Mientras convivo a puracogida con Sandrita en su casa, recuerdo de otras potras que me sacan. Una esMaría Teresa, que como saben le da a lo que venga, hombres, mujeres, todo. Unpar de años atrás fue a un cumple de una señora conocida de ella, al que fueronvarias mujeres, algunas con marido o chongo y otras olitas. Y cuando Tere estásola con otra mujer… Quién sabe cuándo termina.
María Teresa fue muy bienvestida, campera de cuero, pollera, tacos, muy maquillada, perfumada y concartera a la fiesta, a una zona cerca de Olivos, no sé si cerca de Estela.Llevó sandwiches de miga, llegó, entró y aunque no conocía mucho a la mayoríade las mujeres presentes, saludó a todas, a algunas hasta se atrevió a beso enla boca, lo cual le respondieron bien, y luego se sentó pegadita a una rubiamuy fina, vestida con un conjunto negro de blazer y pollera, con la quecompartió la abundante cena, picada de queso, fiambre, aceitunas, sandwiches detodo tipo y más. María Teresa charló y comió con tutti, departió con esta mujerpero no dejó de mirar y mironear a las demás, curiosa como siempre. En unmomento se excusó con esta tipa, fue y se le sentó a otra que era pelirroja muyelegante, quien le convidó un sandwich de jamón crudo y queso y le charlóamigable. Teresa la pasó bárbaro, hizo un par de amigas, les dio su teléfono,las invitó a comer a su casa cuando quisieran. Es cierto, la gorda es sociable,re buena onda. Pero quería otra cosa.
Porque no se conformó conhacer amigas, sino todo lo otro. Rápida, loca del sexo, María Teresa se quedóenganchadita con esa pelirroja que le dio un sandwich y con otra que estaba allado, parece que era pareja lesbiana. Entonces, empezó a los piropos, que quélinda ropa, que el cuero, que qué lindo que te queda el rouge, que qué lindaestás, mimos, caricia va, viene, pico, besote. Y entre eso, la cena, la torta,la cerveza, que Tere consumió duro comosiempre, todo se fue a la mierda.
Las mujeres solteras olesbianas empezaron a ir a las piezas de la enorme casa, entre ellas lacumpleañera, aplastada por dos mujeres y un hombre. María Teresa no se la iba aperder, aprovechó el lío reinante en la casa, se empezó a mimosear y manosearcon estas dos, y por respuesta, las mujeres la llevaron a otra dependencia dela casa, y tras manosearla y pasarle las manos por donde quisieron, ladesnudaron y se la cogieron bien, dándole por vagina, cola, lo que sea condedos, elementos, tirándosele arriba, de a una y de a dos, ahí en el lugar, noen una pieza. Después sí la llevaron a una habitación y se la volvieron a darduro, y María Teresa disfrutó excitada, no sólo gimió y gozó sino que pidiómás, mirá la gordota debajo de otras. Y como sus pedidos son órdenes para laslocas, éstas llamaron a otras dos medias borrachas, que entraron y le dieron ala gordota por vagina, cola, le dieron de mamar su concha, le apretaron ychuparon todo, Teresa pegó unos alaridos bárbaros y terminó acabando variasveces, cogida por estas dos y por las otras dos, por las cuatro y de a una, entodas las posiciones. La gordota ni sabía qué hacía mientras le daba a máscerveza. Y para cerrar, qué: cuando las mujeres la dejaron, María Teresa sevistió, media bamboleándose salió de la pieza y la agarró un hombrazo, grandotey potente, la llevó a la rastra al baño, la desnudó excitado y con tremendafuria la repasó por la vagina y la cola llenándola de semen. María Teresa, quehabía tragado el flujo de sus amigas, chupó y disfrutó el semen de su hombre,al que le dio su bombacha, un lápiz de labios y su tarjeta con su número. Escierto, María Teresa tiene marido, pero cuando se le presenta el coger no lehace asco a nada. Mujeres, hombres, desconocidas, todo vale.
María Teresa fue muy bienvestida, campera de cuero, pollera, tacos, muy maquillada, perfumada y concartera a la fiesta, a una zona cerca de Olivos, no sé si cerca de Estela.Llevó sandwiches de miga, llegó, entró y aunque no conocía mucho a la mayoríade las mujeres presentes, saludó a todas, a algunas hasta se atrevió a beso enla boca, lo cual le respondieron bien, y luego se sentó pegadita a una rubiamuy fina, vestida con un conjunto negro de blazer y pollera, con la quecompartió la abundante cena, picada de queso, fiambre, aceitunas, sandwiches detodo tipo y más. María Teresa charló y comió con tutti, departió con esta mujerpero no dejó de mirar y mironear a las demás, curiosa como siempre. En unmomento se excusó con esta tipa, fue y se le sentó a otra que era pelirroja muyelegante, quien le convidó un sandwich de jamón crudo y queso y le charlóamigable. Teresa la pasó bárbaro, hizo un par de amigas, les dio su teléfono,las invitó a comer a su casa cuando quisieran. Es cierto, la gorda es sociable,re buena onda. Pero quería otra cosa.
Porque no se conformó conhacer amigas, sino todo lo otro. Rápida, loca del sexo, María Teresa se quedóenganchadita con esa pelirroja que le dio un sandwich y con otra que estaba allado, parece que era pareja lesbiana. Entonces, empezó a los piropos, que quélinda ropa, que el cuero, que qué lindo que te queda el rouge, que qué lindaestás, mimos, caricia va, viene, pico, besote. Y entre eso, la cena, la torta,la cerveza, que Tere consumió duro comosiempre, todo se fue a la mierda.
Las mujeres solteras olesbianas empezaron a ir a las piezas de la enorme casa, entre ellas lacumpleañera, aplastada por dos mujeres y un hombre. María Teresa no se la iba aperder, aprovechó el lío reinante en la casa, se empezó a mimosear y manosearcon estas dos, y por respuesta, las mujeres la llevaron a otra dependencia dela casa, y tras manosearla y pasarle las manos por donde quisieron, ladesnudaron y se la cogieron bien, dándole por vagina, cola, lo que sea condedos, elementos, tirándosele arriba, de a una y de a dos, ahí en el lugar, noen una pieza. Después sí la llevaron a una habitación y se la volvieron a darduro, y María Teresa disfrutó excitada, no sólo gimió y gozó sino que pidiómás, mirá la gordota debajo de otras. Y como sus pedidos son órdenes para laslocas, éstas llamaron a otras dos medias borrachas, que entraron y le dieron ala gordota por vagina, cola, le dieron de mamar su concha, le apretaron ychuparon todo, Teresa pegó unos alaridos bárbaros y terminó acabando variasveces, cogida por estas dos y por las otras dos, por las cuatro y de a una, entodas las posiciones. La gordota ni sabía qué hacía mientras le daba a máscerveza. Y para cerrar, qué: cuando las mujeres la dejaron, María Teresa sevistió, media bamboleándose salió de la pieza y la agarró un hombrazo, grandotey potente, la llevó a la rastra al baño, la desnudó excitado y con tremendafuria la repasó por la vagina y la cola llenándola de semen. María Teresa, quehabía tragado el flujo de sus amigas, chupó y disfrutó el semen de su hombre,al que le dio su bombacha, un lápiz de labios y su tarjeta con su número. Escierto, María Teresa tiene marido, pero cuando se le presenta el coger no lehace asco a nada. Mujeres, hombres, desconocidas, todo vale.
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