Ustedes conocen que mi amigota María Teresa escapaz de cualquier cosa desde que gusta de mujeres. Pero también, de tanto queexcita con su ropa, perfumes y su calentura, le son capaces sus amigas, locas como ella. Ymás si es justito en plena Navidad de madrugada.
Como tantos 24 de diciembre, la gordota pelirrojaorganizó Nochebuena en su casa de acá de Carapachay, gran cena para su marido,hijos, yernos, nietos y alguno que quisiera sumarse. Yo quería entrarle pero nofui invitado. Pero igual me enteré de todo. Elegante, maquillada, perfumefuerte, María Teresa pasó la fiesta bárbaro, con gran picada y comidas frías,torta y bebidas fuertes, sus afectos y más. Y por supuesto, después de las 12recibió llamados y whatsapp de sus amigotas. Estela, Carmen y Moni (elmatrimonio), Susy Calderioni, Emma y otras. Entre esas otras llamó Ana María, laloquísima vecina de Estelita, que esteaño se la cogió de lo lindo y que ahora le tenía unas ganas inmensas. Por esola llamó a eso de las 2 y media, cuando ya quedaba poca gente y la pelirroja exrubia se estaba por ir a dormir. Sin embargo, Tere (caliente como siempre)aceptó que Ana y su hermana Liliana la invitaban a tomar un café a un lugar. Seretocó la pintura, se puso cremita para las manos, un poco más de perfume,agarró su cartera fina de cuero y esperó tranquilita, mientras le avisaba a sumarido que se iba.
Apenas llegaron, María Teresa abrió, salió y chochade contenta y de caliente las abrazó fuerte a las dos, muy bien vestidasincluso con campera de cuero, muy pintadas, todo para una noche fuerte. PeroTere ni imaginaba lo que Ana y Lily le iban a convidar, más que un café. Trasestar un ratito en un bar, las dos hermanas la llevaron engañada diciéndole que era a su casa. María Teresa, media cortade vista, no sospechó nada cuando donde la llevaban no era su casa. Tranquila conla cartera de cuero sobre su pollera negra, esperaba llegar y dormir.
Pero donde iba e iba a dormir era en otro lado,nada santo. En efecto, Ana y Lily la bajaron del auto, Tere no entendió dóndeestaba y quiso media zafar, pero Ana María la agarró fuerte del brazo mientrasle hacía mimos y la besaba para disimular su locura. María Teresa aflojó hastaahí, se dejó llevar por ella y Lily que le decía que era un lugar donde se ibaa divertir un rato, y las tres entraron.
Cómo no se iban a divertir, si entraron a un preciosotelo de Olivos, cerca de Ana María. Tere iba del brazo de aquélla, mientrasLily, caliente más que su hermana mayor, iba atrás mirándole el culo que le sobresalía de la linda pollera. Ana, loca yestimulada con pastillas, la sujetó fuerte hasta que las tres entraron a la pieza.
Ahí recién María Teresa se dio cuenta de la joda,pero fue tarde. Hechas un trueno, las dos locas mujeres la arrinconaronmientras se daban con un raro polvillo, la manosearon bien, la putearon, besuquearony obligaron a desnudarse, mientras ellas lo hacían también rapidísimo. Y cuandoTeresa quedó en corpiño y bombacha normal, las visitantes se lo sacaronsalvajemente, Ana le apretujó las tetas y Lily le besuqueó el culo gordo de lagordota de más de 100 kilos. Y tras darle polvo que Tere aspiró chocha, entregaditaa la locura, Ana y Liliana la violaron y reventaron con una furia de locos.Vagina, cola, juguetes de todo tipo, tamaño y grosor, vibrador, manos por tetas,concha y culo, chupada de clítoris, doble penetración, lamida de cada parte deTere, que pegó unos gemidos geniales mientras era arrasada por la potenciailimitada de las locas, que le dieron de a dos, una adelante y otra atrás, yluego individual arriba de la cama en varias poses. Cogida, droga, alcohol,pastillita, lubricante, besos, mimos, Teresa tomaba que daba gusto y le daba alpolvo convidada por aquéllas, y se dejó como la mejor, sintiendo las violentasentradas de cosas a su vagina y cola, disfrutando los corpachos y fuerza físicade aquéllas, gozando como si tuviera 16 más o menos con la sorpresota de lasmujeronas. Así, Ana María y Lily le hicieron lo que se les antojó, la usarontodo lo que tuvieron ganas, y cuando no daban más, tipo 6 las tres se acostaronjuntitas, y un par de horas después, las hermanas le prepararon el desayuno aMaría Teresa y se lo llevaron a la cama, café con leche con tostadass, queso ymermelada, por supuesto sin dejar de toquetearla un ratito más, Ana le dio unbeso romántico en la boca y Liliana otro en la boca y la cara. Y así MaríaTeresa pasó un 24 y 25 de ensueño, haciendo lo que tanto gusta de coger con suspelirrojas. No hizo falta escribir a Papá Noel, la Navidad le hizo un regalo biengordo y grueso.
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