Gloria deslizó con lentitud mis slips mientras jugueteaba con el paquete.
- Vamos, quítamelo ya, que no puedo más.
No dijo nada y sonrió. Tiró hacia abajo y mi polla salió disparada hacia arriba, como un resorte. Dura, a tope.
- Cómemela como tú sabes...
- Mmmm...
Y se la metió de una tacada en la boca.
Yo miré a la rendija de la puerta del cuartito. Imaginando que mi mirada se cruzaba con la de Eva. De repente vi un destello por las ranuras de la puerta. Era posible que Eva estuviera recibiendo una llamada al móvil, por suerte lo habían insonorizado y no se oía. Gloria seguía tratando de meterse mi polla hasta el fondo de mi garganta y no se percataba de nada.
- Así, entera... hasta el fondo. Qué bien lo haces, joder.
Siguió así un minuto. Luego dije:
- Sigue porque quiero correrme en tu cara y en tu boca.
- Pero primero quiero que me folles - dijo sacándose mi polla de la boca.
- Luego te follo. Descansaremos media hora y te follaré. Ahora mira como estoy - dije cogiendo mi polla y dándole golpes en la cara y en la lengua con ella-. Necesito correrme encima tuya. Ponerte perdida.
Y esas últimas frases las dije mirando a la puerta tras la que se escondía Eva.
- Está bien - dijo Gloria volviéndose a meter la polla dentro.
- Enséñame las tetas - dije de nuevo, mirando a la rendija.
Gloria se las sacó.
- Quiero que te las saques y te las magrees. Tócate también el coño. Córrete mientras me corro en tu cara - dije mirando a la puerta.
De esa forma Gloria pensaría que se lo decía a ella, aunque realmente le estaba dando instrucciones a Eva, jeje.
Gloria empezó a masturbarse, a rozarse el coño a base de bien, se metía los dedos en la boca, sacando mi polla, los humedecía, y se los llevaba al coño. Su orgasmo no tardaría en llegar. Yo me iba moviendo poco a poco hacia la puerta del cuarto para que Eva tuviera una visión más cercana de mi corrida, cuando llegase.
- ¿Sabes una cosa, Gloria?
- Qué? - dijo con mi polla en la boca.
- ¿No te gustaría que alguna vez alguien nos viera hacer esto?
Ella no contestó y siguió a lo suyo.
- Algún día traemos a alguien, ¿vale? Un amigo... o a alguna amiga mía - dije de nuevo mirando a la puerta.
- No sé, no sé... - dijo.
La cogí del pelo y le di un pequeño tirón.
- Harás lo que yo te ordené... ¿verdad?
- Sí, sí... - dijo ella con un atisbo de placer en su cara.
- Así me gusta. Así te correrás más rápido, viendo a una amiga mía enfrente. Masturbándose...
- Mmm... - gimió.
- Creo que me voy a correr ya. Corrámonos juntos - dije mirando otra vez a la puerta.
Desde ella no se oía nada. A buen seguro que si Eva se estaba masturbando lo estaba haciendo en el más completo de los silencios. Ojalá al salir pudiera verle algo... pensaba. Cogí por los pelos a Gloria e hice que se desplazara un metro hacia la puerta.
- Donde vaaas?
- Aquí, aquí - dije meneando mi polla en su cara.
- Está bien.
- Prepárate putita... voy a correrme - empecé a masturbarme con más rapidez y ella ofreció la cara y su boca abierta.
Yo le restregaba la polla por toda la cara y la golpeaba a veces en sus tetas, que me ofrecía también con devoción.
- Así, abre la boca, ábrela - dije mirando a la puerta.
- Vamos, córrete, dámelo todo - dijo Gloria.
- Aaah... ahhh... me corro...
Comencé a gemir con fuerza y el primer chorro le cruzó la cara desde la mandíbula hasta la frente, pasando por su nariz. Para el siguiente apunté a la boca, entró entero y parte de él lo dejó caer por sus tetas. Le así bien del pelo y mientras seguía poniéndole la cara perdida le iba dando golpes con la polla en la cara.
- Así, así... me encanta, joder, qué bien la chupas, y qué bien te lo tragas.
Mi polla acababa de ser vaciada.
- Sigue chupando - le ordené.
Ella lo hizo, dio varias atragantadas y luego hizo lo de siempre. Se levantó y dijo que iba al baño un momento a limpiarse. Pasó por delante de la puerta del cuartito con toda la lefa en la cara y en las tetas. Subió las escaleras.
Había llegado el momento de sacar a Eva del cuartito para que se fuera...
Ella lo hizo, dio varias atragantadas y luego hizo lo de siempre. Se levantó y dijo que iba al baño un momento a limpiarse. Pasó por delante de la puerta del cuartito con toda la lefa en la cara y en las tetas. Subió las escaleras.
Había llegado el momento de sacar a Eva del cuartito para que se fuera...
Me fui acercando, en pelotas y con la polla morcillona todavía, a la puerta del cuartito de la escalera. Esperé a que se oyera la puerta del baño en la parte superior. Gloria había entrado.
Abrí la puerta del cuartito.
Allí estaba Eva. Sentada en el suelo y con una cara de guarra que no se le iba a ir en una hora al menos. Tenía puesto un vestido de tirantes y desde mi posición le veía bien el canalillo. Había tenido que estar sobándose las tetas porque el vestido estaba caído de un lateral y una teta sobresalía más que otra de su lugar. Me miró un momento y desvió rápida la mirada para tratar de no verme desnudo.
- Vamos, en dos o tres minutos bajará - le dije bajito-. Ahora no te avergüences de verme, jeje. Si ya me has visto follando...
- Me voy, me voy - dijo nerviosa y recomponiéndose el vestido.
- Te ha gustado? Te has corrido?
Ella seguía buscando su bolso.
- Está aquí - dije agachándome y cogiéndolo de un lado. Y le rocé una pierna y un pecho. El pecho adrede.
- Quita, quita, por favor - dijo.
Yo sonreí. En el cuartito olía a sexo. A su sexo. Sin duda se había metido bien los dedos, o se había restregado a conciencia.
- mmm... qué bien huele aquí - dije bromeando.
