¡Ufa! Hace más de dos años que empecé a contarles la historia con el intendente. Buenos, antes que nada, muchísimas gracias por todos los puntos en el último cuento. Me encanta y me calienta mal saber que nuestra historia los pone a mil. Esta es la tercera parte y faltan otras dos, que dentro de poco las publico. Después, quiero empezar a contarles otras travesuras que me mandé en la intendencia… ¿o piensan que era solo con el que me divertía? Nah!
Bueno… ya les conté la primera vez que me cogió. Continuemos. Si no leíste las otras dos partes, acá están: El intendente y yo (Gay) y El intendente y yo: me cogió (con foto) (Gay)
Se acercaba el inicio de su gobierno. Yo, en ese momento, vivía en la casa de los padres del intendente,porque todavía estaba buscando piso y porque era parte del acuerdo financiero que teníamos. Un día estábamos almorzando y luego teníamos una reunión con líderes barriales. Terminamos de comer. Su padre ya se iba a trabajar y su madre al supermercado. Quedamos solamente el y yo en la mesa, cada uno con su celular. La empleada de la casa estaba en la cocina a pocos metros y la puerta estaba abierta.
Creo que ya les comenté en el cuento anterior que acostumbro a hacerle masajes. No porque sea mi trabajo, pero porque me encanta tener mis manos en su cuerpo. Me levanté… como si nada.Y me puse atrás de su silla. El estaba con una camisa azul tiffany con algunos botones desprendidos. Le di un beso en su cabeza y empecé a masajearle los hombros. Haciendo presión. Le gustaba fuerte… pero que no doliera. Paseaba por sus hombros, sus brazos y su pecho. Me detenía bastante por allí. Yo ya estaba re duro y me di cuenta de que el también. Se le re notaba el bulto. Sin siquiera pensarlo dos veces le mandé mano a la entrepierna. Así, sentado como estaba. Confirmé que el pantalón ya estaba por explotar. El gimió muy bajito, pero talvez la empleada lo haya oído.
A esa altura, no me importaba nada. Cualquier oportunidad que tuviéramos era perfecta para saciar nuestra calentura. Me fui al otro lado de la mesa, para poder controlar que no viniera nadie. El entendió perfectamente lo que yo pretendía hacer. Corrió un poco su silla hacia atrás y dejó libre el camino para que yo abriera su pantalón. No me hice rogar. Saqué aquella pija deliciosa que les mostré en el cuento anterior. Ya empezaba a gotear. La situación creo que era lo que me ponía tan vicioso. Se la chupé como nunca antes. No me importaba nada. De tan fuerte, hacia ruido el pete. El estaba a punto de tirar el mantel y todo lo había en la mesa al piso. Se agarraba de ella y temblaba de placer.
A todo esto, yo ya tenía el culo que pedía todo. Me levanté, le dije al oído cual era el plan y lo ejecutamos.
- ¡Chau, María! - gritó el, mientras cerraba la puerta del frente.
Yo me fui a la cocina para distraerla. Le pedí un vaso de refresco y le dije que se podía ir cuando terminara los pocos platos que faltaban lavar. Mientras eso, el intendente, que aún estaba en el living (fingió irse), aprovechó para esconderse en el baño que estaba junto a mi cuarto. Solo yo lo usaba, porque sus padres tenían baño en suite.
Tomé el refresco y también me despedí de María diciendo que me iba a bañar para la reunión. Me desnudé, agarré dos toallas y fui hacia el baño. Lo encontré con la pija bien dura, sentado en el inodoro. Cerré la puerta con llave y me tiré a seguir chupando. Mientras yo estaba con la boca llena, el puso música para disimular. Se la chupé hasta que casi acabó…pero me frenó. Así que me puse a jugar con sus huevos y su culito. Tenia un orto de puta madre. Depilado, a pesar de que no le gustaba ser pasivo. Se lo dejé bien mojadito. Estaba cogiéndolo con la lengua. Los dos no podíamos más de la calentura.
No me ganó el cansancio y si la calentura en el culo. Paré y entré a la ducha. Le imploré para que me cogiera hasta no dar más. Dejé caer el agua y me posicioné un poco más lejos. Se puso el condón y sacó del armario un lubrificante de sensación fría. Apenas sentí aquello y empecé a jadear. Me estaba torturando con los dedos. Quería que me la metiera hasta el fondo.
