Mi jefe había llegado temprano a la oficina
Estaban llegando algunos personas que llevaban oficios los tenía que recibir cuando pase al privado de mi jefe mis piernas me temblaban no quería ni mirarlo a los ojos.
Cuando le entregue los oficios se levantó de su sillón, diciéndome que no dejaba de pensar en mi, le dije que no quería hablar de eso que había sido un error que no sé qué me paso que no era correcto que me sentía mal por mi esposo.
Se me acerco me levanto mi cara con su mano para mirarme a los ojos, me dijo que le gustaba la forma de caminar meneando mis nalgas, mi forma de vestir que le gustaba que usara medias sujetadas con ligueros que era su delirio.
No quería causarme ningún daño en mi matrimonio, que sería discreto que le había gustado el aroma que le había dejado de mi en su verga.
Me abrazo puse mis manos en su pecho rechazándolo le dije que había gente esperándolo para hablar con el que no insistiera que no volvería a ser suya.
Me tomo de mi cadera me repegó a su cuerpo me dijo ‘siente como pones mi verga de dura como te desea estar dentro de ti’.
-Me gusta cómo te mueves como gimes -puso sus manos en mis nalgas trate de alejarlo intento besarme
Le dije que no, que tenía que irme, me beso en mi cuello, en el lóbulo de mi oreja, sentí como subía la falda de mi vestido.
Metió sus manos con desesperación bajo mi vestido acariciaba mis nalgas a su antojo. Hizo a un lado mi tanga con sus dedos abría mis nalgas.
Comenzó acariciar mi ano me dijo en susurros en mi oído ‘que rico culo tienes mamita esta apretadito para culearte rico’, eran palabras que nunca me había dicho mi esposo, mordí mis labios para no gemir apreté mis nalgas presionando su dedo que acariciaba mi ano.
Su otra mano acaricio mi panochita que ya la tenía húmeda le dije ‘ya no por favor no sigas’, no pude evitar repegarme a él me tenía ya muy excitada por sus palabras sus caricias y yo misma le abrir mis piernas para que me acariciara.
Los susurros, los besos, las palabras con caricias siempre me han excitado, en los años que tenía trabajando en la empresa nunca me habían acariciado era la primera vez que alguien lo hacía, de qué forma lo estaba haciendo mi jefe.
Sus manos bajo mi vestido con una en medio de mis nalgas acariciando mi culo y la otra acariciando mi panochita húmeda.
En ese momento me tenía muy excitada .
-mira como estas de mojada que rica estas para cogerte que seas mía otra vez -metió su dedo en mi panochita abrí mi boca para gemir, sus labios besaron los míos y abrí mi boca nuevamente para recibirlo.
Quité mis manos de su pecho las puse atrás de su cabeza para besarlo con deseo, mi cadera la empecé a mover apretando mis nalgas y mi panocha con sus caricias, le dije ‘que rico me encanta…’.
-Así me gustas mamita muévete -estaba yo muy excitada.
-así… así me gusta cómo me acaricias no pares por favor…
Baje una de mis manos para acariciar su verga que la tenía muy dura intente sacársela pero no pude me dijo ‘te gusta’. Le dije ‘me encanto tu verga como me cogiste como me hiciste tuya. También pensé en ti’.
Me dijo si me había cogido mi esposo le dije que no que me había quedado con su leche toda la noche que no me había bañado, hasta hoy en la mañana.
Le dije en su oído ‘cógeme, hazme tuya te necesito’ me separo de él me empino en su escritorio subió mi vestido en mi cintura, comenzó a mamar mis nalgas con mis manos le abrí mis nalgas para que mamara mi culo.
Le dije ‘cógeme cógeme por favor no puedo más hazme tuya’. Escuche el sonido de su cierre mire por mi hombro como había sacado su verga dura brillosa la paso por mi panocha se embarro de mis jugos y la puso en la entrada de mi culo.
Mordí mis labios para no gritar sentí como la cabeza de su verga estaba en mi culo tratando de entrar separe más mis nalgas en ese momento tocaron la puerta.
Mi jefe bajo mi vestido guardo su verga se sentó en su sillón, me arregle mi vestido mi cabello y abrí la puerta.
Era el contador general que tenía que tratar un asunto con mi jefe lo hice pasar.
Salí de su oficina con mis jugos escurriendo por mis muslos con el temblor de mis piernas los labios de mi panochita inflamados y con los deseos en mí de que me hubiera hecho suya mi jefe.
