El mejor cornudo del mundo (2)

Sigo escribiendo para esta hermosa comunidad,contando nuestras aventuras, peripecias, sensaciones y disfrute de nuestra vida Cuckold.
 
Continuidad de El mejor cornudo del mundo (1).Pueden verlo en el siguiente link:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3659499/El-mejor-cornudo-del-mundo-1.html







Segunda toma. Episodio 2.


...Se hizo la hora del encuentro, ella me confirmaba que estaba llegando a encontrarse con él. 
Al rato un, “Llegué bien amor. Te escribo más tarde”. 
No hay forma de describir la velocidad de mi corazón y la adrenalina que me corría...

 

Horas antes de que ese torrente de ansiedad y adrenalina se desatara en cada una de mis células, ella me escribía alegre contándome cómo se estaba aprontando. Se la veía suelta, decidida, ya no haciendo algo que consideraba extraño e indebido. Mostraba una actitud cotidiana en lo que escribía y hacía que cargaba el aire con vapor sexual. Me iba enloqueciendo de calentura.
Recuerdo que cerca de las 11 de la mañana,mientras yo estaba en el congreso, ella conversaba conmigo repasando nota delos aprontes. Y decidió enviarme una foto.
En la foto se la veía con el conjunto negro de ropa interior, muy delicado, de encaje. La bombachita se dividía en dos cada una de en las tiras del costado, entregando a quien lo viera el claro indicador de que no era una bombacha cotidiana, esa era para desatar una guerra en la cama. El corpiño, talla 95, copa C, también de encaje, haciendo juego. Aprendí la tarde anterior a este día, mientras compraba la ropita para que a mi amada se la arranque un macho de verdad, que los corpiños de copa C son para personas con espalda chiquita, y busto grande.
Deberíamos inventar un término nuevo par describir la sensación que nos recorre a los cornudos cuando vamos a comprar ropa interior para nuestra novia o esposa. Es una sensación de humillación encapsulada, que no puede manifestarse. Se da un juego imaginario en el que,sin querer, terminamos queriendo que la vendedora se dé cuenta que estamos comprando esa ropita para que otro macho se la arranque, para sentirnos humillados, y por qué no, también nos imaginamos conseguir la empatía de esa vendedora, haciéndonos sentir el mejor novio del mundo. Demostrar alos 4 vientos que estamos tan entregados a nuestra pareja, que estamos llegando a ese punto para hacerla feliz.
Las bombachas, culotes y tanguitas de nuestras amadas no son simples prendas de ropa. Contienen en sí mismas todo un universo especial que puede comprimirse o expandirse. Son la evidencia fáctica de la calentura de nuestras novias con otros hombres. ¿O no colega cornudo? Todos nos hemos sorprendido revisando la ropa sucia, para poder ver de cerca, olfatear, y hasta saborear la calentura de nuestras novias en una bombacha. Todas sus representaciones mentales de las formas en las que les gustaría ser garchadas por ese amante con el que, sabemos, van a terminar desarmando una cama, rompiendo un mueble, o siendo cogidas de pie en un balcón, gritando desaforadas, sin importar quién pueda escuchar, llenas de placer, llenas de libertad.
Y nosotros ahí, siendo testigos casi silenciosos, pero con un furor interno que vivimos casi en un camino paralelo.Porque su deseo con el macho es único e irrepetible, con cada uno de ellos.Tiene distintas magnitudes, y distintas formas. Y aunque nosotros somos parte influyente, no deja de andar por lugares paralelos. Puesto que es ella quien va descubriéndose como hotwife en cada momento, y nosotros la cuidamos, y disfrutamos de su goce, a veces desde la distancia de nuestro camino, pero siempre atentos y cortejando a nuestras reinas.
Imaginen la postal de la foto. Ese cuerpo, con esas lolas hermosas y redondas, envueltas por la tela de encaje formando un paraíso casi perfecto. Digo casi porque en mi mente de cornudo siempre está la fantasía de que tenga toppings, como el helado. El desorden de nuestro cuarto pasaba muy desapercibido en la foto. Podría haber un elefante combatiendo a un T-Rex detrás de ella, y nadie los iba notar.
