Esta es la primera vez que me sucede algo así, había frecuentado este lugar los últimos meses, la mayoría de veces salía del trabajo con Javier y nos tomábamos unas cervezas mirando los terribles culazos que hay en Colombia.
Él estaba en una relación medio complicada que incluía problemas de cama con su mujer y sucesivas corneadas por parte y parte, sin embargo una noche noté que una de las camareras me miraba más de la cuenta, en fin, soy bien parecido y no es extraño que las mujeres me miren en la calle, sobretodo las más jóvenes, pero esta chica se ponía súper nerviosa, hasta le temblaban lasanos cuando nos servía la cerveza en el baso.
Javier se reconcilió con su mujer y yo, con ganas de tomar ingentes cantidades de alcohol, decidí ir al mismo bar, en el cual pondrían música un poco más movida que de costumbre (era viernes), y beber hasta deshinibirme lo suficiente como para hacer algo divertido.
Cuando ya estaba algo intoxicado, decidí ir y sentarme junto a dos chicas que recién llegaban, una parecía afligida, sus ojos estaban hinchados de llorar, al parecer su amiga la había obligado a ir a aquel lugar contra su voluntad, tenía una camiseta negra que me dejaba ver todos su dotes de MILF, la otra, que parecía más experimentada, apuesto que no tenía nada dejabo de la blusa, porque sus pezones se veían duros, a pesar de que sus tetas eran un poco mas pequeñas. Sonrió cuando me vio llegar a la mesa.
Las saludé, las invité un trago y aceptaron, , Rocío, tenia un acento argentino (o peruano) que no lograba decifrar del todo. No paraba de decirle a su amiga lo mucho que le hacía falta una buena venganza, empezó a tocarme la pierna por debajo de la mesa.
Supe que se llamaba Lorena, que su marido la había engañado con una prostituta cualquiera, se habían separado hace dos semanas y había vuelto a casa de su madre con Rocío, eran socias en alguna clase de despacho legal, o no lo sé, el alcohol y ese par de tetas no me dejó escuchar bien.
Sus tetas se asomaban y me traían caliente, Rocío siguió tocándome la verga mientras convencía a su amiga para que se acercara a mí, luego, cuando vio que ella desistía, lamió toda mi oreja, terminó de ponerme el palo duro y le gritó
- Vamos mujer!, tenés un rubiecito de gimnasio sentado enfrente tuyo con una erección y enloquecido por comerte, mandále un vídeo a ese hijo de su re mil puta y que se muera de celos mientras ve como te coje un hombre de verdad.
Tomó un shot de tequila, me cogió de la mano y subimos al baño por unas escaleras de madera que hacían imposible no escuchar el taconeo decidido que me arrastraba al sexo por venganza. Mientras subía noté como los ojos de la mesera se querían salir de su cara, el gesto fue tan evidente que dudo mucho que alguien en el bar dudara que íbamos a tener sexo.
Entramos al baño, ella me tira contra la pared y me empieza a besar, yo le mando la mano a esas tetas grandes de MILF que me volvieron loco toda la noche y ella parece gemir cuando siente mi pija contra su cuerpo. La cojo del cuello (me gustan esas cosas), meto la mano dentro en sus jeans y le agarro el clitoris entre los dedos, veo su cara y es un verdadero deleite, está completamente entregada a mi, extasiada, apenas si puede abrir los ojos, pienso que podría hacerla tener el mejor orgasmo de su vida sólo tocándola, dominándola, sus ojos se abren un poco y logra decirme en un gemido que la haga venir como la perra cornuda que es, vuelo de placer.
Le meto dos dedos y la halo contra mí, haciéndola chorrear en mis manos y mojar su pantalón........Luego suena la puerta y el momento se corta, escucho la voz de la mesera, diciéndonos que tiene que hacer el cierre de cuentas, y necesita que le paguemos al menos la mitad.
Ella salé totalmente avergonzada, con la cabeza gacha, apenas si mira a la mesera y baja directo donde Rocío, parece que el pudor puede impedir que una mujer madura disfrute de engañar a su marido infiel en el baño de un bar, a pesar de que solo unos segundos antes su vagina estaba chorreando en mis manos y me había pedido que la follara como a una perra cornuda.
