar nuestro desastre.
Una vez terminado, se paró a un lado de la cama esperando a que Naty la soltara.
“Vete” dijo ella.
De vuelta a la realidad, Andrea se echó a reír y sonrió.
“Necesito estar listo para la noche de cartas”.
“Ñerda si, la noche de dados” pensé…
Naty sonrió
“Si crees que fue divertido, espera a ver lo que tenemos reservado para esta noche…”
Era el turno mío de organizar la velada de juego de dados, de los dudosos dados. Una vez por mes nos reunimos, pedimos pizza, y cerveza, pasamos el rato y nos reímos como enanos.
Jaime, Jorge, Carlos y Roberto siempre estaban allí; Roberto no siempre llegaba, estaba ennoviado y se le complicaba la vaina.
Todos teníamos una que otra amiguita pero nada serio. No llegábamos a los 30 años.
Mientras estaba en Carulla, comprando las bebidas y cositas para picar, escuche una voz que me llamo por mi nombre.
“Hola Daniel, ¿eres tú?”.
Voltee a mirar y vi a Naty a la cual no veía desde hace mucho tiempo, una eternidad, se había ido a vivir lejos y no había vuelto.
“¿Cómo estás?“ Pregunto.
“¡Súper! Te ves genial. No has cambiado nada…”
Naty interrumpió, y pícaramente le dijo…
“Sé que me has visto desnuda y has estado dentro de mí un par de veces, si no estoy mal”, dijo con una sonrisa traviesa en sus labios.
“¿Qué estás haciendo por aquí?”, Pregunté.
“Oh, acabamos de regresar a la ciudad. Quería mostrarle a Andrea dónde crecimos”.
“¿Andrea?”, Pregunté.
‘Sí, esa es ella, la linda morena. Hemos sido amigas desde que me mudé a su ciudad, y hemos sido amigas desde los 19 años. La llevaré a conocer por donde yo anduve cuando vivía aquí”.
“Entonces, ¿es tu novia?”, Pregunté mientras ponía las bebidas sobre la banda de la caja registradora.
‘No, no seas tonto. Lo hemos pasado rico, pero a mí me gusta la salchicha de carne, y tú lo sabes. ¿Cuántas veces te chupé la verga hasta que me botaste el semen por la garganta?”.
Ella hizo una pausa y luego continuó:
Solo salimos y viajamos juntas cuando podemos. ¿Qué haces con tantas bebidas?”, preguntó.
“Ah, la buena noche de dados”, respondí. “Algunos de mis amigos nos reunimos, vengan al juego y toman una copa. Algunos los conoces”.
‘¿De verdad? ¿Quién va?”, preguntó Naty.
“Carlos, Jorge, Roberto…”
“Roberto, ¿el tipo que la tenía grandísima?”
“Sí, Roberto, no siempre aparece porque tiene una novia ahora, están prácticamente casados”.
‘¡A la mierda Roberto casado! Ella lo quiere por su verga, él es jodidamente inútil para hablar también. Trató de cogerme una vez, era demasiado grande y no me cabía. Hice que se corriera con mis manos y boca”.
“Siempre fuiste talentosa”, sonreí. “Entonces, ¿qué harán después? Pasa y diviértete: a los muchachos les encantara verte. Estoy en la casa nuestra de toda la vida, donde nos criamos”.
Sonreí descaradamente.
“Siempre podríamos usar a dos chicas para que nos sirvan las bebidas”.
“¿En serio?” Naty levantó las cejas.
‘Andrea’ llamó a su amiga “Oye nena, ¿quieres divertirte? Estos muchachos tienen una noche de dados esta noche y necesitan unas mozas de bebidas. ¿Te interesa?”.
“¡Claro, que rico!”, Dijo Andrea para mi sorpresa. Mi verga comenzó a endurecerse rápidamente.
“¡Bacanisimo! Naty tiene la dirección. Nos vemos más tarde.”
Naty me miró, se inclinó y me besó. Su lengua bailaba en mi boca haciendo que mi verga ya medio dura se pusiera más tiesa. Me susurró al oído.
“Nos vemos a las 8.”
“Genial” dije “los muchachos normalmente no llegan hasta las 9 de todos modos”.
Llegué a casa, metí las bebidas en la nevera, me duché, me acosté y dormí un rato.
Me despertó el sonido de la voz de Naty.
“¡Eso nunca funcionará!”, dijo mientras me quitaba la toalla.
