Mis experiencias en el mundo gay han sido pocas pero intensas.
Franquito tenía en esos día recien 18años, era agradable en su conversación y me divertía mucho chatear con él, su inocencia picara me ponía a mil. Había visto un par de fotos suyas y no era la gran cosa, al menos por foto parecía un chico normal.
Es lunes por la mañana me conecto y echo un vistazo a mis contactos, algo de 200 y cero conectados como sospeche. Me entretengo al internet que me llena el cerebro de las cojudeces más inverosímiles mientras reviso mis contactos cada 5 minutos. El día avanza y la lista de conectados se va llenando, nadie con quien me interese hablar pero de todas formas sigo la conversa de uno que otro amigo messengeriano. Son cerca de las 11 y la ventana parpadea.- jijijijifififif se ha conectado anuncia la ventana – y no pierdo un segundo en saludarlo
- Hola -
- Hola, que tal -
- Acá pues esperando que entre una personita que anda de escurridiza -
- A ya ok, hablamos entonces –
- Jajaja tontin, la personita escurridiza acaba de conectarse –
- A ya habla con el entonces pues –
- Eso hago chiquito –
¿Es un poco lento y no se da cuenta que me refiero a él o me sigue el juego?, pueden ser ambas cosas, Franquito no es de entender sutilezas o indirectas o al menos no hace evidente que las entiende. Pasamos algunas horas conversando de cojudeces la mayoría sin sentido, le cuento algunas mentiras verdaderas y otras verdades que hago pasar por mentiras
- tú me gustas, eres lindo, eres tan tierno –
- Eso le dices a todos seguro –
- Nada que ver broder
- Somos amigos
- Si broder pero el ser amigos no quiere decir que no podamos ser algo más –
- Vamos al cine, a caminar y conversar, así puedes insultar a tu ex y al mío al mismo tiempo habla que dices –
- Jajaja no sé, cuando sería –
Si ya estamos en el “cuando sería” es solo cuestión de un empujoncito más, es casi como tenerla evocada.
- Yo puedo hoy en la noche, a las 5 salimos los esclavos –
- Jajaja esclavo tu jaja ye pues –
- Jajaja esclavo soy, estoy en esta oficina en contra de mi voluntad –
Estoy en la oficina cuando debería estar metido en tu cama haciéndote gemir del gusto o al menos en la playa viendo desfilar cueritos, eso por lo menos si no se puede lo de hacerte gemir.
- Ya ya ok, pero hoy no puedo, mañana a las 7 pues –
- Mañana a las 7 entonces, quedamos –
Se queda callado por mucho rato y temo perder la oportunidad, aun así no insisto, la desesperación lleva al fracaso, me paro de la silla y me vuelvo a sentar unas diez o quince veces hasta que finalmente la ventana de msn parpadea.
- Adonde iremos? –
Leo en la ventana de conversación, todo arreglado, ahora es cuestión de decidir cuál será el campo de batalla, para la primera cita me basta con robarle un beso, tomarlo de la cintura y pegarlo a mi cuerpo sería más de lo que puedo realmente esperar.
- Vamos al cine o a conversar –
- En el cine no se puede conversar, además no puedo salir hasta tan tarde el martes, vamos a pasear –
Claramente será difícil incluso esto de robarle un beso, ir a pasear significa caminar por alguna calle con peatones de todas las edades, viejas que se espantarían viendo cómo se besan dos adolescentes, jóvenes que se espantarían más y niños cuyos padres se espantarían el doble, sin contar con que podría vernos algún amigo o amiga en cuyo caso el espantado sería yo.
- Ok, a pasear pero a donde, no me gusta mucho el público –
Suelto delicadamente mis intenciones, a ver si pica, si sale con eso de ser amigos de nuevo va ser más difícil lo del beso incluso si pasamos la barrera de los espantados.
- Conoces la pera del amor –
La pera del amor, esto puede no ser tan malo, si ya estamos hablando de amor solo falta anteponerle el “hacer” y ya estamos, luego de eso fuera ropa y adentro la verga.
- emmmm, no, yo desconozco mayormente –
- jajajaja, en el cruce de la Salaverry con la Av del ejército. –
- a yaaaaaa ok –
- conoces? –
- no –
Hacerme el payaso es siempre útil, relaja el estrés de las relaciones personales y nos acerca un poquitín más.