La mesera (de la que nunca supe su nombre) me dio una cachetada y me tiro contra el inodoro.
-¿pero que mierda te crees rubiecito? Crees que puedes venir aquí y cogerte a la primera vieja llorona que tiene problemas con el marido?
Su cara tenía una furia auténtica. Tomó mi mano y sintió la humedad de Lorena, cosa que me hizo hervir la sangre.
-No sabes lo que es una mujer de verdad, maldito mal agradecido, te he estado haciendo ojitos durante los últimos meses y no has tenido el coraje siquiera de preguntarme mi nombre, si no funciona a las buenas, tendré que hacerte mío a las malas.
Me dio otra cachetada y se sacó la falda, no tenía nada debajo. Me sacó la verga del pantalón y sin esfuerzo alguno me empezó a cabalgar mientras me agarraba del cabello, estaba aún más mojada que Lorena, salpicaba mi pantalón.
Intenté agarrarle las tetas, tocarle la cara, pero cada vez que estiraba mis manos me daba otra cachetada. -eso te ganas por venir aquí con esa perra, no vas a ver mis tetas, no te voy a dejar tocarme si quiera.
Cabalgaba mi verga como una diosa, no creo recordar haber sentido algo igual antes o después, mis pezones se pusieron duros y me desabroché la camisa, ella los vio y empezó a lamerlos.
Despues de un rato casi me vengo en ella, pero se dio cuenta, paró y me mordió fuerte los pezones.
-no te vas a venir dentro de mi, no esta noche. Me quitó el pantalón, se arrodilló ante mi y empezó a lamerme el culo mientras me jalaba bien fuerte la verga.
-correte, vamos, saca la leche de esas bolas y damela a mí, piensa en esa maldita MILF que te ibas a coger, no me importa, eres mío ahora.
Esta vez la cogí del cuello con una mano y del cabello con la otra, use su boca para masturbarme y me vine como loco.
Ella recuperó el aliento y me besó, la muy puta quería pasarme mi propio semen.
-quedate ahí, en media hora termino mi turno y vengo por ti para terminar esto en mi casa.
Salió y dejó la puerta asegurada desde afuera con una escoba.
Like si quieren saber cómo siguió.
Él estaba en una relación medio complicada que incluía problemas de cama con su mujer y sucesivas corneadas por parte y parte, sin embargo una noche noté que una de las camareras me miraba más de la cuenta, en fin, soy bien parecido y no es extraño que las mujeres me miren en la calle, sobretodo las más jóvenes, pero esta chica se ponía súper nerviosa, hasta le temblaban lasanos cuando nos servía la cerveza en el baso.
Javier se reconcilió con su mujer y yo, con ganas de tomar ingentes cantidades de alcohol, decidí ir al mismo bar, en el cual pondrían música un poco más movida que de costumbre (era viernes), y beber hasta deshinibirme lo suficiente como para hacer algo divertido.
Cuando ya estaba algo intoxicado, decidí ir y sentarme junto a dos chicas que recién llegaban, una parecía afligida, sus ojos estaban hinchados de llorar, al parecer su amiga la había obligado a ir a aquel lugar contra su voluntad, tenía una camiseta negra que me dejaba ver todos su dotes de MILF, la otra, que parecía más experimentada, apuesto que no tenía nada dejabo de la blusa, porque sus pezones se veían duros, a pesar de que sus tetas eran un poco mas pequeñas. Sonrió cuando me vio llegar a la mesa.
Las saludé, las invité un trago y aceptaron, , Rocío, tenia un acento argentino (o peruano) que no lograba decifrar del todo. No paraba de decirle a su amiga lo mucho que le hacía falta una buena venganza, empezó a tocarme la pierna por debajo de la mesa.
Supe que se llamaba Lorena, que su marido la había engañado con una prostituta cualquiera, se habían separado hace dos semanas y había vuelto a casa de su madre con Rocío, eran socias en alguna clase de despacho legal, o no lo sé, el alcohol y ese par de tetas no me dejó escuchar bien.
