Machito...

Cuando era pibe allá por los 70's el varón hetero era machazo, el tipico hombre de pelo en pecho y cadena ancha que remataba en una cruz de plata que se perdia entre el vello tupido del pecho.
En el bajo suburbio crecí entre tipos bravos , changarines, albañiles, operarios del matadero o algún frigorifico, metalurgicos, basureros...
Cada fin de semana se organizaban campeonatos de futbol en la cancha de 11 Corazones que iban de viernes a domingo, muchachos de todas las barriadas venían a jugar al futbol.
Mi viejo me llevaba y nos pasabamos el dia en ese potrero enorme que el la vecindad cuidaba con dedicación.
Papá tenía el enorme deséo de que me gustara el futbol tanto como le gustaba a él, y yo le seguía el tren.
Cuando descubrí la sexualidad de los adultos me convertí en un curioso espía de la genitalidad masculina.
" El payo " , un hijo de alemanes nacido en el Chaco, rubio, alto y enorme, compañero del equipo de mi viejo, no tenia problemas a la hora de cambiarse o de mear sacando la verga por la pierna del shortcito...
Haciendome el distraido no me perdía detalle de su miembro cada vez que se arrodillaba al costado de la cancha a mear... El dedo gordo retiraba el prepucio por completo dejando a la vista una cabeza de carne rosa, enorme, mas gruesa que el resto su " pito"...
Cuando tenía suerte, podía verle los huevos enormes, cubiertos de una peluza rubia colgando desafiantes detras de su pija sostenida por los dedos que la sacudian de una forma muy exitante.
Cada vez que le veía la verga, no hacía mas que recrear en mi cabeza el placer que debería experimentar su hembra llena de esa verga cabezona.