- jajaja, entonces? –
- no conozco pero veré como llego –
- ok –
- ya entonces mañana a las 7 en la pera del amor mi amor –
- si, mañana a las 7 y no soy tu amor –
Leyó lo del amor y ahora estoy seguro que también leyó lo del beso.
- Es una forma de decir pues –
- No pues, somos amigo nada más –
- Bueno entonces dejemos de serlo, quieres estar conmigo? –
Yo mismo me sorprendo de lo aventado que me permito ser, claramente me arriesgo a un no y a cagar literalmente la salida.
- Que hablas, y lo de ser amigos –
- No sé, tú me gustas, eres lindo ya te lo dije –
- Tú también me gustas –
El corazón me dio un vuelco y mi muñeco allá abajo dio otro, si esto no es un si lo va ser pronto.
- Bueno y entonces, porque no podemos ser, estar –
- En serio quieres estar conmigo –
- En serio que si –
Silencio, la gente suele conectarse pasadas las 4 de la tarde y todos quieren o tienen algo que decir, todos menos Franco que se ha quedado callado.
- Que paso, te fuiste? – ola, estas ahí? – amor estas? –
- No soy tu amor –
De nuevo la frase odiosa, tal vez he ido demasiado rápido y es momento de tirar para atrás para no perderme la salida. Estoy a punto de escribir cuando el mensaje de Franquito aparece en la ventana del chat.
- Si quiero –
Solo dos palabras después, el vacío. Sin embargo son las únicas dos palabras que necesito, me siento feliz
- En serio, quieres estar conmigo? –
- Sí, claro si tú quieres –
- Si no quisiera no te hubiera dicho no?
- No sé,
- Si –
- Entonces estamos? –
- Si –
Como todos los días vuelo a mi casa a las 5, en vez de tírame a hacer nada frente a la piscina me encierro en mi cuarto, luego de tomar una merecida siesta me doy un duchazo, me pongo bonito, me perfumo y cerca de las 6:20 me subo a un taxi rumbo a la pera del amor. Llegó cual gentelman inglés a las 7 en punto y no bien me apeo del taxi llamo a Franquito.
- Aló, Franco, soy yo
- Si, ya se,
- A que moderno jaja, ya llegue, donde andas? –
- Estoy acá en el parque, tu dónde estás? –
- Estoy en el parque también, acabo de cruzar la Av. Del Ejercito y estoy umm como en el medio pero sobre la avenida –
- A ya, camina de frente ahí te veo –
Camina de frente ahí te veo? Esto suena a la cámara escondida, me voy a encontrar con la televisión en algún programa de destapes?
- No pues, como camina de frente, donde estas tú? –
- Camina broder, yo estoy en el medio del parque, mas adentro camina y ya nos encontramos o sino espérame ahí ya llego –
- Ok, mejor te espero –
Me quedo parado observando a todos los individuos que pululan a esa hora por el parque. El día empezará a oscurecerse en unos 15 minutos pero por ahora la luz del solo nos sigue iluminando. Hay varios chiquillos en patinetas, algunos están para cogerlos dormidos, un par de viejitas sentadas en una banca y dos enamorados caminan de la mano. Caminando hacia mi veo a un chico lleva unos pantalones anchos llenos de bolsillos color crema, zapatillas north star negras con suela blanca y un polo de manga larga color azul con mangas celestes. Tiene una carita inocente, orejas de ratón, cejas negras bien delineadas pero varoniles, una naricita pequeña sobre una boquita larga de labios getones, tiene los ojos achinaditos pero grandes y una sonrisita picara que contrasta con su inocencia. Lleva el pelo bien recortado, es un pequeño hombrecito y se le ve como tal, de piel trigueña y menudito, no pareciera pesar más de 50 kilos y ha de medir menos 1.65 metros, llego a dudar de que sea el hasta que lo tengo frente a mí.
- Hola –
Me dice con una voz algo afeminada que se nota en proceso de cambio, me encanta.
