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El gigoló de la tía

El primer capitulo de varios en esta nueva aventura. 


1 -Miércoles-


Las ciudades en verano, sobre todo en la parte centro-norte deArgentina, son demasiado calurosas y por lo general, salvo en lasciudades grandes se acostumbra a cerrar los negocios entre las 13 hsy las 16 o 17 hs para darle un descanso no solo a los empleados si notambién a los gastos de luz. A su vez, la mayoría de estas ciudadesno tan grandes tienen una peatonal o centro comercial donde se puedenobservar la mayoría de los negocios, el comercio.
Para muchos Enero es sinónimo de vacaciones, entre ellos aquellosque todavía no han ingresado a la universidad. Es por eso, queSantiago de 18 años salia del colegio y se estaba preparando paraingresar a la Universidad, su sueño de ingresar a ingeniería civilera muy grande pero le costaba mucho las matemáticas, aunque para élera por falta de tiempo, por eso tomó la decisión de no irse deviaje con su familia y paradójicamente no salir ni invitar amigos niun día de Enero, solo quedarse a estudiar para el ingreso. Parapoder acelerar el proceso de aprendizaje iba a una maestraparticular, Alejandra, su casa no quedaba muy lejos de la suya, en eltrayecto tenía que caminar por la peatonal cruzarla de punta a puntabásicamente, una quince cuadras. El único horario disponible porAlejandra era en la siesta. El calor agobiante pero no querer pagarel colectivo que lo dejaba en la misma puerta de la casa de suprofesora generaban que en el trayecto transpirara mucho, es por esoque dentro de la mochila siempre llevaba una remera y caminaba lasquince cuadras con el torso desnudo. A esa edad Santiago iba algimnasio con lo que ir caminando de esa manera no era para pasarvergüenza si no todo lo contrario, es decir, estaba desarrollando sucuerpo y se lo veía esbelto con los abdominales marcados.
Un día de ese Enero, Santiago termina de almorzar, deja todo en lapileta de la cocina pensando que después cuando volvía lo limpiaba.Busca su mochila, pone adentro la carpeta, el libro, calculadora,remera y un desodorante. Sale de su casa, a la media cuadra se sacala remera que tenía puesta y sigue su camino a lo de su profesora. Amitad de camino, divisa a lo lejos una mujer despampanante, hermosa,se daba cuenta que todos (o los pocos que había) se daban vueltapara mirarle el bello trasero. La mujer en cuestión tenía puestoropa deportiva, una calza y un corpiño deportivo, en su mano unabotellita de agua y llevaba puestos unos lentes para el sol. Cadapaso que daba no pasaba desapercibido. A medida que se iba acercando,Santiago comienza a mirarle las tetas que subían y bajaban cada vezque daba un paso, eran unas tetas voluminosas que Santiago empezaba amedirlas con sus manos, abriendo sus dedos e imaginaba que las podíaapretar con fuerzas.
Ya estando a unos 50 metros, Santiago se da cuenta que es tu tía, lahermana de su mamá, Mónica, la cual no se sabía su edad porquenunca la decía, es más en sus cumpleaños nunca había un numero,no le gustaba. Cada vez más cerca, Santiago sonríe y su tía losaluda.


- Santi, qué haces?
- Cómo estás tía? Estoy yendo a la profesora de matemáticas.
- Te llevaste matemáticas?
- No, es para el ingreso a la facultad.
- Me parece bien.
- Vos que haces con este calor y a esta hora?
- Me fui a caminar un rato, estaba aburrida en casa.
- Con este calor?
- Si. Por lo que veo vos seguís yendo al gimnasio.
- Si, me gusta mucho.
- Además de hacer ejercicios se puede ver otras personas, estábueno el gimnasio pero me gusta más caminar. Se pueden ver mas gentey verme más gente.
Ese ultimo comentario lo desubico a Santiago pero su tía siempre fueuna persona que le gustaba mostrarse y resaltar si no no hubieratenido ese corpiño que le hacía más grandes las tetas de loapretado que estaba.
- Si, puede ser.
- Bueno Santi no jodo más si no vas a llegar tarde. Nos vemos.
- Nos vemos tía.


