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Tía Victoria 5 - cumpleaños del cornudo

La morbosidad y las tentaciones eran nuestra perdición, una relación prohibida, una mujer casada, los riesgos eran muchos, el pero quizás “que pasaría con la familia si se entera de todo?”. No parecía importar nada de nada cuando nos fundiamos en un beso, sentía sus manos en mí cuerpo y las mías acariciando y apretando su culo. Nos dejábamos llevar, no importaba el lugar, no importaba la ocasión, tampoco si había poca o mucha gente. Y así fue que llegó el día, el cumpleaños de mí tío o como a mí tía le gusta decirle cuando estábamos juntos “el cornudito boludo”.

No somos una familia grande, más que mis tíos, su hija que se fue hace un tiempo de casa a vivir sola, y nosotros dos, mí mamá y yo. Muchos amigos y conocidos estaban en el cumpleaños, música de fondo y tragos para todos los gustos
— no siempre se llega tan bien a los 50 — decía a cada rato mí tío, ya tenía varios tragos encima y como era usual, se ponía bastante pesado.
— felicidades — repetían todos de vez en cuando levantando alguna copa de lo que tuvieran en la mano. Mí tía estaba charlando con algunas amigas y de vez en cuando cruzábamos alguna mirada, cuando me encontraba con los ojos, se mordía los labios. Aproveche que fue a la cocina y la seguí, no había nadie más así que le comi la boca contra la pared, acaricie sus piernas y le subí el vestido le dije al oído
— quiero que vayas al baño y te saques la tanga, me la traigas y te quedes así toda la noche, así cuando nos crucemos te puedo dar unos besos ahí abajo.

Salió corriendo de la cocina, antes de irse me dio un beso y como era costumbre me mordió el labio, esta vez bastante fuerte, me dolió así que cuando se estaba yendo le di una cachetada en el culo, giro si cabeza y me tiró un beso en el aire... Volví al living de la casa donde era la fiesta y me quedé en un sillón, venía encaminado y tambaleando casi mí tío, los bastantes tragos que tenía encima ya hacían efecto
— Brunito, mí sobrinito, que tal el cumple del tío? Ojalá vos llegues...
— así a los 50 — repetimos los dos — bien, la estoy pasando muy bien — fingía obviamente, nada me molestaba más que los diminutivos que usaba "Brunito, sobrinito, pibito, wachito" que detestable, pero los toleraba ya que después de todo me estaba cojiendo a su esposa, mí tía... Que apareció y se nos acercó
— que tal los hombres de mí vida, como están? — se sentó al lado mío en el sillón, sentí su mano en mí pierna y con un movimiento metió algo en mí bolsillo. — uy Bruno, tenés el labio lastimado, que te paso?
— no se, seguro me mordi — había sido ella hace 4 minutos en la cocina, me metí la mano al bolsillo buscando una servilleta y sentí su tanga. — no tengo ningún pañuelo para limpiarme.
— sos boludo Bruno, como te vas morder el labio jajajaa. Sergio! Viniste... — se alejó a saludar a alguien y me dejó con mí tía en el sillón
— es apenas, perdón por morderte tan fuerte.
— ya estoy acostumbrado, aparte me gusta que me muerdas
— bueno, vos me dejaste toda la mano marcada en la cola, sentí un cosquilleo con la cachetada en el culo que me diste.
— y como me dejaste la boca te lo merecías — vi que se acercaba mí mamá
— hay Victoria, nos quedamos sin hielo, me voy a hacer una escapada a comprar y vuelvo.
— deja, ya voy yo. Bruno me acompañas así traemos varias?
— bueno dale.

