Quiero compartirles lo que seguramente será el recuerdo más doloroso de mi vida y supongo que ya nada va a ser igual, he decidido contar esta anécdota para buscar una explicación hacia esta situación, pues por más que le doy vueltas al asunto no entiendo el motivo de esto. Resulta que hace unos seis meses me mudé con mi mujer a un nuevo vecindario, amaba a mi mujer con todo el corazón y ella me amaba, yo estaba seguro de esto, personalmente había una situación que me incomodaba desde que llegamos, mi vecino Joe, un hombre de unos 30 años, bien parecido, aunque me cueste admitirlo.
Desde el principio fue un dolor de cabeza para mi tenerlo a lado de mi casa, se cree galán de novela, al inicio intente convivir bien con él, de hecho lo invité a casa algunas veces para pasar el rato, pero no tardo mucho en molestarme su presencia, miraba a mi mujer de manera lasciva todo el tiempo y no se preocupaba por disimularlo, comencé una batalla personal con él cuando hizo sus primeros comentarios sobre mi mujer y hacerme pregunta sobre nuestra intimidad.
-Debe ser muy zorra tu mujer con ese cuerpo.
-¿Ya le has reventado el culo?
-¿Han tenido un trió?
-¿Eres cornudo?
-¿Tu mujer es sumisa?
-Te la debes pasar muy bien, esas que parecen santas son las más putas, me encantan las mujeres así, esas que dicen que no rompen un plato son las que caen primero, ya he tenido varias y sus maridos ni cuenta.
Esos comentarios son los que logró recordar, mi mujer también odiaba a este hombre, porque la hacia sentir incomoda y el trato que recibía de su parte, se sentía acosada por él. Yo amaba a mi mujer, siempre me demostró ser una esposa increíble y era muy satisfactorio tenerla en la cama, si les da curiosidad respondiendo las preguntas de este tipo, nunca tuvimos sexo anal, nunca la compartiría con otro hombre y sí, mi mujer es sumisa, en el sexo nunca le ha gustado tener la iniciativa, yo hacia con su cuerpo lo que deseaba, aunque claro que a ella no le gustaba pasar algunos limites por lo que no tuvimos experiencias más intensas que el sexo convencional.
Un día en específico regresé del trabajo mucho antes de lo previsto, pues realizarían un mantenimiento en mi área de trabajo de emergencia, porque las fuertes lluvias hicieron un desastre. Al llegar a casa escuchaba la voz de mi mujer, pero me alarmé, porque eran más como sollozos, quejas, palabras cortadas y sofocadas, me acerqué hacia el lugar donde provenía el sonido y vi la escena que ha marcado mi vida, cuando tuve valor comencé a grabar para tener pruebas y después enfrentar lo que viniera.
En principio no sabía que hacer, sólo me acerqué al cuarto tratando de no ser detectado. Una vez que logré acercarme lo suficiente y me quedé tratando de entender lo que pasaba la cosa estaba clara, mi mujer estaba en la cama siendo penetrada por Joe, yo estaba furioso y él la penetraba por detrás y la jalaba del cabello para acercarla hacia él, también golpeaba su culo, mientras le preguntaba si le gustaba, aunque ella no respondía.
"Eres tan puta" le decía mientras sin soltarle el cabello la penetraba con fuerza, ella gemía y se quejaba de la fuerza de las embestidas, pero ella no decía nada "¿Así te lo hace tu marido?" "eres mi puta" le seguía diciendo sin dejar de embestirla.
Cuando la escena era demasiado para mí retrocedía para tomar aire y volver, no sabía si confrontarlos en ese momento, la verdad tenía nauseas de verla siendo penetrada y más por el hecho de que fue Joe, ese hombre que se supone que odiábamos los dos.