Sus tetas se asomaban y me traían caliente, Rocío siguió tocándome la verga mientras convencía a su amiga para que se acercara a mí, luego, cuando vio que ella desistía, lamió toda mi oreja, terminó de ponerme el palo duro y le gritó
- Vamos mujer!, tenés un rubiecito de gimnasio sentado enfrente tuyo con una erección y enloquecido por comerte, mandále un vídeo a ese hijo de su re mil puta y que se muera de celos mientras ve como te coje un hombre de verdad.
Tomó un shot de tequila, me cogió de la mano y subimos al baño por unas escaleras de madera que hacían imposible no escuchar el taconeo decidido que me arrastraba al sexo por venganza. Mientras subía noté como los ojos de la mesera se querían salir de su cara, el gesto fue tan evidente que dudo mucho que alguien en el bar dudara que íbamos a tener sexo.
Entramos al baño, ella me tira contra la pared y me empieza a besar, yo le mando la mano a esas tetas grandes de MILF que me volvieron loco toda la noche y ella parece gemir cuando siente mi pija contra su cuerpo. La cojo del cuello (me gustan esas cosas), meto la mano dentro en sus jeans y le agarro el clitoris entre los dedos, veo su cara y es un verdadero deleite, está completamente entregada a mi, extasiada, apenas si puede abrir los ojos, pienso que podría hacerla tener el mejor orgasmo de su vida sólo tocándola, dominándola, sus ojos se abren un poco y logra decirme en un gemido que la haga venir como la perra cornuda que es, vuelo de placer.
Le meto dos dedos y la halo contra mí, haciéndola chorrear en mis manos y mojar su pantalón........Luego suena la puerta y el momento se corta, escucho la voz de la mesera, diciéndonos que tiene que hacer el cierre de cuentas, y necesita que le paguemos al menos la mitad.
Ella salé totalmente avergonzada, con la cabeza gacha, apenas si mira a la mesera y baja directo donde Rocío, parece que el pudor puede impedir que una mujer madura disfrute de engañar a su marido infiel en el baño de un bar, a pesar de que solo unos segundos antes su vagina estaba chorreando en mis manos y me había pedido que la follara como a una perra cornuda.
La mesera (de la que nunca supe su nombre) me dio una cachetada y me tiro contra el inodoro.
-¿pero que mierda te crees rubiecito? Crees que puedes venir aquí y cogerte a la primera vieja llorona que tiene problemas con el marido?
Su cara tenía una furia auténtica. Tomó mi mano y sintió la humedad de Lorena, cosa que me hizo hervir la sangre.
-No sabes lo que es una mujer de verdad, maldito mal agradecido, te he estado haciendo ojitos durante los últimos meses y no has tenido el coraje siquiera de preguntarme mi nombre, si no funciona a las buenas, tendré que hacerte mío a las malas.
Me dio otra cachetada y se sacó la falda, no tenía nada debajo. Me sacó la verga del pantalón y sin esfuerzo alguno me empezó a cabalgar mientras me agarraba del cabello, estaba aún más mojada que Lorena, salpicaba mi pantalón.
Intenté agarrarle las tetas, tocarle la cara, pero cada vez que estiraba mis manos me daba otra cachetada. -eso te ganas por venir aquí con esa perra, no vas a ver mis tetas, no te voy a dejar tocarme si quiera.
Cabalgaba mi verga como una diosa, no creo recordar haber sentido algo igual antes o después, mis pezones se pusieron duros y me desabroché la camisa, ella los vio y empezó a lamerlos.
Despues de un rato casi me vengo en ella, pero se dio cuenta, paró y me mordió fuerte los pezones.
-no te vas a venir dentro de mi, no esta noche. Me quitó el pantalón, se arrodilló ante mi y empezó a lamerme el culo mientras me jalaba bien fuerte la verga.
-correte, vamos, saca la leche de esas bolas y damela a mí, piensa en esa maldita MILF que te ibas a coger, no me importa, eres mío ahora.
Esta vez la cogí del cuello con una mano y del cabello con la otra, use su boca para masturbarme y me vine como loco.
Ella recuperó el aliento y me besó, la muy puta quería pasarme mi propio semen.
-quedate ahí, en media hora termino mi turno y vengo por ti para terminar esto en mi casa.
Salió y dejó la puerta asegurada desde afuera con una escoba.
Like si quieren saber cómo siguió.
2 comentarios - Un rimmjob en el baño de un bar