- Me voy ya- se puso de pie y yo me aparté un poco para dejarla salir.
Entonces la cogí un momento por la cara, con ambas manos. Y dije:
- Me ha encantado que estés aquí. No sabes lo caliente que me has puesto. Y más sabiendo que te has masturbado mirándome...
Ella me miró, en parte avergonzada, en parte totalmente cachonda, respirando con fuerza. Le solté la cara y le dije:
- Vete. Va a bajar ya.
- Te he dejado la llave en el cajón del mueble de la entrada - dijo. Y se fue cerrando la puerta en silencio.
Al cabo de un minuto bajó Gloria. ******panante, como siempre. La tía, con cuarenta y tantos largos no tenía un gramo de grasa, todo eran buenas carnes, músculos sobre todo, jeje. Y las tetas, que os recuerdo que eran operadas, pero con su ley de la gravedad trabajando en ellas de una forma excelente. Yo me había puesto los pantalones y me senté a esperarla en el sofá.
Se puso delante de mí y dijo:
- Bueno, pues en veinte minutos... quiero lo mío, caballero.
Pusimos la tele, y nos tomamos una copa. En menos de media hora estábamos liados de nuevo en el sofá, yo encima de Gloria y ella pegando alaridos como una posesa, diciendo cosas como: "húndeme tu polla", "no pares, córrete en mi coño"... una verdadera diosa del sexo, la tía. Pero yo no hacía más que pensar en Eva, en correrme en ella, en ponerle la cara perdida de semen y golpearle la boca con mi polla...
Al cabo de dos horas Gloria se fue. Me había dejado más que satisfecho con otra buena corrida en su boca. Y ella se había llevado lo suyo, tres orgasmos nada más y nada menos.
Una vez hube cenado inspeccioné el cuartito de nuevo. Aún olía a coño. Una delicia. Justo cuando iba a cerrar la puerta miré hacia un lado, pegado a la pared había algo. Lo cogí.
Sonreí.
Eran las bragas de Eva.
Fui a por mi teléfono. Tenía un w ha t s a pp de hacía dos horas, no lo había oído. Era de Eva:
"Mierda, creo que tienes algo mío"
Contesté mientras me llevé a la cara las bragas y las olía...
"Sí, lo acabo de ver. No es bueno que vayas por ahí toda la noche con el coño corrido al aire, jaja. Vas a venir por ellas antes de volver a casa?"
Me quedé esperando la respuesta.
En la parte superior ponía: Eva (en línea)
Lo había leído... en un minuto cambió a Eva está escribiendo...
Me quedé esperando la respuesta.
En la parte superior ponía: Eva (en línea)
Lo había leído... en un minuto cambió a Eva está escribiendo... en su w ha ts app. Llegó el mensaje:
"Creo que no voy a poder. Estoy con las niñas."
"Escapate" - escribí.
"Imposible, no me dejan ni un momento"
"Voy yo?"
tardó dos minutos en responder.
"para qué? me vas a dar las bragas aquí? jaja"
"Sí" - contesté
"como dices?"
"que sí" le dije... "voy, hago como que aparezco de la nada, saludo a todas, te llevo a un sitio apartado, o a la barra, donde nadie nos vea"
"... y" - escribió ella.
"Y saco las bragas de mi bolsillo de la chaqueta, me agacho, tu levantas los pies y te las pongo"
"joder"
"hasta arriba del todo, que te parece?"
"estoy un poco borracha"
"donde estais?"
tardó dos minutos en responder:
"trio copas"
"tardo 15 minutos"
Me acabé de vestir y salí con las bragas en el bolsillo de la chaqueta. Como el pub estaba algo apartado cogí el coche, además... si pasaba algo entre Eva y yo... qué mejor que llevármela al coche? jejeje.
La verdad es que yo quería haberle dicho que viniera a mi casa y tratar de hacer algo allí, pero en el momento... pensé rápido y le dije eso de ir a ponerle las bragas... sería de lo más morboso. Y picó el anzuelo
Aparqué cerca del pub. Había mucha gente por la zona.
Bajé y me dirigí directamente a la puerta, había cola, no mucha, así que me puse en ella y le mandé un w ha ts app.
"Estoy en la puerta, hay gente esperando"
Tardó unos 4 minutos en contestar:
"valeeee, estamos dentro, en un laado..."
"ok, a ver si esto se mueve"
Al cabo de unos diez minutos estaba dentro. Comencé a dar vueltas hasta que vi a una de las amigas de Eva.
- Hooolaaaa - saludé.
- Ah, hola, qué tal?
- Pues estaba con unos amigos y los he perdido, jaja - mentí.
- Pues quédate con nosotras - dijo Ana.
No era nada agraciada, de pelo corto y rellenita, demasiado, para mi gusto.
La seguí y me llevó a un lado del pub donde había una mesita y varios taburetes altos. En uno de ellos estaba Eva con 4 amigas más. Saludé a todas, pues todas me conocían de haberme visto y de ser amigo de Raúl. Me puse a hablar con ellas y al cabo de unos minutos le dije a Eva:
- Oye, voy a por una copa a la barra. Acompáñame! y pedimos algo para ti.
- Voy a acompañarleee - gritó a sus amigas. Y se bajó del taburete.
Yo pensé que bien pringado debía estar el taburete y la parte baja del vestido de la mujer de mi amigo... jejeje.
Eva venía tras de mí, sonriendo a la multitud. La música estaba alta, por supuesto. En un minuto estábamos en la barra rodeado de gente. Esperando nuestro turno. Me volví hacia ella:
- Aquí las tengo - dije señalando mi bolsillo.
- Dámelas.
- No - te las voy a poner aquí - le dije mirándola fijamente...
- ¿Aquíiii? - dijo sorprendida riéndose.
Saqué las braguitas y las puse entre los dos. Ella se puso un poco seria. Me miró. Estábamos rodeados de gente, que no nos hacía caso, apelotonados en la barra.
- Ahora voy a agacharme - le dije al oído-, tú sólo mira hacia abajoy coloca un tacón en mitad del hueco de las bragas, luego el otro tacón en el otro hueco. Abres un poco las piernas... y te las subo.
