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Chica de ciudad: Segundo año. Capítulo 11

Chica de ciudad: Segundo año. Capítulo 11

No leiste la primera parte de "Chica de ciudad"? Son solo 10 capítulos y te van a encantar! Acá te dejo el link para que entres y te deleites:
PRIMER AÑO. CAPÍTULO 1



Esta es la historia de Celeste, una pueblerina de 19 años después de vivir un año en la gran ciudad desea seguir explorando la loca vida que ahora le toca llevar, llena de relaciones complicadas, deseos escondidos y fantasías por cumplir. Esta historia es ficción, eso no quiere decir que algunos hechos no sean reales…

CAPITULO 1

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Capítulo 11: Un visitante inesperado
   - Me encanta estar con vos.- Me dijo Luciano después de un largo discurso sobre lo mucho que se arrepentía de haberme dicho que yo no era capaz de hacer un trío.- Y me calentás muchísimo.
   Estábamos en la facultad y ninguno de los dos nos pudimos contener. Salimos caminando despacio nuevamente hasta el salón donde habíamos tenido sexo la vez que nos filmaron, pero en esta ocasión nos aseguramos de que nadie nos siguiera. Después de esperar algunos segundos para corroborar que no había nadie detrás nuestro, entramos y nos escondimos en el fondo bien pegados a la pared. Luciano me dio un beso bien apasionado pero yo me arrodillé inmediatamente frente a él y le bajé el pantalón.
   Tenía la pija totalmente dura y le marcaba un bulto enorme debajo del bóxer. Le pasé la lengua por encima de la tela y sentía como palpitaba deseosa de salir, por lo que sin dar muchas vueltas se la saqué y comencé a chupársela. Él giró rápidamente la cabeza para ver que no había nadie filmándonos y después volvió a mirar como yo disfrutaba de mamarle su enorme pija. ¡Qué rica que estaba! ¡Me encantaba darle placer con mis labios de esa manera y ver en su rostro la expresión de satisfacción que ponía! Esta vez lo iba a hacer acabar con mi boquita. “¡Seguí así!” me decía envuelto en placer.
   Se la seguí chupando como loca hasta que él no pudo modas. “¡Voy a acabar!” me advirtió pero en vez de alejarme, yo me metí aun más su pija en la boca y cuando comenzó a lanzar la lechita, lo hizo bien adentro de mi cuerpo. Mi lengua se llenó de su semen calentito y a medida que seguía saliendo me lo iba tragando hasta recibir la última gota de su cuerpo. “¡Me encanta tu lechita!” le dije relamiéndome los labios y mirándolo con expresión de puta.

