Hoy amanecí con ganas de fumar un cigarro de weed antes de comenzar el día. 💥🌈
Mientras se consumía entre mis dedos recordaba la primera vez que fumé. Tenía 22 años y mi novio era un guardavida paraguayo que me devoraba el cuerpo y el alma. Le encantaba hundierse en mi entrepierna y sentir el olor a mi vagina dulce y fresca. Estábamos días enteros dorando nuestros cuerpos en el sol de la mar y teníamos mucho sexo en su casilla al lado de la playa🌴🌊Eran días hermosos y nuestros encuentros cada vez eran más candentes. Nuestra pose favorita era mis ojos mirando el mar y los suyos mi cola meneandose en su miembro duro y excitado. 🤤😈
Durante días intento sin mucho resultado enseñarme a fumar, me ponía en todo el cuerpo bronceador para converserme mientras me masajeaba y con una palmadita en la cola me animaba a repetir. Pero mis pulmones e ingenuidad no dejaban llegar el humo hasta el éxtasis de ponerme muy loca.
Un día de mucha lluvia intentamos de nuevo fumar para que se pasará el día. Esta vez di una bocanada tan fuerte que el humo pasó de largo e inundó mi cerebro. Todo me comenzó a dar vueltas y me invadió un calor intenso en el cuerpo. Hacia frío pero yo estaba en fuego. Durante horas estuvimos besándonos al ritmo de las gotas de lluvia y el viento de la playa. Sin poca ropa nos tocamos hasta el alma. Ese día viajamos juntos en un elixir entre locura y pasión. Sus manos como tentáculos me apretaban a su cuerpo y me tocaban hasta adentro. Succionaba con tanta fuerza mis pezones que sentía la erección de su pene en mis manos y entre la lujuria fluían jugos deliciosos de mi cuerpo que caían en sus piernas y llenaban la casilla de una raro humor. Unos días antes me había pedido que lo dejara estar horas en mi trasero lamiendo con amor para poder practicar anal. Y aunque confieso que ese día lo hubiera dejado penetrarme era tanta nuestra locura que no alcanzamos a sugerirlo. Tenía el cuerpo en llamas voraces que no tardaron en consumir todo . La arena me lastima las rodillas después de unos minutos de sexo oral, pero las ganas de tener su miembro dentro de mi eran más fuertes. Sabíamos que el efecto pasaría en unas horas, sin embargo fueron varios años de esa sensación... humo, pasión, buen sexo y otras yerbas. 🍁🔥💦
Mientras se consumía entre mis dedos recordaba la primera vez que fumé. Tenía 22 años y mi novio era un guardavida paraguayo que me devoraba el cuerpo y el alma. Le encantaba hundierse en mi entrepierna y sentir el olor a mi vagina dulce y fresca. Estábamos días enteros dorando nuestros cuerpos en el sol de la mar y teníamos mucho sexo en su casilla al lado de la playa🌴🌊Eran días hermosos y nuestros encuentros cada vez eran más candentes. Nuestra pose favorita era mis ojos mirando el mar y los suyos mi cola meneandose en su miembro duro y excitado. 🤤😈
Durante días intento sin mucho resultado enseñarme a fumar, me ponía en todo el cuerpo bronceador para converserme mientras me masajeaba y con una palmadita en la cola me animaba a repetir. Pero mis pulmones e ingenuidad no dejaban llegar el humo hasta el éxtasis de ponerme muy loca.
Un día de mucha lluvia intentamos de nuevo fumar para que se pasará el día. Esta vez di una bocanada tan fuerte que el humo pasó de largo e inundó mi cerebro. Todo me comenzó a dar vueltas y me invadió un calor intenso en el cuerpo. Hacia frío pero yo estaba en fuego. Durante horas estuvimos besándonos al ritmo de las gotas de lluvia y el viento de la playa. Sin poca ropa nos tocamos hasta el alma. Ese día viajamos juntos en un elixir entre locura y pasión. Sus manos como tentáculos me apretaban a su cuerpo y me tocaban hasta adentro. Succionaba con tanta fuerza mis pezones que sentía la erección de su pene en mis manos y entre la lujuria fluían jugos deliciosos de mi cuerpo que caían en sus piernas y llenaban la casilla de una raro humor. Unos días antes me había pedido que lo dejara estar horas en mi trasero lamiendo con amor para poder practicar anal. Y aunque confieso que ese día lo hubiera dejado penetrarme era tanta nuestra locura que no alcanzamos a sugerirlo. Tenía el cuerpo en llamas voraces que no tardaron en consumir todo . La arena me lastima las rodillas después de unos minutos de sexo oral, pero las ganas de tener su miembro dentro de mi eran más fuertes. Sabíamos que el efecto pasaría en unas horas, sin embargo fueron varios años de esa sensación... humo, pasión, buen sexo y otras yerbas. 🍁🔥💦
1 comentarios - Sexo con sabor a weed💥🍁