En ese segundo Santiago se debatía entre darse vuelta para mirar elculo de su tía o seguir caminando. Casi sin darse cuenta se diovuelta vio el culo de su tía pero su tía también se dio vueltapara preguntarle sobre sus padres. Si bien Santiago ya estabacolorado por el calor, ahora estaba rojo de vergüenza su tía sehabía dado cuenta que le estaba mirando el culo, sin embargo no ledio importancia en ese momento. Se saludaron nuevamente y se fueron,Santiago ahora no se dio de vuelta, como saliendo de esa situaciónlo más rápido posible pero con muchas ganas de volver a su casapara masturbarse imaginando el culo de tía chocando contra suspiernas mientras se la cogía.
Media cuadra antes de llegar a la casa de su profesora, Santiago sevuelve a poner la remera, cuando llega toca el timbre y Alejandra loestaba esperando. Para sorpresa de Santiago, Alejandra lo recibe conun vestido, lo que las mujeres llaman, soleras y el pelo mojado.Alejandra era una morocha, que no tenía muchas tetas, lo normal,obviamente no eran como las de la tía pero eran una tetas firmes, notenía un cuerpo de escultural pero lo que sí tenía era un hermosoculo, ella comentaba que era de generaciones pasadas pero la realidades que le gustaba ir a nadar. Alejandra tenía unos 30 años,profesora de matemáticas en la secundaria y estudiante de lalicenciatura, abre la puerta a Santiago, se saludan y este pasadirectamente al baño. Allí dentro, se pone desodorante y se pone laremera que llevaba en la mochila y se da cuenta que su pija empezabaa tener mayor altura y a ponerse tieso, en su mente estaba el cuerpohermoso de su tía que lo tenía distraído.
Santiago toma asiento y Alejandra va de la cocina al living, habíapreparado tereré (agua fría, jugo en sobre y se echa al mate, conhielo). Alejandra toma asiento al lado de él y empieza a ver losejercicios que estuvieron haciendo días anteriores. Santiago, estabatotalmente distraído, no podía borrar de su cabeza la imagen de sutía, miraba a la mesa o a una pared para que una erección noapareciera, eso no iba a ser cómodo ni para la profesora ni para él.Cuando Alejandra marca un error, Santiago voltea para ver la carpetay nota que Alejandra no tenía corpiño y que el vestido al sermedianamente viejo ya estaba estirado. Acerca un poco más la cabezapara ver dentro del vestido pero Alejandra se da cuenta que habíadejado el tereré en la cocina por lo que vuelve a buscarlo. Cuandovuelve, toma asiento nuevamente al lado de Santiago y este comienza ainvestigar nuevamente adentro del vestido. Al no tener tantas tetas,las mismas no llenaban todo el lugar que les correspondía por esoSantiago al hacer un poco de esfuerzo puede observar un pezón decolor oscuro. Para ese momento lo que menos había adentro de lacabeza de Santiago eran números, formulas y ecuaciones, todo locontrario, quería llegar a su casa y masturbarse, sacarse lacalentura que le había dejado su tía y que ahora se elevaba viendolas tetas de su profesora.
La profesora le da una serie de ejercicios y deja que Santiago losresuelva.


- Te veo como muy distraído hoy, qué te pasa?
De tantas cosas que había pensando para contestar todas salieron almismo tiempo de su boca.
- Nada, es muy lunes.
- Si, es verdad. Por eso los lunes voy a nadar me pone más activa.


Santiago no contestó y siguió en su lucha para poder concentrarseen los ejercicios. Ya corría mucho tiempo de cuando había comenzadopor lo que completó los ejercicios de la manera en que podía y sihabía que inventar lo hacía. Alejandra que para ese momento sehabía puesto hacer otras cosas.