- Hola, me reconociste, pensé que no lo ibas a hacer –
- Jaja como no, con todas las fotos que me has mandado –
- A bueno, hay algunos que ni con la foto –
- Si, ya veo que haces esto todo el tiempo –
- Jaja no, nada que ver, solo me he encontrado con tres patas incluidos tú y mauri –
- Si claro –
- En serio broder porque no me crees -
- No importa broder, lo que hiciste antes no debe interesarme, es tu vida o lo fue –
Inclino mi cabeza hacia adelante, situando mí cara frente de la suya, él se acerca y nuestros labios se juntan por fin, no tengo mucha experiencia pero he aprendido rápido Mauricio fue un buen maestro. Mi lengua se abre paso y juguetea en el interior de su boca, mis dientes mordisquean suavemente sus labios, abro y cierro la boca atrapando sus labios y dejándolos sueltos una y otra vez, mis labios se humedecen con su saliva y yo humedezco los suyos con la mía, mi cuerpo se estremece, se calienta, me inclino más sobre él y terminamos echados sobre el césped, mi boca sigue jugando con la suya, mi lengua se enreda dentro de su boca, ahora puedo usar mis manos para recorrer su cuerpo delgado, tiene una cintura chiquita, que se me antoja deliciosa aún por encima de la ropa, no me atrevo a meter mis manos dentro, él es aún un chiquillo virgen e inexperto, incluso más que yo su cuerpo esta inmóvil, sus brazos pagados al pasto no se mueven para abrazarme, no porque no quiera, es solo que no sabe cómo o es al menos lo que creo, nuestro beso se prolonga haciéndose casi eterno hasta que un movimiento cerca de donde estamos nos vuelve a la realidad, nos sentamos apurados, como queriendo disimular tras haber sido descubiertos.
le hago notar mi ereccion mis brazos se pegan a su cuerpo y ciento como los suyos rodean mi cuello, nos besamos nuevamente sin decirnos nada. Nuestras bocas cada vez más acostumbradas a compartirse se entrelazan, esta vez mi cuerpo reacciona sobre el suyo que responde sin timidez. Cojo su cintura, es tan delgado que la puedo rodear con mis manos, empujo mi pelvis pegándola a la suya y el responde mejorando el beso, soy más grande y más grueso que él pero no parece importarle soportar mi peso sobre su menudo cuerpo, me recibe y se esfuerza por acomodarse y sentirme mejor.
El deseo arde dentro de mí, mis manos recorren su cuerpo con pasión desmedida, quiero más que solo un beso, quiero más que solo frotarme con él, quiero desnudarlo y saborearlo que me tenga dentro, sentir su cavidad, oírlo gemir…
Nos sentamos y Franquito apoya su cabeza en mi hombro
- Besas muy bien –
Me dice y busca mi mano, la cual le entrego y aprieto la suya. El diablillo sobre mi hombro me habla y el morbo se apodera de mí. Deslizo su mano sobre mi entre pierna, Franquito no pone resistencia, se deja guiar y cuando tiene mi bulto a su alcance lo acaricia con deseo.
- Tú también besas muy bien, mira como me has puesto –
- Ya me había dado cuenta sabes –
- Claro que lo sé, hace menos de un minuto has estado debajo de mí, he sentido como palpita tu corazón –
Inclino la cabeza y le doy otro beso mucho más corto, mucho menos caliente.
- Quieres hacer algo más? le pregunto al oído –
Intuyo su respuesta pero el diablillo sobre mi hombro me obliga a tentar.
- Algo como que –
- No sé, me la chuparías –
- oh
- Sorry, sorry, tenía que preguntar, me has puesto a mil, como crees que voy a bajarme esto, pajazo cuando llegue a mi casa que más –
Se pasa la lengua por los labios mientras acaricia mi pene por encima del pantalón, veo un destello de lujuria en sus ojos.
- Si quieres te la chupo –
Me dice con la voz tímida y un cierto rubor en las mejillas.
- En serio?, pero donde acá ni cagando broder –
- No pues acá no, vamos por allá, por el otro lado del malecón.
- En serio, acá en la vía pública? –
- Hay un sitio caleta más allá vamos y te lo muestro –
Me pongo de pie y el me sigue sin demora, su rubor ha desaparecido y ahora ha vuelto a ser el mismo chico lindo, desinhibido y conversador, mientras caminamos me cuenta que ya ha ido a ese sitio antes con otro chico.
- Aguanta, tú ya la chupas?
- Soy virgen, nadie me la ha metido aún pero ya la chupe –
Sus labios desaparecen dentro de su boca y vuelven a aparecer al cabo de pocos segundos húmedos y junto a la punta de su lengua.
