Sonó el despertador, como todas las mañanas, empezaba otro día de monotonía y trabajo, me llamo Andrea y trabajaba de camarera en el norte de la ciudad y vivía en el sur, justo en la otra punta, era lo único que había encontrado después de acabar mi carrera de derecho, era un trabajo malo y mal pagado pero no había mas remedio por el momento que aceptarlo por que las facturas no se pagaban solas, ya me había independizado de mis padres y la verdad es que nunca me había imaginado que la vida de chica independiente era tan dura, todo era largo y pesado. No me gustaba nada, la verdad es que no estaba nada conforme con mi vida.
Me cepille los dientes, me di una ducha, me vestí a toda prisa, me cambie de bragas ,me puse unas gotas de perfume en el cuello y trate de salir corriendo a coger el metro, en la calle hacia calor, pensé que ese día el calor iba a ser insoportable, era agosto y por si fuera poco ese verano no iba a poder tener vacaciones, llegue a la entrada del metro y apenas se podía ni caminar, la gente subía y bajaba sin ningún orden y hasta se tropezaban unos con otros, al bajar las escaleras di un pequeño traspiés y me apoye sin querer sobre el hombro de un hombre que tenia delante, el hombre se giro sorprendido, era un señor como de 50 años pero muy bien llevados, con las sienes canosas y olor a colonia.
Es curioso pero ese olor a colonia me resulto interesante, como a colonia de señor mayor mezclada con sudor, me gusto mucho ese olor, nos miramos y el me sonrío y me dijo... cuidado, yo no le dije nada, simplemente le sonreí de forma coqueta , seguí detrás de el hasta el anden del metro, el anden estaba también lleno de gente, mire a las pantallas a ver cuanto quedaba para que llegase el tren, en el panel ponía... próximo tren en 2 minutos, pensé que menos mal que solo quedaban dos minutos por que aquello estaba de gente hasta la bandera, el hombre sobre el que había tropezado estaba justo detrás mío ,yo me giraba para mirarle de reojo con disimulo y sin que se diese cuenta, pronto me fije que justo enfrente en el otro anden había un anuncio y ese anuncio tenia un cristal que reflejaba bastante bien mi anden, trate de ver al hombre de detrás mío reflejado en ese cristal y me pareció que me estaba mirando el culo, si, si, sin duda me estaba mirando el culo, subía y bajaba su mirada recorriendo toda mi espalda desde mi nuca hasta mi culo una y otra vez, pensé... caray, que viejo mas guarrete, pero la verdad es que el tío estaba muy muy bien, era lo que una amiga mía llamaba un zorro plateado refiriéndose a ese pelo canoso que tienen muchos hombres y que resulta tremendamente sexi.
Me gire con disimulo y le volví a sonreír, el me devolvió la sonrisa, realmente ese tipo me gustaba, por fin llego el metro, salio un montón de gente a barullo, entramos después empujándonos unos a otros, aquello estaba apretadísimo, yo sabia de sobra que ese tipo no se iba a alejar mucho de mi, se quedo cerca, teníamos solo una señora de por medio, estábamos frente a frente con esa señora separándonos y simplemente nos mirábamos, pasamos así un par de paradas hasta que en una de ellas se abrieron las puertas del metro y la señora que teníamos en medio se salio al anden, en ese momento entro mas gente todavía y nos quedamos los dos pegados frente a frente, yo
sentí un vergüenza enorme y me di la vuelta para no tenerle cara a cara, me quede de espaldas a el y el apretaba su
cuerpo contra el mío, sentí como me olía el cuello y respiraba sobre el, yo me estaba empezando a excitar bastante,
la gente nos apretaba y aunque no quisiésemos nos pagábamos uno a la otra sin remedio, de repente sentí que su
mano rozaba la mía, no sabia si quería cogerme la mano o que es lo que quería, puso en mi mano una especia de
cartoncito, era su tarjeta de visita.