No estoy muy seguro, pero habrán pasado unos diez minutos desde que descansé la primera vez y volví de nuevo a ver la escena y Joe seguía penetrándola sin descanso, era sin duda una situación enferma, ya no sabía que pensar, pero ahora que lo pienso si que me dio morbo verla siendo follada por Joe por todo lo que implica, aunque el odio y el dolor eran insoportables.
La última vez que entré a la habitación estaban en otra posición, mi mujer no decía nada, sólo gemía suavemente y de manera sofocada, mientras que Joe hacia sus comentarios y la penetraba sin parar. Es una escena de lo más extraña, nunca pensé que viviría algo así, mi mujer nunca me dio motivos para desconfiar de ella y ahora la encontraba en esta situación.
Finalmente no lo soportaba más y decidí retirarme, aunque eventualmente no pude evitar confrontar a mi mujer sobre lo que tenía grabado y una vez que se lo mostré las cosas pudieran comenzar a tener sentido, pero no estoy seguro de nada desde ese día.
De acuerdo con mi mujer paso lo siguiente: Un día Joe, tocó nuestra puerta para recoger unas herramientas que me prestó hace un tiempo, finalmente mi odio por él no afectó la convivencia, hipocresía si quieren verlo así, mi mujer dice que en un momento la beso y ella no sabía como reaccionar, él no dejaba de besarle, comenzó a recorrer su cuerpo y desnudarle, me dijo que estaba paralizada y que no podía decir o hacer nada, estaba aterrada y él comenzó a penetrarla y usar su cuerpo mientras ella estaba petrificada, luego de que se fue no se atrevió a decir nada, pero el volvió en dos ocasiones más para tener sexo con ella y de la misma manera ella no hizo nada, ese día que la encontré él volvió, no creía lo que me decía.
Según ella Joe la convirtió en su esclava sexual, venía a la casa y ella lo dejaba pasar, él la utilizaba para satisfacerse sexualmente y se iba sin más, intentó empezar una demanda, pero no procedió dadas las circunstancias, yo no sé si creer en esa historia, aunque nunca tuve motivos para dudar de ella anteriormente ¿qué debo hacer? (escondo las identidades por si las cosas cambian o ocurre algo más, pero la razón para compartir esto es que no sé que hacer. Yo la amo, pero esto es demasiado).
Desde el principio fue un dolor de cabeza para mi tenerlo a lado de mi casa, se cree galán de novela, al inicio intente convivir bien con él, de hecho lo invité a casa algunas veces para pasar el rato, pero no tardo mucho en molestarme su presencia, miraba a mi mujer de manera lasciva todo el tiempo y no se preocupaba por disimularlo, comencé una batalla personal con él cuando hizo sus primeros comentarios sobre mi mujer y hacerme pregunta sobre nuestra intimidad.
-Debe ser muy zorra tu mujer con ese cuerpo.
-¿Ya le has reventado el culo?
-¿Han tenido un trió?
-¿Eres cornudo?
-¿Tu mujer es sumisa?
-Te la debes pasar muy bien, esas que parecen santas son las más putas, me encantan las mujeres así, esas que dicen que no rompen un plato son las que caen primero, ya he tenido varias y sus maridos ni cuenta.
Esos comentarios son los que logró recordar, mi mujer también odiaba a este hombre, porque la hacia sentir incomoda y el trato que recibía de su parte, se sentía acosada por él. Yo amaba a mi mujer, siempre me demostró ser una esposa increíble y era muy satisfactorio tenerla en la cama, si les da curiosidad respondiendo las preguntas de este tipo, nunca tuvimos sexo anal, nunca la compartiría con otro hombre y sí, mi mujer es sumisa, en el sexo nunca le ha gustado tener la iniciativa, yo hacia con su cuerpo lo que deseaba, aunque claro que a ella no le gustaba pasar algunos limites por lo que no tuvimos experiencias más intensas que el sexo convencional.