- Y yo que pensé que iba ser el primero –
- Jajaja, el primero no creo –
- Bueno no seré el primero al que se la chupes pero el primero que te dé si no? –
Me mira incrédulo por unos segundos y vuelve a mirar hacia adelante
Caminamos de regreso hacia el parque al borde del malecón, a un lado se levantan edificios de vivienda de poca altura y hacia el otro el mar se extiende en toda su inmensidad, algunos metros más adelante hay una pared ciega y frente a esta unos matorrales tras un murete de un metro de altura. Franco salta sobre el murete y me indica que lo siga cosa que hago sin reclamar. Se sienta sobre la tierra y yo me siento también frente a él, ocultos tras las plantas que se levantan por encima del murete nos acercamos para besarnos.
- Besas bien –
- Sí, eso ya me lo dijiste, emmm a qué hora empezamos con lo otro –
- Jajaja sácala pues –
Bajo el cierre del pantalón y libero mi verga erecta por encima del bóxer, igual que si fuera a orinar, Franco la toma con su mano derecha y me baja el prepucio, sin pensarlo se la lleva a la boca. Que sensación, su boca húmeda me transmite un calor intenso, mi verga se pone aún más dura y mi cuerpo se tensa con el placer. Franco no es un experto pero yo tampoco lo soy, se mete mi verga hasta donde le quepa y la vuelve a sacar, repite la operación una y otra vez, su lengua, sus dientes, toda su boca me lleva al cielo. Tomo su cabeza y acompaso su propio ritmo con mis manos, él está en lo suyo, ambos disfrutando del momento en silencio por temor a que nos oigan y nos descubran. Me desabrocho la correa y luego el pantalón, libero mi verga por completo, ahora tengo las bolas sobre el bóxer, en cuanto Franco las ve se abalanza sobre ellas metiéndoselas de una en una a la boca, vuelve sobre mi falo erecto, lo lame y lo vuelve a introducir en su boquita, mis manos lo toman de la cabeza y esta vez soy yo quien le marca el ritmo de la mamada, acelero sus movimientos y cada vez lo obligo a tragarla por completo, mi glande toca su garganta y el trata de zafarse, lo libero para luego metérsela toda de nuevo aún más adentro, poco a poco me sigue el ritmo y se traga mi verga por completo, sus labios rosan mis bolas cada vez que baja con su boca hasta la base tragándosela por completo, se la saca y va a por mis huevos, los lame uno a uno, me levanta el escroto y me lo lame por detrás, vuelve a tragarse mis bolas una a una y regresa sobre mi falo cubriéndolo por completo con su boca.
Sigue así por varios minutos hasta que se la saca, me mira y me dice
- Quiero que me tires la leche en la cara –
No me lo puedo creer, hasta hace pocos minutos Franquito era para mí un chico súper inocente y tierno, sin embargo he descubierto que es más que eso, es inocente tierno pero tanto o más morboso que yo. Pongo mi mano sobre su cabeza y la empujo hacia mi miembro, el vuelve a metérselo en la boca mamándomela con destreza, tomo mi verga con mi mano y dejo que él se entretenga solo con mi glande, mientras yo me masajeo el miembro el lame la cabeza y de vez en vez cubre mi glande con sus labios, no soporto mas con la excitación y termino expulsando chorros de semen que se desparraman en su cara, su rostro se llena de mi leche, él lo coge con su mano derecha y se lo lleva a la boca, lo saborea. Mientras me mira a la cara, en medio de la oscuridad veo su rostro lleno de placer, inundado por mi leche. Franco se mete mi verga a la boca por última vez limpiando los residuos de leche que quedan sobre mi verga, mi glande más sensible que nunca se hunde en su boca dándome un placer extremo.
Franco se limpia la boca y yo me acomodo la verga regresándola nuevamente dentro del bóxer, ajusto mi pantalón y cierro la correa, nos paramos sin decirnos nada y salimos con cautela de nuestro escondite.
- Tienes buena pinga –
Me dice con cara de pendejo
- Jaja creo que ya te lo había dicho no? –
- Si bueno pero no lo aparentas –
- Jajaja –
Me rio solo para esconder los nervios. Volvemos a la conversa relajada la cual matizo con comentarios sobre lo bien que mama, le pregunto dónde aprendió, y con quien: Franco me cuenta que se la ha chupado a un par de patas a uno de ellos en el mismo sitio en el que acaba de hacerlo conmigo, como ya dije tremendo pendejito que me había resultado, después de esta me lo llevo a la cama es lo que pasa por mi cabeza mientras él me habla de cosas que no recuerdo.
