Mi madre charlaba con Dora, su amiga y compañera de trabajo en la puerta de casa, ambas sonreían de manera enigmática, no pude aguantar la curiosidad y me acerqué por el costado de la casa sin que me vieran para enterarme de lo que hablaban.
Dora le decía a mi madre:
—María, tienes que venir, ya sabes cómo se ponen estos asados de la fábrica, los muchachos se toman, se calientan y nos terminan cagando a pijazos en el vestuario.
—jajá. Se rio mi madre. —Eso ya lo sé, el asado anterior salimos con la concha roja, la boca enlechada, y el culo abierto como un bebedero de patos.
—Que lo digas, agregó Dora, —Por los chupones que me dejaron en las tetas mi marido se dio cuenta y me cagó a cinturonazos.
—Uyyy. Como lo siento. Se lamentó mi madre.
—Bahh, no te preocupes, no fue para tanto, el muy cornudo me pego por compromiso, se está acostumbrando a verme llegar culeada. Cada vez que me mandan a casa renga de darme verga, me da unos cintazos en las nalgas, me grita puta y me coge duro para que aprenda.
Ambas rieron, e inmediatamente Dora continúo:
- Yo tengo que ir con mi hijo Tato, mi marido quiere que lo lleve. Porque no le decís a tu hija que también venga
-Es que… No sé si Dolores querrá ir… respondió mi madre
-Sí que querrá, se rio Dora, ¿te cuento un secreto? Tato se la garcho a tu hija, lo escuche hablar con sus amigos sobre las cogidas que le ponen a Dolores. Me parece que a tu nena le gustan las pijas…
-Jajajja, se rio mama, ya sé que a mi nenita le gusta mirar el pasto, la debilidad de ella son las bombachas, la muy puta se las deja romper, estoy harta de comprarle nuevas.
Escuchaba a las dos mujeres hablar de mí y me parecía irreal. Pensé en lo ignorante que podía ser una de su propia reputación. Hasta mi madre y su amiga se mofaban de mí, conociendo mi amabilidad con los chicos que me pedían que los acompañe a lugares a donde los jóvenes estudiantes alzados llevan a las putitas del colegio a clavárselas para sacarse la leche.
Yo era una de esas nenitas tragapijas a la que más de una vez la habían dejado culo para arriba chorreando leche y con el llantito ese que te deja una cogida dura. Y es común que a una gordita fácil de convencer como yo de la cual todos los chicos del barrio saben que se ha dejado garchar hasta por varios chicos a la vez le den hasta por las orejas.
Mi madre y Dora, continuaron hablando unos minutos más, riéndose y planeando el asado de la fábrica, sin duda las dos señoras iban a comer chorizos y morcillas no solo por la boca.
Al rato me llamo mama y me comento del asado y que yo debía ir con ella, no opuse reparos y ella como al pasar me comento que no me aburriría por que también estaría Tato, el hijo de Dora
-Tato es un chico de tu edad y seguramente encontraran la forma de no aburrirse entre los mayores.
Pensé en la tarde que Tato me llevo a los vagones viejos después del colegio. Con Tato una no se podía aburrir, Yo esa tarde no solo no me aburrí, también salí de los vagones chorreando leche y con el ojete ardiendo de la montada que me dio.
Llego el sábado del asado y Temprano Dora llego a casa con Tato para ir a la fábrica, Mama se había puesto un pantalón ajustado que le transparentaba una tanga muy de puta y una remerita sin corpiño que le resaltaba los pezones.
Dora, llego vestida muy sobria, por su marido, pero en casa se cambió y se puso una minifalda muy corta y una camisa desabrochada hasta casi mostrar los pezones. Sin dudas las dos iban a calentar vergas.
Yo no me produje, me puse un vestido floreado con botones por atrás muy sobrio. Me puse sostén y la única bombacha que encontré esa mañana, una bombacha tipo culote algo vieja y con los elásticos algo descocidos, había sido lavada una mancha de guasca seca sobre la tela a la altura de la nalga derecha.
Cuando llegamos a la fábrica ya habían varias personas, el predio estaba ubicado en una parte de la fábrica diseñada para eventos amplia y con varias mesas alejadas una de otras.
Nos ubicamos en una mesa que Eligio Dora donde habían 6 o 7 hombres y 4 mujeres: Mama, Dora, Yo y una señora de unos 45 años que era empleada de limpieza.