- Pero...
- Haz lo que te digo - le dije poniéndole mi cara contra la suya y apretando mi pecho contra el suyo.
El vestido que tenía era estampado, ajustado, y le hacía unas tetas increíbles. Muy ceñidas.
La miré una última vez y dije:
- Bajo.
Me puse en cuclillas y casi puse las bragas en el suelo. Ella levantó un poco el pie derecho. Coloqué las bragas y ella metió el tacón. Tiré un poco hacia arriba y luego coloqué el lado izquierdo. Ella hizo lo mismo con su otro tacón. Ya estaban las bragas enfiladas. Aproveché para ir elevándolas, tocándole las pantorrillas, acariciándolas, cuando llegué a las rodillas me levanté y le dije:
- Ya casi están.
- Qué haces? Pónmelas... - e hizo ademán de bajar sus manos para acabar de ponérselas.
- Ah, ah ah... chica mala, chica mala - le dije negando con la cabeza...
- Qué? me van a ver! Cómo vengan mis amigas me van a ver...
- Mira Eva, aquí no cabe un alfiler... no vendrán.
Y la cogí por la cintura. Ella se estremeció.
- No puedo moverme bien, si cierro mucho las piernas se me caerán.
- No las cierres.
- No juegues conmigo. No me gusta esto.
- te gusta. Estás cachonda, y algo borracha también. Y te encanta haberte corrido en mi casa. Te ha encantado ver cómo me la ha comido mi amiga Gloria... ¿verdad?
- Sí... pero eso ya ha pasado.
Hizo ademán de nuevo de bajar las manos y se las cogí con suavidad.
- Déjame continuar, cariño - le solté-. Quiero comprobar una cosa...
- ¿Qué vas a ... ?
Siguió diciendo algo pero con la música alta no la oí. Yo ya bajaba a por sus bragas. Y lo hice acariciándole desde la cintura, caderas... muslos con vestido de por medio... hasta las piernas. Cogí de nuevo las bragas y comencé a subirlas lentamente, acariciándole las piernas y las rodillas, se las dejé a mitad de muslo, aproveché para tocarle el interior de los muslos, los tenía calientes, ardiendo diría. Dejé las bragas ahí y le puse un poco el vestido... como tapándolas, pero no del todo. Subí a verle la cara. La tenía con los ojos entrecerrados.
- Qué te pasa? Estás bien? - pregunté.
- No seas cabrón... voy a ponermelas.
- Ah ah ah... chica mala de nuevo. No no no - le dije cogiéndole de las manos y apretándola contra mí.
Sentí sus pechos calientes contra mi torso. Entonces le dije:
- Creo que nos toca ya.
Me puse detrás de ella y la empujé un poco a la barra, ella dio unos pasitos cortos y colocó sus tetas en la barra, jeje. Me coloqué detrás, pegado, y le puse el paquete a la altura del culo, que lo notase a través de su vestido. Acerqué mi boca a su nuca y a su cuello, le aparté un poco el pelo con los labios y dije:
- Pídeme un brugal con cola, anda. Pídete algo, que yo te invito.
Ella se estremeció y movió su culo, la apreté aún más contra la barra y bajé mis manos por sus caderas, sus muslos... le levanté un poco el vestido para encontrar el filo de las bragas. Lo hice rápido. Mientras esperaba la bebida estuve así, agarrado a sus bragas y en contacto con sus muslos calientes. Le susurré al oído.
- Te las voy a subir...
- Se van a dar cuenta... joder, hazlo ya.
- Me tienes cachondo.
- Hazlo - dijo en voz baja y resollando.
Entonces empecé a empujar las bragas hacia arriba, desde atrás, comencé a subírselas y a sobarle el culo, que no es especialmente grande, ni respingón, pero bien apetecible. Le tapaba con mis caderas y mi paquete. Le encajé las bragas por detrás.
- Ahora por delante - le dije.
- Rápido - dijo ella.
El barman ya echaba las copas. Entonces le acaricié los muslos delanteros con las dos palmas de las manos, le cogí el filo de las bragas y comencé a subirlas, aproveché que el barman pedía el dinero para tocarle las ingles, el interior, estaba caliente, y juraría que empapadas... o de sudor o de flujos... Tenía la polla a mil, así que apreté mi paquete contra el culo de Eva y mi cara contra su cuello. Ella resopló. El barman pidió de nuevo el dinero.
Entonces fui subiendo las bragas y tocando más arriba hasta que...
.. le rocé el coño, literalmente. Eran los labios del coño, no había duda, mojados, y con algo de vello. Ardiendo. Lo tenía como el fuego.
Eva se movió, resopló y dijo:
- El dinero, Rober, el dinero...
Le acabé subiendo las bragas de una vez y dije:
- Claro que sí, coge mi cartera, cariño. Está en el bolsillo de mi chaqueta.
Me aparté un poco y ella metió la mano y sacó mi cartera. pagó.
- Perdón . le dije al camarero-. Es que andamos ya un poco perjudicados por el alcohol, jeje.
Eva me devolvió la cartera y se puso bien el vestido. Me miró y dijo:
- No quiero hablar más de esto. Te has pasado.
Llevé mis dedos a mi cara, olía al coño corrido de Eva... una delicia.
- Te ha encantado - le dije al oído.
- Déjame en paz. Me has metido mano.
Estaba un poco cabreada.
Le di un abrazo.
- me pones muy cachondo. Mucho - y le sonreí.
Luego cogi las bebidas y le dije:
- Volvamos donde están tus amigas, cariño.
Volvimos adonde estaban todas y comenzamos a charlar como si nada, a mí se me acercó una de ellas, ahora mismo no recuerdo el nombre, jeje, pero se me empezó a insinuar muy rápido. Por lo visto empezó a largar rápido que lo había pasado mal en su relación y ahora se estaba... liberando.
Eva y las demás no dejaban de quitarme ojo. A mí la tía que se me acercó no me gustaba. Era un polvo facilón, está claro, pero no era el tipo de mujer que me gusta, ni física ni nada. Aunque de vez en cuando me reía con lo que me decía y le ponía la mano por encima, para ver la reacción de Eva, que no parecía inmutarse... Así que poco a poco me excusaba diciendo que iba al baño o a la barra, o me metía en la conversación del grupo.
