La primera parte: http://www.poringa.net/posts/relatos/3531785/Espiando-desde-el-vestidor-morbo.html
El vestidor era un palco para ver un encuentro sexual. El local era el dueño de la casa, la visitante mi novia y el que perdía y ganaba a la vez era yo.
En los primeros besos vi la excitación que conocí en ella años atrás pero que ya había perdido conmigo. Sabía que era sensible a aceptar cualquier propuesta cuando estaba en ese nivel, enajenada e inmersa en placer
Los besos fueron profundos pero duraron poco. Él aprovechó para apretar con fuerza su cola, resaltada por la falda 2 talles menos que le dan en el trabajo para acaparar clientes. Ella ponía su cuello para recibir sus besos mientras frotaba con la palma el bulto de su amante.
Luego la tomó de la mano y se acercó al vidrio reflejado
-Mi amor, el es un socio español y sabe de mis fetiches y mi selección de bellezas
-mmm, hola señor (decía mirando al espejo mi novia, y dándose vuelta a su amante pregunta), y no quiere participar con nosotros tu socio?
-eh.. no. En realidad disfruta de ver. Además volverá en un mes sin su mujer, y quiere llevarse alguna de mis putitas preferídas a un congreso en Mar del Plata, así que las está viendo a todas
-Ayy me encanta el mar, hace mucho que no voy
-Te lo vas a tener que ganar entonces mi amor. Sácate la ropa y ponete esto mientras mi socio te ve (le dice mientras le arrima el conjunto rojo que yo había elegido)
2 metros y un cristal espejado me separaba de mi novia y de saber que estaba saliendo con una putita fina, que se acostaba con empresarios en hoteles de lujo mientras yo pensaba que se iba de vacaciones con las amigas o por viajes de trabajo. Decir "mi" novia era una fantasía, porque era de muchos.
Él se dirige a la barra, pone música y ella se desviste frente a mi, meneando suave y caliente. Se desnuda por completo, se acaricia el cuerpo y se empieza a vestir. Por momentos olvidaba quien era, parecía estar viendo un puta vip de esas impagables para empleados como yo. No me sorprendía pq muchas veces me pregunté cómo lograba estar con ella. Y en ese momento conocía el precio, y lo estaba aceptando
El se sentó en la cama sin la bata, con su boxer apretado y la llamo como quien llama una mascota. Ella comprendío, se agachó frente al espejo de espaldas y empezó a gatear hacia el, mostrando la grandeza de su culo, y esa tanga diminuta de la que resaltaban sus labios mientas meneaba en el andar de lado a lado
Al llegar a sus pies, empezó a lamerlos y a subir por sus piernas. El le dijo "como se portó mi perrita?" Y ella ladró. El momento bizarro termino rápido cuando ella empezo a olfatear el boxer de su amante
-Encontraste rapido el paquete, perrita, muy bien
-Si, y mi recompensa?
El se estira hacia un cajón mientras ella manoseaba y besaba su bulto detrás del boxer. Saca un frasco, lo abre mientras ella toma su carnosa pija con la mano y esparce el contenido sobre el tronco
Yo estaba sorprendido, boquiabierto, sin parar de asombrarme. Tarde más en caer que lo que tardó ella en aspirar el polvo y lamer todo el tronco donde pudiera quedar algún rastro de coca.
Verla chupar la pija de otro era igual e exitante que verla chupar la propia. Sabía cómo hacerlo. Se concentraba en la cabeza envolviendo con su lengua el glande, buscándote la mirada, para luego empezar a metérsela lentamente hasta tragarla completa. Luego lo hacía más rápido y chupando el tronco, los huevos y si pintaba te metia un dedo que te llevaba a la gloria. Con él era similar, pero se atoraba por el tamaño de su pija, todos, le daban arcadas y toda su baba espesa volvía a caer en la verga, lubricando sus manos para pajearlo mientras tomaba un respiro y volvía a arrancar. Lamiendo desde los huevos, todo el tronco húmedo de baba espesa, hasta posarse en su cabeza y volverla a comer, sin desprender su mirada de los ojos de su amante. El ayudaba con sus manos a empujar la pija dentro de su garganta, y en cada vez entraba un poco más
-me cansaste putita, te la vas a comer toda de una vez, o me vas a dejar mal parado frente a mi socio?
