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Mi cuñadita juega a las gatitas con sus amigas

Este es un juego que me enteré que hace mi cuñadita con sus dos amigas con las que comparte departamento. Es algo que escuché de su propia boca. Por supuesto no me lo contó directamente a mí pero tengo mis métodos para enterarme…

Para ponerlos en situación les cuento un poco de las chicas. Las tres rondan los 20 años, estudian y trabajan part-time. Comparten los gastos del departamento que una de ellas tiene y como hay tres habitaciones cada una hace la suya sin joder a las otras.

Mi cuñadita (digamos… Candela - Cande) es una chica bonita, alta, flaca de pelo rubio, lacio y lo usa largo. No tiene un cuerpo de curvas muy marcadas pero sí tiene encanto. Encanto al hablar, al desenvolverse socialmente. Es un deleite contemplar su forma de moverse y si alguna vez tenés la suerte de verla bailar… es tan excitante… la manera en que se mueve, se menea, se contornea… te obliga a imaginarla en situaciones íntimas y a mí, en lo personal, me genera un recelo al saber que quizá nunca pueda disfrutar íntimamente de su show.

Melina es la amiga directa de Cande. Ella es la dueña del departamento. Es, además de la mayor de las tres, la más alta. Cariñosamente le dicen “Mamá” (cuando me enteré el por qué me estalló la cabeza, ya van a ver). Melina es morocha de pelos enrulados y boca gruesa. Su cuerpo es un imán para la vista porque cuando la miras es muy difícil sacarle los ojos de encima, más de una vez esta situación estuvo a punto de generarme un conflicto. Al margen de su hermosa anatomía Meli es una mina muy simpática, a todos les cae bien.

Finalmente está Luli. Luli es amiga directa de Melina y, desde que viven juntas, amiga por adopción de mi cuñadita Cande. Si bien Luli es la más bajita de las tres, es también, la más voluptuosa. El tamaño y la forma de sus pechos y su cola, genera revuelo, siempre, dondequiera que ella se presente. Pelo lacio, de un tinte casi bordó y rapado en un costado, Luli es la única de las tres que se define abiertamente lesbiana.

Las tres chicas a prendieron a convivir sin problemas y de a poco fueron conociéndose profundamente, muy profundamente. Entre ellas comparten todo. Tanto es así que al tiempo de convivir, la curiosidad propia de la edad, el deseo puesto al servicio de la líbido, las ganas de experimentar con todo y no perderse oportunidad de conocer cosas nuevas, las fueron empujando a conocerse íntimamente, MUY íntimamente. Es algo no tan fácil de entender, pero entre ellas no hay celos, se comparten. De repente una de las chicas puede amanecer en la habitación de una o de otra y está todo bien. Lo disfrutan. Sé que han llegado a dormir las tres en la misma cama todo un fin de semana. ¿Quién pudiera ser testigo de ese espectáculo?

De ahí surge el juego y es un poco una locura

Me acuerdo una vez que pasé a devolverle a mi cuñada un libro que me había prestado y entrando al departamento me invadió un olor a concha impresionante. Y yo que ya tenía toda esta data en la cabeza me quería matar. Trataba de tener una charla normal pero las imágenes que se me cruzaban en la cabeza con las tres ahí, vistiendo solo una remerita o un pijama viejo. Y la carita picarona que me ponía mi cuñadita… me tuve que ir inventando una excusa porque la pija se me estaba despertando. Salí lo más rápido que pude y para cuando subí al ascensor la erección que tenía era total.

En fin, lo que les quiero contar es el juego que hacen. Por lo que entiendo la idea surge de algún video que vieron en alguna página y eso las inspiró. Es así: el juego es totalmente espontaneo y lo fueron perfeccionando a medida que lo fueron jugando. Y si bien es un poco gracioso o casi demente a mí, por lo menos, me genera un morbo inmenso.

Los invito a conocerlo, díganme qué les parece a ustedes. Al juego lo llaman “Las Gatitas” y lo puede arrancar cualquiera de las tres, en cualquier momento. Empieza cuando una de ellas dice “miau”, entonces se miran y si hay consentimiento las otras también maúllan y ahí comienza la cosa.

A partir de ese momento las chicas ya no son personas, se convierten en gatitas. Se mueven en cuatro patas, no hablan, gesticulan o maúllan, se transforman plenamente. Y juegan entre ellas como tiernas felinas. Se arrumacan, se buscan, se acarician, se pelean por cosas, almohadones, juguetes, no sé. Se huelen, se lamen, se levantan la cola, se sirven leche en un platito y se la toman las tres juntas usando solamente la lengua. Se miran, se ríen, pero juegan en serio, muy en serio.

A veces melina, la mayor, la dueña del departamento, es como la Mamá Gatita y entonces las otras dos la buscan, la miman, le besan el cuello, le ronronean a ella, la desnudan y le besan los pechos, se los lamen, se amamantan. Eso, parece, a Meli la excita muchísimo. Las otras dos pueden jugar así un largo rato lamiendo, mordiendo, succionando con ganas. Por momentos cambian de lado, por momentos las dos comparten un mismo pecho. Meli goza y es feliz de poder alimentar así a sus hijitas…

A veces Luli, la más chiquita, juega a ser la Gata Mala. Es como si las buscara a las otras dos para pelear, las empuja, se les tira encima, intenta rasguñarlas, morderlas. Les pone la cola directamente en la cara y no se queda tranquila hasta que alguna de las otras se la muerde o se la chupa. Es una gata demandante, pero es chiquita… la quieren así, igual.

Cande, mi cuñadita, es la más tierna de las tres. A ella le gusta que la mimen. Mucho. Ella las busca suavemente. A veces, si no le dan mucha bola, se tira en el piso y empieza a tocarse sola. Se chupa los dedos y como una gata que se acicala se acaricia entre las piernas. Se chupa los dedos nuevamente y así va y viene dándose placer y sintiendo el gusto de los fluidos que ella misma se genera. Pero a ella le gusta compartir y cuando acaba lindo y queda bien mojadita, ella misma le acerca sus dedos a las otras gatitas y les convida para que la prueben.

Situaciones como éstas, que me parten el cerebro, me enteré de varias. Por ahí les cuente algunas más otro día.
“Escucho un gato y se me moja toda la bombacha” la escuche decir a mi cuñadita el otro día.

No sé cómo funciona a fondo el juego en su totalidad, se me escapan algunos detalles pero con lo que les conté basta para fantasear un poco.
No sé ustedes, pero yo, me muero de ganas de jugar o, al menos, de verlas jugar a ellas…



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