Recibí el llamado telefónico de Miguel, un ex compañero de secundaria, invitándome a su quinta el próximo fin de semana largo para festejar los 25 años de egresados del secundario, donde nos juntaríamos varios - cerca de 14 dijo - y comeríamos un buen asado y tomaríamos hasta agotar las bebidas que hubiere... obviamente dije que sí, el panorama se presentaba divertido y no tenía planes para esa fecha.
Miguel tenía una pequeña empresa de servicio de limpieza y tenía contratos con entes estatales, así que había logrado "favores" que le permitieron un muy buen pasar económico.
Era un tipo canoso, delgado, cuidadoso de su figura, típico cuarentón separado, siempre lo veía rodeado de pendejas ... se podía decir que lo envidiaba un poco.
Si bien nunca fuí muy compinche de él en el colegio, durante el viaje de egresados a Bariloche, la noche anterior a nuestro regreso, habíamos estado con unas chicas de Mendoza bailando y charlando pero sin llegar a concretar nada.
Habíamos vuelto algo borrachos y calientes y cuando llegamos al hotel me dice que no quería usar el ascensor para ir a la habitación, que subiéramos hasta el tercer piso por la escalera.
Subimos hablando de las pendejas y al tomar por una de los descansos me dice que tenía la pija re dura y tomándosela se la acarició. Reí y agarré mi bulto mostrándole que yo también estaba duro.
" ... vamos a hacernos la paja ,," dijo
Bajé mi pantalón y comencé a pajearme despacio, él me imitó.
" ...che - dijo en voz baja - no creo que por acá ande nadie... pajeame vos que yo te pajeo a vos ..."
Nos acercamos y cada uno comenzó a darle placer al otro...
" ... estoy que acabo ... vos ? ... " le pregunté
y apoyando su cabeza sobre mi pecho dijo que ya estaba para largar la leche en mi mano.... apuramos el ritmo y cuando estaba a punto levanta la vista y acerca su boca a la mía.... nos besamos suavemente, rozando nuestras lenguas ... mi leche saltó sobre sus dedos, la de él en la mía ...
" ... qué lindo ..." dijo casi suspirando ... dejamos de besarnos y liberamos nuestras manos todas pegoteadas, limpiándonos contra la pared.
Subimos nuestros pantalones y proseguimos hasta llegar a nuestras respectivas habitaciones, despidiéndonos con un apretón de manos.
Esa fue la única vez que pasó algo entre nosotros ... un juego de adolescentes calentones.
Después de 25 años estábamos gran parte del curso festejando el reencuentro en la quinta de Miguel, un lugar fantástico en las afuera de la ciudad.
Anécdotas, chismes, risas y llantos .... el día fue pasando bañado en comida y alcohol. De a poco todos se fueron yendo ... quedamos Miguel y yo.
Nos sentamos al lado de la pileta en unas reposeras amplias de madera, con una botella de champagne de los costosos... hablamos boludeces y fue entonces cuando él bajó su short y sacudiendo su pija que se encontraba semi erecta gritó:
" ... qué ganas de hacerme la paja !!! ..." y rió.
" ... dale ... no seas tímido ... como en los viejos tiempos ..." agregó.
Corrí la reposera acercándome a la de él ... bajé mi pantalón y agarré mi pija.... Miguel miraba atento.
Me levanté y se la agarré fuerte, tironeándola ... él se acomodó para darme lugar.
" ... como en los viejos tiempos ??? ... le pregunté mientras comenzaba a pajearlo
Miguel tiró su cabeza para atrás, gozando el momento.
Tenía una buena pija, hermosa, con una cabeza gruesa y brillante ... bajé y subí su piel mientras acariciaba sus huevos.
Tomé una de sus manos y la llevé a mi pija ... el se acomodó mejor para poder seguirme.
Estuvimos así un rato hasta que decidí jugar más fuerte.
Me puse frente a él y saqué del todo sus pantalones, hice lo mismo con los míos, quedando totalmente desnudos los dos... realmente cuidaba su físico.
Me incliné y pasé mi lengua desde los huevos hasta la punta de la cabeza... gritó de placer.
" ... seguí ... no pares ... - gemía - soñé esto desde hace 25 años ,,, siempre quise llamarte para que nos encontráramos ..."
tenía su pija metida hasta la garganta, subiendo y bajando ... me incorporé y casi sentándome en su pecho puse mi pija en su boca.
La chupó con desesperación, haciéndome doler ... repetí dos veces más esa acción y sacándola llena de sus saliva me incliné y lo besé.
Sus manos agarraban mi cara, parecía fuera de sí.
Fui dejándome caer hasta hacer rozar mi culo con la cabeza e su pija ... nos miramos ... abrió mis nalgas y acomodando su punta la fue enterrando de a poco, hasta llegar a hacer tope con sus huevos.
Comencé a cabalgarlo y no soporté el roce, acabando largos chorros sobre su pecho y cara... eso lo calentó más y agarrándome fuerte del culo la ensartó sin asco llenándome con su leche.
Estábamos cansados y pasados de alcohol ... estuvimos así varios minutos hasta que mi culo liberó su pija ...
" ... te quedás a dormir ? ... preguntó mientras me besaba el cuello..." ... prometo que soy tu mujer ... favor con favor se paga..." y reímos.