   Podríamos decir que lo que estaba destinado a unirnos a Luciano y a mí nos terminó separando. El hecho de tener un trío con Santino, su mejor amigo, fue algo muy excitante más si tenemos en cuenta lo caliente que nos pusimos esa noche y todas las locuras que hicimos. Pero lo que no nos dimos cuenta hasta pasados unos meses, es que esa noche comenzó la decaída entre él y yo. Sin embargo todavía faltaba para eso y por ende él seguía siendo el principal hombre de mi vida. Pero no era el único. También había otros chicos que parecían lejanos pero que cuando me quise dar cuenta eran sumamente importantes para mi historia.
   A esas alturas me acostaba solo con uno, pero había otro que insistía en ser mi pretendiente. Facundo seguía enviándome frases zarpadas por whatsapp al estilo de “Tengo muchas ganas de volver a cogerte y hacerte gritar de placer” y yo se las respondía. Mi bronca por Vanina había llegado a un nivel tal que ya no me importaba calentar a su novio. “Me muero de ganas de que me des tu pija como a mi bien me gusta” le escribía yo y él se moría de ganas. A su vez ahora el nivel de calentura que tenía (y que yo incentivaba) lo había llevado a sacarse alguna que otra foto zarpada en la que se lo veía con la pija bien dura y la leyenda de “así me tenés”.
   Pero no era el único de su grupo que de pronto parecía interesado en estar conmigo. Tras haber cortado todo tipo de relación con Florencia, Lucas de la mano de Valentín, comenzaba a relacionarse conmigo de a poco. Era bastante agradable ver como un viejo amigo como Valen, que se había alejado de mí por culpa de Vanina, ahora volvía relacionarse conmigo y traía a uno de sus amigos que al parecer quería algo más. Pero la mayor sorpresa fue cuando Lautaro se sentó en la misma mesa que estaba yo sentada en el bar de la facultad al día siguiente que se corrió la noticia que había cortado con Laura.
   - ¿Te jode si me siento acá?- Me dijo y tras decirle que no se sentó y comenzó a hablarme de su vida como si nunca hubiésemos dejado de relacionarnos.
   Hasta ahora la única pareja de ese grupo que sobrevivía era la de Facundo y Vanina, sin embargo yo sabía que esa pareja era una gran mentira y que no dentro de mucho también iba a terminar. Después de todos los amigos de Facundo habían dejado de relacionarse con las amigas de Vanina y la presión social los incitaba a dejar de estar juntos. Fue entonces cuando se me ocurrió una maldad inmensa y le saqué captura de pantalla a todas las conversaciones que venía teniendo con Facundo. Pero segundos antes de mandárselas, decidí guardármelas para más adelante.

   Por el contrario, en mi grupo las relaciones iban en otra dirección. Guille, Marti, Maipi y yo estábamos más unidas que nunca y nos sentíamos muy bien juntas. Los chicos, Nicolás y Mateo se habían convertido en mejores amigos y los seis vivíamos moviéndonos en grupo y solíamos pasar mucho tiempo juntos. Nico comenzó a verse con Daniela, una chica bastante simpática y agradable, que a pesar de toda la historia que había entre él y yo, no podía negar que me caía bien, por lo que fui una de las primeras (para sorpresa de los demás) que accedió a sumarla al grupo.
   La noche del 17 de septiembre nos juntamos en la casa de Mateo con la idea de hacer una buena previa y después salir a bailar. Mi conversación con Luciano ya era casi de memoria: acordábamos a qué hora nos encontrábamos, veíamos quien pasaba a buscar a quién y por último definíamos a la casa de quien íbamos. Pero esa noche la cosa se dio de otra manera.
   Él decidió no salir a bailar por lo que yo me despreocupé por cualquier tipo de mensaje que podía llegar a recibir. Sin embargo a las 5 de la mañana cuando estábamos por salir del boliche agarré mi teléfono y me encontré con un mensaje sorpresa: “Estás despierta? Estoy en Rosario. Querés que hagamos algo?” decía el whatsapp que me había enviado Ezequiel. Para todos aquellos que no recuerden, Eze es el chico con el que estuve en las vacaciones de invierno del año anterior cuando volví a mi pueblo y me enteré que Gabriel, con quien yo salía, se había puesto de novio con Noelia, una de mis mejores amigas (algo parecido a lo de Facundo y Vanina). Pero la historia con Ezequiel no quedó en esas vacaciones de invierno, ya que en el último verano nos vimos incontables veces en mi casa y tuvimos mucho sexo.
   ¿Qué debía hacer? Obviamente no tenía ningún compromiso que me atara a Luciano más que el de personas que salen, puesto que él en ningún momento me propuso algo serio. Sin dejar de lado que después de haber vuelto con él yo me había acostado con Nicolás, mi mejor amigo. ¿Debía ignorar su mensaje o decirle que estaba en algo con alguien e irme a dormir? ¿O tenía que escribirle diciéndole que podíamos encontrarnos en mi departamento? De más está decir que saben lo que hice.

