El domingo y último día de nuestra aventura, me desperté antes que los muchachos y como teníamos que irnos relativamente temprano decidí despertarlos de una buena manera. Leo estaba boca arriba y José de costado hacia el centro de la cama donde estaba yo, entre ambos. Estiré mis brazos, agarré la pija de ambos y empecé a pajearlos de a poco, mientras veía como sus porongas se iban agrandando, empecé a calentarme yo también. Leo se despertó primero y ya con la pija dura se me acercó un poco más y empezó a manosearme las tetas, a José le costó un poco más asique empecé a sacudirsela un poco más hasta que abrió los ojos un poco confundido. Liberé mí otra mano y empecé a acariciarle los huevos también y de a poco fue endureciendose también. Ya los tres activos seguimos manoseando nos e intercambiando besos, yo iba girando de izquierda a derecha besando a uno mientras me apoyaba la pija el otro en la cola.
Jose empezó a penetrarme por atrás, asique me puse de manera horizontal para ir chupandosela a Leo de mientras y el me iba manoseando a la par. Empezamos lento, mientras uno me cogía yo me metía la poronga del otro hasta el fondo y subía y bajaba. La intensidad fue aumentando y José me empezó a dar bien fuerte mientras me daba chirlos y leo me agarraba del pelo para que se la chupe con más intensidad. Después de eso me acosté, leo se subió arriba mío y empezó a cogerme. Jo sé arrodilló en frente de mí cara para que le chupe las bolas y mientras lo hacia lo pajeaba también y lo miraba con cara de puta, mientras le pedía a Leo que me coja más y más.
Yo estaba pasándola bomba, pero no quería irme sin volver a sentir las dos pijas adentro mío. Asique les dije que quería que me cojan entre los dos otra vez. Hicieron unas señas entre ellos, José se acostó yo me puse arriba de el, y leo arriba mío.
Hacia dos días que veníamos cogiendo, pero eso no impidió que nos peguemos una buena última cogida. Al tener las dos porongas adentro estaba extasiada de placer y no paraba de gritar. José empezó a morderme las tetas y aumentamos el ritmo más y más, apretados los tres, con una pija en la concha y otra en la cola. En un momento estaba en pleno clímax y les pedí que me cogieran más fuerte, leo que estaba atrás me agarró más fuerte de la cintura y a romperme toda. Empecé a sentir cada vez más placer hasta que exploté un orgasmo tan intenso en el grito como en la acabada que tuve, mojé toda la cama y a ellos. Leo acabó casi a la par mia, pero José todavía no. Trate de moverme arriba de el pero estaba destruida, el me acostó, se sacó el forro y se pajeó en mí cara hasta acabarme encima.
Me quedé en la cama un rato más para reponer. Nos bañamos, leo fue a buscar la comida, jo cambió sábanas, almorzamos y volvimos.
En el viaje fue tranquilo, yo ya no tenía fuerzas para nada. Llegué a casa, y dormí 12 horas seguidas para reponer fuerzas.
Jose empezó a penetrarme por atrás, asique me puse de manera horizontal para ir chupandosela a Leo de mientras y el me iba manoseando a la par. Empezamos lento, mientras uno me cogía yo me metía la poronga del otro hasta el fondo y subía y bajaba. La intensidad fue aumentando y José me empezó a dar bien fuerte mientras me daba chirlos y leo me agarraba del pelo para que se la chupe con más intensidad. Después de eso me acosté, leo se subió arriba mío y empezó a cogerme. Jo sé arrodilló en frente de mí cara para que le chupe las bolas y mientras lo hacia lo pajeaba también y lo miraba con cara de puta, mientras le pedía a Leo que me coja más y más.
Yo estaba pasándola bomba, pero no quería irme sin volver a sentir las dos pijas adentro mío. Asique les dije que quería que me cojan entre los dos otra vez. Hicieron unas señas entre ellos, José se acostó yo me puse arriba de el, y leo arriba mío.
Hacia dos días que veníamos cogiendo, pero eso no impidió que nos peguemos una buena última cogida. Al tener las dos porongas adentro estaba extasiada de placer y no paraba de gritar. José empezó a morderme las tetas y aumentamos el ritmo más y más, apretados los tres, con una pija en la concha y otra en la cola. En un momento estaba en pleno clímax y les pedí que me cogieran más fuerte, leo que estaba atrás me agarró más fuerte de la cintura y a romperme toda. Empecé a sentir cada vez más placer hasta que exploté un orgasmo tan intenso en el grito como en la acabada que tuve, mojé toda la cama y a ellos. Leo acabó casi a la par mia, pero José todavía no. Trate de moverme arriba de el pero estaba destruida, el me acostó, se sacó el forro y se pajeó en mí cara hasta acabarme encima.
Me quedé en la cama un rato más para reponer. Nos bañamos, leo fue a buscar la comida, jo cambió sábanas, almorzamos y volvimos.
En el viaje fue tranquilo, yo ya no tenía fuerzas para nada. Llegué a casa, y dormí 12 horas seguidas para reponer fuerzas.
2 comentarios - Viaje de tres - día 3
perfecto
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