- Terminaste?
- Creo que si.
Alejandra se sienta al lado y comienza a corregirle. En ese momentose empieza a rascar una teta, cuando se da cuenta de lo que estabahaciendo.
- Perdona pero el agua de la pileta creo que me hace mal a la piel.
- No hay problema.
Santiago ya se quería ir, no quería estar mas ahí, estaba ido,estaba en otra dimensión paralela, ya imaginaba a su tía Mónicacon su profesora y él en la cama o arriba de la mesa del living.
- Esto está todo mal Santi. Hagamos una cosa, hoy no te veo bien, teveo muy distraído, volvé a tu casa y venite mañana.
- No, pe…
- En serio, esto está todo mal.
Alejandra se sienta de frente a Santiago, ahora no solo se le veíade la cintura para abajo sino también sus piernas.
- En serio, anda a tu casa y venite mañana.
Santiago agacho la cabeza, no solo de vergüenza sino también paraverle de mas cerca las piernas.
- Esta bien. Mañana vuelvo, no me siento bien.
- Te pasa algo? Contame no tengo problemas en ayudarte.
- Tengo mucho calor.
- Sacate la remera yo no tengo problemas, total estamos acá para queestudies.
Santiago se saca la remera, Alejandra ve su cuerpo y se queda un pocosorprendida del cuerpo.
- Ahora estas mejor?
- No, pero sigamos.
- Dale hagamos los ejercicios.
- No, ahora te toca a vos. Yo ya me saqué la remera, vos tambiéndebes tener calor.
Ni lo pensó, se mandó, la excitación le jugó una muy mala pasada,era cuestión de ver la reacción de Alejandra, que obviamente noentendía nada pero de a poco se le empezó a esbozar una sonrisa ensu cara y la misma se convirtió en risa.
- Santi, a mi me gustan las mujeres. Soy lesbiana pero es verdad quehace calor.
Alejandra se sacó el vestido, se quedó con una tanga blanca quehacía contraste con su cuerpo expuesto al sol en la pileta.
- Perdón, no sabía que eran lesbiana.
- No hay problema. Podemos seguir haciendo los ejercicios?
- Voy a tratar, es que sos muy linda.
Santiago trataba pero no podía, obviamente chocaba a ella solo legustaban las mujeres.
- Igual ya estabas distraído desde que entraste así que no fue pormi. Qué otra cosa te pasa?
Santiago empezó a titubear, no sabía si responder o no.
- Es que…
Después de unos segundo Santiago se decidió
- Recién la vi a mi tía, ella tiene un cuerpo espectacular, la vide calzas y el corpiño deportivo que ya no podía soportar tantatetas que tiene. Todos los hombres se daban vuelta para mirarla, ellaes así, le gusta que la miren, ser la atracción. Y bueno, no puedoparar de imaginarme su cuerpo.
- Ahora estas atrayendo mi atención.
Alejandra se la empezó a imaginar, ella no estaba de novia, hacíamucho tiempo había cortado una relación de varios años y no habíatenido la oportunidad ni un momento de estar con otra mujer. Peroahora ella se empezaba a excitar con el relato de Santiago.
- Tenes una foto de tu tía?
- Si.
Santiago busca en su celular.
- Ahhh pero es muy linda.
A Alejandra se le empezó a erizar la piel y de a poco le empezó asubir el calor.
- Y vos te le animarías para cogértela.
- Ni en pedo, es mi tía.
- Yo me le animaría, si le gusta mostrarse y le gusta que la miren,daría un primer paso y después de ultima le pido disculpas.
Santiago empezó a pensar en esa posibilidad si total qué, de ultimapiensa le pido disculpas y se guarda un secreto.
- Pero cómo empiezo, cómo se lo pido?
- Eso lo sabrás vos, es tu tía.
- Ya se, un viernes o sábado a la noche le mando un whatsapp, totalen el ultimo de los casos le digo que me equivoqué.
- No me parece mal, vos sabrás. Ahora anda a tu casa y vení elsábado a la mañana.
- Bueno.
Ambos se saludaron, Santiago se fue casi como corriendo a su casa.Cuando llegó así como estaba y mirando una foto de su tía en laplaya, recordaba el culo y mirando las tetas comenzó a masturbarsehasta acabar.
Ese día, Santiago seguía excitado, entonces piensa la mejorestrategia y el mejor mensaje que le podía mandar a su tía. Detanto pensar se queda dormido y obvio con una mano en la pija.

3 comentarios - El gigoló de la tía

tincho_lvk +1
algo me dice que santiago termina en un trio con la profe y la tia. espero la segunda parte con ansias y van 10 obvio