Continuara…
Franquito tenía en esos día recien 18años, era agradable en su conversación y me divertía mucho chatear con él, su inocencia picara me ponía a mil. Había visto un par de fotos suyas y no era la gran cosa, al menos por foto parecía un chico normal.
Es lunes por la mañana me conecto y echo un vistazo a mis contactos, algo de 200 y cero conectados como sospeche. Me entretengo al internet que me llena el cerebro de las cojudeces más inverosímiles mientras reviso mis contactos cada 5 minutos. El día avanza y la lista de conectados se va llenando, nadie con quien me interese hablar pero de todas formas sigo la conversa de uno que otro amigo messengeriano. Son cerca de las 11 y la ventana parpadea.- jijijijifififif se ha conectado anuncia la ventana – y no pierdo un segundo en saludarlo
- Hola -
- Hola, que tal -
- Acá pues esperando que entre una personita que anda de escurridiza -
- A ya ok, hablamos entonces –
- Jajaja tontin, la personita escurridiza acaba de conectarse –
- A ya habla con el entonces pues –
- Eso hago chiquito –
¿Es un poco lento y no se da cuenta que me refiero a él o me sigue el juego?, pueden ser ambas cosas, Franquito no es de entender sutilezas o indirectas o al menos no hace evidente que las entiende. Pasamos algunas horas conversando de cojudeces la mayoría sin sentido, le cuento algunas mentiras verdaderas y otras verdades que hago pasar por mentiras
- tú me gustas, eres lindo, eres tan tierno –
- Eso le dices a todos seguro –
- Nada que ver broder
- Somos amigos
- Si broder pero el ser amigos no quiere decir que no podamos ser algo más –
- Vamos al cine, a caminar y conversar, así puedes insultar a tu ex y al mío al mismo tiempo habla que dices –
- Jajaja no sé, cuando sería –
Si ya estamos en el “cuando sería” es solo cuestión de un empujoncito más, es casi como tenerla evocada.
- Yo puedo hoy en la noche, a las 5 salimos los esclavos –
- Jajaja esclavo tu jaja ye pues –
- Jajaja esclavo soy, estoy en esta oficina en contra de mi voluntad –
Estoy en la oficina cuando debería estar metido en tu cama haciéndote gemir del gusto o al menos en la playa viendo desfilar cueritos, eso por lo menos si no se puede lo de hacerte gemir.
- Ya ya ok, pero hoy no puedo, mañana a las 7 pues –
- Mañana a las 7 entonces, quedamos –
Se queda callado por mucho rato y temo perder la oportunidad, aun así no insisto, la desesperación lleva al fracaso, me paro de la silla y me vuelvo a sentar unas diez o quince veces hasta que finalmente la ventana de msn parpadea.
- Adonde iremos? –
Leo en la ventana de conversación, todo arreglado, ahora es cuestión de decidir cuál será el campo de batalla, para la primera cita me basta con robarle un beso, tomarlo de la cintura y pegarlo a mi cuerpo sería más de lo que puedo realmente esperar.
- Vamos al cine o a conversar –
- En el cine no se puede conversar, además no puedo salir hasta tan tarde el martes, vamos a pasear –
Claramente será difícil incluso esto de robarle un beso, ir a pasear significa caminar por alguna calle con peatones de todas las edades, viejas que se espantarían viendo cómo se besan dos adolescentes, jóvenes que se espantarían más y niños cuyos padres se espantarían el doble, sin contar con que podría vernos algún amigo o amiga en cuyo caso el espantado sería yo.
- Ok, a pasear pero a donde, no me gusta mucho el público –
Suelto delicadamente mis intenciones, a ver si pica, si sale con eso de ser amigos de nuevo va ser más difícil lo del beso incluso si pasamos la barrera de los espantados.
- Conoces la pera del amor –
La pera del amor, esto puede no ser tan malo, si ya estamos hablando de amor solo falta anteponerle el “hacer” y ya estamos, luego de eso fuera ropa y adentro la verga.
- emmmm, no, yo desconozco mayormente –
- jajajaja, en el cruce de la Salaverry con la Av del ejército. –
- a yaaaaaa ok –
- conoces? –
- no –
Hacerme el payaso es siempre útil, relaja el estrés de las relaciones personales y nos acerca un poquitín más.
