Les traigo un relato de incesto entre hermanos de mi autoría. Esta vez, tratando de hacerlo más realista, fundamentado y despacio que otros relatos que escribí, en los que me cuesta hacerlos más sutiles y no tan explícitos. Tamara teje las redes de esta historia y se sale con una ocurrencia tan atrevida como peligrosa que espero, sea de su agrado.
Está dividido en capítulos más breves porque me parece que se hace más ameno, en cada uno pasa algo interesante, se llegó al punto en el que no hay aperitivos y cada mini capítulo es un manjar, o al menos yo lo veo así.
Así como la ven todavía se hace la santita en Insta
No me animé a mostrar la cara pero la complací mostrándole mi afecto
No hace falta ser un Darthes para querer bajarle ese shortchito
Una más de entrecasa
De frente también se defiende
Ultimamente sus storyes son más reveladoras
No hace gimnasia pero por lo visto no precisa
Recuperando el tiempo perdido
Tantas pajas, sexo oral y toqueteo habían sido las chispas que iniciaron el fuego. La soledad en nuestra casa, fue el aire que el fuego necesitaba para alimentarse, y nuestro debut, desato las llamas descontroladas.
- Ahhh, ahhh, ahh, uuuuh , sí, sí, dale, cogeme más ¡Más! ¡Así, así!
Chillaba Tammy en su propia cama, siendo cogida en posición de perrito por su hermano 5 años menor, detalle que a todos les gusta recordar. Si no fuera por el tamaño de la casa ya tendríamos una denuncia de los vecinos, sin dudas, y si fuera del hotel, de la habitación de al lado, arriba y abajo.
No sé cuál es el record de mayor número de posiciones alcanzadas en la menor cantidad de tiempo, no creo que lo tengamos, pero si especificamos las poses hechas por un hermano y hermana incestuosos, nos llevaríamos la presea dorada.
En el sofá, habíamos hecho dos posiciones, de cucharita y un clásico misionero alto. Pero al día siguiente se vino una tormenta de poses en mi cama, como el martilleo (frente a frente, pegaditos, y ella sentándose sobre mi cadera) la amazona (Tammy sentándose arriba mío manejándolo todo) y al pasar a su cama, me la cogí de perrito, cosa que me estaba costando por el agotamiento. Casi la tenía muerta bailándole en la concha.
- Dale, venite otra vez dentro de tu hermana, como siempre te corres, dalé Tommy, dale…- Me apuraba como si fuera el primer polvo. A mí se me caían los brazos y me temblaban las piernas. El sudor corría por mi cuerpo ajeno a cualquier cambio de temperatura que el ventilador del techo imponía. El vientito acariciaba mis partes íntimas dándome un placer insuficiente en aquel momento.
- Ahí salé, ahí sale, estoy muerto hija de puta.- Le avisé a mi manera casi cayéndome con todo mi peso sobre su cuerpo haciendo “paf paf paf paf…”
- Un poquito de leche más, necesito un poquito más.- Me alentó con su tonito de putita pudiendo así encontrarme fuerzas donde yo no sabía que tenía. Acto seguido, cuando daba mis últimos alientos (quizás literalmente), se abrió bien el culito para mostrarme el ano y darme un plus muy necesario.
- Mírame el culito, no me lo dejes de mirar, pensá en cuanto te gustaría hacerme la cola algún día, pensá en romperme el culito y venite de una buena vez…- La muy habilidosa comenzó a guiñarme su ojo negro volviéndome loco del morbo.
- Uuuuh Tammy, me encantaría eso, me vengo, me corro todo adentró de nuevo aaah.
En un nuevo éxtasis, me contorsioné liberando unas últimas gotas perezosas en ese hervidero de concha al que no le cabía ni la cabeza de un alfiler. Al sacar mi pene todo aceitoso y oloroso de tanto franeleo continuo, un chorrito de leche medio cuajada se derramó en las sábanas. El olor a baño público inundó la habitación al segundo. Nos habíamos vuelto muy sucios.
- Fiuuuu, me mataste conchuda, me vine como 6 veces hoy. Estoy en el umbral de la desnutrición.- Dije costándome todo sudado a su lado, cayendo como fulminado. Tamara reía ante mis comentarios.
- Bueno, nuestros viejos pueden volver en cualquier momento y teníamos que recuperar el tiempo perdido. – Me susurró dándome besos en el cuerpo.- Mmm estás todo saladito y sucio.
- Estoy sudando lo que tomé hace un mes más o menos.- Y comenzando a recordar sus palabras solté una de las preguntas que más me urgían.- Tammy ¿Es cierto que me entregarías la cola?
Mi hermana rió sorprendía de mi inocencia, sin burlarse por piedad, enternecida.
- Es parte de mis fantasías. No hoy, no sé cuando, pero por supuesto que te voy a dejar que me hagas el culo. Solamente deja que me prepare bien ¿Me entendés? En la vida real no es como en el porno que se entierran una batata blanca de 25 centímetros y la sacan aún más blanca.
- No me importaría hacerlo al natural.- Solté con decisión, no muy seguro de haberlo pensado bien.
- ¿Te parece? No pensé que fueras tan mugriento, he. Aunque después de que me llenaras la concha de leche tantas veces me vendría bien cambiar de agujero.
- No me digas eso que me muero. Menos ahora que no tengo resto de nada.- Me esperanzaba con semejante aventura. El hecho de que sea con mi hermana ya ni siquiera era un factor a considerar.
Tamara volvió a reírse.
- Hay me encanta cuando te emocionas con nuestros planes, al final sos igual a mí.- Apretujándome los cachetes y estampándome un beso.
- No sé si tan igual, tengo mis límites, vos en cambio querías que me corriera siempre adentro. Más vale que tomes pastillas o vamos a tener quintillizos en nueve meses. Y no me quiero imaginar cómo van a salir. – Mencione preocupado.
- ¿Te asusta eso hermanito? – Me preguntó sin que pudiera encontrar el tono de broma.
- Por supuesto, una cosa es que la pasemos bien nosotros pero no podemos mandarnos una cagada así. Se ve que en tus mangas no muestran las consecuencias de lo que hacemos.
- No me hagas reír, por supuesto que lo muestran, tengo varios que terminan en embarazos, bobito.- Me retrucó dejándome mudo.
Tamara de sorpresa, se me subió arriba, pegoteándose a mi cuerpo y dejándome las preciosas tetas desnudas pendiendo sobre mi rostro, rodeándome casi por completo. Después las balanceo contra mi rostro para que sintiera el peso de ellas contra mi cara.
- ¿No te gustaría verlas llenitas de mi leche? Tanto que te gusta chuparlas vacías, pensé que te encantaría chuparlas llenitas…- Me dijo calentándome de nuevo. Siempre era lo mismo, parecía que todo estaba terminando aunque sea, por un día, y mi hermana otaku salía con alguna morbosidad nueva.
- Me encantaría que me amamantes, las bebería a diario, ni bien estén llenitas.- Le confesé.- Pero no podes quedarte embarazada, traer un hijo al mundo así es…
- ¡Pfffff! – Resopló fastidiada.- Me ponés a mil y al segundo siguiente me congelas la concha. No sos tan pervertido como yo.- Me reprimió.
- Es que con pibes alrededor no vamos a poder coger a gusto, pensa un poco hermanita.- Traté de pilotearla con resultados inesperadamente buenos.
- En parte tenés razón, nos va a aguar la fiesta, además de que tendría que inventarme un noviazgo con alguien y eso traería más y más problemas, más y más interrupciones.- Parecía mentira que de verdad lo había estado considerando.
Esa habitación era tan solo uno de los escenarios donde teníamos sexo y conversaciones picantes, rodeados de dibujos, estanterías con mangas y figuras de plástico. El siguiente nivel de nuestra campaña de placer fue en el baño, dónde nos duchábamos juntos intercambiando confesiones. Ese día estábamos inspirados y nuestras conversaciones eran tan calientes como nuestros actos. No podría asegurar que el vapor era producto del agua caliente o de nuestros cuerpos ardientes.
A Tammy no le podía pedir muchas confesiones. Ya habíamos hablado de los videos más sucios que habíamos visto, del manga más zarpado que haya leído o nos tanteábamos los límites con nuestras preguntas. En cada categoría me ganaba por goleada, y mientras nos enjabonábamos mutuamente, me toco el turno de confesar.
- Para serte honesto, una vez hace unos años vi a mamá con malos ojos.- Cedí a sus preguntas mientras le enjabonaba la espalda, obnubilado viendo como el agua enjabonada viajaba por todo su cuerpo y se metía en el valle de su redondeado trasero.
Hacía varios minutos que nos hacíamos preguntas íntimas a modo de cachondeo y ella venía respondiendo sin eludir a ninguna, pisteando cada pregunta morbosa como una campeona. Me pareció justo que yo también tirara un poco de carne al asador.
- ¡Eso es! ¡Al fin empezas a hablar, ototo-san! Ya era hora, yo hace días te confesé que a papa se le para cuando me siento a upa, estamos en la misma sintonía.
- Bueno pero eso es inevitable, se nos para sin pensar muchas veces, lo mío no. Ella estaba haciendo ejercicio en el living con calzas negras ¿Te acordás cuando ponía esos dvds malísimos de ejercicio y los seguía al pie de la letra?
