Hola, como les va?
Antes q nada queria contestar algo q varios me preguntaron:
Si... Todas mis historias son REALES...
Se q parecen fantasiosas, como la q voy a contar a continuación pero estas historias no son sucesos de todos los días. Fueron muchos años, en los cuales, de tanto en tanto, surge algo digno de contar.
Por ejemplo, esto paso hace unos 15 años...
Sucedió un 21 de septiembre: el día de la primavera (y ,acá en la Argentina, el día del estudiante).
Por suerte ese año acompañó el clima y fue un día espectacular: con un sol radiante que hacia que las chicas salgan con muy poca ropa.
En esa época no trabajaba de remisero sino en una oficina. Era mas joven; las hormonas todavía alborotadas y como parte de mi trabajo requería moverme bastante en transporte público, cada vez q podía, buscaba una compañera de viaje a la q le guste ser apoyada.
Yo esperaba que este día sea uno en el cual tuviera suerte de encontrar a alguien q quiera ser apoyada y/o tocada. Inclusive quería aprovechar para ir a Palermo ya que siempre se hace algun que otro evento y era cantado que iba a tener alguna oportunidad ahí; pero lamentablemente no pude por el tema del laburo: no me dieron los tiempos. Despues traté de terminar un poco temprano y cerca de Once para asi poder tomar el tren Sarmiento pero me fue imposible porque me llamo mi jefe y me dijo que tenia que ir a un cliente si o si. Se me fueron todas las esperanzas.
Ya eran casi las 6 de la tarde y no me quedaba otra que ir para mi casa porque ese último cliente quedaba cerca de Constitución.
Eran las 6:20 cuando llegue a Plaza Constitución y ahí tuve que decidir: tomaba el tren hacia Ezeiza de las 6:24 o la "chanchita" a Temperley de las 6:25 (que siempre iba bien lleno porque no estaban todavia los eléctricos)
No sé por que pero tome el eléctrico hacia Ezeiza. Me metí en la primer puerta que vi o sea en el último vagón y la última puerta. No veía nada interesante, encima estaba medio vacío. Ya me estaba resignando y lamentando: tantas chicas alborotadas por la ciudad y yo no pude ni siquiera rozar un misero culito.
En eso suena el pito del guarda y como siempre, la gente trata de entrar como sea antes que se cierre la puerta del tren; fue ahí cuando la vi: entre un grupito de chicos y chicas estaba ella casi aislada por el resto. Pero la gente que entró no era suficiente como para poder arrimarme a ella ya que había un par de personas entre nosotros. Pero paso algo: se trabó la puerta. No podía creer la suerte que estaba teniendo, porque la gente seguia entrando y el tren no podia salir con la puerta abierta. Fue ahí que aproveché para llegar a ella. Era medio rubia o castaña, no me acuerdo bien, tendria unos 18 años creo, llevaba puesto un top o musculosa rosadita medio gastada. Me ubique frente a ella deseando que entre mas gente porque todavía habia espacio y seria alevoso si hacia algo.
Por suerte entro mas gente antes que que destraben la puerta y el tren partió.
Siempre llevaba mi bolso en la mano para tantear la situacion (cualquier cosa fue por culpa del bolso, jaja) y ver si habia aceptación de la otra parte; así que probé en acercar mi mano a su concha y fui rechazado, pero no bruscamente, porque ella disimuladamente puso su mano en la bolsita que llevaba como si buscara algo pero fue para tapar su concha. Otra vez pensé que no iba a pasar nada y me iría a casa caliente; pero el tren frenó brusco en Irigoyen y fue ahí que ella tuvo que tomarse de uno de los asientos para no caerse arriba mio y pude ver que llevaba pollera de jeans corta.
Aproveché para situar nuevamente mi mano izquierda cerca de su concha pero esta vez ella dejó su bolsita en donde van los bolsos y puso como timidamente su mano para cubrirse. En eso hice algo que no crei que funcionaria: le iba acariciando su mano "protectora" con el torso de mi mano izquierda, en la que llevaba mi bolso. Ella se quedaba quieta, miraba para otro lado, asi que con mi mano derecha busque el borde de su pollera mientras que con la izquierda la seguia acariciando mas descaradamente.