“Carajo, ¿ya son las 8?”
“No, llegamos algo temprano. No respondiste, así que entramos. Recordé dónde guardaban tus viejos la llave de emergencia”.
Mi verga comenzó a latir.
Andrea me miró mientras dejaba caer el vestidito. Ella no llevaba nada debajo.
“¿Te gusta lo que ves?’
“wow, sí… ¡qué bella estas”
Sus tetas se mantuvieron firmes y su coño estaba afeitado. Ella tenía un pequeño tatuaje de un colibrí en el lado derecho de su línea de pubis. Su cabello negro era largo y sus ojos verdes estaban vidriosos, anticipando lo que veían venir.
“Quería ver si eres tan bueno como me ha contado Naty, quiero que me culees”.
No había muchas posibilidades de pensar y mucho menos hablar mientras se arrastraba hasta mi cama, hasta mi verga y comenzaba a chuparla. Ella me miró cuando la cabeza de mi verga desapareció en su boca.
Con cada succión, más y más de mí palo se hundió en su boquita.
Miré y noté que Naty también estaba desnuda ahora.
Ella también tenía su coño afeitado. Sus tetas eran más grandes y colgaban más bajas; sus pezones eran marrones y duros. Se sentó en la silla a un lado de mi cama y usó sus dedos para frotar su cuca, y clítoris suavemente.
No pude entenderlo. ¿Estaba soñando? ¿Esto realmente estaba sucediendo? ¡Naty estaba jugando consigo misma en mi silla mientras su amiga estaba chupando mi verga dura!
Aparté a Andrea de mí y la arrastré hasta el borde de mi cama y puse su cabeza sobre una almohada.
“OK niña”, dije mientras colocaba su cabeza a la altura de la verga, mientras estaba de pie. “Prepárate para que te coja esa boquita”.
Agarré su cabello por detrás y empuje mi verga en su boca, los labios se abrieron a tope y sentí el fondo de garganta en la cabeza de mi verga. Deslicé mi verga y procedí a culearme su cara lentamente hasta que encontré un buen ritmo. Su lengua salía cada vez que la sacaba.
Naty ahora estaba trabajando mucho más rápido y más duro en su coño y pellizcando y tirando de sus pezones. Mientras levantaba las caderas de la silla, me incitaba a darle más duro a su amiga.
“Jode su cara Daniel. Ella es una puta sucia y no puede tener suficiente. ¡Trátala como una perra sucia!”.
Saqué mi verga de la boca de Andrea y la miré con la boca aún abierta.
“Entonces, ¿eres una pequeña puta sucia?”
“Sí… eso lo resume todo”, dijo Andrea. “Necesito follar. Que me jodan bien. Lo tomo todo”.
Deslicé mi verga nuevamente dentro de su boca y la saqué nuevamente.
“Frota tu cara en él y lame mis huevos”.
Eso se sintió bien. Su boca me chupó las bolas una por una mientras frotaba su cara sobre mi verga dura como una roca.
“Ella es una buena chica Daniel. Estoy segura de que lo esas disfrutando”, dijo Naty mientras se seguía masturbando.
Agarré la cara de Andrea y comencé a cogerla de nuevo. Bombeé y bombeé y respiraba cuando podía.
Naty al ver que la cara de su amiga se la estaban culeando implacablemente, se corrió a chorros en toda la silla y el piso gritando mientras se venía.
“Eso es culear Daniel, es bueno verte culear la boca de esa sucia puta”.
Vi a Naty masturbándose mientras follaba la cara de Andrea. Fue increíble. Empecé a sentir mis bolas apretarse…
“Oh, no todavía”, pensé “este lo voy a saborear”.
El cuerpo de Naty había dejado de convulsionarse, así que salí de la boca de Andrea y llamé a Naty a la cama.
“Naty aquí, bebé, recuéstate en la cama. Andrea tiene la lengua esperando lamerte tu coñito todo mojadito, estoy seguro”.
‘Sí por favor Naty. Por favor, déjame lamerte”.
Arrastré a Andrea por el pelo. Ella sonrió.
“¿Dónde me quieres?”, preguntó mientras Naty tomaba su lugar en la cama.
“Te quiero al final de la cama. Quiero que te arrodilles delante de mí para poder coger tu dulce y apretadito coñito”.
