Como me cogio mi prima la primera vez

Desde pequeño tenía una prima que vivía prácticamente del otro lado de la ciudad y sólo nos veíamos en días festivos, y siempre que nos topabamos el trato era diferente a las de primos, bueno el tiempo pasó y nos hicimos adolescentes y cada mes iba donde mis tíos me estaba un fin de semana donde ellos, ella era muy coqueta conmigo, recuerdo que cuando se iba a bañar y no estaban mis tíos dejaba la puerta semi abierta y la cortina de baño algo corrida y se podía apreciar parte de su atractivo cuerpo desnudo, yo me quedaba viendo cierto tiempo y la verdad me daba mucho morbo, recuerdo que una ves se estaba cambiando de ropa y me llamó y me dijo que si le gustaba como estaba vestida, era un vestido muy ajustado, bastante corto que se podían apreciar sus hermosas piernas, en ese momento llegaron mis tíos y tuve que salir de ahí, ese dia por la noche yo tenía mucho morbo y empese a masturbarme luego vi hacia la puerta y alguien me veía y era ella, me tape rápidamente con la sabana y le pregunté cuanto tiempo tenía ahí (estaba tan concentrado que no escuche la puerta abriendose) me dijo que lo suficiente como para estar excitada ella también y se fue a su cuarto, al siguiente día volví a mi casa, mucho tiempo después volví a visitar a mis tíos y para mi sorpresa ellos andaban en un viaje que regresarían 3 días después y le dije a ella que me iría que regresaría cuando ellos estuvieran pero me invitó a pasar, entre a la casa y me puse a ver TV y ella se fue a su cuarto como a las 2 horas de estar ahí ella regresó y me habló por detrás y me dijo: Te gusta ese programa? A lo que yo respondí: claro me encanta, después ella se me puso de frente y me pregunto y esto que ves no te gusta? Solo vestía un cachetero y sus pecho hermosos estaban a la vista, yo me quedé perplejo no dije nada, ella solo se acercó me desabrocho el pantalón saco mi pene y empezó a darle la mejor mamada de mi vida, despues se me subió encima metió mi pene en su vagina y empezó a moverse de una manera muy excitante, mientras sus pecho rebotaban en mi cara y aprovechava para mamarlos, y entre temidos me decía que había esperado desde hace mucho tiempo ese momento, fue un fin de semana de puro sexo y placer