- Sí, yo me enojaba porque quería ver un… bueno, bueno sin interrupciones, seguí.
- La cuestión es que…- Dije avergonzándome de mis palabras pero comprendiendo que no había vuelta atrás- hacía un ejercicio en el que acostada, levantaba la pelota de yoga con las piernas y… bueno, imagínate, estaba abierta de piernas y la calza era media traslúcida.
- ¡No me digas! ¿Y qué pensaste pervertido?- Se interesó dándose vuelta, quedándose a pocos centímetros de mí, mientras me enjabonaba el pecho.
- Primero, que no debería estar viéndole la almeja, yo había salido de ahí y no tendría que haber descubierto que usaba una tanga blanca y menos preguntarme cosas como si lo tenía depilado o… ¿Ya querés un nuevo turno?
Mientras le estaba hablando, me manoteó el ganso acogotándolo con suavidad, justo como me gustaba (haciendo un anillo con el pulgar y el índice, apenas envolviéndome el glande) mientras me besaba el cuerpo.
- Seguí confesándote, me re calientan esas cosas, dale, seguí.
- No hay mucho más… uuuh- Comenzaba a estremecerme ante sus estímulos.- Ese día me quede un rato largo mirándola hacer ejercicios, nunca había visto una vagina tan remarcada, mmm, uuuh. También se ponía en cuatro y le miraba la cola.
- Siempre te gustaron las colas familiares, pillín.- Me susurró tomando mis manos y llevándolas a su culo mientras me besaba, sintiendo la lluvia caer contra mis manos y su ardiente piel cediendo ante mis dedos.
- En especial esta.- Dije apretujándoselo, buscando su orificio con mi mano, frotándolo para sentirlo en su totalidad.
- Contame, si mamá se pusiera cachonda como yo ¿Te tirarías un lance?- Me preguntó mientras cachondeábamos.
- No sé Tammy, es re distinto. Capaz…- Me avergoncé de mi mismo.
- ¡Dale! ¡Decíle la verdad a tu hermana mayor he!- Me exigió con su clásico tono de regaño.- Si tenés que admitir que la vieja se mantiene re bien, por algo es secretaria de un jefe de empresa, las cosas como son.
Ya sabía que estaba re buena, los pocos amigos que han venido a casa me lo recordaban con frecuencia. Siempre ganaba el primer lugar en nuestras competencias de la mamá mas buena del grupo, aunque sospechaba que mi nivel adquisitivo los obnubilaba.
- ¿Insinuás que…
Tammy me miró con decepción.
- Hay hermanito, hermanito, no seas tan inocente, vos sabes cómo son las cosas en esos puestos, nadie se mantiene en la cima viajando con el jefe por el mundo nomás porque hace buenos cafés.
- ¿Y vos qué? Ya sabés que se la haces parar a papá, me imagino que habrás leído mangas de padre e hijas también para alimentar ese morbo.
- Esa no te la respondo porque no quiero que te pongas celoso.- Y acto seguido, sin darme espacio a contestar, me comió la boca suavemente bajo la lluvia. Yo seguía abrazado a su cola y ella masturbándome el pene flácido mientras nuestras bocas se conectaban lengua con lengua, labio con labio, labio con lengua.
- ¿Y vos? ¿Cuándo te hiciste tu primera paja pensando en mí?
- Mmm buena pregunta. – Seguí con el juego sin preocuparme por la boleta del agua.- Fue hace bastante, hermanito.- Me susurró dejándose tocarla toda, levantándole las nalgas, sintiendo todo el peso sobre mis manos.- Hay un artista de doujinshis hentai que me encanta, se llama Saigado. En uno de Evangelion que hizo, Asuka y Shinji viven juntos y… uhh, mmm, que rico.
Mientras ella elaboraba su confesión, le había metido un dedo en el culo, a penitas, sintiéndole toda la puertita pasando mi uña, metiéndolo y sacándolo, siempre entrando un poquito más. Sus nalgas pulposas me dificultaban la colación por lo que tuve que abrírselas con la otra mano.
- En uno viven juntos y cogen como conejos, se masturban observándose los cuerpos desnudos… mmm, ella le hace pajas continuamente mientras miran películas, al bañarlo, en todas partes…
- Cualquier similitud con la realidad no es pura coincidencia.- Observé agudo como mis manos explorándola como nunca antes.
- A diferencia de nosotros fingen ser hermanos y yo pensé que cool sería que fueran hermanos de verdad, una cosa llevo a la otra y no tarde en pajearme pensando en vos, Tommy.- Me dijo dejándose profanar la cola.- Sos un Shinji perfecto y me encanta que me dejes ser una hermana mala con vos.
- Hace tiempo que no sos una hermana mala.- La elogié sin dejar de colarle un dedo como si mis palabras fueran en una dirección y mi cuerpo en otra.- No es muy de hermana mala dejarme hacer estas cositas…- Y le mandé un segundo dedo, sintiendo su anillito envolverme la mitad de mis falanges con fuerza…- Si no fuera por vos no conocería estos placeres.
- Uuuh hermanito, que obsesión tenes con los culos.- Dándose vuelta. Pensé que la diversión se había terminado cuando cerró la canilla pero se apoyo contra el cristal de la puerta y se abrió el culo para mi.- La pija no, podés seguir colándome dedos y pajearte pero nada más ¿Okey?
- Lo que vos digas, Tammy, voy a jugar un ratito con tu culo.
Me arrodillé en el suelo húmedo de la bañera y aprovechando que ella me lo servía, le metí la lengua en el ano mientras me pajeaba, ahora con un 75% de fuerza de erección (unidad propia de medida de excitación). Me zambullí desde abajo hacia arriba, como si quisiera levantarla con mi cara, hundiéndome a más no poder entre sus nalgas. No desprecié su concha tampoco, concha que tendría que volver a bañar porque ya se sentía el sabor de sus fluidos y el aroma de su excitación. No habían pasado ni una hora desde la última cogida y se volvía a mojar toda. Pase de un agujero a otro, ambos más abiertos de lo normal en especial el culito, en el que metí dos dedos hasta los nudillos, mientras le chupaba la vagina y me pajeaba con la mano libre. Podía sentir a la vagina inflarse cuando hacia ganchitos hacia abajo con mis dedos, descubriendo así cuan delgada era la pared que separaba un agujerito del otro.
- Ahhh, ahhh, aah, sí, siiii, uuuh…así, colámelos en la concha, dale, así, así, mmmm- Gemía a sus anchas Tammy, haciendo peligrar el cristal de la ducha cuando se inclinó sobre él para levantarme una pata.
Mis dedos pasaban de un agujero a otro, tratándolos de igual manera, sintiendo las diferencias de uno y otro. El hecho de estar recién bañados y enjabonados nos daba mayor seguridad para hacer prácticas que en otro momento, serían poco higiénicas. Ahora que había debutado y no tenía el himen, podía realizar cualquier capricho con su vagina, como intentar meterle una mano mientras me hundía entre sus nalgas.
- Hay, despacito, despacio, me la vas a dejar como olla sopera, hermanito.- Se quejó al rato mientras veía como entraban mis cuatro dedos pero no podía pasar toda la mano.- No intentes todo lo que ves en el porno en un solo día, deja algo para otro momento.
- Mira quién habla…- Contesté bien respondón emergiendo de sus nalgas saboreándome.- En pocos días te diste unos cuantos gustos conmigo, yo solo quiero ver que tanto se te puede estirar la conchita, nunca había podido jugar con esta parte tuya.
- No la quiero tener detonada como una veterana Tommy, no seas malito…- Insistió, y esta vez le hice caso.
- Bueno, bueno, te dejo la conchita tranquila y te la chupo nomás, sé que eso te encanta.
- Eso me gusta más.- Se alivió mi hermana.- Buen hermanito…
- Como digas, entonces voy a probar este otro agujerito.- Y sin preguntar, le escupí en el culo y le metí tres dedos en el ano.
- ¡Hey no te propases! ¡No quise darte entender eso!
- Vos tenés tus fantasías y yo las mías, ahora relájate o va a ser peor.
- ¿Perdón? ¿Desde cuándo tanta confianza?
- Desde que empezamos a coger juntos y eso ¿No te parece?
Nuestro antiguo lado de hermanos afloraba de vez en cuando en momentos que el sexo se volvía más un juego. En esos días idílicos nos habíamos tratado tanto como amantes, como novios, como “cogeamigos” que extrañábamos sentirnos hermanos. De a poco las peleas le ganaron lugar al sexo y dejamos inconcluso nuestro episodio en la ducha, sabiendo que no importaba porque teníamos mucho tiempo en soledad por delante ¿O no era así?
Love Live!
- Bueno, te espero, chau papi, chauuu.- Dijo Tammy en el living cortando el teléfono. Mis temores se hicieron realidad, en 24 horas nuestro idilio terminaría, papa regresaba y al día siguiente, mamá. Nuestras vidas retomarían su cauce de rutina y normalidad, si es que eso es posible a esta altura.
Yo, que comía unos sándwiches de miga al lado, en la cocina de isla, me desilusioné, aunque no veía con malos ojos dormir como un oso de las cavernas para variar.
