Mientrasestoy en cuarentena en lo de mi yegua Sandrita, les cuento una de mis tantasantiguas mujeres. Hace años conocí en mi andar de acá para allá una chica quese hizo mi amiga, dulce, copada, y también, lo mejor, liberal. Re buena onda,nos invitamos a salir sólo como amigos, fuimos a ver un par de recitales enbares, todo. Por supuesto, la chica, de nombre Bianca, usa campera de cuero,incluso me contó que tiene otras cosas, aparte usa cartera fina también. Ybueno, salida va, salida viene, llamadas, todo, nos hicimos re amigos. Y a losamigos hay que quererlos posta, hay que darles sin esperar. Como yo, que le díaBianca, no sólo amistad.
Calientecon ella, resolví regalarle ropita interior, total no tiene novio ni nada, nose va a enojar, pensé. Así que fui al local de acá de Carapachay, mediocoloradito pero necesitado de hacerlo por ella entré y pregunté por bombachas.Expliqué que es para una amiga, la vendedora me mostró, asesoró, charlamos debombachas, casi me tiento de preguntarle de las suyas, mientras me calentabaver mujeres comprando ropa interior ahí mismo. Al fin me hice de dos bombachasy un corpiño, y con la bolsa fui a casa, la llamé a Bianca y la invité para el sábadosiguiente a casa que le tenía un regalo. Ella se copó, claro, y arreglamos.
Y cuando el sábado a lanoche Bianca me visitó, muy linda con su campera de cuero, maquillada yperfumada, le regalé nomás la compra. Le dije "mirá qué tengo para vos,cerrá los ojos" y cuando la morocha cerró los ojos, le di la bombacha y elcorpiño. Bianca los vio y se quedó tan extrañada como encantada. "Aaahhh,gracias Diegui, sos un dulce, me viene bárbaro porque quería comprarme bombachanueva", y enseguida me abrazó fuerte y me besó, excitándome con la finura de su cuero."Bueno, esto hay que festejarlo, ¿qué te parece si comemos unossandwichitos?" Ella asintió y nomás, comimos sandwiches de fiambre, luegopostre de chocolate que le preparé especialmente y luego le hice café y charlamosun rato largo. Que´decir que me excité con Bianca, su aroma a perfume ypintura, mujer de mil perfumes, fina, elegante, campera de cuero, y encimaahora con bombacha nueva. Y ahí se me ocurrió una de las mías, y le pedí que sela probara a ver qué tal.
Y ahí nomás entré enacción. Bianca fue al baño, la seguí, y cuando salió, la acosé un poco, y traspreguntarle qué tal la bombacha, la abracé, mimé, besé, ella me besó y le dijeir a mi pieza. Y en mi pieza exploté: la agarré, sujeté, manoseé y tras toparlacon mi pene excitado, la aplasté contra la pared y le pasé las manos por laspiernas y la cadera. Bianca se sorprendió pero gustó, se reía y hacía chistes.Y excitado le dije "quiero ver esa bombacha, dale, a ver cómo tequeda". Y Bianca, rápida y excitada, se sacó nomás su pantalón, su camperay pulóver, se levantó su blusita y me la mostró. Y ahí enfurecí, le dijecositas y cosas fuertes, la volví a estrujar y toquetear todo, le bajé labombacha y con mi pene largo y duro, fuera de mi calzón, se la metí un poco aver qué tal. Bianca gustó, dijo "ay Diegui, qué pene, dame, dame", ynomás se desprendió la blusa, el corpiño y se sacó la bombacha que le compré.Me desnude´en segundos, me zambullí arriba de ella y tras penetrarla se la dicon una furia y potencia de locos, friccioné mi pene bien adentro suyo y al fineyaculé tremendo semen en la vagina de la linda mujer, que gozó y acabó. Yluego, le hice tragar mi semen, ella lamió y tragó, le di por la colallenándola bien, la retorcí todo lo que pude, le exprimí las tetas con todo yal final, le pedí que se pusiera la bombacha que se la iba a estrenar. Y se laestrené: loco, caliente como horno, se la di con la bombacha puesta y trasacabar se la bañé de semen. Bianca gozó, gritó de placer y se bañó ella tambiénde flujo su bombacha. Me agradeció el regalo, la sorpresa de la cena y delsexo, y me dijo que cuando llegara a su casa (vive con sus padres) la iba alavar bien y luego la iba a guardar en su cajón de ropa interior. La besé,invité para otra vez y se fue. Estas amigas gauchas, dan sin esperar y recibensin esperar. Reciben lo que sea, bombacha, pene, semen, todo.