Obviamente me quedé no solo esa noche sino hasta el martes siguiente ... les digo que no nos quedó nada sin experimentar... eran 25 años de ganas contenidas y supimos calmarla.
Miguel tenía una pequeña empresa de servicio de limpieza y tenía contratos con entes estatales, así que había logrado "favores" que le permitieron un muy buen pasar económico.
Era un tipo canoso, delgado, cuidadoso de su figura, típico cuarentón separado, siempre lo veía rodeado de pendejas ... se podía decir que lo envidiaba un poco.
Si bien nunca fuí muy compinche de él en el colegio, durante el viaje de egresados a Bariloche, la noche anterior a nuestro regreso, habíamos estado con unas chicas de Mendoza bailando y charlando pero sin llegar a concretar nada.
Habíamos vuelto algo borrachos y calientes y cuando llegamos al hotel me dice que no quería usar el ascensor para ir a la habitación, que subiéramos hasta el tercer piso por la escalera.
Subimos hablando de las pendejas y al tomar por una de los descansos me dice que tenía la pija re dura y tomándosela se la acarició. Reí y agarré mi bulto mostrándole que yo también estaba duro.
" ... vamos a hacernos la paja ,," dijo
Bajé mi pantalón y comencé a pajearme despacio, él me imitó.
" ...che - dijo en voz baja - no creo que por acá ande nadie... pajeame vos que yo te pajeo a vos ..."
Nos acercamos y cada uno comenzó a darle placer al otro...
" ... estoy que acabo ... vos ? ... " le pregunté
y apoyando su cabeza sobre mi pecho dijo que ya estaba para largar la leche en mi mano.... apuramos el ritmo y cuando estaba a punto levanta la vista y acerca su boca a la mía.... nos besamos suavemente, rozando nuestras lenguas ... mi leche saltó sobre sus dedos, la de él en la mía ...
" ... qué lindo ..." dijo casi suspirando ... dejamos de besarnos y liberamos nuestras manos todas pegoteadas, limpiándonos contra la pared.
Subimos nuestros pantalones y proseguimos hasta llegar a nuestras respectivas habitaciones, despidiéndonos con un apretón de manos.
Esa fue la única vez que pasó algo entre nosotros ... un juego de adolescentes calentones.
Después de 25 años estábamos gran parte del curso festejando el reencuentro en la quinta de Miguel, un lugar fantástico en las afuera de la ciudad.
Anécdotas, chismes, risas y llantos .... el día fue pasando bañado en comida y alcohol. De a poco todos se fueron yendo ... quedamos Miguel y yo.
Nos sentamos al lado de la pileta en unas reposeras amplias de madera, con una botella de champagne de los costosos... hablamos boludeces y fue entonces cuando él bajó su short y sacudiendo su pija que se encontraba semi erecta gritó:
" ... qué ganas de hacerme la paja !!! ..." y rió.
" ... dale ... no seas tímido ... como en los viejos tiempos ..." agregó.
Corrí la reposera acercándome a la de él ... bajé mi pantalón y agarré mi pija.... Miguel miraba atento.
Me levanté y se la agarré fuerte, tironeándola ... él se acomodó para darme lugar.
" ... como en los viejos tiempos ??? ... le pregunté mientras comenzaba a pajearlo
Miguel tiró su cabeza para atrás, gozando el momento.
Tenía una buena pija, hermosa, con una cabeza gruesa y brillante ... bajé y subí su piel mientras acariciaba sus huevos.
Tomé una de sus manos y la llevé a mi pija ... el se acomodó mejor para poder seguirme.
Estuvimos así un rato hasta que decidí jugar más fuerte.
Me puse frente a él y saqué del todo sus pantalones, hice lo mismo con los míos, quedando totalmente desnudos los dos... realmente cuidaba su físico.
Me incliné y pasé mi lengua desde los huevos hasta la punta de la cabeza... gritó de placer.
" ... seguí ... no pares ... - gemía - soñé esto desde hace 25 años ,,, siempre quise llamarte para que nos encontráramos ..."
tenía su pija metida hasta la garganta, subiendo y bajando ... me incorporé y casi sentándome en su pecho puse mi pija en su boca.
La chupó con desesperación, haciéndome doler ... repetí dos veces más esa acción y sacándola llena de sus saliva me incliné y lo besé.
Sus manos agarraban mi cara, parecía fuera de sí.
Fui dejándome caer hasta hacer rozar mi culo con la cabeza e su pija ... nos miramos ... abrió mis nalgas y acomodando su punta la fue enterrando de a poco, hasta llegar a hacer tope con sus huevos.
Comencé a cabalgarlo y no soporté el roce, acabando largos chorros sobre su pecho y cara... eso lo calentó más y agarrándome fuerte del culo la ensartó sin asco llenándome con su leche.
Estábamos cansados y pasados de alcohol ... estuvimos así varios minutos hasta que mi culo liberó su pija ...
" ... te quedás a dormir ? ... preguntó mientras me besaba el cuello..." ... prometo que soy tu mujer ... favor con favor se paga..." y reímos.
Obviamente me quedé no solo esa noche sino hasta el martes siguiente ... les digo que no nos quedó nada sin experimentar... eran 25 años de ganas contenidas y supimos calmarla.
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