Le indiqué donde la quería y ella saltó al lugar. Agarré las piernas de Naty y la jalé más para poder culear los agujeros de Andrea mientras ella chupaba y lamía los dulces labios de su mejor amiga.
La lengua de Andrea había encontrado la marca en Naty antes de que pudiera deslizarme en su segundo hoyo. Y a Naty le encantó.
“Eso es todo, maldita imbécil. Lámelo limpio y luego lámeme el culo”.
“Sí, por favor”, suplicó Andrea. “Me encantaría lamerte el culo, sabes que haría un buen trabajo”.
“Tú lo haces. Pero ponte a trabajar, carajo”, dijo mientras agarraba la cabeza de Andrea y la empujaba hacia abajo sobre su brillante coño.
No perdí más tiempo y dije que tirara de sus caderas hacia mí, la cabeza de mi verga, sentada en la punta de su entrada. Un lugar del que estoy seguro que estaba bien usado, pero estaba entrando.
Levantó la cabeza cuando mi gruesa verga de 8 pulgadas se deslizó en su empapada y brillante cuca. Naty la agarró del pelo y le ordenó que volviera a su trabajo. Ella lo hizo sin dudarlo.
Naty estaba gimiendo salvajemente y sus ojos estaban perdiendo el foco. Ella me miró.
“Te lo dije que te gustaría ella ¿Cómo está esa zorra?”
Naty levantó la cabeza de Andrea y la levantó por el pelo para revelar su rostro cubierto con el jugo de coño de Naty.
“¿Te diviertes, zorra?”, preguntó ella. El coño de Andrea ahora estaba agarrando mi verga como un vicio.
“Sí, señora, ¡me encanta!”, respondió ella.
“¿Qué eres?”, preguntó de nuevo
“¡Una puta!”
“¿Qué?”
“Una pequeña zorra sucia, mi señora”.
“¿Para qué eres buena?”
El coño de Andrea se puso a toda marcha mientras yo me movía más fuerte.
“Para culear, soy buena para que me den duro por todos lados”.
“Buena chica. Ahora asegúrate de que la verga de Daniel se sienta bien”.
“Sí Señora, haré que se sienta bien”.
Andrea se vino. Sus convulsiones empujando mi verga. Agarré sus caderas y arremetí con fuerza contra ella. Más profundo y más duro. Me estrellé contra ella. Sus gritos de alegría se amortiguaron cuando Naty le sello sus labios con su coño. Naty se sentó con fuerza en la cara de Andrea.
“¡Chúpalo! ella exigió “mámate mi coño”.
La cabeza de Andrea estaba siendo bombeada en el coño de Naty mientras la empujaba profundamente por detrás. Su orgasmo temblaba por todo su cuerpo, perdía fuerza gradualmente.
“Todavía no puta. No he terminado contigo”. Deslicé mi verga en su coño empapado y Naty liberó su agarre de la cabeza de Andrea.
“Daniel, ¿recuerdas cuando solías meter tres dedos dentro de mí?”.
Andrea, como si estuviera al mando, comenzó a deslizar sus manos sobre el coño de Naty. Un dedo, dos, tres entraron en ella y sentí que mi verga se endurecía aún más.
“Solo mírame, soy una chica grande ahora”.
Andrea deslizó el cuarto y apoyó los codos en la cama para apoyarse y comenzó a frotar el clítoris de Naty con la otra mano. El pulgar parecía solo mientras Andrea trabajaba más duro en el clítoris de Naty.
“¡Eso es!” Naty gritó “mételos, maldita perra. Mira Daniel! ¡Mira!’
Vi como toda la mano de Andrea se metía hasta la muñeca dentro del coño de Naty.
Todavía estaba bombeando el agujero de Andrea, pero más lento para poder ver y ver su puño cogerse a Naty.
“¡Dale, perra! Empuja esa puta mano en mí”. Naty gritaba sus órdenes a Andrea y Andrea obedeció como un perro leal y bien entrenado.
Salí y fui a mirar más de cerca. La mano de Andrea estaba trabajando muy bien en el coño de Naty, frotando su clítoris a intervalos como un juego bien ensayado con todos los problemas resueltos.
“Ok, ahora es tu turno de chuparme, ¿puedes hacer un mejor trabajo que la puta esta?”, le dije a Naty.
“Sabes que puedo Daniel”, dijo mientras abría la boca. Me subí a la cama y me arrodillé sobre ella, mi verga puse justo por encima de sus labios.
