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Exalumno

Luego de mi divorcio mi vida y mi actividad fueron cambiando poco a poco, debía modificar algunas cosas, tenía muy en claro que mi prioridad era mi hijo. Había vuelto al trabajo, en la misma escuela era profesora de historia y educación cívica por la mañana y preceptora por la tarde. En el colegio las chicas que trabajaban conmigo eran más chicas y solteras, así que con ellas se hacía más fácil reunirnos. Con algunas decidimos concurrir a un gimnasio para hacer ejercicios y aparatología, íbamos a uno que quedaba a pocas cuadras del colegio y a veces después nos del gimnasio nos juntábamos en el bufet a charlar y tomar algo para reponer energía.
Yo realmente estaba disfrutando mi “nueva vida” y hacia unos 4 meses que estaba “solterita” pero no sentía la necesidad de cubrir ese espacio de mi vida, me sentía muy bien como estaba, había organizado mi vida de otra manera, la relación con mi familia era óptima y más cercana a igual que con mi hijo, siempre fui y soy muy compinche de él por lo que nuestra relación era de amiga y madre de un chico que entraba en su adolescencia y yo disfrutaba de ello acompañando su crecimiento, y feliz por verlo tan hombrecito.
En ese tiempo me sentía distinta, anímicamente mejor y físicamente pletórica, tenía más tiempo para mí y el gimnasio había mejorado mi cuerpo que había vuelto a tonificarse y con ello a potenciar mi autoestima, el cambio en mi fisonomía se hacía evidente ya que en la calle me volvían a piropear muy seguido.
Cuando esto sucedió era a mediados del mes de marzo, las clases se habían reiniciado hacia una semana luego del verano. A la salida del cole fuimos al gimnasio y luego tomamos un café charlamos en la puerta, nos separamos y acompañe a Andrea hasta la parada del colectivo. Luego decidí ir caminando a buscar a mi hijo que salía de su clase de inglés.
Caminé dos cuadras y me encontré a Sonia ella era una vecina del barrio de mi madre a quien no veía desde hacía unos 7 u 8 años ya que se había mudado. Charlamos un poco y dijo:
S- No te acordás de Javier?
Javier era el hijo de Sonia a quien yo había ayudado en sus clases de apoyo ya que iba muy mal en sus estudios cuando tenía 11 años, jamás lo hubiese reconocido había cambiado muchísimo, ese chico menudo y desgarbado se había convertido en un chico de casi 19 años atlético, alto (1,80 m) y muy bonito. Nuestra charla duró poco porque a mí se me hacía tarde para llegar a buscar a mi hijo, pero lo suficiente para darme cuenta que Javier no sacaba sus ojos de mí.
Unos días después Sonia vino a casa, ella tenía nueva pareja y un hijo de 10 años, me pidió si yo le podía dar algunas clases, en realidad no quería hacerlo pero terminó por convencerme, le daba clases 2 días en la semana los miércoles (no tenía clase por la mañana)y los sábados.
Hacía ya 3 semanas que lo estaba haciendo ese día vino Javier a buscar a su hermano, ese miércoles yo llevaba puesto un conjunto de gimnasia que me había comprado y que estrenaría por la tarde, sonó el timbre de casa y no era Sonia la que venía a buscar a Nicolás sino Javier lo hice pasar y le comenté los avances escolares. Mientras lo hacía, noté que Javier le prestaba más atención a mi cuerpo que a mis palabras: Ese día yo llevaba mi cabello mi cabello negro largo y suelto, mis ojos apenas maquillados y mis labios con un suave rouge rosado, que marcaban aún más mi cara aniñada, llevaba una camperita gris ajustada con el cierre abierto por debajo de mis senos y una remera negra ajustada por debajo de la campera y unos pantalones muy ajustados de color rosa, que marcaban la musculatura de mis piernas, pero sobre todo hacían que mi cola se notase muy redonda y paradita.