Estaban llegando algunos personas que llevaban oficios los tenía que recibir cuando pase al privado de mi jefe mis piernas me temblaban no quería ni mirarlo a los ojos.
Cuando le entregue los oficios se levantó de su sillón, diciéndome que no dejaba de pensar en mi, le dije que no quería hablar de eso que había sido un error que no sé qué me paso que no era correcto que me sentía mal por mi esposo.
Se me acerco me levanto mi cara con su mano para mirarme a los ojos, me dijo que le gustaba la forma de caminar meneando mis nalgas, mi forma de vestir que le gustaba que usara medias sujetadas con ligueros que era su delirio.
No quería causarme ningún daño en mi matrimonio, que sería discreto que le había gustado el aroma que le había dejado de mi en su verga.
Me abrazo puse mis manos en su pecho rechazándolo le dije que había gente esperándolo para hablar con el que no insistiera que no volvería a ser suya.
Me tomo de mi cadera me repegó a su cuerpo me dijo ‘siente como pones mi verga de dura como te desea estar dentro de ti’.
-Me gusta cómo te mueves como gimes -puso sus manos en mis nalgas trate de alejarlo intento besarme
Le dije que no, que tenía que irme, me beso en mi cuello, en el lóbulo de mi oreja, sentí como subía la falda de mi vestido.
Metió sus manos con desesperación bajo mi vestido acariciaba mis nalgas a su antojo. Hizo a un lado mi tanga con sus dedos abría mis nalgas.
Comenzó acariciar mi ano me dijo en susurros en mi oído ‘que rico culo tienes mamita esta apretadito para culearte rico’, eran palabras que nunca me había dicho mi esposo, mordí mis labios para no gemir apreté mis nalgas presionando su dedo que acariciaba mi ano.
Su otra mano acaricio mi panochita que ya la tenía húmeda le dije ‘ya no por favor no sigas’, no pude evitar repegarme a él me tenía ya muy excitada por sus palabras sus caricias y yo misma le abrir mis piernas para que me acariciara.
Los susurros, los besos, las palabras con caricias siempre me han excitado, en los años que tenía trabajando en la empresa nunca me habían acariciado era la primera vez que alguien lo hacía, de qué forma lo estaba haciendo mi jefe.
Sus manos bajo mi vestido con una en medio de mis nalgas acariciando mi culo y la otra acariciando mi panochita húmeda.
En ese momento me tenía muy excitada .
-mira como estas de mojada que rica estas para cogerte que seas mía otra vez -metió su dedo en mi panochita abrí mi boca para gemir, sus labios besaron los míos y abrí mi boca nuevamente para recibirlo.
Quité mis manos de su pecho las puse atrás de su cabeza para besarlo con deseo, mi cadera la empecé a mover apretando mis nalgas y mi panocha con sus caricias, le dije ‘que rico me encanta…’.
-Así me gustas mamita muévete -estaba yo muy excitada.
-así… así me gusta cómo me acaricias no pares por favor…
Baje una de mis manos para acariciar su verga que la tenía muy dura intente sacársela pero no pude me dijo ‘te gusta’. Le dije ‘me encanto tu verga como me cogiste como me hiciste tuya. También pensé en ti’.
Me dijo si me había cogido mi esposo le dije que no que me había quedado con su leche toda la noche que no me había bañado, hasta hoy en la mañana.
Le dije en su oído ‘cógeme, hazme tuya te necesito’ me separo de él me empino en su escritorio subió mi vestido en mi cintura, comenzó a mamar mis nalgas con mis manos le abrí mis nalgas para que mamara mi culo.
Le dije ‘cógeme cógeme por favor no puedo más hazme tuya’. Escuche el sonido de su cierre mire por mi hombro como había sacado su verga dura brillosa la paso por mi panocha se embarro de mis jugos y la puso en la entrada de mi culo.
Mordí mis labios para no gritar sentí como la cabeza de su verga estaba en mi culo tratando de entrar separe más mis nalgas en ese momento tocaron la puerta.
Mi jefe bajo mi vestido guardo su verga se sentó en su sillón, me arregle mi vestido mi cabello y abrí la puerta.
Era el contador general que tenía que tratar un asunto con mi jefe lo hice pasar.
Salí de su oficina con mis jugos escurriendo por mis muslos con el temblor de mis piernas los labios de mi panochita inflamados y con los deseos en mí de que me hubiera hecho suya mi jefe.
4 comentarios - infiel a poco de casarme
Van mis 10 puntitos y 😘😘