- Voy a tener que acelerar mi plan, come bien hermanito, esta noche la tenemos que aprovechar.
- ¿Cómo veníamos aprovechando cada noche?
- Va a ser distinta, hace rato que tengo una idea en mente.- Yo le dediqué una mirada de desconcierto e interés.- Vamos a hacer sexo en vivo…
- ¿Estás loca?- Me exasperé casi escupiendo la coca.- La idea es que no se sepa que hacemos esto, no volvernos estrellas de cine porno o algo así y pasar a las tapas de los diarios y revistas como escándalo nacional.
- ¡Que aguafiestas! Estoy registrada en una página segura, podemos subir alguna escenita en vivo sin restos ¿Te pensas que nuestra familia va a entrar en esos antros de la internet? Papa apenas sabe hacer una video llamada en whatsapp.
- Nuestra familia es grande, nos sabes si un primo tiene el mismo fetiche y encuentra nuestra producción “two argentinian brothers fucking hard live”…
Tamara río ante mi ocurrencia, no era buena señal, solía festejarme los comentarios para hacerme ceder a sus intenciones y olvidarse de mis preocupaciones.
- Va a ser divertido, quiero inmortalizar nuestras aventuras, darle un show de calidad a algún pervertido anónimo, no tiene nada de malo.
- Lo decís con una naturalidad que asusta.
- Si, te morís de miedo hasta que empezamos, espero que no te asuste tener espectadores.
En realidad no me asustaba nada a esta altura. En el transcurso del día, en medio de acciones propias de gente normal como comer y distraerse con el teléfono, construíamos nuestro debut en vivo. Le ayude a elegir la ropa que usaría, echando un vistazo por primera vez a la enorme cantidad de atuendos, conjuntos, lencería y disfraces que tenía. Hasta me sorprendió un traje de un personaje furro (Isabelle, de Animal Crossing, desconocido para mí) que debí de ser la locura de los que fantaseaban con ese fetiche peludo.
No se molesten en buscar el personaje que representa, Tammy lo hace mejor
Tras comer, asearnos y mentalizarnos, estábamos listos para nuestro show. Tamara se había creado una cuenta en una página porno de directos hace unos días, y algo así como switch, podías subir tus “gameplays” con una chica para complacer a otros usuarios. Tammy colocó la cámara, una luz que usaba para sus fotos y nos acomodamos en el sofá para una nueva aventura.
“Si ese sofá hablara…” pensaba mientras nos acomodábamos muy juntitos y se conectaba y esperaba que se llenara un poco de mirones, como una sala de cine que pone los trailers hasta que entran los espectadores.
- ¿Listo ototo-san? ¿Le doy play?
- Poné play.- Dije emulando a yayo, referencia que ella no cazó.
Sin guiones, sin ataduras ni moral, nos presentamos al mundo ante una docena de comentarios que no paraban de llegar.
- Me llamo Tammy, y él es mi hermano Tomás.- Me presentó con un tono kawaii.- Los leo en los comentarios por si tienen pedidos y sugerencias, si les va este mambo tengan paciencia que ya frotamos la lámpara de los deseos.
- Que metafórica.
- Y mientras para el que no nos cree, tengo más pruebas que mi palabra y nuestro parecido…
- ¿Era necesario que dijeras nuestros nombres? ¿Y eso?- Me sorprendí de que sacaba fotos impresas de un costado.
- Esto es incesto probado, no voy a dar apellidos pero tampoco dejar lugar a dudas. Acá, como pueden ver, estamos en la playa de Miramar, Argentina, muy juntitos en medio del mar, fue hace como ¿Seis años? ¿Cinco?
- ¿Es necesario mostrar fotos familiares?- Llevándome la mano a la frente, Tamara rió con ganas ante mi incomodidad.- Encima éramos ilegales en ese tiempo.
- Obvio, mira, me piden más fotos, son pervertidos como nosotros.- Dijo tomándose unos segundos para leer los comentarios que aparecían, fugaces porque siempre nuevos comentarios los relegaban del chat. Mi hermana los complació por varios minutos mostrándoles fotos pasadas en las que se había tomado el trabajo de pixelar los rostros de nuestros padres y parientes.
- Parece que dominas el arte de pixelar imágenes con photosop.
- Esta es de la cena navideña de 2015, en una quinta en Cañuelas, ahí todavía estaba nuestro otro hermano Thiago que ahora vive en…
- Méjico, vive en Méjico. Es luchador profesional, el “pájaro loco” o algo así.- Me apresuré a mentir y Tamara me miró con desaprobación. ¿De verdad quería que todo el mundo supiera de lo nuestro?
- Acá tengo unas selfies con una prima re putita que no veo de hace un tiempo, es morena como yo y aunque parece latina nació acá. En Argentina encuentran mujeres de todos los colores y en la familia también. Esta es más reciente, estamos con papa y mama en Diseny, fue en 2017 ese Pluto era lo más deprimente que vi en mi vida.- Y siguió y siguió compartiendo nuestra vida con esos anónimos ganso en mano.- Acá estamos en la pileta de casa, es la foto más nueva y ya estábamos solitos y podíamos jugar a nuestros juegos favoritos, tengo un par más pero me imagino que querrán ver algo distinto a caras pixeladas y nosotros vestidos actuando normal.
Selfies que se sacó con mi prima y una de Tammy en la que la bikini coincide, para que vean que no miento.
Los comentarios eran ilegibles, el chat estallaba de emoticones fogosos, pedidos en inglés y mayúsculas. Como abejas pegándose a la miel, el enjambre de pajeros llegaba y nuestra excitación crecía.
Tamara me sacó la remera mientras nos abrazamos y besamos como veníamos haciendo. Sentí sus labios pegarse a los mío, su lengua ser recibida en mi boca como una invitada tan recurrente como bienvenida.
Mientras nos saboreábamos las bocas mutuamente, tratando le estrujé las tetas desde atrás y complaciendo a los espectadores, las descubrí para que le vean los pezones. Mientras me pasaba saliva a boca cerrada (le encantaban esos besos babosos tanto como a mí) yo le acariciaba los senos al completo, terminando en sus pezones, apretándolos levemente como si los ordeñara.
- Tranquilo, tenemos toda la noche…- Me susurró al ver que ya le colaba dos dedos en la conchita.- Ahora te voy a tener que desnudar y pajear yo también.
Acto seguido, me indico que me parara y me descubrió la pija, que como un personaje que hace su gran entrada, ocupo el centro de la composición.
- Y con ustedes la pija de mi hermano ¿No es linda?- Pregunto cual animadora de concurso familiar. Familiar era, pero no concurso.
- Los que ven son todos hombres, te van a querer ver las tetas más bien.- Obediente, Tammy se sacó el corpiño y desde atrás, me hizo una paja escupiéndose en la mano. Su mano estaba muy caliente y transpirada, se volvía áspera muy rápido pero la sensación era agradable.
- Yo sé lo que quieren ver, gestos como este. ¿No les gusta ver a una hermana pajeando a su hermanito menor?
- No digas hermanito o van a pensar cosas indebidas.- Dije notando cuan estúpido era mi comentario al tener mi verga en su mano siendo masturbada con maestría.
Mientras me hacía la paja leímos algunos pocos comentarios. Como la mayoría estaba acogotando el ganso dejaron de escribir, la mayor parte eran comentarios ilegibles, otros eran pedidos como que Tammy me la mamara (lo más probable que ocurriera) o que ella terminara de desnudarse.
- ¿Ves? Te quieren ver en pelotas, dale mostrá toda la cerne.
- Ufa, con lo lindo que estaba leerlos mientras te pajeaba, bueno, si me quieren ver desnuda ahí vamos.
Tamara se incorporó y esta vez yo me senté hundiéndome en el sofá. A la vista de todos los perverts le bajé la bombachita y les revelé la deseada vagina abriéndola desde arriba para enseñarles con lujo de detalle sus partes, en especial el clítoris todo respingón, siempre oculto por su vagina carnosa. Noté que mi hermana se sonrojaba mientras la mostraba como a puta en oferta.
- ¿Te gusta exponerte así como una res en una expo rural?- Dije mirando a la cámara y como los emoticones de la carita con baba se multiplicaban. Me pedían que se la chupe con asiduidad.
- Vos no me podes decir nada, pelaste pija sin problemas he- Me reconoció.
Leí por ahí que querían ver más de cerca y los complací acercando el sillón. La camarita quedaba un poco abajo (estaba prensada a la pantalla de la portátil) así que hice lo posible por acercarles el sexo de mi hermana para que lo vean al detalle.
- Si les gustó tu concha esto les va a encantar.
Como cualquier humano con dos neuronas supondría, la di vuelta para que enseñe el culo a ese puñado de afortunados. Mi tesoro más preciado quedó frente a la cámara mientras yo lo acariciaba y besaba en los flancos, hasta se me escapó una mordidita. Haciéndolos desear, la manoseé sin mostrar nada, leyendo como los pobres pajeros detonaban el chat… “open that ass!” “we want to see that juicy asshole” ”CMN MTFUCKER OPEN WIDE THAT CHEEKS” y cosas así leí por varios minutos mientras ambos reíamos.