Estuvo charlando conmigo unos dos o tres minutos pero los suficientes para darme cuenta que no pasaba desapercibida para él, sus ojos se clavaron en mis senos y en mi cola, no intentó en ningún momento disimularlo, y a fuerza de ser sincera mis ojos también se deleitaban… estaba divino por donde se lo mire, cabello castaño tirando a rubio, suelto y lacio, muy lindo de cara ojitos celeste, 1,80 metros de altura remera blanca que marca sus pectorales y jean negro. Cuando se fue me saludo con un baso en la mejilla que me hizo estremecer, cerré la puerta me apoyé en ella y dije en la soledad de mi casa
C- “ay, como cambiaste bebé estas para comerte todito, lástima que no tengas unos añitos más…”
Para decir verdad ese día fue sumamente excitante para mí, no dejaba de pensar en Javi, en cómo me miraba, en cómo había cambiado, en lo bonito que estaba… estuve pensando en él toda la tarde, no me lo podía sacar de la cabeza. Luego del gimnasio, llegué a casa y me dedique a mi hijo, cenamos, luego de limpiar la casa, mi hijo se quedó jugando videos en su compu y yo encendí la mía, entré en Facebook y una solicitud de amistad…era de Javi mi corazón se aceleró y pensé que iba a hacer… no pude pensar mucho acepté su solicitud, pero él no estaba conectado, así que me fui a dormir…
Al día siguiente y por la noche, entré en Facebook y encontré un mensaje de él que decía: “gracias por aceptarme”.
Diez minutos después vi que él se había conectado, estuvimos chateando alrededor de 1 hora, poco a poco y disimuladamente él comenzó a adularme, para ser sincera nunca le puse reparos es más me gustaba que lo hiciese, estaba algo bajoneada y sus piropos me levantaron el ánimo. Luego le dije que abandonaba la conversación porque debía prepara la cena y él escribió:
J- Te molestó las cosas que te dije… los piropos… u otra cosa
C- No… en absoluto, estoy un poco sorprendida de que te guste alguien que por edad podría ser tu madre.
J- No creo, me hubiese tenido de bebé
C- Para nada te hubiese tenido a los 16, hay madres a esa edad
J- Prefiero que no lo seas, si fuese así sería muy cuida y celoso
C- Payaso…
Ese día la charla no prosiguió, después de la cena, preparé un examen que tomaría al día siguiente, me acosté y me costó conciliar el sueño pensaba en Javi… era muy apetecible como hombre, seductor, dulce, tierno y me sentía provocada por él sentía ese cosquilleo típico en mi de cuando me iba enamorando de alguien…
Pensé que al estar en clase me olvidaría un poco de Javier… eso no fue posible, no me lo podía sacar de la mente, llegué a casa encendí la compu, y varias fotos mías algo sexy no estaban comentadas pero si todas llevaban “me encanta”. Al rato sonó mi celular era Javi que empezó a tirarse lances conmigo, me decía que era hermosa, que estaba más linda ahora que cuando era su profesora y a pesar de la diferencia de edad yo no hacía nada para detenerlo, porque a mi él también me gustaba él y todo lo que me decía.
El jueves cuando llamó a mi celular, obtuvo lo que tanto buscó en esos 10 días que aceptase su invitación a salir el sábado, era un fin de semana largo, ya que el lunes también era feriado, el viernes lleve a mi hijo con sus primos, me quedé a cenar en la casa de mi hermana y dormí en su casa, el sábado a la mañana partieron a la costa.
En casa me dedique a ver que ropa me ponía para ver a Javi, y estaba dispuesta a usar algo que me hiciese parecer joven, estaba en duda si llevar pollera o pantalones, preferí llevar pantalones.
Si alguien una semana atrás me hubiese dicho que me iba a vestir sexy, sensual y provocativa, para seducir a un chico al que le llevaba 16 años no se lo hubiese creído pero ahí estaba yo frente al espejo, esperando que Javier pasase a buscarme y sorprendida por ese look vampiresco, que insinuaba senos, caderas y piernas llevaba mi cabello negro suelto natural, ojos y labios con poco maquillaje, una gargantilla en mi cuello, un suéter-remera de hilo color verde militar de mangas largas con un profundo y generoso escote que mostraban mi redondos y firmes senos, y un pantalón de jean color celeste chupín, elastizado de tiro alto y zapatos blancos abierto y tacones altos y delgados y hebilla sujetando mis tobillos, estaba dando mis últimos retoques cuando sentí la bocina del auto de Javi y salí enseguida, no me gustaba que esperasen por mí y además quería ver la carita de Javi al verme así.