Ella no contestaba, solo recuperaba el aire agachada, con los ojos llorosos y el maquillaje corrido, pero con la misma decisión y disfrutando del momento
El se para, vuelve al cajón y saca una correa. Ella sonríe y empieza a comerle la pija de a poco mientras el ajusta la correa en el cuello. Cuando se la vuelve a meter hasta el tope, el la toma con la 2 manos de la correa y con fuerza empieza a empujar la pija adentro. Los pocos cms que le faltaban comer ya los tenía en la garganta, la sostuvo un rato así, desesperada y ahogándose, pegándole manotazos en las piernas y rasguñandolo.
Luego la soltó, ella respiro, e instantáneamente le volvió a cojer la boca. Esta vez la levanto de la correa, dio media vuelta y apoyo su cabeza al borde de la cama, donde apoyado empezó a cojerle la boca cada vez más fuerte. Ella se retorcía toda de dolor, de desesperación, de excitación
Yo del otro lado del vidrio me pajeaba fuerte, cargaba una calentura que nunca había sentido igual. El seguía cojiendo su cara hasta que en la última estocada a fondo se queda ahí, contracturado y pegando un gemido le llena la boca de leche a mi novia. En ese momento acabe yo tmb
Cuando saca su pija, un cúmulo de leche y baba desborda su boca, cae por su pera y recorre todo su cuerpo desnudo.
Ella traga y ante la mirada de él, levanta con dedos el líquido espeso y se lo lleva a la boca, tragando todo lo que había derrochado. Sin desprenderle la mirada, le vuelve a sonreír. El se encurva, le toma la cara y le da unos cuantos besos, lamiendo restos alrededor de su boca.
Luego la levanta y la vuelve a traer cerca del vestidor. Frente al espejo dice
-Esta putita nunca le va a decir que no
Ella sonrie, despeinada, destruida, con la cara roja, los ojos llorosos, la pintura corrida. Él la toma y la besa desde atrás, apoyándola. Suavemente la empuja sobre el marco de la puerta espejada, apoyando sus marcos y sacando la colita para afuera
-no va a conseguir putita como esta
Apoya su pija para empezar a cojerla y ella esboza un gemido de placer, yo vuelvo a mi silla.
A menos de 50 cm y separados por un vidrio, mi novia se dispone a qué su dueño se la coja para mi
El vestidor era un palco para ver un encuentro sexual. El local era el dueño de la casa, la visitante mi novia y el que perdía y ganaba a la vez era yo.
En los primeros besos vi la excitación que conocí en ella años atrás pero que ya había perdido conmigo. Sabía que era sensible a aceptar cualquier propuesta cuando estaba en ese nivel, enajenada e inmersa en placer
Los besos fueron profundos pero duraron poco. Él aprovechó para apretar con fuerza su cola, resaltada por la falda 2 talles menos que le dan en el trabajo para acaparar clientes. Ella ponía su cuello para recibir sus besos mientras frotaba con la palma el bulto de su amante.
Luego la tomó de la mano y se acercó al vidrio reflejado
-Mi amor, el es un socio español y sabe de mis fetiches y mi selección de bellezas
-mmm, hola señor (decía mirando al espejo mi novia, y dándose vuelta a su amante pregunta), y no quiere participar con nosotros tu socio?
-eh.. no. En realidad disfruta de ver. Además volverá en un mes sin su mujer, y quiere llevarse alguna de mis putitas preferídas a un congreso en Mar del Plata, así que las está viendo a todas
-Ayy me encanta el mar, hace mucho que no voy
-Te lo vas a tener que ganar entonces mi amor. Sácate la ropa y ponete esto mientras mi socio te ve (le dice mientras le arrima el conjunto rojo que yo había elegido)
2 metros y un cristal espejado me separaba de mi novia y de saber que estaba saliendo con una putita fina, que se acostaba con empresarios en hoteles de lujo mientras yo pensaba que se iba de vacaciones con las amigas o por viajes de trabajo. Decir "mi" novia era una fantasía, porque era de muchos.