Mire la tarjeta como pude por que apenas podía subir un brazo y tenia el otro agarrado a la barra superior del tren, en
la tarjeta solo ponía su nombre y su teléfono, que picaron pensé, menuda forma de darme su teléfono, se llamaba
Cristian, pensé... caray , como Cristian Grey, me volví un poco y le sonreí, parecía que la mañana había empezado
bien ese día, y yo que me la quería perder, mientras el tren se bamboleaba un poco sentó como ese desconocido
rozaba su paquete contra mi culo, lo notaba perfectamente, el llevaba unos pantalones de traje y una camisa blanca,
era la típica vestimenta de ejecutivo o algo similar, pero sin chaqueta, con el calor que hacia era bastante normal que
no llevase chaqueta, yo vestía un vestido cortito y apretado con un tirante a un lado y el hombro al aire en el otro,
era realmente corto y muy ceñido, siempre que me ponía ese vestido trataba de no sentarme frente a nadie por que se
me veían perfectamente las bragas, el siguió restregando su paquete contra mi culo sin mucho disimulo.
Yo decidí dar un pasito mas y disimuladamente también eche mi mano hacia atrás y le palpe un poco los pantalones,
puse mi mano entre su paquete y mi culo y sentí el contorno de su polla dentro de los pantalones, el respiro fuerte
sobre mi cuello cuando hice eso, palpe un poco mas agarrando un poco mas fuerte para comprobar como tenia la
polla, como yo me imaginaba estaba dura y era de un buen tamaño, de repente sentí como el rodeaba mi cintura con
la mano que tenia libre dado que como yo el tenia la otra mano agarrada a la barra superior del tren, simplemente se quedo así, amarrándome la cintura y al mismo tiempo avanzo un poco su mano a lo largo de la barra del tren hasta
agarrar la mía que también estaba agarrada a esa barra, yo continuaba con mi mano izquierda entre mi culo y su
paquete y empecé a masajearlo un poco, en decidió seguirme el juego.
Bajo la mano que rodeaba mi cintura hacia abajo, por suerte la gente que nos rodeaba y apretaba nos servia de
parapeto para que nadie viese lo que hacíamos por debajo , levanto mi vestido y empezó a acariciar mis bragas,
pensé que seguro que estaba sintiendo que yo tenia ya el coño húmedo y caliente, gire mi cabeza y le mire, el me
miro también, no nos dijimos nada, solo nos quedamos así, mirándonos , el no se lo pensó mas tiempo, metió su
mano debajo de mi bragas, en ese momento pensé que quizá esa mañana me tenia que haber depilado el coño, hacia
mas de dos meses que no me afeitaba ahí abajo y tenia bastante pelo, el empezó a masajear mi raja que debía de
estar chorreando , empezó a hacer círculos con sus dedos, yo estaba a punto de explotar, era la cosa mas morbosa y
excitante que había hecho jamás, el metió dos dedos dentro de mi coño, empezó a meterlos y sacarlos , se veía que
ese tipo había masturbado a mas de una chica, yo no me lo pensé ya mas, con la mano que tenia entre mi culo y su
polla le baje la bragueta, busque dentro de sus calzoncillos y le saque la polla, empecé a pajearle despacito, el
mientrass siguió también metiendo y sacando sus dedos de mi coño.
La gente que nos rodeaba parecía estarse dando cuenta por lo menos de que algo pasaba, pero no decían nada,
nosotros seguíamos masturbándonos mutuamente apretados y rodeados por un montón de viajeros, de repente mire
hacia fuera y me di cuenta de que estaba en la penúltima parada antes de mi destino, tenia que acabar aquella paja
rápidamente, empecé a sacudirle la polla a toda velocidad, el también acelero el ritmo de esos dos dedos que
entraban y salían de mi coño, pronto sentí como se corría en mi mano, en ese momento llegamos a mi parada, yo salí
rápidamente cuando se abrieron las puerta, sus dedos salieron de golpe de mi coño, salí del tren hacia el anden y me
quede mirándole desde allí, el me miro de forma muy descarada y se chupo los dos dedos que habían estado dentro
de mi coño, entonces yo mire mi mano que estaba llena de su semen, lamí toda esa corrida de mi mano mientras le
miraba a los ojos, el puso una cara de sorpresa bastante evidente, las puertas del metro se cerraron, yo me quede en
el anden mirando como se marchaba y el me hizo un gesto diciéndome que le llamase haciendo el típico gesto de
simular un teléfono con la mano y los dedos, yo en ese momento mire a ver si todavía tenia su tarjeta, si, si la tenia,
asentí con la cabeza y sonriéndole, el tren se marcho, menudo comienzo de mañana pensé, y yo que me lo quería perder.