- jajaja, entonces? –
- no conozco pero veré como llego –
- ok –
- ya entonces mañana a las 7 en la pera del amor mi amor –
- si, mañana a las 7 y no soy tu amor –
Leyó lo del amor y ahora estoy seguro que también leyó lo del beso.
- Es una forma de decir pues –
- No pues, somos amigo nada más –
- Bueno entonces dejemos de serlo, quieres estar conmigo? –
Yo mismo me sorprendo de lo aventado que me permito ser, claramente me arriesgo a un no y a cagar literalmente la salida.
- Que hablas, y lo de ser amigos –
- No sé, tú me gustas, eres lindo ya te lo dije –
- Tú también me gustas –
El corazón me dio un vuelco y mi muñeco allá abajo dio otro, si esto no es un si lo va ser pronto.
- Bueno y entonces, porque no podemos ser, estar –
- En serio quieres estar conmigo –
- En serio que si –
Silencio, la gente suele conectarse pasadas las 4 de la tarde y todos quieren o tienen algo que decir, todos menos Franco que se ha quedado callado.
- Que paso, te fuiste? – ola, estas ahí? – amor estas? –
- No soy tu amor –
De nuevo la frase odiosa, tal vez he ido demasiado rápido y es momento de tirar para atrás para no perderme la salida. Estoy a punto de escribir cuando el mensaje de Franquito aparece en la ventana del chat.
- Si quiero –
Solo dos palabras después, el vacío. Sin embargo son las únicas dos palabras que necesito, me siento feliz
- En serio, quieres estar conmigo? –
- Sí, claro si tú quieres –
- Si no quisiera no te hubiera dicho no?
- No sé,
- Si –
- Entonces estamos? –
- Si –
Como todos los días vuelo a mi casa a las 5, en vez de tírame a hacer nada frente a la piscina me encierro en mi cuarto, luego de tomar una merecida siesta me doy un duchazo, me pongo bonito, me perfumo y cerca de las 6:20 me subo a un taxi rumbo a la pera del amor. Llegó cual gentelman inglés a las 7 en punto y no bien me apeo del taxi llamo a Franquito.
- Aló, Franco, soy yo
- Si, ya se,
- A que moderno jaja, ya llegue, donde andas? –
- Estoy acá en el parque, tu dónde estás? –
- Estoy en el parque también, acabo de cruzar la Av. Del Ejercito y estoy umm como en el medio pero sobre la avenida –
- A ya, camina de frente ahí te veo –
Camina de frente ahí te veo? Esto suena a la cámara escondida, me voy a encontrar con la televisión en algún programa de destapes?
- No pues, como camina de frente, donde estas tú? –
- Camina broder, yo estoy en el medio del parque, mas adentro camina y ya nos encontramos o sino espérame ahí ya llego –
- Ok, mejor te espero –
Me quedo parado observando a todos los individuos que pululan a esa hora por el parque. El día empezará a oscurecerse en unos 15 minutos pero por ahora la luz del solo nos sigue iluminando. Hay varios chiquillos en patinetas, algunos están para cogerlos dormidos, un par de viejitas sentadas en una banca y dos enamorados caminan de la mano. Caminando hacia mi veo a un chico lleva unos pantalones anchos llenos de bolsillos color crema, zapatillas north star negras con suela blanca y un polo de manga larga color azul con mangas celestes. Tiene una carita inocente, orejas de ratón, cejas negras bien delineadas pero varoniles, una naricita pequeña sobre una boquita larga de labios getones, tiene los ojos achinaditos pero grandes y una sonrisita picara que contrasta con su inocencia. Lleva el pelo bien recortado, es un pequeño hombrecito y se le ve como tal, de piel trigueña y menudito, no pareciera pesar más de 50 kilos y ha de medir menos 1.65 metros, llego a dudar de que sea el hasta que lo tengo frente a mí.
- Hola –
Me dice con una voz algo afeminada que se nota en proceso de cambio, me encanta.