Me salió el hijo de puta de adentro y le abrí las nalgas rápido, cerrándolas al segundo un par de veces para que vean el culo como si fuera una luz estroboscópica. Recibí insultos en diez idiomas distintos en alfabetos que nunca vi, hasta que les di lo que querían y con mi hermana inclinada al completo sobre el sofá, abrí los cantos para enseñarles el agujero del culo.
- Si me denuncian la cuenta por haberlos hecho calentar te mato.- Me amenazó roja como un tomate, sin dudas exponerse así ante el enjambre de pajeros estaba generando en ella algo único que aproveché.
- No te preocupes, dejaron de escribir, ya están con el ganso en la mano.- Acto seguido, pase mis yemas por el ano para estirarlo bien y enseñarles cada pigmento habido y por haber en él, desde el contorno grisáceo del asterisco hasta su centro rosadito. Tampoco dejé la vagina sin descubrir, ya que en esa pose le podían ver la cavidad rosa en todo su esplendor, recién desvirgada y bien cerradita.
- Tenes una conchita re carnosa, si no te abro los labios se cierra como una almeja.
- Hay hermanito, estás terrible.- Jadeó muy excitada con mi intervención y toqueteo.
- Claro, vos fuiste la de la idea y yo soy el terrible.
- Vení para acá, pendejo pervertido…
Sin más preámbulos, estando sentado con toda la comodidad del mundo, se puso en cuatro y me comió la pija de arriba abajo, de las bolas a los flancos del tronco.
- Gggghk, ggggmmm, mmmmgggk, mmmgha.- Cabeceó sin dejar de gemir, como si fuera un sonido totalmente involuntario, distorsionado por tragarse todo mi miembro hasta el fondo.
- Tenías hambre Tammy, te la estás comiendo toda.- Le susurré para calentarla mientras se la tragaba entera y me manoseaba los testículos.- Quedate así, en cuatro, que se ve bien como cabeceas y todo el culito abierto.
- ¿Podés dejar de hablar o pensar en mi culo por dos segundos? Parece que te olvidas que tengo todo un cuerpo. – Me dijo fingiendo enojo, como una clásica tsundere (ella me explicó que eran las clásicas minitas enojonas y mala onda en los anime, que sin embargo, ocultaban sus verdaderos sentimientos y dulzura) volviendo a cabecear como un pajarito carpintero.
- Perdón, no lo puedo evitar, es como ese medallón que usan los que hacen hipnotismo, mejor no digo más nada.
Los espectadores me lo agradecieron. Mientras me la chupaba como bien sabía hacerlo, pensaba en todos los tags que el video podía tener: “incest” “brother and sister” “age difference” “oral” “big ass” ”tabú” “dirty talk” y los que podrían aparecer con el correr de los minutos. “Deep throat” también sería adecuado.
Así como sin querer queriendo consumimos una hora de directo. Comencé a tener la sensación de que la gente solo llegaba y jamás se iba. Aparecían notificaciones en la cuenta de Tammy por docenas, intuí que debían ser suscriptores o algo así.
- Ahora me toca a mí, chupáme la concha y nada de pasar al culo por un rato.
- Quedate tranquila, te la voy a blanquear de tanto que te la pienso chupar.
Me arrodillé ante mi hermana de pie, y así como le comí el culo en la ducha, hice lo mismo con su vagina, impulsándome de abajo hacia arriba como si quisiera levantarla. Sentí su mascarilla de carne envolverme la cara impregnándome con sus fluidos al segundo desde que empecé a mandarle lengua. Tammy comenzó su show de gemidos único mientras me perdí literalmente en su sexo todo poroso y jugoso. Tenía que esmerarme después de todo lo bien que me venía tratando y era mi oportunidad de demostrarle cuanto me gustaba ser sumiso y complaciente con ella.
- ¡Hay! ¡Te me vas a meter adentro! ¡Despacito!- Me rogó algo incomoda con mi intensidad y franeleo con mi cara y todo su sexo.- Es como si quisieras nacer para adentro.
- Aca hacemos todo adentro.
Pasé del modo bruto al modo precisó golpeteándole el clítoris con mi lengua, tratándolo como a una pera de boxeador en miniatura mientras le metía un dedo en la vagina. Lamentablemente, como estábamos de lado haciendo nuestras cochinadas, dudo que la cámara captase mis técnicas amatorias. Al rato, Tammy se puso en cuatro en el sofá y sin darle ni pelota a lo que decían en el chat, le comí la vulva desde atrás batiéndole la lengua adentro tanto como su longitud me lo permitía. Era curioso como a esa altura, aquellos sabores, texturas y fragancias me resultaban tan conocidos como el sabor del chocolate.
- Uuuh que rico, muy bien hermanito, muy bien, sabes cómo chupar concha, ya estoy pensando como recompensarte, pero por ahora seguí.- Y la muy turrita me tomo de la cabeza y me frotó por toda su rayita, incluyendo el culo, cosa que calculo era mi premio. Así de enfermos estábamos.
No tardó en cambiar mi lengua por mi miembro, y sentándome con algo de salvajismo, se me sentó arriba cumpliendo la fantasía de muchos de nuestros espectadores: ver sexo entre hermanos, como se veía en el material favorito de mi hermana, salvaje y sin protección alguna.
Los gemidos de Tammy se unieron al rechinar del sofá, mientras nuestras carnes repiqueteaban al chocarse unas con otras. Los espectadores no pudieron verme mamarle las tetas porque su cuerpo caí sobre mí envolviéndome como una manta, solo nuestras caderas estaban en movimiento, en especial las de ella, que como si tuviera resortes en los muslos, rebotaban a un ritmo maravilloso.
Tras unos minutos en los que peligro la integridad de mi cadera, cambiamos de pose y le di de perrito, con una pata apoyada en el respaldo del sofá y dejándome caer sobre ella.
- Ah, ahhh, mmm, sí, aaah, coge a tu hermana, dale, llenala de leche, sí…- Chillaba apenas notándose lo que decía.
No necesitaba que me lo repitiera, en cuestión de minutos le acabe todo adentro para deleite de nuestro selecto público, que sin dudas, no vio en su vida nada igual.
- Mmm te quedó todo adentro Tammy, que hija de puta.- Susurré al ver como al sacar mi pija, no se derramaba ni una gota, como si hubiera sido en limpio, aunque ahora su huequito vaginal estaba más abierto que antes.
- Que gozo por favor.- Mencionó acostándose dándole la espalda al público.- No puedo creer que lo hicimos, somos unas estrellas del casero.
- ¿Les habrá gustado? No entiendo mucho lo que dicen.- Acto seguido, mi hermana se acomodo gateando y tomando a la cámara, hizo un primer plano de su concha abierta toda enchastrada, como una obra de arte que recibió las pinceladas finales. Con esa hermosa fotografía, se despidió deseándoles buenas noches.
- Misión cumplida, gracias hermanito.- Y me dio un pico de agradecimiento como si fuera ella la del favor, y antes de dejar el sofá, la tomé de la mano.
- ¿Es en serio? Yo debería estar dando las gracias.- Le confesé.- Sos más que una hermana para mi, Tammy, y estos son más que juegos ahora, me va a costar mucho dejarte algún día, con vos me siento seguro de decir, hacer y explorar todo lo que quiera…
- ¡Hay hermanito!- Me expresó medio emocionada.- Nunca te vi así de cariñoso, yo sabía que esta idea nos iba a unir mucho más.- Abrazándose a mí, de pie, en un gesto que sería fraternal y muy común de no ser que estábamos desnudos y habíamos terminado de coger.- ¿A qué se debe tanto amor?
- ¿Me prometes una cosa?- Susurré haciéndome el inocente lo mejor que pude.
- Que cosa, lo que sea.
- Que si conseguís un novio no te vas a olvidar de mi y aunque sea me vas a dar una emoción cada tanto.
Tammy me abrazó más fuerte y me golpeó la nariz con dulzura.
- Por supuesto hermanito, aunque este casada siempre te voy a hacer un lugarcito en mi agenda a escondidas, si es que mi esposo no se suma ¿Y vos? ¿Me dejarías por otra chica?
- Nunca.- Contesté con decisión.
- Entonces esto recién comienza, y hoy te preparé para el siguiente paso en nuestra aventura.
- ¿Ya pensando en una nueva perversión?- Me sorprendí, creyendo que tendría una semanita de descanso a tanto morbo, parecía que los ratones en su cabeza eran insaciables. -¿Qué tenes en mente?
- Ya vas a ver… ya vas a ver.
Continuará…
Gracias por leer! Capítulo a capítulo voy quemando situaciones y ya tengo en mente la siguiente aventura… puede ser trío, otro familiar en acción o unas vacaciones familiares, si es que quieren que siga, claro : p Creo que queda mucha tela por cortar.
Si les gustó les agradecería que puntúen y comenten, así muestran su apoyo y me doy cuenta que les gustó el relato.