Cuando encontre el borde no sabia que hacer, si tocarla o no; me arriesgue y toque su pierna muy suavemente esperando algun tipo de resistencia, pero por suerte eso no sucedió; asi que fui subiendo con mucho miedo (les soy sincero) hacia su concha hasta que pude llegar a sentir su bombachita. No me animaba a tocarla del todo, solo la rozaba muy suavemente, pero despues pense: que boludo que soy, acaso no se dio cuenta de mis intenciones. Fue entonces que aprete su mano (la que estaba acariciando) y le toque la concha sin ningun tipo de vergüenza ni reparo, y ella lo aprobo porque enseguida apoyo su cabeza en mi pecho y me apretaba la mano. El corazón me latia a mil por hora: estaba tocandole la conchita a una piba que se notaba estaba tan caliente como yo. Que rico se sentia esa conchita, para colmo tenia una bombachita bien chiquita la guacha, porque cuando le apretaba la concha, la bombacha descubria una parte de sus labios vaginales. No me costo nada poder correrla hacia un costado para tocarla mejor, lastima que no pude mucho porque al ser ella mas chica que yo en altura, tenia que agacharme y eso haria que los demas se dieran cuenta. Al llegar a Gerli la puerta se abrió de nuestro lado y tuvimos que parar pero por suerte al arrancar de nuevo el tren todos nos dieron la espalda para bajar en Lanús y ahí si que aproveche: me agache un poco, le di un fugaz beso en la boca, le corri la bombacha, le meti mano por toda la concha (¡no tenia ni un pelito!!! Casi me infarto), hasta que no aguante mas y con los dedos anular e indice separe sus labios vaginales y le meti el dedo mayor en ese agujerito bien mojado que tenia.
Ella seguia apretandome la mano y la cabeza la tenia en mi pecho. Con su mano libre apretaba y metia mi mano lo mas adentro que se podía de su concha.
Pero bueno; llegamos a Lanús y tuvimos que parar. Después la seguimos hasta Lomas, inclusive de tanto en tanto le daba un par de besos, la abrazaba fuerte para que sienta mi pija en su panza aunque sea, y como no se notaba, mientras la abrazaba le iba tocando el culo, levantandole la pollera tocaba su culo que se encontraba practicamante desnudo, con esa tanguita que se metia entre sus cachetes. Ahí si que me calente mal: que culo mas durito y redondo que tenia. Lamentablemante llegamos a Lomas y ahí baja mucha gente pero no sube tanta, al menos no en el vagon en el que ibamos, que era el ultimo. Asi que solo nos limitamos a mirarnos y reirnos un poco; porque tampoco podiamos hablar ya que ella estaba con sus amigos (que por suerte estaban boludeando por el medio del vagón) y con familiares (creo) y yo no queria comprometerla. De tanto en tanto, cuando veia que nadie nos miraba, le tocaba el culo pero por encima de la pollera. Llegamos a Lavallol y ella se sumo a su grupito de amigos (el tren ya estaba muy vacio y no daba para seguir arriesgandonos) y fue ahí que me baje, reprochandome el por qué no le di aunque sea mi número de celular para poder seguirla otro día.
Sé que el final lo podría haber cambiado y decir q terminamos en un telo, pero lamentablemente fue asi: la realidad es q cada uno siguio por su camino y nunca la volví a ver.
Gracias por leer mis historias... Nos estamos viendo...
Antes q nada queria contestar algo q varios me preguntaron:
Si... Todas mis historias son REALES...
Se q parecen fantasiosas, como la q voy a contar a continuación pero estas historias no son sucesos de todos los días. Fueron muchos años, en los cuales, de tanto en tanto, surge algo digno de contar.
Por ejemplo, esto paso hace unos 15 años...
Sucedió un 21 de septiembre: el día de la primavera (y ,acá en la Argentina, el día del estudiante).