Podría deshacerme hablando de su cuerpo, la ropa interior que me había ordenado comprar el día anterior, y como le quedaba.Pero lo más llamativo de esa foto que recibí de ella en el congreso era su rostro y expresión. Casi imitando el emoji pícaro de Whatsapp, con la boca de costado. Con una mezcla de felicidad, picardía y maldad perfecta.
Su mirada no se quedaba atrás. Esa mirada decía que yo era su propiedad, y que podía hacer lo que se le ocurriese conmigo, y yo iba a responder afirmativamente, sin oposiciones. Me derretía por completo. Y el mirarla en el congreso, con la preocupación de que alguien me viera,disimulando, y ocultando la erección que me estaba generando.
“Le gustará?”, decía el pie de foto. Dejaba clarísima la situación. No era para que disfrutara de verla tan linda, era para consultarme si creía que al corneador le iba a gustar. Casi como diciendo “estoy a no es tuyo”. Los cornudos bien sabrán lo que se siente darte cuenta que tu mujer ya no es tuya, que nunca lo fue. Que es de ella misma, y que puede hacerlo que quiera, sin límites. A ya lo estaba descubriendo, o ya lo había descubierto. Más empoderada que la princesa Diana, ya estaba decidida a no dar un paso atrás, y a hacer todo lo que se atravesara en su mente. Cosa que más tarde iba a comprobar de hecho.
Tenía la sensación fantasiosa de que todos en el congreso podían ver los cuernos en mi cabeza. Me imaginaba divertidamente que se me iban formando allí, y podían verse desde todos los extremos del salón, dejando en evidencia mi condición de cornudo empedernido. Me los imaginaba atodos hablando por lo bajo, exponiendo mi situación. Y realmente eso generaba una retro-alimentación positiva de mi calentura y condición. Más se me notaba que era cornudo, más me calentaba, más se me notaba, y así sucesivamente.Conocen la sensación.
“Todo cogido va a estar mi cuerpo después”,agregó ante mi comentario de que su cuerpo era una bomba. Y sí, eso es lo que se venía. Y mi nivel de adrenalina ya empezaba a subir mucho.
Volví en mí mismo y me situé en el aquí ahora,se acercaban las 14:00, hora aproximada para el encuentro entre ellos dos,conmigo a solo unas cuadras de distancia. A ya me había avisado que había llegado a su apartamento. Mi celular estaba silencioso, con actividad, pero node la que me interesaba en ese momento. Algunos mensajes del grupo de fútbol,otros de trabajo y algunas otras cosas sin importancia real en ese momento,pues mi cabeza estaba en un solo lugar. Deseando que llegara un mensaje suyo.
Proyecté ese potencial mensaje de muchas maneras en mi cabeza, mientras una expositora mataba el silencio que deseaba que hubiese. En mi interior el mundo estaba detenido. Las películas que se suceden en la cabeza de un cornudo cuando está a la espera son de contenidos dignos de las mejores sagas cinematográficas de una mezcla de thriller y porno.Lo que nunca se nos ocurre en esos momentos es que está pasando mal. El silencio en el celular solo indica una cosa, a tu novia se la están cogiendo.¿Estará disfrutando? ¿La estarán tratando como se merece? ¿Estará disfrutando más que conmigo? ¿Se estará acordando de mí? Y las respuestas a todo eso no llegan inmediatamente, sabemos. La ansiedad nos recorre como un rayo que va y viene desde la cabeza a los pies, electrizando todo a su paso. No nos podemos contener.
Hasta que llegó el primer mensaje, que en el más inocente de nuestros pensamientos, son palabras de amor, de agradecimiento por facilitarle vivir esas experiencias. Pero nuestras hotwife tienen una mejor forma de agradecer, siempre.
Un mensaje de Whatsapp con su nombre en el remitente explotó en mi celular, era un vídeo.
 
(Continuará)
 
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