Calientecon ella, resolví regalarle ropita interior, total no tiene novio ni nada, nose va a enojar, pensé. Así que fui al local de acá de Carapachay, mediocoloradito pero necesitado de hacerlo por ella entré y pregunté por bombachas.Expliqué que es para una amiga, la vendedora me mostró, asesoró, charlamos debombachas, casi me tiento de preguntarle de las suyas, mientras me calentabaver mujeres comprando ropa interior ahí mismo. Al fin me hice de dos bombachasy un corpiño, y con la bolsa fui a casa, la llamé a Bianca y la invité para el sábadosiguiente a casa que le tenía un regalo. Ella se copó, claro, y arreglamos.
Y cuando el sábado a lanoche Bianca me visitó, muy linda con su campera de cuero, maquillada yperfumada, le regalé nomás la compra. Le dije "mirá qué tengo para vos,cerrá los ojos" y cuando la morocha cerró los ojos, le di la bombacha y elcorpiño. Bianca los vio y se quedó tan extrañada como encantada. "Aaahhh,gracias Diegui, sos un dulce, me viene bárbaro porque quería comprarme bombachanueva", y enseguida me abrazó fuerte y me besó, excitándome con la finura de su cuero."Bueno, esto hay que festejarlo, ¿qué te parece si comemos unossandwichitos?" Ella asintió y nomás, comimos sandwiches de fiambre, luegopostre de chocolate que le preparé especialmente y luego le hice café y charlamosun rato largo. Que´decir que me excité con Bianca, su aroma a perfume ypintura, mujer de mil perfumes, fina, elegante, campera de cuero, y encimaahora con bombacha nueva. Y ahí se me ocurrió una de las mías, y le pedí que sela probara a ver qué tal.
Y ahí nomás entré enacción. Bianca fue al baño, la seguí, y cuando salió, la acosé un poco, y traspreguntarle qué tal la bombacha, la abracé, mimé, besé, ella me besó y le dijeir a mi pieza. Y en mi pieza exploté: la agarré, sujeté, manoseé y tras toparlacon mi pene excitado, la aplasté contra la pared y le pasé las manos por laspiernas y la cadera. Bianca se sorprendió pero gustó, se reía y hacía chistes.Y excitado le dije "quiero ver esa bombacha, dale, a ver cómo tequeda". Y Bianca, rápida y excitada, se sacó nomás su pantalón, su camperay pulóver, se levantó su blusita y me la mostró. Y ahí enfurecí, le dijecositas y cosas fuertes, la volví a estrujar y toquetear todo, le bajé labombacha y con mi pene largo y duro, fuera de mi calzón, se la metí un poco aver qué tal. Bianca gustó, dijo "ay Diegui, qué pene, dame, dame", ynomás se desprendió la blusa, el corpiño y se sacó la bombacha que le compré.Me desnude´en segundos, me zambullí arriba de ella y tras penetrarla se la dicon una furia y potencia de locos, friccioné mi pene bien adentro suyo y al fineyaculé tremendo semen en la vagina de la linda mujer, que gozó y acabó. Yluego, le hice tragar mi semen, ella lamió y tragó, le di por la colallenándola bien, la retorcí todo lo que pude, le exprimí las tetas con todo yal final, le pedí que se pusiera la bombacha que se la iba a estrenar. Y se laestrené: loco, caliente como horno, se la di con la bombacha puesta y trasacabar se la bañé de semen. Bianca gozó, gritó de placer y se bañó ella tambiénde flujo su bombacha. Me agradeció el regalo, la sorpresa de la cena y delsexo, y me dijo que cuando llegara a su casa (vive con sus padres) la iba alavar bien y luego la iba a guardar en su cajón de ropa interior. La besé,invité para otra vez y se fue. Estas amigas gauchas, dan sin esperar y recibensin esperar. Reciben lo que sea, bombacha, pene, semen, todo.
0 comentarios - Regalé bombacha y festejé cogiéndola