Él se dirige a la barra, pone música y ella se desviste frente a mi, meneando suave y caliente. Se desnuda por completo, se acaricia el cuerpo y se empieza a vestir. Por momentos olvidaba quien era, parecía estar viendo un puta vip de esas impagables para empleados como yo. No me sorprendía pq muchas veces me pregunté cómo lograba estar con ella. Y en ese momento conocía el precio, y lo estaba aceptando
El se sentó en la cama sin la bata, con su boxer apretado y la llamo como quien llama una mascota. Ella comprendío, se agachó frente al espejo de espaldas y empezó a gatear hacia el, mostrando la grandeza de su culo, y esa tanga diminuta de la que resaltaban sus labios mientas meneaba en el andar de lado a lado
Al llegar a sus pies, empezó a lamerlos y a subir por sus piernas. El le dijo "como se portó mi perrita?" Y ella ladró. El momento bizarro termino rápido cuando ella empezo a olfatear el boxer de su amante
-Encontraste rapido el paquete, perrita, muy bien
-Si, y mi recompensa?
El se estira hacia un cajón mientras ella manoseaba y besaba su bulto detrás del boxer. Saca un frasco, lo abre mientras ella toma su carnosa pija con la mano y esparce el contenido sobre el tronco
Yo estaba sorprendido, boquiabierto, sin parar de asombrarme. Tarde más en caer que lo que tardó ella en aspirar el polvo y lamer todo el tronco donde pudiera quedar algún rastro de coca.
Verla chupar la pija de otro era igual e exitante que verla chupar la propia. Sabía cómo hacerlo. Se concentraba en la cabeza envolviendo con su lengua el glande, buscándote la mirada, para luego empezar a metérsela lentamente hasta tragarla completa. Luego lo hacía más rápido y chupando el tronco, los huevos y si pintaba te metia un dedo que te llevaba a la gloria. Con él era similar, pero se atoraba por el tamaño de su pija, todos, le daban arcadas y toda su baba espesa volvía a caer en la verga, lubricando sus manos para pajearlo mientras tomaba un respiro y volvía a arrancar. Lamiendo desde los huevos, todo el tronco húmedo de baba espesa, hasta posarse en su cabeza y volverla a comer, sin desprender su mirada de los ojos de su amante. El ayudaba con sus manos a empujar la pija dentro de su garganta, y en cada vez entraba un poco más
-me cansaste putita, te la vas a comer toda de una vez, o me vas a dejar mal parado frente a mi socio?
Ella no contestaba, solo recuperaba el aire agachada, con los ojos llorosos y el maquillaje corrido, pero con la misma decisión y disfrutando del momento
El se para, vuelve al cajón y saca una correa. Ella sonríe y empieza a comerle la pija de a poco mientras el ajusta la correa en el cuello. Cuando se la vuelve a meter hasta el tope, el la toma con la 2 manos de la correa y con fuerza empieza a empujar la pija adentro. Los pocos cms que le faltaban comer ya los tenía en la garganta, la sostuvo un rato así, desesperada y ahogándose, pegándole manotazos en las piernas y rasguñandolo.
Luego la soltó, ella respiro, e instantáneamente le volvió a cojer la boca. Esta vez la levanto de la correa, dio media vuelta y apoyo su cabeza al borde de la cama, donde apoyado empezó a cojerle la boca cada vez más fuerte. Ella se retorcía toda de dolor, de desesperación, de excitación
Yo del otro lado del vidrio me pajeaba fuerte, cargaba una calentura que nunca había sentido igual. El seguía cojiendo su cara hasta que en la última estocada a fondo se queda ahí, contracturado y pegando un gemido le llena la boca de leche a mi novia. En ese momento acabe yo tmb
Cuando saca su pija, un cúmulo de leche y baba desborda su boca, cae por su pera y recorre todo su cuerpo desnudo.
Ella traga y ante la mirada de él, levanta con dedos el líquido espeso y se lo lleva a la boca, tragando todo lo que había derrochado. Sin desprenderle la mirada, le vuelve a sonreír. El se encurva, le toma la cara y le da unos cuantos besos, lamiendo restos alrededor de su boca.
Luego la levanta y la vuelve a traer cerca del vestidor. Frente al espejo dice
-Esta putita nunca le va a decir que no
Ella sonrie, despeinada, destruida, con la cara roja, los ojos llorosos, la pintura corrida. Él la toma y la besa desde atrás, apoyándola. Suavemente la empuja sobre el marco de la puerta espejada, apoyando sus marcos y sacando la colita para afuera
-no va a conseguir putita como esta
Apoya su pija para empezar a cojerla y ella esboza un gemido de placer, yo vuelvo a mi silla.
A menos de 50 cm y separados por un vidrio, mi novia se dispone a qué su dueño se la coja para mi
3 comentarios - Espiando desde el vestidor 2 (+morbo)