Mientras comíamos, Con tato, estuvimos recordando la cogida que me dio, tema que comenzó el.
Me dijo que andaba con ganas de culearme de nuevo y si yo me dejaría.
Le dije que si él quería yo me dejaba dar bien duro.
Eso lo alegro y me dijo que me iba a ir del asado bien abierta.
Mientras tanto los demás tomaban mucho vino y comenzaron a propasarse con las mujeres, bailaban bien apretados.
Dora se levantó la minifalda y mostro su tanga a todos alentada por gritos procaces y promesas de todo tipo.
Tato mirando eso me dijo que antes de culearme quería calentarse bien para dejarme cagando leche de tanta pija que me iba a dar.
Le sonreí y el me tomo de la mano y discretamente dimos un rodeo para entrar en los vestuarios.
Nos ubicamos sobre un especie de alero que daba sobre la superficie de los cambiadores cerca de las duchas desde donde no podrían vernos y nos preparamos a aguardar. Entendía la intención de Tato, quería ver como se cogían a mi madre a la suya y tal vez a la otra mujer.
Mientras aguardábamos nos besamos y Tato me manoseo bien toda. Unos minutos después escuchamos las primeras voces. Un tipo decía:
-Te voy a garchar toda putona, ¿quieres pija?
-Claro que quiero amor, Lo que me apoyaste cuando bailamos me encanto. Le respondió la señora de la limpieza.
El tipo coloco una colchoneta que había a un costado en el piso y comenzó a chuponear a la mujer que sin ser para nada linda era tetona y con nalgas prominentes.
Un par de minutos después la boca de esta señora estaba abierta hasta el límite con la pija del tipo dentro, se la chupaba con ahínco y evidentemente con muchas ganas. Esta Dama, demostraba ser una entusiasta por lo huevos, porque se los chupo con frenesí.
Cuando el hombre tuvo la verga bien dura y parada se la mando a guardar a la tipa que gritaba de placer, mientras el macho que la montaba la cagaba a insultos.
Los gritos de la mujer atrajeron a los demás y las risas inundaron el lugar.
Mama y Dora entraron rodeadas por 5 tipos que la manoseaban toda.
Mi Madre tenía su pantalón bajado hasta más de la mitad del culo y exhibía las nalgas divididas por la profunda zanja que las separaba.
Por su parte Dora estaba en tanga con su ´pollera enroscada alrededor de su cintura.
Todos rieron cuando vieron a la mujer de la limpieza bombeada duramente sobre la colchoneta.
Se escuchó a uno decir – A esta putona le están limpiando bien los agujeros, alguna vez le tocaba que la limpien a ella.
-jajá, acoto mi madre –Yo estoy un poquito sucia ¿me van a limpiar bien?
Todos rieron y los manoseos se intensificaron, ya todas las pijas estaban fuera del pantalón y a ellas las habían dejado totalmente en pelotas.
Tato se había puesto sobre mí y me apoyaba el nabo sobre el culo mientras mirábamos, me dijo muy bajito en el oído. –Mira bien gordita, después te llevo a algún lado y te dejo paralitica a pijazos. ¿Entendiste?
-Sí, Tatito, le respondí.
Dora se estaba comiendo 3 pijas y otras dos salían y entraban de la boca de Mama.
Los tipos borrachos, calientes, y sabiendo tratar a dos putas baratas culo rotos, las puteaban y nalgueaban amparados por la excitación de ellas.
Mama no tardó en ser ensartada por uno de los tipos a 4 patas mientras babeaba la verga de otro.
Cuando La empomaron a Dora sentí que a Tato le crecía el choto contra mi culo, lo calentaba ver a la puta infiel de su madre con una poronga en la concha.
Los tipos se estaban sacando la calentura en nuestras madres y ellas regaladitas solo gemían y se quejaban de las embestidas
Vimos que el hombre que se montaba a mi madre giro dejándola a ella culo para arriba, posición que aprovecho un tipo grande con una pija enorme para escupirle bien el orto y mandársela a guardar
-Ayyyyy. Poor Dios!!!. Grito mama. –Que pedazo de pija me metieron en el culo, Me lo vas a romper. Ayyyy
-Jajajja, Rio el que se la cogía por la concha. –Ya lo tienes roto, putona, te cabe un ejército en ese gordo culo de putona tragaleche.