Naty le espetó a Andrea.
“Sabes qué hacer. ¡Hazme venir puta!”.
“Sí, señora”, dijo Andrea mientras deslizaba su mano aún más dentro del coño hinchado de Naty.
Naty chupó mi verga con fuerza, mientras apretaba mis nalgas y sus uñas puyaban mis nalgas.
“Bombea mi cara bien Daniel. Justo como solías hacerlo”.
No necesitaba permiso, estaba listo para darle duro. Agarré su cabello y jalé su cara hacia mi verga mientras ella sacaba la lengua. Desde el primer movimiento, mi verga se dirigió hacia su garganta.
“Así es Naty, mámala, chupa esta deliciosa verga”. Los empujes de Andrea se aceleraron con los míos y Naty se retorció debajo de mí, alejando su cabeza gritando en el orgasmo más intenso que jamás haya visto.
“Si, si, si lléname con tu brazo empuja tu puño dentro de mí. ¡Dale duro! ¡Aaaghhh!”.
Esta vez volvió a venir sobre la mano de Andrea y mi cama. Estaba tan jodidamente caliente, viviendo un sueño, y nunca queriendo que terminara.
Me bajé y vi que Andrea ahora lamía con entusiasmo todos los jugos de leche de Naty mientras Naty se pasaba las manos por el pelo.
“Oh, eso es, límpialo bien. Esa es una buena chica”.
Basta de bromas. Yo quería cogérmela.
“Naty se corrió hacia la parte baja de la cama. Quiero culearme ese coño otra vez. Ha pasado demasiado tiempo”.
“Claro que sí”, dijo con una sonrisa mientras se arrastraba hasta el borde de la cama.
“Andrea, quédate allí y juega con tu coño hasta que te necesite de nuevo”, ordené. No hubo quejas.
Naty estaba ahora en éxtasis, a cuatro patas, sus piernas abiertas a la altura perfecta para mí. Me coloque detrás de ella y se la metí de una sola vez.
Recuerdo cómo te gustaba. Abierta de par en par para metérmela profundo y rápido.
Me sorprendió, pensé que su coño recientemente cogido por un grueso brazo estaría flojo y fofo. De hecho fue todo lo contrario. Hinchado y caliente, irradiaba un calor que nunca antes había sentido. Lo jodí, agarrando sus caderas y tirándolas hacia atrás mientras se la empujaba.
“Oh Naty, esta es la jodida vida! ¿Dónde has estado?”, lloré mientras me apretaba cada vez más fuerte contra ella.
Los dedos de Andrea funcionaban tan bien que cayó de costado, con la pierna en el aire mientras se estremecía. Desencadenó una reacción en cadena que Naty se corrió a continuación. Manteniéndome fuerte, bombeé profundamente dentro de ella, el jugo de coño chorreaba y goteaba por mí. La bombeé hasta que sus convulsiones disminuyeron, luego me moví y recogí a Andrea nuevamente.
“Entonces, ¿toda esta perra es para mí?”, le pregunté a Naty.
“Por supuesto, y yo también. Mi querido Daniel”.
Con eso Andrea puso su trasero en el aire, su chorreado coño estaba súper lubricado, comencé a deslizar mi verga. Ella se movió y tiró hacia adelante cuando mi gruesa cabeza extendió su pequeño esfínter. La saque y escupí en la estrella de su culo.
Naty ahora estaba acostada debajo de Andrea chupando sus pezones, mordiéndolos y luego chupándolos con fuerza dentro de su boca.
“Tómalo perra. Tómalo todo. No me decepciones”.
“Sí, señora, lo haré”, respondió Andrea. “Lo haré, señora. Cógeme ese culo, dame duro por el culo es todo tuyo. Empuja tu verga en mi trasero”.
Mi verga estaba dentro de ella antes de que ella terminara de hablar. Me tomé un tiempo para abrirla, y empecé a bombear agarrándola por la cintura.
Apreté su cintura con fuerza y aumenté mi ritmo y Andrea llegó gritando fuerte mientras la boca de Naty trabajaba los pezones de Andrea y su mano trabajaba su coño. No me detuve, manteniéndola en una constante ola de placer. Tuve pequeños saltos para recuperar el aliento, donde Naty trabajó más duro en el clítoris y los pezones de Andrea.
Mis empujes se profundizaron y estaba golpeando su trasero como un hombre poseído. Estaba casi listo para llenarlo con mi leche.