En una de estas que me ausenté cogí el móvil y le escribí a Eva. Sin la seguridad de que fuese a leerlo... pero bueno.
"Te ha gustado lo de la barra? Ha sido increible"
Al cabo de 10 minutos, cuando ya estaba en el grupo de nuevo. Eva cogió su móvil para verlo y vio mi mensaje. Sonrió un poco y dijo:
- Es Raúl, preguntándome cuándo voy a volver.
. Oooohhhhh, se acuerda de ti tu mariditoooo - dijeron las amigas.
Comenzó a escribir en el w h a ts ap p y me llegó el mensaje, lógicamente Raúl no le había escrito. Era ya tarde y estaría dormido. Yo tenia el movil en la mano, mirando otras cosas.
"Te has pasado, ya te lo dije. No me gustan estos juegos" - escribió.
"Mientes, te gusta. Estabas mojada, llevas mojada desde esta tarde al verme"
"no es momento" - escribió
Quise escribirle que viniera conmigo al coche, pero me iba a decir que no. Lo mejor era que propusiera charlar otro dia, o ir a su casa.
"Ahora yo tengo mis llaves y tu... tus bragas en su sitio, "
"Donde debieron estar siempre"
Una vez escribió esto me miró y yo la miré y sonreí.
"Quiero que vengas de nuevo a vernos, a Gloria y a mí. Ella lo permitirá"
"Ahora no voy a hablar de eso"
"Vale. Sabes que me muero de ganas de verte las tetas"
La miré un poco serio y dejé el movil. Ella siguió trasteando dos o tres minutos mas, supongo que para que las amigas no pensaran que estaba hablando conmigo...
Lo mejor que es que habia dicho: ahora no voy a hablar de eso. No dijo que no, ni que no queria hablar. Así que me lo tomé como que cabía la posibilidad de hablarlo en otro momento, aunque sabía que me pondría como excusa que no quería que Gloria la viera, porque se jugaría su matrimonio si una tía desconocida iba por ahí sabiendo lo que hacía con el amigo de su marido...
Había que tener mucho tacto. Mientras me bebía otro cubata pensaba en cómo abordar todo. Miraba a Eva y mientras se reía con sus amigas me acordaba de lo caliente que tenía el coño, y del gustazo que me daría correrme en su boca y en sus tetas... en toda su cara, como el juego de la pistolita de juguete, jeje.
Acabé mi cubata y me acerqué a ella. Como estaba sentada en un taburete alto... su cintura quedaba un poco por encima de mis caderas, estando yo de pie. Me acerqué por detrás y le puse las dos manos en la cintura. Estaba oscuro y apenas la gente se daba cuenta. Le dije sonriendo y que lo vieran las demás:
- Amiga! vienes a por otra copa a la barra?
- Nooo amigo, nooo, ya voy bien servida!
Me acerqué al oído y le dije en voz baja:
- Ya, ya sé que vas bien... pero tienes ganas de más.
Ella me dio un codazo tímido y yo seguí sonriendo, me fui para mi sitio. Al cabo de unos cinco minutos empezaron a decir que ya era hora de acabar la noche. Como había traido el coche me ofrecí a llevarlas a todas, eran 5 en total... Dos de ellas dijeron que no hacía falta porque vivían cerca. Así que se quedaron dos y Eva.
A pesar de que insistieron en coger un taxi o ir andando yo les pedí llevarlas, ya que no me costaba absolutamente nada. Accedieron. Las dos amigas de Eva se montaron detrás y ella lo hizo delante. Antes de entrar en el coche me envió un mensaje al movil...
"Vas con dos amigas... no te pases!!!"
no le contesté.
Como iban ya muy perjudicadas casi no hablamos en el trayecto. Dejé a una y al cabo de los 7-10 minutos a la otra. Me quedé con Eva en el coche. Su casa estaba a apenas 2 minutos.
- Bueno... podemos hablar ahora? - pregunté.
- Estoy cansada, Rober. Llevame a casa o me voy andando - dijo.
Sonreí. Estaba borrachilla pero sabía bien lo que decia... no era del tipo de tias que se desinhiben con el alcohol... Conduje hasta la esquina de su casa y paré el motor.
- Bien, aqui estamos.
- gracias. Oye lo de hoy... - empezó.
- No lo va a saber nadie - dije-. Ni lo de mi casa ni lo de la barra.
- gracias.
- Y si sucediera algo más, lo que sea... se quedaría entre tu y yo. No sabes lo cachondo que me he puesto... llevaba cachondo todo el dia, sabiendo que ibas a venir.
Ella no dijo nada y me miró, esbozando una sonrisa. Yo le miré el escote.
- ¿Qué miiiraaas? - dijo riendo.
- ya sabes - sonreí de nuevo.
- No vas a parar de decirmelo ¿eh?
- No.
- Quizás algun día... te las enseñaré, jajaja.
- Y por qué no ahora? solo unos segundos, Eva... y nada más.
- No - dijo.
- Oh, vaaamooos - dije poniendo cara de pena-. No crees que me lo merezco? Salir de mi casa para devolverte las bragas, así de madrugada, traerte a casa...
- Qué cara tienes!!! - exclamó sonriendo.
- Pondré mis manos detrás - dije haciéndolo y sin quitarme el cinturón-. Y no me moveré. Sólo las veré.
Ella permaneció en silencio. Yo también, mirándola. Esperando a que accediera.
- Sólo... sólo un par de segundos. Y sólo una - dijo.
Yo asentí. Al momento me invadió un nerviosismo tremendo. Iba a enseñarme una teta, un pezón... no sé, pero me iba a enseñar algo por encima del escote del vestido.
- Y ni te muevas - dijo.
- No me moveré, te lo prometo - dije lo más tranquilo que pude simular...
Eva se echó un poco hacia la derecha, alejándose un momento y se metió la mano derecha por el escote, hacia la parte baja de la teta izquierda. El volumen que sobresalía por encima era extraordinario. Dejó la mano bajo la teta un segundo y dijo:
Continuará...