   - Pensé que no me ibas a responder.- Me dijo entrando a mi departamento casi media hora más tarde.
   - Es que vi tarde tu mensaje.- Le dije sacándome los zapatos y yendo hacia mi pieza.- ¿Qué hacés acá?
   - Viene para festejar mi cumpleaños con unos amigos. Fue el 7, ¿te acordás?- Me dijo y entonces recordé que no lo había saludado.
   - ¡Tenés razón! ¡Feliz cumple!- Dije y me acerqué a él y le di un abrazo.
   - Que mal de tu parte en olvidarte. Ahora me lo vas a tener que compensar con un buen regalo.- Me dijo y noté en su cara una mirada de depravado.
   Pero yo no tenía problema en compensarlo. Me acerqué a él con velocidad y pasando mis brazos sobre sus hombros lo besé apasionadamente. Ezequiel me devolvió el beso y enseguida me envolvió entre sus brazos. Era un chico muy zarpado a la hora de la acción, le gustaba llevar las riendas del asunto y sobre todo ponerse algo loco y violento. Y esa noche no iba a ser la excepción.
   Con sus brazos fuertes me levantó desde las piernas y me llevó hasta la pared estampándome de una manera agresiva y sin dejar de comerme la boca. Yo aproveché para sacarle la remera y para comprobar que cada vez se estaba poniendo más fuerte. De la locura que él me provocaba, no me pude contener en arañarle toda la espalda y cuando lo hice el me miró con una sonrisa malévola que significaba que esa noche iba a ser muy violenta.
   Me tiró (literal) sobre la cama y automáticamente se lanzó sobre mí. Mientras nos besábamos nos íbamos desasiendo de la ropa que volaba por los aires y caía en cualquier lado de la habitación. Ezequiel me arrancó la camisa que tenía puesta en ese momento haciendo que algunos de los botones salieran disparados hacia el techo y después me desabrochó el corpiño para ir directo hacia mis tetas. Las tomó con ambas manos y las apretó bien fuerte para luego lamerlas como si estuviese desesperado. Mi sonrisa de placer era inmensa.
   Después siguió bajando por todo mi cuerpo y tras besarme en todos lados llegó a mis piernas y las abrió de par en par para saborear mi conchita como lo había hecho en el verano. “¡Mmm sí!” grité entre gemidos de placer y él siguió moviendo su lengua de forma muy acelerada por encima de mi clítoris. Mi cintura bailaba el rimo de su boca y mis piernas temblaban cada vez que sus labios tocaban mi cuerpo. Pero esta vez se animó a más y yo no puse resistencia. Levantándome la cola con una mano, fue metiendo la otra por debajo hasta llegar a mi culito y después de pasarle solo la lengua dos veces, fue metiendo uno de sus dedos adentro de mi cuerpo.
   - ¿Te gusta?- Me preguntó.
   - ¡Me encanta!- Le respondí yo mientras su dedo entraba y salía de mi cola al mismo tiempo que su lengua volvía a darme placer en mi concha.
   Entonces Ezequiel se arrodilló entre mis piernas y apenas bajándose el bóxer que era la única prenda que quedaba en su cuerpo, reveló su pija de unos 16 centímetros bien dura y no pude evitar llevarme una sorpresa. Tenía puesto un piercing que atravesaba de lado a lado la cabeza de su pija. “¿Y eso?” le pregunté totalmente shockeada y él me respondió que se lo hizo hace unos meses. Una sensación muy bizarra recorrió todo mi cuerpo y cuando me volvió a empujar contra la cama para que quede recostada y metió su pija en mi cuerpo sentí un escalofrío.
   Ezequiel me empezó a coger de manera muy zarpada. Mis piernas se elevaban por los aires y él las sostenía con sus firmes manos. Su cintura chocaba contra mí cuerpo y sentía una ola de placer inmensa cada vez que su pija entraba de lleno en mi cuerpo. Me cogía a toda velocidad y de manera bien fuerte, dándome golpes duros con su cuerpo.