Subí al auto y me dijo que estaba preciosa al mismo tiempo que me daba un beso en la mejilla, salimos a caminar y a cenar, Javi si bien me piropeó varias veces no intento nada impropio, caminamos tomados de la mano. Cerca de las 3 de la mañana fuimos a tomar un helado, charlamos, y en un momento dijo:
J- Espero que la hayas pasado bien y que volvamos a salir
C- La pasé estupendo, me sentí muy cómoda con vos y si cuando vos quieras volvemos a salir.
J- Esta tarde?
C- Si, me encanta la idea
Nos dimos un beso en la mejilla a modo de despedía, y sin querer me rozó un seno por sobre el suéter, yo sentí mí cuerpo estremecerse y dije:
C- Entras?... te invito un café.
Por supuesto entramos tomamos el café, me levanté a lavar las tazas y él se acercó a donde yo estaba sin imaginarme que estaba a punto de vivir una madrugada maravillosa de intenso place, porque ese día sentí un placer intenso en brazos de ese chico que me poseyó intensamente.
Yo estaba frente a la pileta, se acercó a mí rodeó con sus manos mi cintura, acercó su cara a mi cuello y dijo:
J- Sos hermosa Claudia, estoy enamorado de vos, desde que te volví a ver no hago otra cosa que pensar en vos
Me recliné en él y dije:
C- Ya soy vieja para que te enamores de mí
J- Estoy enamorado de vos desde que te vi por primera vez.
Me sujetó por la cintura más fuerte y besó mi cuello, y viendo que no dije nada me dio otro más prolongado y húmedo, su boca siguió besando mi cuello, me besó la oreja, mi cuerpo se estremeció, sus manos sujetaron mis senos, y comenzó a masajearlos por sobre mi suéter mientras su boca no dejaba de besar mi cuello, mis pezones endurecieron y mi cuerpo empezó a excitarse
Me gustaba lo que sus manos hacían con mis senos, mi respiración se agitaba, sus manos bajaron por mi vientre, al llegar a mi jean, desprendió el botón del jean y su mano se introdujo mi boca emitió un profundo grito de placer cuando su mano por sobre mi tanga empezó a acariciar mi vagina.
Entonces dijo:
J- Te gusta mi amor…
C- Me encanta cielo
Giró mi cuerpo quedando frente a él, me tomo por la cintura y me acercó a su cuerpo haciéndome sentir su miembro erguido, su boca se apoderó de la mía y sus manos me sujetaron por las nalgas, para luego empezar a masajearlas, mis manos rodearon su cuello y nuestras bocas se entregaron a un prologado y apasionado beso de lengua.
Después de varios minutos así lo llevé a mi habitación, me acosté en la cama con Javier encima mío, el comenzó a besar mis senos que mi suéter dejaba al descubierto, mis pezones estaban muy erguidos, casi a punto de estallar y su mano bajó el cierre de mi pantalón y su mano recorría nuevamente por sobre la tanga mi vagina, la humedad de ella se hacía más que evidente, ese chico me estaba llevando al éxtasis total. A esa altura de los acontecimiento estaba totalmente entregada, mi boca, gemía, mi cuerpo lo deseaba, sus manos retiraron de mi cuerpo mi jean y su boca se metió entre mis piernas besando mi vagina por sobre mi tanguita, mi cuerpo se estremeció y mi boca entre suspiros dijo su nombre.
Luego sus mano empezaron a subir mi suéter, descubriendo poco a poco mi vientre y sus manos y boca se apoderaban de ellos, lo hacía lentamente chuponeaba y saboreaba mi cuerpo dirigiéndose en busca de mis senos hasta quitarlo totalmente de mi cuerpo y su boca se hundió en mis senos y los lamió, los acarició, los besos apoderándose su boca de mis erguidos pezones mientras mi boca no paraba de emitir gemidos de placer y lo alentaba a seguir sumergidos en ellos mientras mi cuerpo se revolcaba en la cama y ya no aguante más mi cuerpo se sacudió teniendo mi primer orgasmo y nuestras bocas se unieron en un beso apasionado mientras nuestra lenguas jugaban dentro de nuestras bocas.
