La putita del gym.

Hola! He decidido volver después de mucho tiempo.
Hoy les vengo a contar nuevamente una de las aventuras de mi mamá.
Esto sucedió el año pasado, mi mamá insistía e insistía que se veía gorda y que no le gustaba su cuerpo ( lo cual es todo lo contrario ya que ella es excesivamente cuidadosa con su figura.. lo cual hace que tenga un cuerpo súper atlético).
Nosotros nos hemos mudado de residencia, debido a esto dejamos atrás todo lo cercano a esa residencia.. incluyendo su anterior gimnasio.
Cerca de mi nueva casa encontré un gimnasio, el cual bueno decidí empezar a ir. Era de las mejores decisiones que podía tomar ya que me mantenía fuera de casa, me relajaba, ejercitaba y además podía ver cada perrota moviendo el culo.


Me encantaba ver ojetes por todos lados, pasaba un culo y me enamoraba. Pasaba otro y me volvía a enamorar.
Era súper feliz, nadie, ni nada me podría arruinar esto.
Hasta que...
Bueno.. como estaba diciendo al principio, mi mamá insistía con su problemas a nivel estético y decide inscribirse al mismo gimnasio al que iba yo.
Me quería matar, además de fumarmela en casa, me la tenía que fumar ahora en el gimnasio.
Va eso pensaba yo.. pero terminó siendo todo lo contrario, acordamos que cada uno en lo suyo y dentro del gimnasio no nos conocíamos. Y así fue.
Uno cuando va formando parte del gimnasio va encontrando varios personajes dentro, siempre está el típico chico/ca que se saca fotos y no hace nada de actividad física, el típico atleta que está en lo suyo y no molesta a nadie ( claro ejemplo de lo correcto).
Y después encontramos dos personajes infaltables... Uno son las putitas, las que van a hacer ejercicio y en algunas ocasiones se las termina cogiendo el personal trainer o cualquier musculoso que va ahí.
Y bueno justamente el otro personajes son los mamados, los músculos.. son los únicos que tienen posibilidades con las minas más perras de todo el gimnasio.
Había tenido tan mala suerte, de pasar de ver como se chamuyaban perrotas, pasé a ver como se chamuyaban a mí mamá.


Encima mi mamá no iba nada abrigada.

Veía como todos se les hacían los lindos, como cada uno les ayudaba en sus ejercicios y como le apoyaban toda su pija/verga por encima de su orto.

Mi madre ni se quejaba, estaba contenta la putita, le encantaba que la tocarán.
Sabía que pronto alguno se la iba a querer coger. No contaba con la idea de que casi todos se la iban a coger.






Se cogía a todos los fortachones, le encantaba cogerselos. Pero ella estaba loca de su personal trainer.

Gonzalo
Le encantaba, se lo quería re garchar, le contaba por wsp a sus amigas las cosas que ella le haría a él.
Entonces ella empezó a venirse mucho más puta de lo que venía.
Ella con la dieta y entrenamiento que hacía empezó a potenciar su cuerpo, había aumentado glúteos y estaba el triple de rica de lo que estaba antes.
Entonces decidió usar ropa más ajustada a propósito.






Un día habíamos llegado súper temprano, no había nadie en el gimnasio, entonces bueno cada uno en lo suyo y listo.
Termino mi rutina diaria y decido ir con mi mamá para preguntarle si había terminado ella así nos íbamos del gym.
No la encontraba por ningún lado, encima de por sí el gimnasio era inmenso.
Hasta que fuí al baño porque me estaba orinando. Y escucho...
*Oh sí papi, oh sí papi*
*Dame más*
*Soy tu puta*
Oh oh oh ohhhhh

Lo había conseguido la muy puta, pude ver como se la garchaba el personal trainer, como se la chupaba y como le acababa.


Las salidas con Gonzalo eran cada vez más frecuentes, las cogidas..
Y del gimnasio se trasladó a casa.