Otros relatos de incesto:
Hermana Otaku:http://www.poringa.net/posts/relatos/3484478/Hermana-Otaku.html#comment-178268
Hermana Otaku. Parte 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3490547/Hermana-Otaku-Parte-2.html#comment-173837
Hermana Otaku. Parte 3:http://www.poringa.net/posts/relatos/3500404/Hermana-Otaku-Parte-3.html
Hermana Otaku. Parte 4:http://www.poringa.net/posts/relatos/3506503/Hermana-Otaku-Parte-4.html#comment-172817
Hermana Otaku. Parte 5:http://www.poringa.net/posts/relatos/3530577/Hermana-Otaku-Parte-5.html
Hermana Otaku. Parte 6:http://www.poringa.net/posts/relatos/3542132/Hermana-Otaku-Parte-6.html
Está dividido en capítulos más breves porque me parece que se hace más ameno, en cada uno pasa algo interesante, se llegó al punto en el que no hay aperitivos y cada mini capítulo es un manjar, o al menos yo lo veo así.
Así como la ven todavía se hace la santita en Insta
No me animé a mostrar la cara pero la complací mostrándole mi afecto
No hace falta ser un Darthes para querer bajarle ese shortchito
Una más de entrecasa
De frente también se defiende
Ultimamente sus storyes son más reveladoras
No hace gimnasia pero por lo visto no precisa
Recuperando el tiempo perdido
Tantas pajas, sexo oral y toqueteo habían sido las chispas que iniciaron el fuego. La soledad en nuestra casa, fue el aire que el fuego necesitaba para alimentarse, y nuestro debut, desato las llamas descontroladas.
- Ahhh, ahhh, ahh, uuuuh , sí, sí, dale, cogeme más ¡Más! ¡Así, así!
Chillaba Tammy en su propia cama, siendo cogida en posición de perrito por su hermano 5 años menor, detalle que a todos les gusta recordar. Si no fuera por el tamaño de la casa ya tendríamos una denuncia de los vecinos, sin dudas, y si fuera del hotel, de la habitación de al lado, arriba y abajo.
No sé cuál es el record de mayor número de posiciones alcanzadas en la menor cantidad de tiempo, no creo que lo tengamos, pero si especificamos las poses hechas por un hermano y hermana incestuosos, nos llevaríamos la presea dorada.
En el sofá, habíamos hecho dos posiciones, de cucharita y un clásico misionero alto. Pero al día siguiente se vino una tormenta de poses en mi cama, como el martilleo (frente a frente, pegaditos, y ella sentándose sobre mi cadera) la amazona (Tammy sentándose arriba mío manejándolo todo) y al pasar a su cama, me la cogí de perrito, cosa que me estaba costando por el agotamiento. Casi la tenía muerta bailándole en la concha.
- Dale, venite otra vez dentro de tu hermana, como siempre te corres, dalé Tommy, dale…- Me apuraba como si fuera el primer polvo. A mí se me caían los brazos y me temblaban las piernas. El sudor corría por mi cuerpo ajeno a cualquier cambio de temperatura que el ventilador del techo imponía. El vientito acariciaba mis partes íntimas dándome un placer insuficiente en aquel momento.
- Ahí salé, ahí sale, estoy muerto hija de puta.- Le avisé a mi manera casi cayéndome con todo mi peso sobre su cuerpo haciendo “paf paf paf paf…”
- Un poquito de leche más, necesito un poquito más.- Me alentó con su tonito de putita pudiendo así encontrarme fuerzas donde yo no sabía que tenía. Acto seguido, cuando daba mis últimos alientos (quizás literalmente), se abrió bien el culito para mostrarme el ano y darme un plus muy necesario.
- Mírame el culito, no me lo dejes de mirar, pensá en cuanto te gustaría hacerme la cola algún día, pensá en romperme el culito y venite de una buena vez…- La muy habilidosa comenzó a guiñarme su ojo negro volviéndome loco del morbo.
- Uuuuh Tammy, me encantaría eso, me vengo, me corro todo adentró de nuevo aaah.
En un nuevo éxtasis, me contorsioné liberando unas últimas gotas perezosas en ese hervidero de concha al que no le cabía ni la cabeza de un alfiler. Al sacar mi pene todo aceitoso y oloroso de tanto franeleo continuo, un chorrito de leche medio cuajada se derramó en las sábanas. El olor a baño público inundó la habitación al segundo. Nos habíamos vuelto muy sucios.
- Fiuuuu, me mataste conchuda, me vine como 6 veces hoy. Estoy en el umbral de la desnutrición.- Dije costándome todo sudado a su lado, cayendo como fulminado. Tamara reía ante mis comentarios.
- Bueno, nuestros viejos pueden volver en cualquier momento y teníamos que recuperar el tiempo perdido. – Me susurró dándome besos en el cuerpo.- Mmm estás todo saladito y sucio.
- Estoy sudando lo que tomé hace un mes más o menos.- Y comenzando a recordar sus palabras solté una de las preguntas que más me urgían.- Tammy ¿Es cierto que me entregarías la cola?
Mi hermana rió sorprendía de mi inocencia, sin burlarse por piedad, enternecida.
- Es parte de mis fantasías. No hoy, no sé cuando, pero por supuesto que te voy a dejar que me hagas el culo. Solamente deja que me prepare bien ¿Me entendés? En la vida real no es como en el porno que se entierran una batata blanca de 25 centímetros y la sacan aún más blanca.
- No me importaría hacerlo al natural.- Solté con decisión, no muy seguro de haberlo pensado bien.
- ¿Te parece? No pensé que fueras tan mugriento, he. Aunque después de que me llenaras la concha de leche tantas veces me vendría bien cambiar de agujero.
- No me digas eso que me muero. Menos ahora que no tengo resto de nada.- Me esperanzaba con semejante aventura. El hecho de que sea con mi hermana ya ni siquiera era un factor a considerar.
Tamara volvió a reírse.
- Hay me encanta cuando te emocionas con nuestros planes, al final sos igual a mí.- Apretujándome los cachetes y estampándome un beso.
- No sé si tan igual, tengo mis límites, vos en cambio querías que me corriera siempre adentro. Más vale que tomes pastillas o vamos a tener quintillizos en nueve meses. Y no me quiero imaginar cómo van a salir. – Mencione preocupado.
- ¿Te asusta eso hermanito? – Me preguntó sin que pudiera encontrar el tono de broma.
- Por supuesto, una cosa es que la pasemos bien nosotros pero no podemos mandarnos una cagada así. Se ve que en tus mangas no muestran las consecuencias de lo que hacemos.
- No me hagas reír, por supuesto que lo muestran, tengo varios que terminan en embarazos, bobito.- Me retrucó dejándome mudo.
Tamara de sorpresa, se me subió arriba, pegoteándose a mi cuerpo y dejándome las preciosas tetas desnudas pendiendo sobre mi rostro, rodeándome casi por completo. Después las balanceo contra mi rostro para que sintiera el peso de ellas contra mi cara.
- ¿No te gustaría verlas llenitas de mi leche? Tanto que te gusta chuparlas vacías, pensé que te encantaría chuparlas llenitas…- Me dijo calentándome de nuevo. Siempre era lo mismo, parecía que todo estaba terminando aunque sea, por un día, y mi hermana otaku salía con alguna morbosidad nueva.
- Me encantaría que me amamantes, las bebería a diario, ni bien estén llenitas.- Le confesé.- Pero no podes quedarte embarazada, traer un hijo al mundo así es…
- ¡Pfffff! – Resopló fastidiada.- Me ponés a mil y al segundo siguiente me congelas la concha. No sos tan pervertido como yo.- Me reprimió.
- Es que con pibes alrededor no vamos a poder coger a gusto, pensa un poco hermanita.- Traté de pilotearla con resultados inesperadamente buenos.
- En parte tenés razón, nos va a aguar la fiesta, además de que tendría que inventarme un noviazgo con alguien y eso traería más y más problemas, más y más interrupciones.- Parecía mentira que de verdad lo había estado considerando.
Esa habitación era tan solo uno de los escenarios donde teníamos sexo y conversaciones picantes, rodeados de dibujos, estanterías con mangas y figuras de plástico. El siguiente nivel de nuestra campaña de placer fue en el baño, dónde nos duchábamos juntos intercambiando confesiones. Ese día estábamos inspirados y nuestras conversaciones eran tan calientes como nuestros actos. No podría asegurar que el vapor era producto del agua caliente o de nuestros cuerpos ardientes.
A Tammy no le podía pedir muchas confesiones. Ya habíamos hablado de los videos más sucios que habíamos visto, del manga más zarpado que haya leído o nos tanteábamos los límites con nuestras preguntas. En cada categoría me ganaba por goleada, y mientras nos enjabonábamos mutuamente, me toco el turno de confesar.
- Para serte honesto, una vez hace unos años vi a mamá con malos ojos.- Cedí a sus preguntas mientras le enjabonaba la espalda, obnubilado viendo como el agua enjabonada viajaba por todo su cuerpo y se metía en el valle de su redondeado trasero.
Hacía varios minutos que nos hacíamos preguntas íntimas a modo de cachondeo y ella venía respondiendo sin eludir a ninguna, pisteando cada pregunta morbosa como una campeona. Me pareció justo que yo también tirara un poco de carne al asador.
- ¡Eso es! ¡Al fin empezas a hablar, ototo-san! Ya era hora, yo hace días te confesé que a papa se le para cuando me siento a upa, estamos en la misma sintonía.