Fue en una época en que me gustaba mucho el dubstep, entonces al momento de empezar a metérmela sonaba Make It Bun Dem de Skrillex e Damian Marley (escúchenla para entender el clima que había en aquel baño). Me empezó a coger por atrás, me dominaba, con fuerza. Me volvía loco. Me tenia agarrado por el cuello y el culo ya lo tenia completamente relajado. Abierto como nunca.
Mientras me cogía, regresó su madre del supermercado. Empezó a hablar conmigo y yo le respondía. Pobre, ni se imaginaba que su hijo tenía toda su pija adentro mío. Lo único que entendí fue que se iba a dormir la siesta. Seguimos cogiendo como si nada. Me mordía la oreja el hijo de puta y eso me dejaba a mil. Yo ya no tenia ni idea si estábamos atrasados para la reunión o no. Solo quería seguir gozando.
El ya estaba casi acabando cuando, sin parar de cogerme, me agarro la pija y se puso a pajearme. De una, me la metió hasta el fondo y sentí que se le hinchaba la chota. Cuando sentí los lechazos en el culo casi me muero. Me acabe en el mismo momento. Los dos dimos un grito ahogado de tanto placer. Estábamos exhaustos.
Nos enjuagamos rápido y teníamos que encontrar una forma de salir de la casa discretamente. Nos vestimos y él se fue por la puerta del fondo a mi camioneta. Terminé de juntar mis cosas de trabajo y precisé otro vaso de refresco. Mientras tomaba, se levanta su madre y me pregunta:
- ¿Estaba bueno ese baño, mimoso? - me preguntó inocentemente. Éramos muy amigos, me trataba como un hijo más.
- ¡No te haces ni idea, má! - le dije riéndome y salí rápidamente hacia el garaje.
- ¿De qué te reís? - Me pregunta el intendente. - No, de nada… no siento el culo - le dije.
Nos reímos y salimos. Ya, como de costumbre, nos estaban llamando porque estábamos muy, pero muy atrasados.
Esta vez les dejo foto de mi cola. Espero que les haya gustado. Recordando que todo es 100% real y pasó hacen ya más de tres años. Dejen sus comentarios, me encanta leerlos y me re caliento. Si les gustó, dejen puntos. Si se copan, subo la próxima parte en algunos días. Besitos!
Bueno… ya les conté la primera vez que me cogió. Continuemos. Si no leíste las otras dos partes, acá están: El intendente y yo (Gay) y El intendente y yo: me cogió (con foto) (Gay)
Se acercaba el inicio de su gobierno. Yo, en ese momento, vivía en la casa de los padres del intendente,porque todavía estaba buscando piso y porque era parte del acuerdo financiero que teníamos. Un día estábamos almorzando y luego teníamos una reunión con líderes barriales. Terminamos de comer. Su padre ya se iba a trabajar y su madre al supermercado. Quedamos solamente el y yo en la mesa, cada uno con su celular. La empleada de la casa estaba en la cocina a pocos metros y la puerta estaba abierta.
Creo que ya les comenté en el cuento anterior que acostumbro a hacerle masajes. No porque sea mi trabajo, pero porque me encanta tener mis manos en su cuerpo. Me levanté… como si nada.Y me puse atrás de su silla. El estaba con una camisa azul tiffany con algunos botones desprendidos. Le di un beso en su cabeza y empecé a masajearle los hombros. Haciendo presión. Le gustaba fuerte… pero que no doliera. Paseaba por sus hombros, sus brazos y su pecho. Me detenía bastante por allí. Yo ya estaba re duro y me di cuenta de que el también. Se le re notaba el bulto. Sin siquiera pensarlo dos veces le mandé mano a la entrepierna. Así, sentado como estaba. Confirmé que el pantalón ya estaba por explotar. El gimió muy bajito, pero talvez la empleada lo haya oído.
A esa altura, no me importaba nada. Cualquier oportunidad que tuviéramos era perfecta para saciar nuestra calentura. Me fui al otro lado de la mesa, para poder controlar que no viniera nadie. El entendió perfectamente lo que yo pretendía hacer. Corrió un poco su silla hacia atrás y dejó libre el camino para que yo abriera su pantalón. No me hice rogar. Saqué aquella pija deliciosa que les mostré en el cuento anterior. Ya empezaba a gotear. La situación creo que era lo que me ponía tan vicioso. Se la chupé como nunca antes. No me importaba nada. De tan fuerte, hacia ruido el pete. El estaba a punto de tirar el mantel y todo lo había en la mesa al piso. Se agarraba de ella y temblaba de placer.
