Para serles absolutamente honesto, nunca le había prestado alguna atención a mi hermana. Iba a decir "demasiada atención", pero, concretamente, "nunca le había prestado ninguna atención", ni a su género, ni a su condición de mujer. Era solamente eso, mi hermana. Una especie de ente, una cosa fastidiosa que vivía en nuestra casa. Junto a nosotros, mi familia.
Esto fue así hasta un mediodía, en que mi madre me pidió encarecidamente que fuera a buscarla porque era la hora del almuerzo y no estaba en la casa para comer. Ella la había enviado al "chino" el supermercado del barrio y no regresaba. Me dirigí en su búsqueda ostensiblemente contrariado. La vi solitaria, como desamparada en la esquina de nuestro barrio, donde me juntaba con mis amigos, vecinos y conocidos.
Bah, para seguir siendo totalmente sincero con ustedes. También reparé en ella, por dos cosas, porque en ese mismo momento, Tincho, uno de mis conocidos, se había acercado a ella y sentado junto a mi hermanita. Él me había visto que iba hacia ella y se apuró a llegar primero, antes que yo. Quiero aclarar que en ese tiempo, era un código ético y moral, no socializar con "intenciones" a las hermanas/os de amigos, conocidos y/o vecinos del barrio. La única excepción era que haya algún encono personal y/o sea un "enemigo", miembro de otra "barrita" o grupo adversario al nuestro o al propio. Qué en cuyo caso, se sobreentendía, que pretendía con ello una provocación.
En este caso en particular, integrábamos la misma facción, sin embargo, no nos caíamos bien, no nos llevábamos, "cuestión de piel" como se dice. Pero el segundo motivo, además mi carnal era o parecía entre ingenua e inocente. Se vestía despreocupadamente en la calle, casi como en casa, donde era infinitamente peor, más extrema, con atuendos inapropiados. Tal vez, porque dentro de nuestro hogar, era algo acostumbrado, natural, y/o no reparábamos en ella, más que como lo que manifesté antes, una especie de "incordio menor". Cosa que evidentemente ya no lo era.
De todos modos, las mujeres de la casa que ocupaban mi total atención hasta ese momento, sin dudas eran mi abuela, y mi madre. Que como manifesté acostumbraban a deambular ligeras de ropa. Sin ocultar sus atributos físicos, cosa que hasta ese tiempo mi hermanita no contaba.
Yo hasta aquel momento estaba perdidamente enamorado de mi madre. No reparaba en otras mujeres dentro y menos aún, fuera de la casa. Pero, quizás, producto de ese episodio, todo cambió en las relaciones intrafamiliares. Tal vez fue ver, saber en el semblante de "Tincho" que iba por "Felina" mi hermana, o quizás fue verla abierta de piernas con esos pantalones tan cortos y diminutos, en sus genitales, la breve tira de tela que cubría su "honra".
¡Sus pequeños pantalones cortos comenzaron todo!
Mucha gente que conoce "lo nuestro", ha preguntado cómo empezamos. Bueno, aquí está nuestra historia, desde el principio.
Comencé a notar que su cuerpo ganaba curvas. Y luego, ella usaría los pares de pantalones cortos más pequeños de la casa. Lo que eventualmente comencé a amar.
Ese mediodía, para ese almuerzo, tenía que hacer algo. Tan pronto como estuviéramos libres de padres, iría a mi habitación, me quitaría la ropa interior y me pondría los pantalones cortos del gimnasio. Entonces si volvería a la sala de estar. Ahí estaría ella. Con los shorts cortos, y su cuerpo bien formadito, pero, curiosamente ella se había puesto tensa, cosa inusual. Supongo avizoró en mi mirada un dejo pervertido.
Encontré entonces, una razón para comenzar a luchar con ella. Mi poronga presionó contra su trasero. Se endureció mientras ella se movía para alejarse. Y sus pantalones cortos subían aún más mi miembro genital. Continuaría haciendo esto durante toda la noche. Y, todas las noches después de eso, cuando teníamos que dormir. Luchando, jugando fútbol, apareciendo, por supuesto, y jugando al escondite, ella se escondía y yo la encontraba y abrazaba contra mí.
Entonces, una tarde, entré para comenzar otro combate de lucha libre, pero ella estaba dormida en el sofá mirando hacia la televisión. Esto es cuando se pone divertido.
Me acerqué a su lado, frente a ella. Ella no se despertó. Puse mi mano en su pierna y la sostuve. Al instante sentí que mi poronga crecía contra ella.