- Vamos, quítamelo ya, que no puedo más.
No dijo nada y sonrió. Tiró hacia abajo y mi polla salió disparada hacia arriba, como un resorte. Dura, a tope.
- Cómemela como tú sabes...
- Mmmm...
Y se la metió de una tacada en la boca.
Yo miré a la rendija de la puerta del cuartito. Imaginando que mi mirada se cruzaba con la de Eva. De repente vi un destello por las ranuras de la puerta. Era posible que Eva estuviera recibiendo una llamada al móvil, por suerte lo habían insonorizado y no se oía. Gloria seguía tratando de meterse mi polla hasta el fondo de mi garganta y no se percataba de nada.
- Así, entera... hasta el fondo. Qué bien lo haces, joder.
Siguió así un minuto. Luego dije:
- Sigue porque quiero correrme en tu cara y en tu boca.
- Pero primero quiero que me folles - dijo sacándose mi polla de la boca.
- Luego te follo. Descansaremos media hora y te follaré. Ahora mira como estoy - dije cogiendo mi polla y dándole golpes en la cara y en la lengua con ella-. Necesito correrme encima tuya. Ponerte perdida.
Y esas últimas frases las dije mirando a la puerta tras la que se escondía Eva.
- Está bien - dijo Gloria volviéndose a meter la polla dentro.
- Enséñame las tetas - dije de nuevo, mirando a la rendija.
Gloria se las sacó.
- Quiero que te las saques y te las magrees. Tócate también el coño. Córrete mientras me corro en tu cara - dije mirando a la puerta.
De esa forma Gloria pensaría que se lo decía a ella, aunque realmente le estaba dando instrucciones a Eva, jeje.
Gloria empezó a masturbarse, a rozarse el coño a base de bien, se metía los dedos en la boca, sacando mi polla, los humedecía, y se los llevaba al coño. Su orgasmo no tardaría en llegar. Yo me iba moviendo poco a poco hacia la puerta del cuarto para que Eva tuviera una visión más cercana de mi corrida, cuando llegase.
- ¿Sabes una cosa, Gloria?
- Qué? - dijo con mi polla en la boca.
- ¿No te gustaría que alguna vez alguien nos viera hacer esto?
Ella no contestó y siguió a lo suyo.
- Algún día traemos a alguien, ¿vale? Un amigo... o a alguna amiga mía - dije de nuevo mirando a la puerta.
- No sé, no sé... - dijo.
La cogí del pelo y le di un pequeño tirón.
- Harás lo que yo te ordené... ¿verdad?
- Sí, sí... - dijo ella con un atisbo de placer en su cara.
- Así me gusta. Así te correrás más rápido, viendo a una amiga mía enfrente. Masturbándose...
- Mmm... - gimió.
- Creo que me voy a correr ya. Corrámonos juntos - dije mirando otra vez a la puerta.
Desde ella no se oía nada. A buen seguro que si Eva se estaba masturbando lo estaba haciendo en el más completo de los silencios. Ojalá al salir pudiera verle algo... pensaba. Cogí por los pelos a Gloria e hice que se desplazara un metro hacia la puerta.
- Donde vaaas?
- Aquí, aquí - dije meneando mi polla en su cara.
- Está bien.
- Prepárate putita... voy a correrme - empecé a masturbarme con más rapidez y ella ofreció la cara y su boca abierta.
Yo le restregaba la polla por toda la cara y la golpeaba a veces en sus tetas, que me ofrecía también con devoción.
- Así, abre la boca, ábrela - dije mirando a la puerta.
- Vamos, córrete, dámelo todo - dijo Gloria.
- Aaah... ahhh... me corro...
Comencé a gemir con fuerza y el primer chorro le cruzó la cara desde la mandíbula hasta la frente, pasando por su nariz. Para el siguiente apunté a la boca, entró entero y parte de él lo dejó caer por sus tetas. Le así bien del pelo y mientras seguía poniéndole la cara perdida le iba dando golpes con la polla en la cara.
- Así, así... me encanta, joder, qué bien la chupas, y qué bien te lo tragas.
Mi polla acababa de ser vaciada.
- Sigue chupando - le ordené.
Ella lo hizo, dio varias atragantadas y luego hizo lo de siempre. Se levantó y dijo que iba al baño un momento a limpiarse. Pasó por delante de la puerta del cuartito con toda la lefa en la cara y en las tetas. Subió las escaleras.
Había llegado el momento de sacar a Eva del cuartito para que se fuera...
Ella lo hizo, dio varias atragantadas y luego hizo lo de siempre. Se levantó y dijo que iba al baño un momento a limpiarse. Pasó por delante de la puerta del cuartito con toda la lefa en la cara y en las tetas. Subió las escaleras.
Había llegado el momento de sacar a Eva del cuartito para que se fuera...
Me fui acercando, en pelotas y con la polla morcillona todavía, a la puerta del cuartito de la escalera. Esperé a que se oyera la puerta del baño en la parte superior. Gloria había entrado.
Abrí la puerta del cuartito.
Allí estaba Eva. Sentada en el suelo y con una cara de guarra que no se le iba a ir en una hora al menos. Tenía puesto un vestido de tirantes y desde mi posición le veía bien el canalillo. Había tenido que estar sobándose las tetas porque el vestido estaba caído de un lateral y una teta sobresalía más que otra de su lugar. Me miró un momento y desvió rápida la mirada para tratar de no verme desnudo.
- Vamos, en dos o tres minutos bajará - le dije bajito-. Ahora no te avergüences de verme, jeje. Si ya me has visto follando...
- Me voy, me voy - dijo nerviosa y recomponiéndose el vestido.
- Te ha gustado? Te has corrido?
Ella seguía buscando su bolso.
- Está aquí - dije agachándome y cogiéndolo de un lado. Y le rocé una pierna y un pecho. El pecho adrede.
- Quita, quita, por favor - dijo.
Yo sonreí. En el cuartito olía a sexo. A su sexo. Sin duda se había metido bien los dedos, o se había restregado a conciencia.
- mmm... qué bien huele aquí - dije bromeando.
- Me voy ya- se puso de pie y yo me aparté un poco para dejarla salir.