- Hola, me reconociste, pensé que no lo ibas a hacer –
- Jaja como no, con todas las fotos que me has mandado –
- A bueno, hay algunos que ni con la foto –
- Si, ya veo que haces esto todo el tiempo –
- Jaja no, nada que ver, solo me he encontrado con tres patas incluidos tú y mauri –
- Si claro –
- En serio broder porque no me crees -
- No importa broder, lo que hiciste antes no debe interesarme, es tu vida o lo fue –
Inclino mi cabeza hacia adelante, situando mí cara frente de la suya, él se acerca y nuestros labios se juntan por fin, no tengo mucha experiencia pero he aprendido rápido Mauricio fue un buen maestro. Mi lengua se abre paso y juguetea en el interior de su boca, mis dientes mordisquean suavemente sus labios, abro y cierro la boca atrapando sus labios y dejándolos sueltos una y otra vez, mis labios se humedecen con su saliva y yo humedezco los suyos con la mía, mi cuerpo se estremece, se calienta, me inclino más sobre él y terminamos echados sobre el césped, mi boca sigue jugando con la suya, mi lengua se enreda dentro de su boca, ahora puedo usar mis manos para recorrer su cuerpo delgado, tiene una cintura chiquita, que se me antoja deliciosa aún por encima de la ropa, no me atrevo a meter mis manos dentro, él es aún un chiquillo virgen e inexperto, incluso más que yo su cuerpo esta inmóvil, sus brazos pagados al pasto no se mueven para abrazarme, no porque no quiera, es solo que no sabe cómo o es al menos lo que creo, nuestro beso se prolonga haciéndose casi eterno hasta que un movimiento cerca de donde estamos nos vuelve a la realidad, nos sentamos apurados, como queriendo disimular tras haber sido descubiertos.
le hago notar mi ereccion mis brazos se pegan a su cuerpo y ciento como los suyos rodean mi cuello, nos besamos nuevamente sin decirnos nada. Nuestras bocas cada vez más acostumbradas a compartirse se entrelazan, esta vez mi cuerpo reacciona sobre el suyo que responde sin timidez. Cojo su cintura, es tan delgado que la puedo rodear con mis manos, empujo mi pelvis pegándola a la suya y el responde mejorando el beso, soy más grande y más grueso que él pero no parece importarle soportar mi peso sobre su menudo cuerpo, me recibe y se esfuerza por acomodarse y sentirme mejor.
El deseo arde dentro de mí, mis manos recorren su cuerpo con pasión desmedida, quiero más que solo un beso, quiero más que solo frotarme con él, quiero desnudarlo y saborearlo que me tenga dentro, sentir su cavidad, oírlo gemir…
Nos sentamos y Franquito apoya su cabeza en mi hombro
- Besas muy bien –
Me dice y busca mi mano, la cual le entrego y aprieto la suya. El diablillo sobre mi hombro me habla y el morbo se apodera de mí. Deslizo su mano sobre mi entre pierna, Franquito no pone resistencia, se deja guiar y cuando tiene mi bulto a su alcance lo acaricia con deseo.
- Tú también besas muy bien, mira como me has puesto –
- Ya me había dado cuenta sabes –
- Claro que lo sé, hace menos de un minuto has estado debajo de mí, he sentido como palpita tu corazón –
Inclino la cabeza y le doy otro beso mucho más corto, mucho menos caliente.
- Quieres hacer algo más? le pregunto al oído –
Intuyo su respuesta pero el diablillo sobre mi hombro me obliga a tentar.
- Algo como que –
- No sé, me la chuparías –
- oh
- Sorry, sorry, tenía que preguntar, me has puesto a mil, como crees que voy a bajarme esto, pajazo cuando llegue a mi casa que más –
Se pasa la lengua por los labios mientras acaricia mi pene por encima del pantalón, veo un destello de lujuria en sus ojos.
- Si quieres te la chupo –
Me dice con la voz tímida y un cierto rubor en las mejillas.
- En serio?, pero donde acá ni cagando broder –
- No pues acá no, vamos por allá, por el otro lado del malecón.
- En serio, acá en la vía pública? –
- Hay un sitio caleta más allá vamos y te lo muestro –
Me pongo de pie y el me sigue sin demora, su rubor ha desaparecido y ahora ha vuelto a ser el mismo chico lindo, desinhibido y conversador, mientras caminamos me cuenta que ya ha ido a ese sitio antes con otro chico.
- Aguanta, tú ya la chupas?
- Soy virgen, nadie me la ha metido aún pero ya la chupe –
Sus labios desaparecen dentro de su boca y vuelven a aparecer al cabo de pocos segundos húmedos y junto a la punta de su lengua.