Esto solo significaba una cosa, mí mamá sin darse cuenta nos dio tremenda oportunidad para estar solos y cojer, por ahí solamente un pete, pero hasta eso era el paraíso para nosotros dos. Fuimos en auto hasta una estación de servicio, mientras ella manejaba le subí el vestido, no tenía la tanga puesta, eso estaba en mí bolsillo, así que acaricie sus labios, sentía su piel cálida, recorría con los dedos de arriba a bajo toda su concha y de a poco empezaba a meter uno, no tardaba nada en mojarse, se calentaba muy rápido, un dedo y después dos, cuando llegamos a la estación de servicio estacionó, miro alrededor y me agarró de la cabeza y me bajo hasta su concha.
— dame unos besos bebé, yo te aviso si viene alguien
No demore ni dos segundos, no termino la frase y ya estaba chupándole la concha mientras le metía los dedos, ella suspiraba cada vez más fuerte, abría más las piernas, me agarraba del pelo, me lo tiraba y me hundía más en su entrepierna, empezó a gemir despacio para que no la escuchen, se notaba que estaba agitada, me agarró con fuerza y acabó. Salimos del auto a comprar — a la vuelta te toca a vos, tengo una idea que tal vez te gusta — compramos rápido y volvimos al auto, estacionó unas cuadras antes de llegar al cumpleaños y ahora me tocaba recibir a mí, no hizo falta que lo hiciera ella, ya tenía la pija en la mano y buen dura. Acerco sus labios y me la empezó a besar, mientras me hacía una paja, alejo su boca para hablarme
— quiero que me acabes en la boca, mucha leche, cuando lleguemos a casa le voy a dar un beso a tu tío así siente la leche de un hombre de verdad. Querés?
— seguí chupando, te voy a llenar la boquita de leche — tenía el poder de hacerme acabar mucho, se la trago toda y volvimos, baje con 2 bolsas de hielo que lleve a la cocina, ella se acercó a mí tío y le dijo “feliz cumpleaños" mientras lo abrazaba por el cuello “felicidades” dijeron los demás mientras levantaban las copas y tragos. Se besaron, yo los miraba y no podía evitar sonreír “leche de un hombre de verdad”, al final mí ella tenía razón, era un cornudo bastante boludito...

Se hizo muy tarde y nos quedamos a dormir en la casa de mí tío, al otro en la mañana fue cuando empezó a sospechar ya que nuestros roces eran cada vez más evidentes, mí tía estaba sacando algo de un mueble alto y me pidió ayuda, aparecí por atrás y se la apoye en la cola, lo que no tío miro sorprendido pero no dijo nada. Más tarde estábamos en la pileta y frente a él le estaba pasando protector solar en la espalda y en la cola, ahí protesto
— eh Bruno hace falta que le toques así la cola a tu tía?
— ay Luis por favor, me está ayudando. Vos. O me quisiste poner protector y ahora te quejas, es mí sobrino, que te pensas?
— tío, no te enojes. Vení y le pones vos, lo hacía de onda nada más
— está bien, está bien. Seguí, pero te estoy mirando.

Que mirara como le masajeaba la cola me calentaba más, le desate la bikini por la espalda a mí tía para ponerle bien el protector, y mientras le ponía en la espalda bajaba un poco y le masajeaba las tetas por el costado, el cornudo seguí mirando con cara de enojado. Estuvimos un rato en la pileta y después mí tía dijo que sentía que le poco algo en la entrepierna, pero no alcanza a ver, le pidió ayuda a mí tío para que revise y no veía nada, así que me llamo a mí, era todo una excusa para que tuviera la cara cerca de su concha, aunque sea sobre la bikini
— Bruno vení vos, hacerme el favor que tú tío no ve nada, no tengo algo, me pica
— a ver tía, yo te digo — me acerque a su concha y me hacía el que miraba la pierna, con una mano revisaba la pierna y con la otra aprovechaba para tocarle el culo. Le dije que tal vez si se metía al agua, lo que estaba fría le iba a calmar el dolor. Nos mentimos y mí tío seguí vigilando lo que hacíamos, nadabamos por ahí y después nos quedamos en la orilla de la pileta, pegados al borde. Sentí su mano por abajo del agua como se metía y me acariciaba la pija, me hacía una paja con mí tío frente a nosotros, le pidió a mí tío si podía ir a buscarle un toallón porque ella se lo había olvidado, cuando se fue me dijo que quería la leche, me senté en el borde de la pileta y le acabe en la boca antes que volviera mí tío. Cuando llegó, le acercó la toalla y la ayudó a salir, ella le agradeció con un beso, nuevamente el cornudo de mí tío ella besaba después que le llenará la boca de leche.


Tía Victoria 5 - cumpleaños del cornudo

6 comentarios - Tía Victoria 5 - cumpleaños del cornudo

Matdepravado
Excelente! Que lindo morbo es cojerse a la tía.
gust7387
Muy buen relato y que caliente tu tia
btr_1990
Excelente, muy buenos relatos! Me re calientan!
elmaspajero20
Como me hacés acabar con esta historia !! Crack
leloir2010
Como me apetece una tia asi. Dale campeon segui cogiendote a tu tia. Van puntos