Entonces la cogí un momento por la cara, con ambas manos. Y dije:
- Me ha encantado que estés aquí. No sabes lo caliente que me has puesto. Y más sabiendo que te has masturbado mirándome...
Ella me miró, en parte avergonzada, en parte totalmente cachonda, respirando con fuerza. Le solté la cara y le dije:
- Vete. Va a bajar ya.
- Te he dejado la llave en el cajón del mueble de la entrada - dijo. Y se fue cerrando la puerta en silencio.
Al cabo de un minuto bajó Gloria. ******panante, como siempre. La tía, con cuarenta y tantos largos no tenía un gramo de grasa, todo eran buenas carnes, músculos sobre todo, jeje. Y las tetas, que os recuerdo que eran operadas, pero con su ley de la gravedad trabajando en ellas de una forma excelente. Yo me había puesto los pantalones y me senté a esperarla en el sofá.
Se puso delante de mí y dijo:
- Bueno, pues en veinte minutos... quiero lo mío, caballero.
Pusimos la tele, y nos tomamos una copa. En menos de media hora estábamos liados de nuevo en el sofá, yo encima de Gloria y ella pegando alaridos como una posesa, diciendo cosas como: "húndeme tu polla", "no pares, córrete en mi coño"... una verdadera diosa del sexo, la tía. Pero yo no hacía más que pensar en Eva, en correrme en ella, en ponerle la cara perdida de semen y golpearle la boca con mi polla...
Al cabo de dos horas Gloria se fue. Me había dejado más que satisfecho con otra buena corrida en su boca. Y ella se había llevado lo suyo, tres orgasmos nada más y nada menos.
Una vez hube cenado inspeccioné el cuartito de nuevo. Aún olía a coño. Una delicia. Justo cuando iba a cerrar la puerta miré hacia un lado, pegado a la pared había algo. Lo cogí.
Sonreí.
Eran las bragas de Eva.
Fui a por mi teléfono. Tenía un w ha t s a pp de hacía dos horas, no lo había oído. Era de Eva:
"Mierda, creo que tienes algo mío"
Contesté mientras me llevé a la cara las bragas y las olía...
"Sí, lo acabo de ver. No es bueno que vayas por ahí toda la noche con el coño corrido al aire, jaja. Vas a venir por ellas antes de volver a casa?"
Me quedé esperando la respuesta.
En la parte superior ponía: Eva (en línea)
Lo había leído... en un minuto cambió a Eva está escribiendo...
Me quedé esperando la respuesta.
En la parte superior ponía: Eva (en línea)
Lo había leído... en un minuto cambió a Eva está escribiendo... en su w ha ts app. Llegó el mensaje:
"Creo que no voy a poder. Estoy con las niñas."
"Escapate" - escribí.
"Imposible, no me dejan ni un momento"
"Voy yo?"
tardó dos minutos en responder.
"para qué? me vas a dar las bragas aquí? jaja"
"Sí" - contesté
"como dices?"
"que sí" le dije... "voy, hago como que aparezco de la nada, saludo a todas, te llevo a un sitio apartado, o a la barra, donde nadie nos vea"
"... y" - escribió ella.
"Y saco las bragas de mi bolsillo de la chaqueta, me agacho, tu levantas los pies y te las pongo"
"joder"
"hasta arriba del todo, que te parece?"
"estoy un poco borracha"
"donde estais?"
tardó dos minutos en responder:
"trio copas"
"tardo 15 minutos"
Me acabé de vestir y salí con las bragas en el bolsillo de la chaqueta. Como el pub estaba algo apartado cogí el coche, además... si pasaba algo entre Eva y yo... qué mejor que llevármela al coche? jejeje.
La verdad es que yo quería haberle dicho que viniera a mi casa y tratar de hacer algo allí, pero en el momento... pensé rápido y le dije eso de ir a ponerle las bragas... sería de lo más morboso. Y picó el anzuelo
Aparqué cerca del pub. Había mucha gente por la zona.
Bajé y me dirigí directamente a la puerta, había cola, no mucha, así que me puse en ella y le mandé un w ha ts app.
"Estoy en la puerta, hay gente esperando"
Tardó unos 4 minutos en contestar:
"valeeee, estamos dentro, en un laado..."
"ok, a ver si esto se mueve"
Al cabo de unos diez minutos estaba dentro. Comencé a dar vueltas hasta que vi a una de las amigas de Eva.
- Hooolaaaa - saludé.
- Ah, hola, qué tal?
- Pues estaba con unos amigos y los he perdido, jaja - mentí.
- Pues quédate con nosotras - dijo Ana.
No era nada agraciada, de pelo corto y rellenita, demasiado, para mi gusto.
La seguí y me llevó a un lado del pub donde había una mesita y varios taburetes altos. En uno de ellos estaba Eva con 4 amigas más. Saludé a todas, pues todas me conocían de haberme visto y de ser amigo de Raúl. Me puse a hablar con ellas y al cabo de unos minutos le dije a Eva:
- Oye, voy a por una copa a la barra. Acompáñame! y pedimos algo para ti.
- Voy a acompañarleee - gritó a sus amigas. Y se bajó del taburete.
Yo pensé que bien pringado debía estar el taburete y la parte baja del vestido de la mujer de mi amigo... jejeje.
Eva venía tras de mí, sonriendo a la multitud. La música estaba alta, por supuesto. En un minuto estábamos en la barra rodeado de gente. Esperando nuestro turno. Me volví hacia ella:
- Aquí las tengo - dije señalando mi bolsillo.
- Dámelas.
- No - te las voy a poner aquí - le dije mirándola fijamente...
- ¿Aquíiii? - dijo sorprendida riéndose.
Saqué las braguitas y las puse entre los dos. Ella se puso un poco seria. Me miró. Estábamos rodeados de gente, que no nos hacía caso, apelotonados en la barra.
- Ahora voy a agacharme - le dije al oído-, tú sólo mira hacia abajoy coloca un tacón en mitad del hueco de las bragas, luego el otro tacón en el otro hueco. Abres un poco las piernas... y te las subo.
- Pero...