   Al cabo de unos minutos de darme placer en esa posición me dijo que me diera vuelta y que me pusiera en cuatro y cuando lo hice él se agachó para volver a darme placer con su boca. Pero esta vez no lo hizo solo sobre mi conchita, sino que su lengua le dio prioridad a mi cola. “Me encanta tu colita, Cele” me dijo mientras la saboreaba y me volvía loca de placer. Nuevamente un dedito se hizo presente en ella, pero esta vez entró con mucha más facilidad y comenzó a cogerme con él. “Me vuelve loco este cola” insistió segundos después.
   - ¿Vos querés cogerme la colita?- Le pregunté y por más que no lo veía noté una sonrisa en su cara.
   - ¿Me dejás?- Me preguntó haciéndose él inocente.
   - Si Eze.- Le respondí.- Cogeme toda la colita.
   Entonces emocionado, Ezequiel siguió lamiéndome el culito mientras que con su dedo lo iba preparando para meterme su pija. Era increíble lo que era capaz de hacer con su boca y si a eso le sumamos su mano, en cuestión de pocos minutos mi cola estaba lista para la acción. Se volvió a arrodillar detrás de mí y apoyando su cabeza comenzó a hacer presión y su verga entró en mi cuerpo por la puerta de atrás.
   “¡Mmm sí!” volví a gemir de placer mientras que él me tomaba por la cintura y lentamente me iba cogiendo para adaptar mi colita a la situación. “¡Qué lindo!” dijo él emocionado de poder estar cogiéndome por atrás. Suavemente fue poniéndole ritmo a la cosa, pero Ezequiel no es una persona que esté acostumbrada a hacerlo despacio y en cuestión de un instante, volví a cogerme de manera muy zarpada. En tan solo algunos minutos su pija entraba y salía de mi culo a una velocidad impresionante y con una furia tremenda y sus manos se aferraban a mí cintura dejándome la marca de sus dedos.
   Yo gritaba como loca, mordía la sábana y me aferraba al borde del colchón con la idea de descargar un poco la tensión que recibía mi cuerpo. Ezequiel estaba decidido a darme placer por atrás. ¡No! “Darme placer” no, estaba decidido a romperme el orto con su pija. El ruido de su cuerpo chocando contra mis cachetes se oía cada vez más fuerte y sentía el calor que eso me provocaba por todo mi cuerpo.
   - ¡Sí! ¡Sí! ¡Qué rico culo que tenés!- Gritaba él entusiasmado mientras que me cogía con todas sus fuerzas.- ¡Me encanta tu culito! ¡Qué apretadito que lo tenés!
   Sentía como su pija entraba y salía de mi cuerpo y como mi cola se abría para recibirla una vez más. El placer era inmenso y sin darme cuenta comencé a acabar por mi concha. El líquido salía y resbalaba por mis piernas, pero a su vez sentía como manchaba el cuerpo de Ezequiel que emocionado por darme tanto placer me seguía cogiendo cada vez más y más fuerte.
   Entonces él comenzó a acabar y lo hizo adentro de mi cola, algo que yo vivía por primera vez. Sentía como la leche salía de su pija y se descargaba sobre mi cuerpo pero a su vez como buscaba un lugar para salir y de a poco iba manchando mi cola. Cuando por fin sacó su verga de adentro mío, una sensación muy extraña recorrió mi cuerpo mientras que el semen iba saliendo de mi culito y caía por mi piel. Ezequiel miraba fascinado el trabajo que había hecho y no pudo resistirse a darme un cachetazo en la cola que me dejó vibrando todo el cuerpo.
   - ¡Qué lindo romperte el culo de esa manera!- Dijo contento.


SIGUIENTE


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2 comentarios - Chica de ciudad: Segundo año. Capítulo 11

Pervberto +1
Celeste no para de aumentar sus placeres.
HistoriasDe +1
Como corresponde! Jajaja
Gracias por comentar!
espumado +1
puufffff q puton hermoso.. y q lindo q te debe haber quedado el culo.. tenes q dar mas detalles de esas cosas
HistoriasDe
Gracias por pasar!