También a Dora la estaban culeando, mientras la bombeaban ella decía que no se lo coja mucho porque el marido le revisaba el culo a veces para saber si lo había entregado.
A las 3 mujeres se las pasaron entre todos por todos los agujeros.
Me llamo la atención la Mujer de la limpieza, porque no parecía tener tanta marcha como Dora y mama. Ella confeso que era la primera vez que le hacían el culo y por lo que le costó al macho que la vergueaba clavarsela parecía cierto que era un ojete nuevo. La mujer lloro mucho y pedía que se la saque cuando le entro, sin dudas a ella si le estaban rompiendo bien el culo.
Después de más de 2 horas de cogidas, mamadas y manoseos, los tipos mearon a las 3 mujeres y las dejaron tiradas sobre las colchonetas y se fueron.
Ellas como pudieron se levantaron y fueron a las duchas a bañarse un poco, pero lamentablemente para ellas no había agua, se vistieron como estaban, mientras se vestían Dora y la mujer de la limpieza dijeron que así no podían ir a sus casas por los maridos, a lo cual mi madre las invito a bañarse en casa.
Cuando quedamos solos en el vestuario Tato me pidió que se la chupe por que la tenía tan dura que no podía caminar.
En realidad si estaba dura y los huevos pesados como ladrillos.
En cuanto me metí la cabeza de la pija en la boca, que era lo que me cabía, Tato empezó a tirarme su leche, trague lo que pude pero varias escupidas de leche de esa pija se escurrieron sobre mi vestido.
Cuando salimos del vestuario, Mi madre, Dora y la otra mujer se preparaban para irse, trate de pasar sin que me vieran pero mi mama me llamo, me miro las guascadas sobre el vestido.
-Dolores, voy a ir con ellas a casas dentro de una hora, si quieres ir a descansar un rato con Tato hazlo, Nosotras vamos y no te molestamos.
-Bueno Mami. Le dije
Cuando las 3 mujeres llegaron a casa para bañarse, Tato me machacaba el orto a pijazos por tercera vez.
Cuando me acabo en lo profundo del culo pensé que Tato era el que mejor me cogía.
Afuera las 3 maduras se lavaban el culo bien enlechado.
Dora le decía a mi madre:
—María, tienes que venir, ya sabes cómo se ponen estos asados de la fábrica, los muchachos se toman, se calientan y nos terminan cagando a pijazos en el vestuario.
—jajá. Se rio mi madre. —Eso ya lo sé, el asado anterior salimos con la concha roja, la boca enlechada, y el culo abierto como un bebedero de patos.
—Que lo digas, agregó Dora, —Por los chupones que me dejaron en las tetas mi marido se dio cuenta y me cagó a cinturonazos.
—Uyyy. Como lo siento. Se lamentó mi madre.
—Bahh, no te preocupes, no fue para tanto, el muy cornudo me pego por compromiso, se está acostumbrando a verme llegar culeada. Cada vez que me mandan a casa renga de darme verga, me da unos cintazos en las nalgas, me grita puta y me coge duro para que aprenda.
Ambas rieron, e inmediatamente Dora continúo:
- Yo tengo que ir con mi hijo Tato, mi marido quiere que lo lleve. Porque no le decís a tu hija que también venga
-Es que… No sé si Dolores querrá ir… respondió mi madre
-Sí que querrá, se rio Dora, ¿te cuento un secreto? Tato se la garcho a tu hija, lo escuche hablar con sus amigos sobre las cogidas que le ponen a Dolores. Me parece que a tu nena le gustan las pijas…
-Jajajja, se rio mama, ya sé que a mi nenita le gusta mirar el pasto, la debilidad de ella son las bombachas, la muy puta se las deja romper, estoy harta de comprarle nuevas.
Escuchaba a las dos mujeres hablar de mí y me parecía irreal. Pensé en lo ignorante que podía ser una de su propia reputación. Hasta mi madre y su amiga se mofaban de mí, conociendo mi amabilidad con los chicos que me pedían que los acompañe a lugares a donde los jóvenes estudiantes alzados llevan a las putitas del colegio a clavárselas para sacarse la leche.