Por suerte ese año acompañó el clima y fue un día espectacular: con un sol radiante que hacia que las chicas salgan con muy poca ropa.
En esa época no trabajaba de remisero sino en una oficina. Era mas joven; las hormonas todavía alborotadas y como parte de mi trabajo requería moverme bastante en transporte público, cada vez q podía, buscaba una compañera de viaje a la q le guste ser apoyada.
Yo esperaba que este día sea uno en el cual tuviera suerte de encontrar a alguien q quiera ser apoyada y/o tocada. Inclusive quería aprovechar para ir a Palermo ya que siempre se hace algun que otro evento y era cantado que iba a tener alguna oportunidad ahí; pero lamentablemente no pude por el tema del laburo: no me dieron los tiempos. Despues traté de terminar un poco temprano y cerca de Once para asi poder tomar el tren Sarmiento pero me fue imposible porque me llamo mi jefe y me dijo que tenia que ir a un cliente si o si. Se me fueron todas las esperanzas.
Ya eran casi las 6 de la tarde y no me quedaba otra que ir para mi casa porque ese último cliente quedaba cerca de Constitución.
Eran las 6:20 cuando llegue a Plaza Constitución y ahí tuve que decidir: tomaba el tren hacia Ezeiza de las 6:24 o la "chanchita" a Temperley de las 6:25 (que siempre iba bien lleno porque no estaban todavia los eléctricos)
No sé por que pero tome el eléctrico hacia Ezeiza. Me metí en la primer puerta que vi o sea en el último vagón y la última puerta. No veía nada interesante, encima estaba medio vacío. Ya me estaba resignando y lamentando: tantas chicas alborotadas por la ciudad y yo no pude ni siquiera rozar un misero culito.
En eso suena el pito del guarda y como siempre, la gente trata de entrar como sea antes que se cierre la puerta del tren; fue ahí cuando la vi: entre un grupito de chicos y chicas estaba ella casi aislada por el resto. Pero la gente que entró no era suficiente como para poder arrimarme a ella ya que había un par de personas entre nosotros. Pero paso algo: se trabó la puerta. No podía creer la suerte que estaba teniendo, porque la gente seguia entrando y el tren no podia salir con la puerta abierta. Fue ahí que aproveché para llegar a ella. Era medio rubia o castaña, no me acuerdo bien, tendria unos 18 años creo, llevaba puesto un top o musculosa rosadita medio gastada. Me ubique frente a ella deseando que entre mas gente porque todavía habia espacio y seria alevoso si hacia algo.
Por suerte entro mas gente antes que que destraben la puerta y el tren partió.
Siempre llevaba mi bolso en la mano para tantear la situacion (cualquier cosa fue por culpa del bolso, jaja) y ver si habia aceptación de la otra parte; así que probé en acercar mi mano a su concha y fui rechazado, pero no bruscamente, porque ella disimuladamente puso su mano en la bolsita que llevaba como si buscara algo pero fue para tapar su concha. Otra vez pensé que no iba a pasar nada y me iría a casa caliente; pero el tren frenó brusco en Irigoyen y fue ahí que ella tuvo que tomarse de uno de los asientos para no caerse arriba mio y pude ver que llevaba pollera de jeans corta.
Aproveché para situar nuevamente mi mano izquierda cerca de su concha pero esta vez ella dejó su bolsita en donde van los bolsos y puso como timidamente su mano para cubrirse. En eso hice algo que no crei que funcionaria: le iba acariciando su mano "protectora" con el torso de mi mano izquierda, en la que llevaba mi bolso. Ella se quedaba quieta, miraba para otro lado, asi que con mi mano derecha busque el borde de su pollera mientras que con la izquierda la seguia acariciando mas descaradamente.