- Bueno pero eso es inevitable, se nos para sin pensar muchas veces, lo mío no. Ella estaba haciendo ejercicio en el living con calzas negras ¿Te acordás cuando ponía esos dvds malísimos de ejercicio y los seguía al pie de la letra?
- Sí, yo me enojaba porque quería ver un… bueno, bueno sin interrupciones, seguí.
- La cuestión es que…- Dije avergonzándome de mis palabras pero comprendiendo que no había vuelta atrás- hacía un ejercicio en el que acostada, levantaba la pelota de yoga con las piernas y… bueno, imagínate, estaba abierta de piernas y la calza era media traslúcida.
- ¡No me digas! ¿Y qué pensaste pervertido?- Se interesó dándose vuelta, quedándose a pocos centímetros de mí, mientras me enjabonaba el pecho.
- Primero, que no debería estar viéndole la almeja, yo había salido de ahí y no tendría que haber descubierto que usaba una tanga blanca y menos preguntarme cosas como si lo tenía depilado o… ¿Ya querés un nuevo turno?
Mientras le estaba hablando, me manoteó el ganso acogotándolo con suavidad, justo como me gustaba (haciendo un anillo con el pulgar y el índice, apenas envolviéndome el glande) mientras me besaba el cuerpo.
- Seguí confesándote, me re calientan esas cosas, dale, seguí.
- No hay mucho más… uuuh- Comenzaba a estremecerme ante sus estímulos.- Ese día me quede un rato largo mirándola hacer ejercicios, nunca había visto una vagina tan remarcada, mmm, uuuh. También se ponía en cuatro y le miraba la cola.
- Siempre te gustaron las colas familiares, pillín.- Me susurró tomando mis manos y llevándolas a su culo mientras me besaba, sintiendo la lluvia caer contra mis manos y su ardiente piel cediendo ante mis dedos.
- En especial esta.- Dije apretujándoselo, buscando su orificio con mi mano, frotándolo para sentirlo en su totalidad.
- Contame, si mamá se pusiera cachonda como yo ¿Te tirarías un lance?- Me preguntó mientras cachondeábamos.
- No sé Tammy, es re distinto. Capaz…- Me avergoncé de mi mismo.
- ¡Dale! ¡Decíle la verdad a tu hermana mayor he!- Me exigió con su clásico tono de regaño.- Si tenés que admitir que la vieja se mantiene re bien, por algo es secretaria de un jefe de empresa, las cosas como son.
Ya sabía que estaba re buena, los pocos amigos que han venido a casa me lo recordaban con frecuencia. Siempre ganaba el primer lugar en nuestras competencias de la mamá mas buena del grupo, aunque sospechaba que mi nivel adquisitivo los obnubilaba.
- ¿Insinuás que…
Tammy me miró con decepción.
- Hay hermanito, hermanito, no seas tan inocente, vos sabes cómo son las cosas en esos puestos, nadie se mantiene en la cima viajando con el jefe por el mundo nomás porque hace buenos cafés.
- ¿Y vos qué? Ya sabés que se la haces parar a papá, me imagino que habrás leído mangas de padre e hijas también para alimentar ese morbo.
- Esa no te la respondo porque no quiero que te pongas celoso.- Y acto seguido, sin darme espacio a contestar, me comió la boca suavemente bajo la lluvia. Yo seguía abrazado a su cola y ella masturbándome el pene flácido mientras nuestras bocas se conectaban lengua con lengua, labio con labio, labio con lengua.
- ¿Y vos? ¿Cuándo te hiciste tu primera paja pensando en mí?
- Mmm buena pregunta. – Seguí con el juego sin preocuparme por la boleta del agua.- Fue hace bastante, hermanito.- Me susurró dejándose tocarla toda, levantándole las nalgas, sintiendo todo el peso sobre mis manos.- Hay un artista de doujinshis hentai que me encanta, se llama Saigado. En uno de Evangelion que hizo, Asuka y Shinji viven juntos y… uhh, mmm, que rico.
Mientras ella elaboraba su confesión, le había metido un dedo en el culo, a penitas, sintiéndole toda la puertita pasando mi uña, metiéndolo y sacándolo, siempre entrando un poquito más. Sus nalgas pulposas me dificultaban la colación por lo que tuve que abrírselas con la otra mano.
- En uno viven juntos y cogen como conejos, se masturban observándose los cuerpos desnudos… mmm, ella le hace pajas continuamente mientras miran películas, al bañarlo, en todas partes…
- Cualquier similitud con la realidad no es pura coincidencia.- Observé agudo como mis manos explorándola como nunca antes.
- A diferencia de nosotros fingen ser hermanos y yo pensé que cool sería que fueran hermanos de verdad, una cosa llevo a la otra y no tarde en pajearme pensando en vos, Tommy.- Me dijo dejándose profanar la cola.- Sos un Shinji perfecto y me encanta que me dejes ser una hermana mala con vos.
- Hace tiempo que no sos una hermana mala.- La elogié sin dejar de colarle un dedo como si mis palabras fueran en una dirección y mi cuerpo en otra.- No es muy de hermana mala dejarme hacer estas cositas…- Y le mandé un segundo dedo, sintiendo su anillito envolverme la mitad de mis falanges con fuerza…- Si no fuera por vos no conocería estos placeres.
- Uuuh hermanito, que obsesión tenes con los culos.- Dándose vuelta. Pensé que la diversión se había terminado cuando cerró la canilla pero se apoyo contra el cristal de la puerta y se abrió el culo para mi.- La pija no, podés seguir colándome dedos y pajearte pero nada más ¿Okey?
- Lo que vos digas, Tammy, voy a jugar un ratito con tu culo.
Me arrodillé en el suelo húmedo de la bañera y aprovechando que ella me lo servía, le metí la lengua en el ano mientras me pajeaba, ahora con un 75% de fuerza de erección (unidad propia de medida de excitación). Me zambullí desde abajo hacia arriba, como si quisiera levantarla con mi cara, hundiéndome a más no poder entre sus nalgas. No desprecié su concha tampoco, concha que tendría que volver a bañar porque ya se sentía el sabor de sus fluidos y el aroma de su excitación. No habían pasado ni una hora desde la última cogida y se volvía a mojar toda. Pase de un agujero a otro, ambos más abiertos de lo normal en especial el culito, en el que metí dos dedos hasta los nudillos, mientras le chupaba la vagina y me pajeaba con la mano libre. Podía sentir a la vagina inflarse cuando hacia ganchitos hacia abajo con mis dedos, descubriendo así cuan delgada era la pared que separaba un agujerito del otro.
- Ahhh, ahhh, aah, sí, siiii, uuuh…así, colámelos en la concha, dale, así, así, mmmm- Gemía a sus anchas Tammy, haciendo peligrar el cristal de la ducha cuando se inclinó sobre él para levantarme una pata.
Mis dedos pasaban de un agujero a otro, tratándolos de igual manera, sintiendo las diferencias de uno y otro. El hecho de estar recién bañados y enjabonados nos daba mayor seguridad para hacer prácticas que en otro momento, serían poco higiénicas. Ahora que había debutado y no tenía el himen, podía realizar cualquier capricho con su vagina, como intentar meterle una mano mientras me hundía entre sus nalgas.
- Hay, despacito, despacio, me la vas a dejar como olla sopera, hermanito.- Se quejó al rato mientras veía como entraban mis cuatro dedos pero no podía pasar toda la mano.- No intentes todo lo que ves en el porno en un solo día, deja algo para otro momento.
- Mira quién habla…- Contesté bien respondón emergiendo de sus nalgas saboreándome.- En pocos días te diste unos cuantos gustos conmigo, yo solo quiero ver que tanto se te puede estirar la conchita, nunca había podido jugar con esta parte tuya.
- No la quiero tener detonada como una veterana Tommy, no seas malito…- Insistió, y esta vez le hice caso.
- Bueno, bueno, te dejo la conchita tranquila y te la chupo nomás, sé que eso te encanta.
- Eso me gusta más.- Se alivió mi hermana.- Buen hermanito…
- Como digas, entonces voy a probar este otro agujerito.- Y sin preguntar, le escupí en el culo y le metí tres dedos en el ano.
- ¡Hey no te propases! ¡No quise darte entender eso!
- Vos tenés tus fantasías y yo las mías, ahora relájate o va a ser peor.
- ¿Perdón? ¿Desde cuándo tanta confianza?
- Desde que empezamos a coger juntos y eso ¿No te parece?
Nuestro antiguo lado de hermanos afloraba de vez en cuando en momentos que el sexo se volvía más un juego. En esos días idílicos nos habíamos tratado tanto como amantes, como novios, como “cogeamigos” que extrañábamos sentirnos hermanos. De a poco las peleas le ganaron lugar al sexo y dejamos inconcluso nuestro episodio en la ducha, sabiendo que no importaba porque teníamos mucho tiempo en soledad por delante ¿O no era así?
Love Live!
- Bueno, te espero, chau papi, chauuu.- Dijo Tammy en el living cortando el teléfono. Mis temores se hicieron realidad, en 24 horas nuestro idilio terminaría, papa regresaba y al día siguiente, mamá. Nuestras vidas retomarían su cauce de rutina y normalidad, si es que eso es posible a esta altura.