Mientras esto sucedía mis manos quitaban su remera, mis pechos sintieron la piel del suyo mientras mis manos excitadas disfrutaban recorriendo la piel de su espalda aumentando mi excitación. Al rato él se incorporó de la cama, se quitó el pantalón, su bóxer y pude ver su pene largo, duro y grueso y muy excitado. Se acostó a mi lado y tomé su pene entre mis manos y comencé a masturbarlo y dije:
C- Así te gusta mi amor?
J- Si cielo me encanta.
C- ahora llegó el momento que mi boca sea su dueño
Mi boca se apodero de él, lo bese, lo lamí, lo succioné, su respiración se agitaba más y más, el placer nos invadía, mi vagina estaba cada vez más mojada, luego de un par de minutos y con vos entrecortada dijo:
J- Me vas a hacer acabar cielo…
C- Hacelo… por dios… deseo tener el sabor de tu semen en mi boca
Segundos después su pene estalló y mi boca saboreo su semen cálido y espeso, mi boca lo saboreo por completo hasta dejar su pene completamente limpio. Era hermoso estar en la cama con él, ese chico me estaba volviendo loca de placer, era sublime estaba entregada en cuerpo y alma, cada segundo a su lado era maravilloso, luego me levanté me fui a lavar la boca y volví deseosa a sus brazos para seguir saboreando ese manjar llamado Javier.
Cuando volví, él estaba recostado en la cama y con una sonrisa y mientras me acomodaba a su lado dije:
C- Me extrañaste?
J- Te extrañe mucho, ya no podría vivir sin vos
Mientras nos besábamos acaricié su pene semi rígido, el que al contacto con mi mano volvió a endurecerse, y tanto yo como mi vagina queríamos tenerlo dentro. Javier se recostó sobre mí, acarició y besó mis senos suaves y delicadamente, siguió con mi vientre, mis piernas y luego deslizó su erecto pene por toda la raja de mi vagina eso me excitó demasiado y le pedí que me cogiese a lo que respondió
J- Ya va a llegar ese momento ahora quiero saborear cada rincón de tu cuerpo, quiero que seas mía en cuerpo y alma.
Lo dejé hacer. Siguió acariciando mi cuerpo, mi respiración era agitada y mi excitación era total, volvió a adueñarse de mis senos, lamia y succionaba mis pezones volviéndome loca, lo abrace y me sentía en otro mundo dejándome llevar a un placer extremo.
Luego de varios minutos así, él volvió a bajar por mi cuerpo, ya acercándose a mi vagina abrí un poco mis piernas, me gustaba por demás sentir lo que Javier me estaba provocando, besó mi vagina y sus dedos la frotaron masturbándome, mi gemido fue interminable y mi excitación infinita, bajó a mis rodillas y besó y chuponeó cada una de mis piernas, yo gemía, gritaba y me revolcaba en la cama, ese chiquillo sabía muy bien lo que hacía, sentía mi vagina húmedo como pocas veces, él demoraba el hacerme sentir su boca en mi vagina y en ese momento moría de deseos por ello.
Momentos después su lengua se depositó en la puerta de mi vagina yo grite de placer y mis piernas se abrieron para recibirlo dentro de mi ser, su boca besó mi pubis depilado y su lengua adueñándose de los húmedos labios de mi vagina, mi boca gritó de placer cuando su lengüita entro en mi vagina, ya no podía contenerme más mi cuerpo estalló en un orgasmo interminable y su lengua saboreo mis efluvios vaginales, su lengua siguió hurgueteando dentro de mi vagina y no se detuvo hasta obtener de mi un segundo orgasmo.