Yo era una de esas nenitas tragapijas a la que más de una vez la habían dejado culo para arriba chorreando leche y con el llantito ese que te deja una cogida dura. Y es común que a una gordita fácil de convencer como yo de la cual todos los chicos del barrio saben que se ha dejado garchar hasta por varios chicos a la vez le den hasta por las orejas.
Mi madre y Dora, continuaron hablando unos minutos más, riéndose y planeando el asado de la fábrica, sin duda las dos señoras iban a comer chorizos y morcillas no solo por la boca.
Al rato me llamo mama y me comento del asado y que yo debía ir con ella, no opuse reparos y ella como al pasar me comento que no me aburriría por que también estaría Tato, el hijo de Dora
-Tato es un chico de tu edad y seguramente encontraran la forma de no aburrirse entre los mayores.
Pensé en la tarde que Tato me llevo a los vagones viejos después del colegio. Con Tato una no se podía aburrir, Yo esa tarde no solo no me aburrí, también salí de los vagones chorreando leche y con el ojete ardiendo de la montada que me dio.
Llego el sábado del asado y Temprano Dora llego a casa con Tato para ir a la fábrica, Mama se había puesto un pantalón ajustado que le transparentaba una tanga muy de puta y una remerita sin corpiño que le resaltaba los pezones.
Dora, llego vestida muy sobria, por su marido, pero en casa se cambió y se puso una minifalda muy corta y una camisa desabrochada hasta casi mostrar los pezones. Sin dudas las dos iban a calentar vergas.
Yo no me produje, me puse un vestido floreado con botones por atrás muy sobrio. Me puse sostén y la única bombacha que encontré esa mañana, una bombacha tipo culote algo vieja y con los elásticos algo descocidos, había sido lavada una mancha de guasca seca sobre la tela a la altura de la nalga derecha.
Cuando llegamos a la fábrica ya habían varias personas, el predio estaba ubicado en una parte de la fábrica diseñada para eventos amplia y con varias mesas alejadas una de otras.
Nos ubicamos en una mesa que Eligio Dora donde habían 6 o 7 hombres y 4 mujeres: Mama, Dora, Yo y una señora de unos 45 años que era empleada de limpieza.
Mientras comíamos, Con tato, estuvimos recordando la cogida que me dio, tema que comenzó el.
Me dijo que andaba con ganas de culearme de nuevo y si yo me dejaría.
Le dije que si él quería yo me dejaba dar bien duro.
Eso lo alegro y me dijo que me iba a ir del asado bien abierta.
Mientras tanto los demás tomaban mucho vino y comenzaron a propasarse con las mujeres, bailaban bien apretados.
Dora se levantó la minifalda y mostro su tanga a todos alentada por gritos procaces y promesas de todo tipo.
Tato mirando eso me dijo que antes de culearme quería calentarse bien para dejarme cagando leche de tanta pija que me iba a dar.
Le sonreí y el me tomo de la mano y discretamente dimos un rodeo para entrar en los vestuarios.
Nos ubicamos sobre un especie de alero que daba sobre la superficie de los cambiadores cerca de las duchas desde donde no podrían vernos y nos preparamos a aguardar. Entendía la intención de Tato, quería ver como se cogían a mi madre a la suya y tal vez a la otra mujer.
Mientras aguardábamos nos besamos y Tato me manoseo bien toda. Unos minutos después escuchamos las primeras voces. Un tipo decía:
-Te voy a garchar toda putona, ¿quieres pija?
-Claro que quiero amor, Lo que me apoyaste cuando bailamos me encanto. Le respondió la señora de la limpieza.
El tipo coloco una colchoneta que había a un costado en el piso y comenzó a chuponear a la mujer que sin ser para nada linda era tetona y con nalgas prominentes.
Un par de minutos después la boca de esta señora estaba abierta hasta el límite con la pija del tipo dentro, se la chupaba con ahínco y evidentemente con muchas ganas. Esta Dama, demostraba ser una entusiasta por lo huevos, porque se los chupo con frenesí.
Cuando el hombre tuvo la verga bien dura y parada se la mando a guardar a la tipa que gritaba de placer, mientras el macho que la montaba la cagaba a insultos.
Los gritos de la mujer atrajeron a los demás y las risas inundaron el lugar.
Mama y Dora entraron rodeadas por 5 tipos que la manoseaban toda.