Cuando encontre el borde no sabia que hacer, si tocarla o no; me arriesgue y toque su pierna muy suavemente esperando algun tipo de resistencia, pero por suerte eso no sucedió; asi que fui subiendo con mucho miedo (les soy sincero) hacia su concha hasta que pude llegar a sentir su bombachita. No me animaba a tocarla del todo, solo la rozaba muy suavemente, pero despues pense: que boludo que soy, acaso no se dio cuenta de mis intenciones. Fue entonces que aprete su mano (la que estaba acariciando) y le toque la concha sin ningun tipo de vergüenza ni reparo, y ella lo aprobo porque enseguida apoyo su cabeza en mi pecho y me apretaba la mano. El corazón me latia a mil por hora: estaba tocandole la conchita a una piba que se notaba estaba tan caliente como yo. Que rico se sentia esa conchita, para colmo tenia una bombachita bien chiquita la guacha, porque cuando le apretaba la concha, la bombacha descubria una parte de sus labios vaginales. No me costo nada poder correrla hacia un costado para tocarla mejor, lastima que no pude mucho porque al ser ella mas chica que yo en altura, tenia que agacharme y eso haria que los demas se dieran cuenta. Al llegar a Gerli la puerta se abrió de nuestro lado y tuvimos que parar pero por suerte al arrancar de nuevo el tren todos nos dieron la espalda para bajar en Lanús y ahí si que aproveche: me agache un poco, le di un fugaz beso en la boca, le corri la bombacha, le meti mano por toda la concha (¡no tenia ni un pelito!!! Casi me infarto), hasta que no aguante mas y con los dedos anular e indice separe sus labios vaginales y le meti el dedo mayor en ese agujerito bien mojado que tenia.
Ella seguia apretandome la mano y la cabeza la tenia en mi pecho. Con su mano libre apretaba y metia mi mano lo mas adentro que se podía de su concha.
Pero bueno; llegamos a Lanús y tuvimos que parar. Después la seguimos hasta Lomas, inclusive de tanto en tanto le daba un par de besos, la abrazaba fuerte para que sienta mi pija en su panza aunque sea, y como no se notaba, mientras la abrazaba le iba tocando el culo, levantandole la pollera tocaba su culo que se encontraba practicamante desnudo, con esa tanguita que se metia entre sus cachetes. Ahí si que me calente mal: que culo mas durito y redondo que tenia. Lamentablemante llegamos a Lomas y ahí baja mucha gente pero no sube tanta, al menos no en el vagon en el que ibamos, que era el ultimo. Asi que solo nos limitamos a mirarnos y reirnos un poco; porque tampoco podiamos hablar ya que ella estaba con sus amigos (que por suerte estaban boludeando por el medio del vagón) y con familiares (creo) y yo no queria comprometerla. De tanto en tanto, cuando veia que nadie nos miraba, le tocaba el culo pero por encima de la pollera. Llegamos a Lavallol y ella se sumo a su grupito de amigos (el tren ya estaba muy vacio y no daba para seguir arriesgandonos) y fue ahí que me baje, reprochandome el por qué no le di aunque sea mi número de celular para poder seguirla otro día.
Sé que el final lo podría haber cambiado y decir q terminamos en un telo, pero lamentablemente fue asi: la realidad es q cada uno siguio por su camino y nunca la volví a ver.
Gracias por leer mis historias... Nos estamos viendo...
8 comentarios - Masturbando a jovencita en el tren
No sé por que pero tome el eléctrico hacia Ezeiza. NO ENTENDI ESA PARTE, DECIS Q NO HABIA ELECTRICOS Y TE TOMAS EL ELECTRICO? APARTE HACE CUANTO FUE ESTO? POR Q PARA ESE LADO ELECTRICO HUBO SIEMPRE DESDE Q TENGO USO DE RAZON
Gracias por hacerme notar el error... ya lo voy a editar...
Los eléctricos estaban pero solo a Glew o Ezeiza. El q iba a Bosques Vía Circuito (asi de llamaba) era a diesel, con las ventanas rotas y muchas veces sin luces...
Sería acosador si ella se hubiera negado y yo insistía... Pero ella agarró viaje, le gustó, lo disfrutó y ambos salimos ganando... jaja