Saqué mi mano de su cuerpo y tiré de mis pantalones cortos hasta que sentí que mi pija se liberaba de sus límites.
Lentamente busqué su mano, todo el tiempo entrecerrando los ojos mirando los de ella en caso de que ella comience a despertarse, ¡Puedo jugar con ella dormida! Pensé
Encontré su mano. Lentamente la jalé hacia mi ahora furiosa y palpitante chota. Su mano la toca. Mi corazón se sobresalta en latidos. Apenas puedo contener el aliento, y mucho menos mi compostura. Dejé que su mano descansara solo tocando mi verga por unos minutos hasta que pudiera controlar mis pensamientos y mi amplitud.
Mis siguientes movimientos fueron el cielo en la tierra para mí.
Tomé su mano y la envolví alrededor de mi pene. Estaba congelado por la emoción que trajo. Su mano, tan suave. No puedo describir lo increíble que se sintió envuelta alrededor de mi picha. Mi cabeza daba vueltas.
Sujeté su mano y comencé a empujar. Usándola, levanté mi pija. Puse mi mano nuevamente sobre su trasero y continué empujando dentro y fuera de su mano que ahora agarraba mi verga por sí misma.
Habría hecho esto toda la noche. Desafortunadamente, este colmo de placer con mi pija en la mano de mi hermana llegó a su fin cuando escuché que un automóvil se detenía en el camino. Nuestros padres regresaron a casa.
Fui a mi habitación y cerré la puerta. Jugué con mi pija el resto de la noche reviviendo ese momento. Todavía tengo la imagen grabada en mi cabeza de mi chota sostenida firmemente en la mano de mi hermana.
Eso fue solo el comienzo. No tenía idea de lo que vendría después.
No fue sino hasta años más tarde, ella me dijo que se despertó esa noche, pero que fingió dormir durante el encuentro.
Le contaré lo que sucedió la próxima vez que cuidé a mi hermanita aquí pronto. Y continuaré contando nuestra historia por lo que puedo recordar y con su ayuda. Disfrutar.
Palabras de Felina "Volver a contar esta historia es como revivir ese momento nuevamente. Nunca olvidare esa noche. Como mi hermano ya se los dijo, me gustaría contarte mis pensamientos a través de todo. Como dijo antes, no se enteró hasta años más tarde que sin duda era consciente de lo que estaba haciendo en ese momento. Recuerdo acostarme en el sofá dormitando para ver una película en la televisión. Comencé a despertarme un poco cuando mi hermano vino a unirse a mí en el sofá. Para mí eso no fue nada fuera de lo común. Dormimos juntos a menudo y siempre estuvimos cerca al crecer".
Supongo que se podría decir que era mi familiar favorito. ¡Estaba empezando a aprender por qué! Cuando se acostó, seguí durmiendo. Poco después, pude sentir que tomaba mi mano y la colocaba alrededor de su pija con la suya. Como pueden imaginar, tuve muchas emociones rodando por mi cabeza. ¿Qué demonios esta haciendo? ¿No está mal esto? ¿Que es eso? Jajaja Antes de esto, nunca había sentido un pene, así que estaba completamente desprevenida. Todo lo que podía decirme era juega y ve hasta dónde iba esto. Confié en mi hermano y sabía que él nunca haría nada que no quisiera o que me sintiera incómoda. No hace falta decir que me intrigó saber hasta dónde iba lo suyo. Creo que fingí quedarme dormida porque no tenía idea de cómo debería reaccionar al sostener la chota de mi hermano con la mano. Me di cuenta por la forma en que deslizó mis manos arriba y abajo sobre su picha y apretó contra mi cuerpo inocente joven que se sintió increíble para él y lo complació el hacerlo. ¿Cómo podría detener eso? El hecho de que yo (su hermana) pudiera hacerlo sentir de una manera que nunca antes había sentido fue emocionante para mí. Y, por supuesto, como él dijo que esa magnífica experiencia debía llegar a su fin. Una vez que corrió de regreso a su propia cama, recuerdo estar acostada allí durante unas horas solo haciéndome todas estas preguntas. ¿Eso de verdad acaba de pasar? ¿Qué lo hizo intentarlo y hacer ese movimiento? ¿Volverá a suceder esto? Estén atentos para más historias de nuestra relación y cómo llegó a estar donde está hoy. Y créeme cuando digo que mejora mucho
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