Mi Madre tenía su pantalón bajado hasta más de la mitad del culo y exhibía las nalgas divididas por la profunda zanja que las separaba.
Por su parte Dora estaba en tanga con su ´pollera enroscada alrededor de su cintura.
Todos rieron cuando vieron a la mujer de la limpieza bombeada duramente sobre la colchoneta.
Se escuchó a uno decir – A esta putona le están limpiando bien los agujeros, alguna vez le tocaba que la limpien a ella.
-jajá, acoto mi madre –Yo estoy un poquito sucia ¿me van a limpiar bien?
Todos rieron y los manoseos se intensificaron, ya todas las pijas estaban fuera del pantalón y a ellas las habían dejado totalmente en pelotas.
Tato se había puesto sobre mí y me apoyaba el nabo sobre el culo mientras mirábamos, me dijo muy bajito en el oído. –Mira bien gordita, después te llevo a algún lado y te dejo paralitica a pijazos. ¿Entendiste?
-Sí, Tatito, le respondí.
Dora se estaba comiendo 3 pijas y otras dos salían y entraban de la boca de Mama.
Los tipos borrachos, calientes, y sabiendo tratar a dos putas baratas culo rotos, las puteaban y nalgueaban amparados por la excitación de ellas.
Mama no tardó en ser ensartada por uno de los tipos a 4 patas mientras babeaba la verga de otro.
Cuando La empomaron a Dora sentí que a Tato le crecía el choto contra mi culo, lo calentaba ver a la puta infiel de su madre con una poronga en la concha.
Los tipos se estaban sacando la calentura en nuestras madres y ellas regaladitas solo gemían y se quejaban de las embestidas
Vimos que el hombre que se montaba a mi madre giro dejándola a ella culo para arriba, posición que aprovecho un tipo grande con una pija enorme para escupirle bien el orto y mandársela a guardar
-Ayyyyy. Poor Dios!!!. Grito mama. –Que pedazo de pija me metieron en el culo, Me lo vas a romper. Ayyyy
-Jajajja, Rio el que se la cogía por la concha. –Ya lo tienes roto, putona, te cabe un ejército en ese gordo culo de putona tragaleche.
También a Dora la estaban culeando, mientras la bombeaban ella decía que no se lo coja mucho porque el marido le revisaba el culo a veces para saber si lo había entregado.
A las 3 mujeres se las pasaron entre todos por todos los agujeros.
Me llamo la atención la Mujer de la limpieza, porque no parecía tener tanta marcha como Dora y mama. Ella confeso que era la primera vez que le hacían el culo y por lo que le costó al macho que la vergueaba clavarsela parecía cierto que era un ojete nuevo. La mujer lloro mucho y pedía que se la saque cuando le entro, sin dudas a ella si le estaban rompiendo bien el culo.
Después de más de 2 horas de cogidas, mamadas y manoseos, los tipos mearon a las 3 mujeres y las dejaron tiradas sobre las colchonetas y se fueron.
Ellas como pudieron se levantaron y fueron a las duchas a bañarse un poco, pero lamentablemente para ellas no había agua, se vistieron como estaban, mientras se vestían Dora y la mujer de la limpieza dijeron que así no podían ir a sus casas por los maridos, a lo cual mi madre las invito a bañarse en casa.
Cuando quedamos solos en el vestuario Tato me pidió que se la chupe por que la tenía tan dura que no podía caminar.
En realidad si estaba dura y los huevos pesados como ladrillos.
En cuanto me metí la cabeza de la pija en la boca, que era lo que me cabía, Tato empezó a tirarme su leche, trague lo que pude pero varias escupidas de leche de esa pija se escurrieron sobre mi vestido.
Cuando salimos del vestuario, Mi madre, Dora y la otra mujer se preparaban para irse, trate de pasar sin que me vieran pero mi mama me llamo, me miro las guascadas sobre el vestido.
-Dolores, voy a ir con ellas a casas dentro de una hora, si quieres ir a descansar un rato con Tato hazlo, Nosotras vamos y no te molestamos.
-Bueno Mami. Le dije
Cuando las 3 mujeres llegaron a casa para bañarse, Tato me machacaba el orto a pijazos por tercera vez.
Cuando me acabo en lo profundo del culo pensé que Tato era el que mejor me cogía.
Afuera las 3 maduras se lavaban el culo bien enlechado.
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