A esa altura de los acontecimientos sentí que lo que estaba viviendo era maravilloso, y el momento de que me hiciese su mujer estaba llegando, to estaba muy caliente y deseaba en demasía ese momento, se colocó frente a mí y fue acercando su pene hacia mi sentir su pene en la puerta de mi vagina me hizo estremecer. Su pene ingresó en mi vagina en forma lenta, mi excitación era plena y mi gozo era total.
J- Quiero verte así con esa carita de gozo, verte y tenerte es lo mejor que me pasó en la vida… te amo… me pajee por vos infinidad de veces pero nunca te imaginé tan hermosa.
C- Es hermoso tenerte así nunca lo imaginé… yo también te amo y me encanta ser tuya
Abrace su cuerpo y dije “dámelo todo” y su respuesta fue inmediata su pene vigorosamente recorría mi vagina deliciosamente, ambos gemíamos de placer crucé mis piernas y tome con ellas sus caderas, el momento que estaba viviendo era maravilloso solo él y yo para disfrutarlo sin importar nada más.
Después de algunos minutos sentí que un nuevo orgasmo estaba llegando, hice esfuerzos por contenerme… no pude… se lo hice saber, sus movimientos se aceleraron como buscando su orgasmo mis manos acariciaban su cuerpo musculoso y dije:
C- No puedo más cielo… voy a acabar… por dios esto es hermoso
Mi cuerpo se agitaba y convulsionaba y escuché su voz diciendo… ”yo también te voy a acabar”, justo cuando su pene comenzó a lanzar torrentes de cálido semen, el hacerlo prácticamente juntos fue hermoso, permanecimos unidos, abrazados y besándonos durante prolongados minutos.
Aun abrazados y con nuestros cuerpos calmos dije:
C- Fue hermoso hacerlo con vos
J- Para mí también lo fue, desde que volví a verte no puedo dejar de pensar en vos, ver tus fotos en Face, me excitaban ver tu hermoso cuerpo en bikini, tus tetas, tus piernas, tu cola me volvían loco y volví a pajearme por vos
C- En serio hiciste eso?
J- Si te deseo mucho
C- Yo también te deseo cielo… tanto como para que me cojas de nuevo, pero ahora deseo yo estar arriba tuyo…
Me acosté sobre él nos besamos, acaricie su pene, el que rápidamente volvió a ponerse duro.
Abrí mis piernas y las puse a los costados de su cuerpo lo miré y con mucha dulzura dije “te amo”, me fui bajando en busca de su pene, cuando sentí su glande en la puerta de mi vagina sentí mi cuerpo estremecer, tomé su pene y lo deslice por mi vagina, emitiendo gemidos de intenso placer, varias veces hice esto el placer que me daba era tremendo, y él dijo
J-es hermoso tenerte así y sentir tu vagina deseosa
C- Vos me pones así
Me puse en posición, él tomo mis caderas y mis nalgas, su pene entro en mí, me gustaba tenerlo así, nos besamos intensamente, sentía un inmenso placer, volví a besarlo, hacía mucho que no disfrutaba tanto una relación, gozaba de su pene invadiendo mi sexo, el placer era inmenso, cuando todo su pene estuvo dentro mío, él me sujeto fuerte por las caderas y yo empecé a subir y bajar haciendo que su pene recorriese mi vagina, mi excitación aumentaba y mis gemidos se hacían cada vez más intensos, cuando tuve todo su pene dentro mío, empecé a moverme lentamente y boca gemía constantemente, en ese momento él dijo:
J- Claudia, me vas a hacer acabar
C- Aguanta un cachito y lo hacemos juntos.
Pasaron un par de segundos y yo dije:
C- Ahora bebé
Mi cuerpo se agito en un nuevo y violento orgasmo al mismo tiempo que su pene, invadió mi vagina de semen, me dejé caer sobre, lo abracé, lo besé, mientras nuestros cuerpos seguían agitándose. Cuando su pene salió de dentro mío nos abrazamos y besamos, y así nos dormimos cuando empezaba a amanecer.
Ese fue el comienzo de una breve relación, apenas 2 semanas, fue entonces que tomé la decisión de terminar, tome conciencia de que lo nuestro era hermoso pero sin futuro las diferencia de edades eran un gran obstáculo.

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