Me cepille los dientes, me di una ducha, me vestí a toda prisa, me cambie de bragas ,me puse unas gotas de perfume en el cuello y trate de salir corriendo a coger el metro, en la calle hacia calor, pensé que ese día el calor iba a ser insoportable, era agosto y por si fuera poco ese verano no iba a poder tener vacaciones, llegue a la entrada del metro y apenas se podía ni caminar, la gente subía y bajaba sin ningún orden y hasta se tropezaban unos con otros, al bajar las escaleras di un pequeño traspiés y me apoye sin querer sobre el hombro de un hombre que tenia delante, el hombre se giro sorprendido, era un señor como de 50 años pero muy bien llevados, con las sienes canosas y olor a colonia.
Es curioso pero ese olor a colonia me resulto interesante, como a colonia de señor mayor mezclada con sudor, me gusto mucho ese olor, nos miramos y el me sonrío y me dijo... cuidado, yo no le dije nada, simplemente le sonreí de forma coqueta , seguí detrás de el hasta el anden del metro, el anden estaba también lleno de gente, mire a las pantallas a ver cuanto quedaba para que llegase el tren, en el panel ponía... próximo tren en 2 minutos, pensé que menos mal que solo quedaban dos minutos por que aquello estaba de gente hasta la bandera, el hombre sobre el que había tropezado estaba justo detrás mío ,yo me giraba para mirarle de reojo con disimulo y sin que se diese cuenta, pronto me fije que justo enfrente en el otro anden había un anuncio y ese anuncio tenia un cristal que reflejaba bastante bien mi anden, trate de ver al hombre de detrás mío reflejado en ese cristal y me pareció que me estaba mirando el culo, si, si, sin duda me estaba mirando el culo, subía y bajaba su mirada recorriendo toda mi espalda desde mi nuca hasta mi culo una y otra vez, pensé... caray, que viejo mas guarrete, pero la verdad es que el tío estaba muy muy bien, era lo que una amiga mía llamaba un zorro plateado refiriéndose a ese pelo canoso que tienen muchos hombres y que resulta tremendamente sexi.
Me gire con disimulo y le volví a sonreír, el me devolvió la sonrisa, realmente ese tipo me gustaba, por fin llego el metro, salio un montón de gente a barullo, entramos después empujándonos unos a otros, aquello estaba apretadísimo, yo sabia de sobra que ese tipo no se iba a alejar mucho de mi, se quedo cerca, teníamos solo una señora de por medio, estábamos frente a frente con esa señora separándonos y simplemente nos mirábamos, pasamos así un par de paradas hasta que en una de ellas se abrieron las puertas del metro y la señora que teníamos en medio se salio al anden, en ese momento entro mas gente todavía y nos quedamos los dos pegados frente a frente, yo
sentí un vergüenza enorme y me di la vuelta para no tenerle cara a cara, me quede de espaldas a el y el apretaba su
cuerpo contra el mío, sentí como me olía el cuello y respiraba sobre el, yo me estaba empezando a excitar bastante,
la gente nos apretaba y aunque no quisiésemos nos pagábamos uno a la otra sin remedio, de repente sentí que su
mano rozaba la mía, no sabia si quería cogerme la mano o que es lo que quería, puso en mi mano una especia de
cartoncito, era su tarjeta de visita.
Mire la tarjeta como pude por que apenas podía subir un brazo y tenia el otro agarrado a la barra superior del tren, en
la tarjeta solo ponía su nombre y su teléfono, que picaron pensé, menuda forma de darme su teléfono, se llamaba
Cristian, pensé... caray , como Cristian Grey, me volví un poco y le sonreí, parecía que la mañana había empezado
bien ese día, y yo que me la quería perder, mientras el tren se bamboleaba un poco sentó como ese desconocido
rozaba su paquete contra mi culo, lo notaba perfectamente, el llevaba unos pantalones de traje y una camisa blanca,
era la típica vestimenta de ejecutivo o algo similar, pero sin chaqueta, con el calor que hacia era bastante normal que
no llevase chaqueta, yo vestía un vestido cortito y apretado con un tirante a un lado y el hombro al aire en el otro,
era realmente corto y muy ceñido, siempre que me ponía ese vestido trataba de no sentarme frente a nadie por que se
me veían perfectamente las bragas, el siguió restregando su paquete contra mi culo sin mucho disimulo.