- Haz lo que te digo - le dije poniéndole mi cara contra la suya y apretando mi pecho contra el suyo.
El vestido que tenía era estampado, ajustado, y le hacía unas tetas increíbles. Muy ceñidas.
La miré una última vez y dije:
- Bajo.
Me puse en cuclillas y casi puse las bragas en el suelo. Ella levantó un poco el pie derecho. Coloqué las bragas y ella metió el tacón. Tiré un poco hacia arriba y luego coloqué el lado izquierdo. Ella hizo lo mismo con su otro tacón. Ya estaban las bragas enfiladas. Aproveché para ir elevándolas, tocándole las pantorrillas, acariciándolas, cuando llegué a las rodillas me levanté y le dije:
- Ya casi están.
- Qué haces? Pónmelas... - e hizo ademán de bajar sus manos para acabar de ponérselas.
- Ah, ah ah... chica mala, chica mala - le dije negando con la cabeza...
- Qué? me van a ver! Cómo vengan mis amigas me van a ver...
- Mira Eva, aquí no cabe un alfiler... no vendrán.
Y la cogí por la cintura. Ella se estremeció.
- No puedo moverme bien, si cierro mucho las piernas se me caerán.
- No las cierres.
- No juegues conmigo. No me gusta esto.
- te gusta. Estás cachonda, y algo borracha también. Y te encanta haberte corrido en mi casa. Te ha encantado ver cómo me la ha comido mi amiga Gloria... ¿verdad?
- Sí... pero eso ya ha pasado.
Hizo ademán de nuevo de bajar las manos y se las cogí con suavidad.
- Déjame continuar, cariño - le solté-. Quiero comprobar una cosa...
- ¿Qué vas a ... ?
Siguió diciendo algo pero con la música alta no la oí. Yo ya bajaba a por sus bragas. Y lo hice acariciándole desde la cintura, caderas... muslos con vestido de por medio... hasta las piernas. Cogí de nuevo las bragas y comencé a subirlas lentamente, acariciándole las piernas y las rodillas, se las dejé a mitad de muslo, aproveché para tocarle el interior de los muslos, los tenía calientes, ardiendo diría. Dejé las bragas ahí y le puse un poco el vestido... como tapándolas, pero no del todo. Subí a verle la cara. La tenía con los ojos entrecerrados.
- Qué te pasa? Estás bien? - pregunté.
- No seas cabrón... voy a ponermelas.
- Ah ah ah... chica mala de nuevo. No no no - le dije cogiéndole de las manos y apretándola contra mí.
Sentí sus pechos calientes contra mi torso. Entonces le dije:
- Creo que nos toca ya.
Me puse detrás de ella y la empujé un poco a la barra, ella dio unos pasitos cortos y colocó sus tetas en la barra, jeje. Me coloqué detrás, pegado, y le puse el paquete a la altura del culo, que lo notase a través de su vestido. Acerqué mi boca a su nuca y a su cuello, le aparté un poco el pelo con los labios y dije:
- Pídeme un brugal con cola, anda. Pídete algo, que yo te invito.
Ella se estremeció y movió su culo, la apreté aún más contra la barra y bajé mis manos por sus caderas, sus muslos... le levanté un poco el vestido para encontrar el filo de las bragas. Lo hice rápido. Mientras esperaba la bebida estuve así, agarrado a sus bragas y en contacto con sus muslos calientes. Le susurré al oído.
- Te las voy a subir...
- Se van a dar cuenta... joder, hazlo ya.
- Me tienes cachondo.
- Hazlo - dijo en voz baja y resollando.
Entonces empecé a empujar las bragas hacia arriba, desde atrás, comencé a subírselas y a sobarle el culo, que no es especialmente grande, ni respingón, pero bien apetecible. Le tapaba con mis caderas y mi paquete. Le encajé las bragas por detrás.
- Ahora por delante - le dije.
- Rápido - dijo ella.
El barman ya echaba las copas. Entonces le acaricié los muslos delanteros con las dos palmas de las manos, le cogí el filo de las bragas y comencé a subirlas, aproveché que el barman pedía el dinero para tocarle las ingles, el interior, estaba caliente, y juraría que empapadas... o de sudor o de flujos... Tenía la polla a mil, así que apreté mi paquete contra el culo de Eva y mi cara contra su cuello. Ella resopló. El barman pidió de nuevo el dinero.
Entonces fui subiendo las bragas y tocando más arriba hasta que...
.. le rocé el coño, literalmente. Eran los labios del coño, no había duda, mojados, y con algo de vello. Ardiendo. Lo tenía como el fuego.
Eva se movió, resopló y dijo:
- El dinero, Rober, el dinero...
Le acabé subiendo las bragas de una vez y dije:
- Claro que sí, coge mi cartera, cariño. Está en el bolsillo de mi chaqueta.
Me aparté un poco y ella metió la mano y sacó mi cartera. pagó.
- Perdón . le dije al camarero-. Es que andamos ya un poco perjudicados por el alcohol, jeje.
Eva me devolvió la cartera y se puso bien el vestido. Me miró y dijo:
- No quiero hablar más de esto. Te has pasado.
Llevé mis dedos a mi cara, olía al coño corrido de Eva... una delicia.
- Te ha encantado - le dije al oído.
- Déjame en paz. Me has metido mano.
Estaba un poco cabreada.
Le di un abrazo.
- me pones muy cachondo. Mucho - y le sonreí.
Luego cogi las bebidas y le dije:
- Volvamos donde están tus amigas, cariño.
Volvimos adonde estaban todas y comenzamos a charlar como si nada, a mí se me acercó una de ellas, ahora mismo no recuerdo el nombre, jeje, pero se me empezó a insinuar muy rápido. Por lo visto empezó a largar rápido que lo había pasado mal en su relación y ahora se estaba... liberando.
Eva y las demás no dejaban de quitarme ojo. A mí la tía que se me acercó no me gustaba. Era un polvo facilón, está claro, pero no era el tipo de mujer que me gusta, ni física ni nada. Aunque de vez en cuando me reía con lo que me decía y le ponía la mano por encima, para ver la reacción de Eva, que no parecía inmutarse... Así que poco a poco me excusaba diciendo que iba al baño o a la barra, o me metía en la conversación del grupo.