Yo, que comía unos sándwiches de miga al lado, en la cocina de isla, me desilusioné, aunque no veía con malos ojos dormir como un oso de las cavernas para variar.
- Voy a tener que acelerar mi plan, come bien hermanito, esta noche la tenemos que aprovechar.
- ¿Cómo veníamos aprovechando cada noche?
- Va a ser distinta, hace rato que tengo una idea en mente.- Yo le dediqué una mirada de desconcierto e interés.- Vamos a hacer sexo en vivo…
- ¿Estás loca?- Me exasperé casi escupiendo la coca.- La idea es que no se sepa que hacemos esto, no volvernos estrellas de cine porno o algo así y pasar a las tapas de los diarios y revistas como escándalo nacional.
- ¡Que aguafiestas! Estoy registrada en una página segura, podemos subir alguna escenita en vivo sin restos ¿Te pensas que nuestra familia va a entrar en esos antros de la internet? Papa apenas sabe hacer una video llamada en whatsapp.
- Nuestra familia es grande, nos sabes si un primo tiene el mismo fetiche y encuentra nuestra producción “two argentinian brothers fucking hard live”…
Tamara río ante mi ocurrencia, no era buena señal, solía festejarme los comentarios para hacerme ceder a sus intenciones y olvidarse de mis preocupaciones.
- Va a ser divertido, quiero inmortalizar nuestras aventuras, darle un show de calidad a algún pervertido anónimo, no tiene nada de malo.
- Lo decís con una naturalidad que asusta.
- Si, te morís de miedo hasta que empezamos, espero que no te asuste tener espectadores.
En realidad no me asustaba nada a esta altura. En el transcurso del día, en medio de acciones propias de gente normal como comer y distraerse con el teléfono, construíamos nuestro debut en vivo. Le ayude a elegir la ropa que usaría, echando un vistazo por primera vez a la enorme cantidad de atuendos, conjuntos, lencería y disfraces que tenía. Hasta me sorprendió un traje de un personaje furro (Isabelle, de Animal Crossing, desconocido para mí) que debí de ser la locura de los que fantaseaban con ese fetiche peludo.
No se molesten en buscar el personaje que representa, Tammy lo hace mejor
Tras comer, asearnos y mentalizarnos, estábamos listos para nuestro show. Tamara se había creado una cuenta en una página porno de directos hace unos días, y algo así como switch, podías subir tus “gameplays” con una chica para complacer a otros usuarios. Tammy colocó la cámara, una luz que usaba para sus fotos y nos acomodamos en el sofá para una nueva aventura.
“Si ese sofá hablara…” pensaba mientras nos acomodábamos muy juntitos y se conectaba y esperaba que se llenara un poco de mirones, como una sala de cine que pone los trailers hasta que entran los espectadores.
- ¿Listo ototo-san? ¿Le doy play?
- Poné play.- Dije emulando a yayo, referencia que ella no cazó.
Sin guiones, sin ataduras ni moral, nos presentamos al mundo ante una docena de comentarios que no paraban de llegar.
- Me llamo Tammy, y él es mi hermano Tomás.- Me presentó con un tono kawaii.- Los leo en los comentarios por si tienen pedidos y sugerencias, si les va este mambo tengan paciencia que ya frotamos la lámpara de los deseos.
- Que metafórica.
- Y mientras para el que no nos cree, tengo más pruebas que mi palabra y nuestro parecido…
- ¿Era necesario que dijeras nuestros nombres? ¿Y eso?- Me sorprendí de que sacaba fotos impresas de un costado.
- Esto es incesto probado, no voy a dar apellidos pero tampoco dejar lugar a dudas. Acá, como pueden ver, estamos en la playa de Miramar, Argentina, muy juntitos en medio del mar, fue hace como ¿Seis años? ¿Cinco?
- ¿Es necesario mostrar fotos familiares?- Llevándome la mano a la frente, Tamara rió con ganas ante mi incomodidad.- Encima éramos ilegales en ese tiempo.
- Obvio, mira, me piden más fotos, son pervertidos como nosotros.- Dijo tomándose unos segundos para leer los comentarios que aparecían, fugaces porque siempre nuevos comentarios los relegaban del chat. Mi hermana los complació por varios minutos mostrándoles fotos pasadas en las que se había tomado el trabajo de pixelar los rostros de nuestros padres y parientes.
- Parece que dominas el arte de pixelar imágenes con photosop.
- Esta es de la cena navideña de 2015, en una quinta en Cañuelas, ahí todavía estaba nuestro otro hermano Thiago que ahora vive en…
- Méjico, vive en Méjico. Es luchador profesional, el “pájaro loco” o algo así.- Me apresuré a mentir y Tamara me miró con desaprobación. ¿De verdad quería que todo el mundo supiera de lo nuestro?
- Acá tengo unas selfies con una prima re putita que no veo de hace un tiempo, es morena como yo y aunque parece latina nació acá. En Argentina encuentran mujeres de todos los colores y en la familia también. Esta es más reciente, estamos con papa y mama en Diseny, fue en 2017 ese Pluto era lo más deprimente que vi en mi vida.- Y siguió y siguió compartiendo nuestra vida con esos anónimos ganso en mano.- Acá estamos en la pileta de casa, es la foto más nueva y ya estábamos solitos y podíamos jugar a nuestros juegos favoritos, tengo un par más pero me imagino que querrán ver algo distinto a caras pixeladas y nosotros vestidos actuando normal.
Selfies que se sacó con mi prima y una de Tammy en la que la bikini coincide, para que vean que no miento.
Los comentarios eran ilegibles, el chat estallaba de emoticones fogosos, pedidos en inglés y mayúsculas. Como abejas pegándose a la miel, el enjambre de pajeros llegaba y nuestra excitación crecía.
Tamara me sacó la remera mientras nos abrazamos y besamos como veníamos haciendo. Sentí sus labios pegarse a los mío, su lengua ser recibida en mi boca como una invitada tan recurrente como bienvenida.
Mientras nos saboreábamos las bocas mutuamente, tratando le estrujé las tetas desde atrás y complaciendo a los espectadores, las descubrí para que le vean los pezones. Mientras me pasaba saliva a boca cerrada (le encantaban esos besos babosos tanto como a mí) yo le acariciaba los senos al completo, terminando en sus pezones, apretándolos levemente como si los ordeñara.
- Tranquilo, tenemos toda la noche…- Me susurró al ver que ya le colaba dos dedos en la conchita.- Ahora te voy a tener que desnudar y pajear yo también.
Acto seguido, me indico que me parara y me descubrió la pija, que como un personaje que hace su gran entrada, ocupo el centro de la composición.
- Y con ustedes la pija de mi hermano ¿No es linda?- Pregunto cual animadora de concurso familiar. Familiar era, pero no concurso.
- Los que ven son todos hombres, te van a querer ver las tetas más bien.- Obediente, Tammy se sacó el corpiño y desde atrás, me hizo una paja escupiéndose en la mano. Su mano estaba muy caliente y transpirada, se volvía áspera muy rápido pero la sensación era agradable.
- Yo sé lo que quieren ver, gestos como este. ¿No les gusta ver a una hermana pajeando a su hermanito menor?
- No digas hermanito o van a pensar cosas indebidas.- Dije notando cuan estúpido era mi comentario al tener mi verga en su mano siendo masturbada con maestría.
Mientras me hacía la paja leímos algunos pocos comentarios. Como la mayoría estaba acogotando el ganso dejaron de escribir, la mayor parte eran comentarios ilegibles, otros eran pedidos como que Tammy me la mamara (lo más probable que ocurriera) o que ella terminara de desnudarse.
- ¿Ves? Te quieren ver en pelotas, dale mostrá toda la cerne.
- Ufa, con lo lindo que estaba leerlos mientras te pajeaba, bueno, si me quieren ver desnuda ahí vamos.
Tamara se incorporó y esta vez yo me senté hundiéndome en el sofá. A la vista de todos los perverts le bajé la bombachita y les revelé la deseada vagina abriéndola desde arriba para enseñarles con lujo de detalle sus partes, en especial el clítoris todo respingón, siempre oculto por su vagina carnosa. Noté que mi hermana se sonrojaba mientras la mostraba como a puta en oferta.
- ¿Te gusta exponerte así como una res en una expo rural?- Dije mirando a la cámara y como los emoticones de la carita con baba se multiplicaban. Me pedían que se la chupe con asiduidad.
- Vos no me podes decir nada, pelaste pija sin problemas he- Me reconoció.
Leí por ahí que querían ver más de cerca y los complací acercando el sillón. La camarita quedaba un poco abajo (estaba prensada a la pantalla de la portátil) así que hice lo posible por acercarles el sexo de mi hermana para que lo vean al detalle.
- Si les gustó tu concha esto les va a encantar.