- Y yo que pensé que iba ser el primero –
- Jajaja, el primero no creo –
- Bueno no seré el primero al que se la chupes pero el primero que te dé si no? –
Me mira incrédulo por unos segundos y vuelve a mirar hacia adelante
Caminamos de regreso hacia el parque al borde del malecón, a un lado se levantan edificios de vivienda de poca altura y hacia el otro el mar se extiende en toda su inmensidad, algunos metros más adelante hay una pared ciega y frente a esta unos matorrales tras un murete de un metro de altura. Franco salta sobre el murete y me indica que lo siga cosa que hago sin reclamar. Se sienta sobre la tierra y yo me siento también frente a él, ocultos tras las plantas que se levantan por encima del murete nos acercamos para besarnos.
- Besas bien –
- Sí, eso ya me lo dijiste, emmm a qué hora empezamos con lo otro –
- Jajaja sácala pues –
Bajo el cierre del pantalón y libero mi verga erecta por encima del bóxer, igual que si fuera a orinar, Franco la toma con su mano derecha y me baja el prepucio, sin pensarlo se la lleva a la boca. Que sensación, su boca húmeda me transmite un calor intenso, mi verga se pone aún más dura y mi cuerpo se tensa con el placer. Franco no es un experto pero yo tampoco lo soy, se mete mi verga hasta donde le quepa y la vuelve a sacar, repite la operación una y otra vez, su lengua, sus dientes, toda su boca me lleva al cielo. Tomo su cabeza y acompaso su propio ritmo con mis manos, él está en lo suyo, ambos disfrutando del momento en silencio por temor a que nos oigan y nos descubran. Me desabrocho la correa y luego el pantalón, libero mi verga por completo, ahora tengo las bolas sobre el bóxer, en cuanto Franco las ve se abalanza sobre ellas metiéndoselas de una en una a la boca, vuelve sobre mi falo erecto, lo lame y lo vuelve a introducir en su boquita, mis manos lo toman de la cabeza y esta vez soy yo quien le marca el ritmo de la mamada, acelero sus movimientos y cada vez lo obligo a tragarla por completo, mi glande toca su garganta y el trata de zafarse, lo libero para luego metérsela toda de nuevo aún más adentro, poco a poco me sigue el ritmo y se traga mi verga por completo, sus labios rosan mis bolas cada vez que baja con su boca hasta la base tragándosela por completo, se la saca y va a por mis huevos, los lame uno a uno, me levanta el escroto y me lo lame por detrás, vuelve a tragarse mis bolas una a una y regresa sobre mi falo cubriéndolo por completo con su boca.
Sigue así por varios minutos hasta que se la saca, me mira y me dice
- Quiero que me tires la leche en la cara –
No me lo puedo creer, hasta hace pocos minutos Franquito era para mí un chico súper inocente y tierno, sin embargo he descubierto que es más que eso, es inocente tierno pero tanto o más morboso que yo. Pongo mi mano sobre su cabeza y la empujo hacia mi miembro, el vuelve a metérselo en la boca mamándomela con destreza, tomo mi verga con mi mano y dejo que él se entretenga solo con mi glande, mientras yo me masajeo el miembro el lame la cabeza y de vez en vez cubre mi glande con sus labios, no soporto mas con la excitación y termino expulsando chorros de semen que se desparraman en su cara, su rostro se llena de mi leche, él lo coge con su mano derecha y se lo lleva a la boca, lo saborea. Mientras me mira a la cara, en medio de la oscuridad veo su rostro lleno de placer, inundado por mi leche. Franco se mete mi verga a la boca por última vez limpiando los residuos de leche que quedan sobre mi verga, mi glande más sensible que nunca se hunde en su boca dándome un placer extremo.
Franco se limpia la boca y yo me acomodo la verga regresándola nuevamente dentro del bóxer, ajusto mi pantalón y cierro la correa, nos paramos sin decirnos nada y salimos con cautela de nuestro escondite.
- Tienes buena pinga –
Me dice con cara de pendejo
- Jaja creo que ya te lo había dicho no? –
- Si bueno pero no lo aparentas –
- Jajaja –
Me rio solo para esconder los nervios. Volvemos a la conversa relajada la cual matizo con comentarios sobre lo bien que mama, le pregunto dónde aprendió, y con quien: Franco me cuenta que se la ha chupado a un par de patas a uno de ellos en el mismo sitio en el que acaba de hacerlo conmigo, como ya dije tremendo pendejito que me había resultado, después de esta me lo llevo a la cama es lo que pasa por mi cabeza mientras él me habla de cosas que no recuerdo.
Continuara…
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