You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

El video que mi mujer borró

Hace unos días recupere una serie de archivos de la memoria de una vieja pc que teníamos en el fondo de casa. Es una máquina que lleva años sin usarse y éste archivo estaba borrado, eliminado. Lo que descubrí, con grata sorpresa y cierto remordimiento, es un video privado de mi mujer. Un video que ella grabó hace varios años atrás y del cual yo no tenía conocimiento. Vale aclarar dos cosas: la primera es que no subo el video porque queda muy escrachada y la segunda es que somos pareja hace mucho tiempo y esto lo aclaro porque cuando ella grabó ese video es seguro que ya estábamos juntos. Quisiera poder mostrarselos pero solo se los puedo contar, creo que igual vale la pena.

Esto que les cuento es la parte más jugosa del relato:

http://www.poringa.net/posts/relatos/3564100/Despues-de-violar-a-mi-mujer.html

Si les interesa saber cómo descubrí el video y lo que pasó después pueden leer ese relato completo. Sino acá va la mejor parte:


El video dura unos nueve, casi diez, minutos y arranca con ella acomodando la cámara para que la enfoque. Aparece ella muy natural, sin maquillaje ni nada. Como si se hubiera levantado hace un rato o fuera de noche y no pudiera dormir. El pelo suelto. Un pelo claro, suave y liso. Cayéndole en igual cantidad a cada lado de la cabeza y llegando hasta taparle un poco los hombros. Ella sonríe, pícara.

Hay algo en estos primeros segundos que me estremece, me encanta. No sé si es su boca y los gestos que hace acomodando la cámara, mordiéndose un poco los labios, como muy concentrada. No sé si son sus ojos, esos ojos grandes de pestañas marcadas, que más de una vez miran directo a la cámara y me hacen sentir que me miran a mí.
No sé si es esa piel que se nota tan brillante, tan joven. Me hacen pensar que el tiempo pasó y, aunque lo que hoy me sigue provocando mi mujer jamás lo sentí por otra, y probablemente lo que me provoca hoy es mucho más intenso que en aquel momento, el verla otra vez ahí, joven, fresca, casi inocente… y pensar que fue mía ya en esa época, me eriza la piel.

Porque yo sé. Yo sé cómo se sentía esa piel, cómo olía ese pelo, como acariciaban esas manos. Cómo besaba esa boca. ¡Por dios! Se me pone la piel de gallina y se me para la pija.
Ahora que ella ya acomodó la cámara se aleja hacia atrás y se sienta en un sillón. Tiene puesto un top rosa clarito que le deja toda la panza descubierta, una bombacha blanca y unas pequeñas medias celestes, nada más. Y se sienta en el sillón y juega a abrir y cerrar las piernas. A separar y juntar las rodillas, mientras se ríe, fuerte. Se nota que está juntando valor. Está entre divertida y nerviosa. Eso me mata también. Una gota de sudor me cae por la sien.

Entonces empieza. Trata de ponerse seria. Mira fijo a la cámara y dice algo. No se entiende muy bien pero dice algo así como “si me animo a hacerlo, esto es para vos. Amor” y junta los labios como para dar un beso o hacerse la bebota. ¡Ay, esos labios carnosos! Creo recordar, ahora, que alguna vez me contó que filmó unos videítos para mí pero que le dió vergüenza y nunca me los mostró.
Ahora recorre despacio, con ambas manos, desde su cuello hasta la panza, pasando por los pechos. Dos, tres veces. Y, como si no se atreviera a tocarse todavía, se acaricia la panza haciendo un círculo alrededor del ombligo.

Entonces se anima y baja una mano para acariciarse, primero por arriba de la bombacha. La imagen no es HD, pero se logra ver cómo se le empieza a marcar la raya a través de la tela y hasta te diría que se nota cuando empieza a humedecerse.
Mientras se sigue acariciando por encima de la tela, con la otra mano se agarra uno de los pechos. Yo me sonrío porque sé que ese es su pecho más sensible. Y esa forma de tocarse… suave y firme a la vez. Cómo se sostiene el pecho y lo estruja un poco, sin dejar de acariciarse abajo.
En este punto yo ya estoy completamente enloquecido. Siento la presión del miembro atrapado en el pantalón y lo libero. Sale como una catapulta. Una poronga dura, rígida, hinchada a su máximo punto. Y como si la sincronía con el video fuera mágica la veo a ella, primero levantándose el apretado top que de tan ajustado hace que los pechos le reboten. Y después sí, metiéndose la mano por debajo de la bombacha.

Ahora su cara es muy distinta, ya no se la nota ni tímida ni risueña. Ahora se la vé excitada, caliente. Me desespera ver el movimiento de esa mano metida ahí, adonde yo quisiera estar ahora. Me sobrepasa la sensación de conocer ese calor, esa humedad, ese sabor escondido ahi adentro. Lo tengo tatuado acá, en la lengua, en la nariz.
De pronto, ya totalmente entregada a la búsqueda de su propio placer, ella se saca, casi en un solo movimiento, la bombacha y la patea. Se recuesta un poco más en el sillón mientras llena los dedos de una de sus manos con mucha saliva y ahí se empieza a buscar, a investigar con todo.

Traten de imaginarla, totalmente olvidada ya de la filmación y enloquecida por provocarse placer. La manera en que le tiemblan sus piernas mientras se penetra con un dedo, la manera en que con la otra mano se acaricia fuerte el clítoris, la cara desencajada, las mejillas totalmente enrojecidas, los pechos erectos y duros.
La pija me explota. Ahora al describirlo y en ese momento al verla tan inesperadamente entregada a ella misma.

De pronto se relame un poco más los dedos y empieza a meterse dos esta vez, despacio, hasta el fondo, hasta los nudillos. Mientras, la otra mano abre bien grande toda la concha sin dejar de acariciar esa parte tan extremadamente sensible. Es algo hermoso de ver. No sé si ella lo está mostrando a propósito o ya se olvidó por completo de que se está grabando.
Y ahí llega la parte cúlmine. Es alucinante. Está totalmente fuera de sí. Se mete y se saca los dedos con fuerza, se está cogiendo duro a ella misma. El pelo revuelto, el cuerpo sacudiéndose. Se la ve tratando de tomar aire con la boca como si se estuviera ahogando en el mar. Un mar de lujuria. Un mar de placer total.

Y ahí llega el grito. Un grito a la vez grave y agudo, un grito animal. Un grito largo, estremecedor. Escalofriante. Único. Bello. Hermoso. Y finalmente suave. Un grito que es una caricia. Casi una melodía…

El video sigue un poco más pero ella está ahí recostada, tratando de reponerse, respirando fuerte. Y finalmente se corta.

4 comentarios - El video que mi mujer borró

Si-Nombre
Excelente Post muy bueno gracias por compartir
mirandopaso +1
que delicia!!
martinfcd
Dulce y salada! Gracias.