En una de estas que me ausenté cogí el móvil y le escribí a Eva. Sin la seguridad de que fuese a leerlo... pero bueno.
"Te ha gustado lo de la barra? Ha sido increible"
Al cabo de 10 minutos, cuando ya estaba en el grupo de nuevo. Eva cogió su móvil para verlo y vio mi mensaje. Sonrió un poco y dijo:
- Es Raúl, preguntándome cuándo voy a volver.
. Oooohhhhh, se acuerda de ti tu mariditoooo - dijeron las amigas.
Comenzó a escribir en el w h a ts ap p y me llegó el mensaje, lógicamente Raúl no le había escrito. Era ya tarde y estaría dormido. Yo tenia el movil en la mano, mirando otras cosas.
"Te has pasado, ya te lo dije. No me gustan estos juegos" - escribió.
"Mientes, te gusta. Estabas mojada, llevas mojada desde esta tarde al verme"
"no es momento" - escribió
Quise escribirle que viniera conmigo al coche, pero me iba a decir que no. Lo mejor era que propusiera charlar otro dia, o ir a su casa.
"Ahora yo tengo mis llaves y tu... tus bragas en su sitio, "
"Donde debieron estar siempre"
Una vez escribió esto me miró y yo la miré y sonreí.
"Quiero que vengas de nuevo a vernos, a Gloria y a mí. Ella lo permitirá"
"Ahora no voy a hablar de eso"
"Vale. Sabes que me muero de ganas de verte las tetas"
La miré un poco serio y dejé el movil. Ella siguió trasteando dos o tres minutos mas, supongo que para que las amigas no pensaran que estaba hablando conmigo...
Lo mejor que es que habia dicho: ahora no voy a hablar de eso. No dijo que no, ni que no queria hablar. Así que me lo tomé como que cabía la posibilidad de hablarlo en otro momento, aunque sabía que me pondría como excusa que no quería que Gloria la viera, porque se jugaría su matrimonio si una tía desconocida iba por ahí sabiendo lo que hacía con el amigo de su marido...
Había que tener mucho tacto. Mientras me bebía otro cubata pensaba en cómo abordar todo. Miraba a Eva y mientras se reía con sus amigas me acordaba de lo caliente que tenía el coño, y del gustazo que me daría correrme en su boca y en sus tetas... en toda su cara, como el juego de la pistolita de juguete, jeje.
Acabé mi cubata y me acerqué a ella. Como estaba sentada en un taburete alto... su cintura quedaba un poco por encima de mis caderas, estando yo de pie. Me acerqué por detrás y le puse las dos manos en la cintura. Estaba oscuro y apenas la gente se daba cuenta. Le dije sonriendo y que lo vieran las demás:
- Amiga! vienes a por otra copa a la barra?
- Nooo amigo, nooo, ya voy bien servida!
Me acerqué al oído y le dije en voz baja:
- Ya, ya sé que vas bien... pero tienes ganas de más.
Ella me dio un codazo tímido y yo seguí sonriendo, me fui para mi sitio. Al cabo de unos cinco minutos empezaron a decir que ya era hora de acabar la noche. Como había traido el coche me ofrecí a llevarlas a todas, eran 5 en total... Dos de ellas dijeron que no hacía falta porque vivían cerca. Así que se quedaron dos y Eva.
A pesar de que insistieron en coger un taxi o ir andando yo les pedí llevarlas, ya que no me costaba absolutamente nada. Accedieron. Las dos amigas de Eva se montaron detrás y ella lo hizo delante. Antes de entrar en el coche me envió un mensaje al movil...
"Vas con dos amigas... no te pases!!!"
no le contesté.
Como iban ya muy perjudicadas casi no hablamos en el trayecto. Dejé a una y al cabo de los 7-10 minutos a la otra. Me quedé con Eva en el coche. Su casa estaba a apenas 2 minutos.
- Bueno... podemos hablar ahora? - pregunté.
- Estoy cansada, Rober. Llevame a casa o me voy andando - dijo.
Sonreí. Estaba borrachilla pero sabía bien lo que decia... no era del tipo de tias que se desinhiben con el alcohol... Conduje hasta la esquina de su casa y paré el motor.
- Bien, aqui estamos.
- gracias. Oye lo de hoy... - empezó.
- No lo va a saber nadie - dije-. Ni lo de mi casa ni lo de la barra.
- gracias.
- Y si sucediera algo más, lo que sea... se quedaría entre tu y yo. No sabes lo cachondo que me he puesto... llevaba cachondo todo el dia, sabiendo que ibas a venir.
Ella no dijo nada y me miró, esbozando una sonrisa. Yo le miré el escote.
- ¿Qué miiiraaas? - dijo riendo.
- ya sabes - sonreí de nuevo.
- No vas a parar de decirmelo ¿eh?
- No.
- Quizás algun día... te las enseñaré, jajaja.
- Y por qué no ahora? solo unos segundos, Eva... y nada más.
- No - dijo.
- Oh, vaaamooos - dije poniendo cara de pena-. No crees que me lo merezco? Salir de mi casa para devolverte las bragas, así de madrugada, traerte a casa...
- Qué cara tienes!!! - exclamó sonriendo.
- Pondré mis manos detrás - dije haciéndolo y sin quitarme el cinturón-. Y no me moveré. Sólo las veré.
Ella permaneció en silencio. Yo también, mirándola. Esperando a que accediera.
- Sólo... sólo un par de segundos. Y sólo una - dijo.
Yo asentí. Al momento me invadió un nerviosismo tremendo. Iba a enseñarme una teta, un pezón... no sé, pero me iba a enseñar algo por encima del escote del vestido.
- Y ni te muevas - dijo.
- No me moveré, te lo prometo - dije lo más tranquilo que pude simular...
Eva se echó un poco hacia la derecha, alejándose un momento y se metió la mano derecha por el escote, hacia la parte baja de la teta izquierda. El volumen que sobresalía por encima era extraordinario. Dejó la mano bajo la teta un segundo y dijo:
Continuará...
1 comentarios - La Tetona ( . )( . ) mujer de mi amigo😈5