Como cualquier humano con dos neuronas supondría, la di vuelta para que enseñe el culo a ese puñado de afortunados. Mi tesoro más preciado quedó frente a la cámara mientras yo lo acariciaba y besaba en los flancos, hasta se me escapó una mordidita. Haciéndolos desear, la manoseé sin mostrar nada, leyendo como los pobres pajeros detonaban el chat… “open that ass!” “we want to see that juicy asshole” ”CMN MTFUCKER OPEN WIDE THAT CHEEKS” y cosas así leí por varios minutos mientras ambos reíamos.
Me salió el hijo de puta de adentro y le abrí las nalgas rápido, cerrándolas al segundo un par de veces para que vean el culo como si fuera una luz estroboscópica. Recibí insultos en diez idiomas distintos en alfabetos que nunca vi, hasta que les di lo que querían y con mi hermana inclinada al completo sobre el sofá, abrí los cantos para enseñarles el agujero del culo.
- Si me denuncian la cuenta por haberlos hecho calentar te mato.- Me amenazó roja como un tomate, sin dudas exponerse así ante el enjambre de pajeros estaba generando en ella algo único que aproveché.
- No te preocupes, dejaron de escribir, ya están con el ganso en la mano.- Acto seguido, pase mis yemas por el ano para estirarlo bien y enseñarles cada pigmento habido y por haber en él, desde el contorno grisáceo del asterisco hasta su centro rosadito. Tampoco dejé la vagina sin descubrir, ya que en esa pose le podían ver la cavidad rosa en todo su esplendor, recién desvirgada y bien cerradita.
- Tenes una conchita re carnosa, si no te abro los labios se cierra como una almeja.
- Hay hermanito, estás terrible.- Jadeó muy excitada con mi intervención y toqueteo.
- Claro, vos fuiste la de la idea y yo soy el terrible.
- Vení para acá, pendejo pervertido…
Sin más preámbulos, estando sentado con toda la comodidad del mundo, se puso en cuatro y me comió la pija de arriba abajo, de las bolas a los flancos del tronco.
- Gggghk, ggggmmm, mmmmgggk, mmmgha.- Cabeceó sin dejar de gemir, como si fuera un sonido totalmente involuntario, distorsionado por tragarse todo mi miembro hasta el fondo.
- Tenías hambre Tammy, te la estás comiendo toda.- Le susurré para calentarla mientras se la tragaba entera y me manoseaba los testículos.- Quedate así, en cuatro, que se ve bien como cabeceas y todo el culito abierto.
- ¿Podés dejar de hablar o pensar en mi culo por dos segundos? Parece que te olvidas que tengo todo un cuerpo. – Me dijo fingiendo enojo, como una clásica tsundere (ella me explicó que eran las clásicas minitas enojonas y mala onda en los anime, que sin embargo, ocultaban sus verdaderos sentimientos y dulzura) volviendo a cabecear como un pajarito carpintero.
- Perdón, no lo puedo evitar, es como ese medallón que usan los que hacen hipnotismo, mejor no digo más nada.
Los espectadores me lo agradecieron. Mientras me la chupaba como bien sabía hacerlo, pensaba en todos los tags que el video podía tener: “incest” “brother and sister” “age difference” “oral” “big ass” ”tabú” “dirty talk” y los que podrían aparecer con el correr de los minutos. “Deep throat” también sería adecuado.
Así como sin querer queriendo consumimos una hora de directo. Comencé a tener la sensación de que la gente solo llegaba y jamás se iba. Aparecían notificaciones en la cuenta de Tammy por docenas, intuí que debían ser suscriptores o algo así.
- Ahora me toca a mí, chupáme la concha y nada de pasar al culo por un rato.
- Quedate tranquila, te la voy a blanquear de tanto que te la pienso chupar.
Me arrodillé ante mi hermana de pie, y así como le comí el culo en la ducha, hice lo mismo con su vagina, impulsándome de abajo hacia arriba como si quisiera levantarla. Sentí su mascarilla de carne envolverme la cara impregnándome con sus fluidos al segundo desde que empecé a mandarle lengua. Tammy comenzó su show de gemidos único mientras me perdí literalmente en su sexo todo poroso y jugoso. Tenía que esmerarme después de todo lo bien que me venía tratando y era mi oportunidad de demostrarle cuanto me gustaba ser sumiso y complaciente con ella.
- ¡Hay! ¡Te me vas a meter adentro! ¡Despacito!- Me rogó algo incomoda con mi intensidad y franeleo con mi cara y todo su sexo.- Es como si quisieras nacer para adentro.
- Aca hacemos todo adentro.
Pasé del modo bruto al modo precisó golpeteándole el clítoris con mi lengua, tratándolo como a una pera de boxeador en miniatura mientras le metía un dedo en la vagina. Lamentablemente, como estábamos de lado haciendo nuestras cochinadas, dudo que la cámara captase mis técnicas amatorias. Al rato, Tammy se puso en cuatro en el sofá y sin darle ni pelota a lo que decían en el chat, le comí la vulva desde atrás batiéndole la lengua adentro tanto como su longitud me lo permitía. Era curioso como a esa altura, aquellos sabores, texturas y fragancias me resultaban tan conocidos como el sabor del chocolate.
- Uuuh que rico, muy bien hermanito, muy bien, sabes cómo chupar concha, ya estoy pensando como recompensarte, pero por ahora seguí.- Y la muy turrita me tomo de la cabeza y me frotó por toda su rayita, incluyendo el culo, cosa que calculo era mi premio. Así de enfermos estábamos.
No tardó en cambiar mi lengua por mi miembro, y sentándome con algo de salvajismo, se me sentó arriba cumpliendo la fantasía de muchos de nuestros espectadores: ver sexo entre hermanos, como se veía en el material favorito de mi hermana, salvaje y sin protección alguna.
Los gemidos de Tammy se unieron al rechinar del sofá, mientras nuestras carnes repiqueteaban al chocarse unas con otras. Los espectadores no pudieron verme mamarle las tetas porque su cuerpo caí sobre mí envolviéndome como una manta, solo nuestras caderas estaban en movimiento, en especial las de ella, que como si tuviera resortes en los muslos, rebotaban a un ritmo maravilloso.
Tras unos minutos en los que peligro la integridad de mi cadera, cambiamos de pose y le di de perrito, con una pata apoyada en el respaldo del sofá y dejándome caer sobre ella.
- Ah, ahhh, mmm, sí, aaah, coge a tu hermana, dale, llenala de leche, sí…- Chillaba apenas notándose lo que decía.
No necesitaba que me lo repitiera, en cuestión de minutos le acabe todo adentro para deleite de nuestro selecto público, que sin dudas, no vio en su vida nada igual.
- Mmm te quedó todo adentro Tammy, que hija de puta.- Susurré al ver como al sacar mi pija, no se derramaba ni una gota, como si hubiera sido en limpio, aunque ahora su huequito vaginal estaba más abierto que antes.
- Que gozo por favor.- Mencionó acostándose dándole la espalda al público.- No puedo creer que lo hicimos, somos unas estrellas del casero.
- ¿Les habrá gustado? No entiendo mucho lo que dicen.- Acto seguido, mi hermana se acomodo gateando y tomando a la cámara, hizo un primer plano de su concha abierta toda enchastrada, como una obra de arte que recibió las pinceladas finales. Con esa hermosa fotografía, se despidió deseándoles buenas noches.
- Misión cumplida, gracias hermanito.- Y me dio un pico de agradecimiento como si fuera ella la del favor, y antes de dejar el sofá, la tomé de la mano.
- ¿Es en serio? Yo debería estar dando las gracias.- Le confesé.- Sos más que una hermana para mi, Tammy, y estos son más que juegos ahora, me va a costar mucho dejarte algún día, con vos me siento seguro de decir, hacer y explorar todo lo que quiera…
- ¡Hay hermanito!- Me expresó medio emocionada.- Nunca te vi así de cariñoso, yo sabía que esta idea nos iba a unir mucho más.- Abrazándose a mí, de pie, en un gesto que sería fraternal y muy común de no ser que estábamos desnudos y habíamos terminado de coger.- ¿A qué se debe tanto amor?
- ¿Me prometes una cosa?- Susurré haciéndome el inocente lo mejor que pude.
- Que cosa, lo que sea.
- Que si conseguís un novio no te vas a olvidar de mi y aunque sea me vas a dar una emoción cada tanto.
Tammy me abrazó más fuerte y me golpeó la nariz con dulzura.
- Por supuesto hermanito, aunque este casada siempre te voy a hacer un lugarcito en mi agenda a escondidas, si es que mi esposo no se suma ¿Y vos? ¿Me dejarías por otra chica?
- Nunca.- Contesté con decisión.
- Entonces esto recién comienza, y hoy te preparé para el siguiente paso en nuestra aventura.
- ¿Ya pensando en una nueva perversión?- Me sorprendí, creyendo que tendría una semanita de descanso a tanto morbo, parecía que los ratones en su cabeza eran insaciables. -¿Qué tenes en mente?
- Ya vas a ver… ya vas a ver.
Continuará…
Gracias por leer! Capítulo a capítulo voy quemando situaciones y ya tengo en mente la siguiente aventura… puede ser trío, otro familiar en acción o unas vacaciones familiares, si es que quieren que siga, claro : p Creo que queda mucha tela por cortar.
Si les gustó les agradecería que puntúen y comenten, así muestran su apoyo y me doy cuenta que les gustó el relato.
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