Naty salió de debajo.
El culo de Andrea me agarró mientras Naty hablaba.
“¡Culéame, culeame, dale a mi culo dale duro!”, suplicó a Andrea con la cabeza baja sobre la cama con su trasero todavía aguantando mis vergazos.
“Ponte de espaldas Naty”, grité sin aliento.
Ella lo hizo. Salí de Andrea y subí a la cama, las piernas abiertas de Naty cayeron sobre mis hombros mientras me acercaba a ella. Mi verga nunca había estado en su culo antes. Claro que me había corrido en su coño y le había arrojado bastantes cargas por la boca antes pero nunca se la había metido en su culo.
De nuevo su trasero ya estaba lubricado con líquidos de su coño. Deslicé mi verga hacia ella se la metí en su coño.
“Bueno, finalmente estás allí, ¿qué me vas a hacer?”, preguntó.
Andrea se acurruco en el extremo de la cama jugando con su clítoris.
“Veamos” dije.
Empujé profundamente dentro de ella. La saque y la puse a la puerta de su culo, y empuje de una de un solo trancazo llegue a lo más profundo de su culo.
“¡Hijo de puta, que rico!”, gritó. “Dani empuja esa hermosa verga hasta el fondo de mi culo”.
Cada vez que Naty se retiraba la jalaba y le daba más duro parecíamos unos locos endemoniados. Hasta que sentí la sensación más increíble correr a través de mí. Era como si todos los momentos de placer condujeran a este momento en este segundo este dulce y apretado culo. Naty estaba a punto de recibir grandes cantidades de esperma dentro de ella.
“Culéame, culéame”, gritó”
La apreté contra mi agarrada por sus nalgas y cadera le seguí dando por ese hermoso y acorazonado culo.
“Aaaah yes carajooo! Cómetela toda cómetela.”
Sentí que todo mi sistema nervioso se encendía y un hormigueo se estrelló en mi cuerpo cuando el semen salió de mi verga y se vertió dentro de su culo.
Culeé como si la naturaleza estuviera en control y la bombeé hasta que todas y cada una de las gotas salieron y luego colapsé a su lado, su cuerpo aún temblaba de placer mientras los pulsos de su corazón se estremecían a través del mío.
Nos quedamos quietos recuperando el aliento sintiendo el placer lujurioso de nuestra arrechera.
La burbuja se rompió con las palabras de Naty.
“OK perra”, ella ordenó “limpiaos”.
Andrea, bien entrenada, se arrodilló y volvió a gatear. Fue a ver a Naty, que la fulminó con la mirada.
“¡Invitados primero!”, dijo.
Andrea rápidamente cambió de pista lamiendo el sudor salado y el semen de mis piernas, ingle y bolas. Luego lamió mi verga y la chupó hasta que quedó totalmente limpia.
Ella me miró.
“Por favor señor, ¿puedo terminar?”
No estaba segura de lo que estaba hablando, a que se refería.
“He sido una buena chica, ¿puedo…?”
Andrea interrumpió:
“Por supuesto que puedes perra. Primero límpiame, se lo mostraré”.
Andrea se arrastró hacia Naty, que se recostó y me sonrió. Sin decir una palabra, Andrea lamió y la chupó. Luego, bajando entre las piernas abiertas de Andrea, sonrió y esperó. Naty me miró, acostado a su lado. Sus dedos ahora corrían por mi cabello.
“Aquí es donde te recompensamos por ser una buena chica”.
Ella extendió las piernas y las levantó en el aire. Su culo bien jodido y abierto. Andrea se arrastró hasta ella lamió y lamió. Lo limpió a fondo deslizando los dedos para asegurarse de que Naty estaba muy satisfecha.
Me puse de rodillas, me incliné y besé a Naty con nuestras lenguas intercambiando momentos cuando la lengua de Andrea lamió mis nalgas hasta que encontró el objetivo. Ella lamio mi culo y luego terminó de limpiar nuestro desastre.
Una vez terminado, se paró a un lado de la cama esperando a que Naty la soltara.
“Vete” dijo ella.
De vuelta a la realidad, Andrea se echó a reír y sonrió.
“Necesito estar listo para la noche de cartas”.
“Ñerda si, la noche de dados” pensé…
Naty sonrió
“Si crees que fue divertido, espera a ver lo que tenemos reservado para esta noche…”
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