Un día en específico regresé del trabajo mucho antes de lo previsto, pues realizarían un mantenimiento en mi área de trabajo de emergencia, porque las fuertes lluvias hicieron un desastre. Al llegar a casa escuchaba la voz de mi mujer, pero me alarmé, porque eran más como sollozos, quejas, palabras cortadas y sofocadas, me acerqué hacia el lugar donde provenía el sonido y vi la escena que ha marcado mi vida, cuando tuve valor comencé a grabar para tener pruebas y después enfrentar lo que viniera.
En principio no sabía que hacer, sólo me acerqué al cuarto tratando de no ser detectado. Una vez que logré acercarme lo suficiente y me quedé tratando de entender lo que pasaba la cosa estaba clara, mi mujer estaba en la cama siendo penetrada por Joe, yo estaba furioso y él la penetraba por detrás y la jalaba del cabello para acercarla hacia él, también golpeaba su culo, mientras le preguntaba si le gustaba, aunque ella no respondía.
"Eres tan puta" le decía mientras sin soltarle el cabello la penetraba con fuerza, ella gemía y se quejaba de la fuerza de las embestidas, pero ella no decía nada "¿Así te lo hace tu marido?" "eres mi puta" le seguía diciendo sin dejar de embestirla.
Cuando la escena era demasiado para mí retrocedía para tomar aire y volver, no sabía si confrontarlos en ese momento, la verdad tenía nauseas de verla siendo penetrada y más por el hecho de que fue Joe, ese hombre que se supone que odiábamos los dos.
No estoy muy seguro, pero habrán pasado unos diez minutos desde que descansé la primera vez y volví de nuevo a ver la escena y Joe seguía penetrándola sin descanso, era sin duda una situación enferma, ya no sabía que pensar, pero ahora que lo pienso si que me dio morbo verla siendo follada por Joe por todo lo que implica, aunque el odio y el dolor eran insoportables.
La última vez que entré a la habitación estaban en otra posición, mi mujer no decía nada, sólo gemía suavemente y de manera sofocada, mientras que Joe hacia sus comentarios y la penetraba sin parar. Es una escena de lo más extraña, nunca pensé que viviría algo así, mi mujer nunca me dio motivos para desconfiar de ella y ahora la encontraba en esta situación.
Finalmente no lo soportaba más y decidí retirarme, aunque eventualmente no pude evitar confrontar a mi mujer sobre lo que tenía grabado y una vez que se lo mostré las cosas pudieran comenzar a tener sentido, pero no estoy seguro de nada desde ese día.
De acuerdo con mi mujer paso lo siguiente: Un día Joe, tocó nuestra puerta para recoger unas herramientas que me prestó hace un tiempo, finalmente mi odio por él no afectó la convivencia, hipocresía si quieren verlo así, mi mujer dice que en un momento la beso y ella no sabía como reaccionar, él no dejaba de besarle, comenzó a recorrer su cuerpo y desnudarle, me dijo que estaba paralizada y que no podía decir o hacer nada, estaba aterrada y él comenzó a penetrarla y usar su cuerpo mientras ella estaba petrificada, luego de que se fue no se atrevió a decir nada, pero el volvió en dos ocasiones más para tener sexo con ella y de la misma manera ella no hizo nada, ese día que la encontré él volvió, no creía lo que me decía.
Según ella Joe la convirtió en su esclava sexual, venía a la casa y ella lo dejaba pasar, él la utilizaba para satisfacerse sexualmente y se iba sin más, intentó empezar una demanda, pero no procedió dadas las circunstancias, yo no sé si creer en esa historia, aunque nunca tuve motivos para dudar de ella anteriormente ¿qué debo hacer? (escondo las identidades por si las cosas cambian o ocurre algo más, pero la razón para compartir esto es que no sé que hacer. Yo la amo, pero esto es demasiado).
10 comentarios - Regresé Antes A Casa Y No Es La Santa Que Yo Creía
PD: Espero que no hayas ido de pendejo (desde el respeto) y creyerás el cuento chino ese. Si te va eso ser cornudo entonces felicidades sino, a TxC la HPM