Yo decidí dar un pasito mas y disimuladamente también eche mi mano hacia atrás y le palpe un poco los pantalones,
puse mi mano entre su paquete y mi culo y sentí el contorno de su polla dentro de los pantalones, el respiro fuerte
sobre mi cuello cuando hice eso, palpe un poco mas agarrando un poco mas fuerte para comprobar como tenia la
polla, como yo me imaginaba estaba dura y era de un buen tamaño, de repente sentí como el rodeaba mi cintura con
la mano que tenia libre dado que como yo el tenia la otra mano agarrada a la barra superior del tren, simplemente se quedo así, amarrándome la cintura y al mismo tiempo avanzo un poco su mano a lo largo de la barra del tren hasta
agarrar la mía que también estaba agarrada a esa barra, yo continuaba con mi mano izquierda entre mi culo y su
paquete y empecé a masajearlo un poco, en decidió seguirme el juego.
Bajo la mano que rodeaba mi cintura hacia abajo, por suerte la gente que nos rodeaba y apretaba nos servia de
parapeto para que nadie viese lo que hacíamos por debajo , levanto mi vestido y empezó a acariciar mis bragas,
pensé que seguro que estaba sintiendo que yo tenia ya el coño húmedo y caliente, gire mi cabeza y le mire, el me
miro también, no nos dijimos nada, solo nos quedamos así, mirándonos , el no se lo pensó mas tiempo, metió su
mano debajo de mi bragas, en ese momento pensé que quizá esa mañana me tenia que haber depilado el coño, hacia
mas de dos meses que no me afeitaba ahí abajo y tenia bastante pelo, el empezó a masajear mi raja que debía de
estar chorreando , empezó a hacer círculos con sus dedos, yo estaba a punto de explotar, era la cosa mas morbosa y
excitante que había hecho jamás, el metió dos dedos dentro de mi coño, empezó a meterlos y sacarlos , se veía que
ese tipo había masturbado a mas de una chica, yo no me lo pensé ya mas, con la mano que tenia entre mi culo y su
polla le baje la bragueta, busque dentro de sus calzoncillos y le saque la polla, empecé a pajearle despacito, el
mientrass siguió también metiendo y sacando sus dedos de mi coño.
La gente que nos rodeaba parecía estarse dando cuenta por lo menos de que algo pasaba, pero no decían nada,
nosotros seguíamos masturbándonos mutuamente apretados y rodeados por un montón de viajeros, de repente mire
hacia fuera y me di cuenta de que estaba en la penúltima parada antes de mi destino, tenia que acabar aquella paja
rápidamente, empecé a sacudirle la polla a toda velocidad, el también acelero el ritmo de esos dos dedos que
entraban y salían de mi coño, pronto sentí como se corría en mi mano, en ese momento llegamos a mi parada, yo salí
rápidamente cuando se abrieron las puerta, sus dedos salieron de golpe de mi coño, salí del tren hacia el anden y me
quede mirándole desde allí, el me miro de forma muy descarada y se chupo los dos dedos que habían estado dentro
de mi coño, entonces yo mire mi mano que estaba llena de su semen, lamí toda esa corrida de mi mano mientras le
miraba a los ojos, el puso una cara de sorpresa bastante evidente, las puertas del metro se cerraron, yo me quede en
el anden mirando como se marchaba y el me hizo un gesto diciéndome que le llamase haciendo el típico gesto de
simular un teléfono con la mano y los dedos, yo en ese momento mire a ver si todavía tenia su tarjeta, si, si la tenia,
asentí con la cabeza y sonriéndole, el tren se marcho, menudo comienzo de mañana pensé, y yo que me lo quería perder.
1 comentarios - Jugando En El Metro.