A todo esto, yo ya tenía el culo que pedía todo. Me levanté, le dije al oído cual era el plan y lo ejecutamos.
- ¡Chau, María! - gritó el, mientras cerraba la puerta del frente.
Yo me fui a la cocina para distraerla. Le pedí un vaso de refresco y le dije que se podía ir cuando terminara los pocos platos que faltaban lavar. Mientras eso, el intendente, que aún estaba en el living (fingió irse), aprovechó para esconderse en el baño que estaba junto a mi cuarto. Solo yo lo usaba, porque sus padres tenían baño en suite.
Tomé el refresco y también me despedí de María diciendo que me iba a bañar para la reunión. Me desnudé, agarré dos toallas y fui hacia el baño. Lo encontré con la pija bien dura, sentado en el inodoro. Cerré la puerta con llave y me tiré a seguir chupando. Mientras yo estaba con la boca llena, el puso música para disimular. Se la chupé hasta que casi acabó…pero me frenó. Así que me puse a jugar con sus huevos y su culito. Tenia un orto de puta madre. Depilado, a pesar de que no le gustaba ser pasivo. Se lo dejé bien mojadito. Estaba cogiéndolo con la lengua. Los dos no podíamos más de la calentura.
No me ganó el cansancio y si la calentura en el culo. Paré y entré a la ducha. Le imploré para que me cogiera hasta no dar más. Dejé caer el agua y me posicioné un poco más lejos. Se puso el condón y sacó del armario un lubrificante de sensación fría. Apenas sentí aquello y empecé a jadear. Me estaba torturando con los dedos. Quería que me la metiera hasta el fondo.
Fue en una época en que me gustaba mucho el dubstep, entonces al momento de empezar a metérmela sonaba Make It Bun Dem de Skrillex e Damian Marley (escúchenla para entender el clima que había en aquel baño). Me empezó a coger por atrás, me dominaba, con fuerza. Me volvía loco. Me tenia agarrado por el cuello y el culo ya lo tenia completamente relajado. Abierto como nunca.
Mientras me cogía, regresó su madre del supermercado. Empezó a hablar conmigo y yo le respondía. Pobre, ni se imaginaba que su hijo tenía toda su pija adentro mío. Lo único que entendí fue que se iba a dormir la siesta. Seguimos cogiendo como si nada. Me mordía la oreja el hijo de puta y eso me dejaba a mil. Yo ya no tenia ni idea si estábamos atrasados para la reunión o no. Solo quería seguir gozando.
El ya estaba casi acabando cuando, sin parar de cogerme, me agarro la pija y se puso a pajearme. De una, me la metió hasta el fondo y sentí que se le hinchaba la chota. Cuando sentí los lechazos en el culo casi me muero. Me acabe en el mismo momento. Los dos dimos un grito ahogado de tanto placer. Estábamos exhaustos.
Nos enjuagamos rápido y teníamos que encontrar una forma de salir de la casa discretamente. Nos vestimos y él se fue por la puerta del fondo a mi camioneta. Terminé de juntar mis cosas de trabajo y precisé otro vaso de refresco. Mientras tomaba, se levanta su madre y me pregunta:
- ¿Estaba bueno ese baño, mimoso? - me preguntó inocentemente. Éramos muy amigos, me trataba como un hijo más.
- ¡No te haces ni idea, má! - le dije riéndome y salí rápidamente hacia el garaje.
- ¿De qué te reís? - Me pregunta el intendente. - No, de nada… no siento el culo - le dije.
Nos reímos y salimos. Ya, como de costumbre, nos estaban llamando porque estábamos muy, pero muy atrasados.
Esta vez les dejo foto de mi cola. Espero que les haya gustado. Recordando que todo es 100% real y pasó hacen ya más de tres años. Dejen sus comentarios, me encanta leerlos y me re caliento. Si les gustó, dejen puntos. Si se copan, subo la próxima parte en algunos días. Besitos!
![El intendente y yo: en la ducha [con foto] [Gay]](https://img-9.poringa.net/poringa/img/4/7/C/6/2/E/braz20/92A.jpg "El intendente y yo: en la ducha [con foto] [Gay]")
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