Habíamos acabado en casa de Raúl y Gemma una buena noche de fiesta donde no falto el alcohol y la droga. Y en su casa tampoco iba a faltar de nada. Allí habíamos acabado, además de los dueños, Silvia, Fátima y Quique, su marido, Raquel y su marido Javi, Lucia, también con su marido Eugenio, Jose y yo.
De todas las allí presentes Lucia era la única con la que nunca habíamos tenido sexo y Jose, Raúl y yo la teníamos muchas ganas. Pero ella siempre se negaba, más por vergüenza que por otra cosa, pues siempre les contaba a sus amigas que claro que le poníamos pero que no se atrevía a dar un paso tan importante.
Javi, Eugenio y Quique nos sobraban si de verdad queríamos pasarlo bien del todo, y además atacar y convencer a Lucia. Pero Raúl lo tenía todo pensado. Había comprado unas setas, pero no todas eran para echarte unas risas, había algunas que no sentaban tan bien, y esas eran las que tuvimos que hacer que cogieran ellos.
No tardó mucho en hacerles efecto a estos y comenzar a pasarlo mal por las alucinaciones. El resto nos estábamos echando unas buenas risas gracias a la situación a las setas que nosotros comimos. Quique era el que veía cosas más raras y pronto le dijo a su mujer de irse. Ante la negativa de esta, el salió corriendo de la casa, entre nuestras risas.
Javi y Eugenio decían ver dragones por la casa. Raúl, hermano además de Javi, se sacó la polla y comenzó a decirles que no se preocuparan que el los salvaría con su espada. Cuando estos comenzaron a darle las gracias y a decir que tenía una buena espada sabíamos que estaban ya bien colocados y podíamos pasarlo muy bien.
Gemma nos cogió a Jose y a mí y nos llevó a una habitación. Tras besarnos un poco, nos desnudó y nos dijo que nos pusiéramos unas máscaras, que íbamos a divertirnos aún más. Antes de ponérnoslas le dijimos que no era justo que ella siguiera vestida. La cogimos y la quitamos el vestido blanco con rayas grises de tirantes que llevaba dejándola con un sujetador y tanga blanco. Nos pusimos las máscaras, que eran de monstruos, y salimos.
Gemma entro en el salón corriendo y gritando como si la estuviéramos atacando. Javi y Eugenio gritaron aún más fuerte, pero estos de verdad. Eugenio se escondió detrás de la mesa y Javi se tapaba con unos cojines, como si le fueran a salvar si fuéramos de verdad. En el sofá sentadas, Silvia, Raquel, Fátima y Lucia se reían sin parar a la vez que seguían tomando sus cubatas.
Ya solo nos quedaba convencer a Lucia, pero esta, aunque se reía como la que más, cuando nos acercamos salió corriendo avergonzada del sofá. Entonces Jose y yo cogimos a Raquel y la colocamos delante de su marido. Esta llevaba un vestido largo amarillo con estampado de pequeñas flores, con tirantes finos y un buen escote en v. Este gritaba pidiendo que por favor no la hiciéramos nada malo. Agarramos sus tirantes y la bajamos el vestido dejándola con un sujetador y tanga blancos. Los gritos de socorro de Javi nos ponían más cachondo mientras la metíamos mano.
Cuando Raúl también comenzó a meter mano a Raquel yo me fui al sofá a por Fátima y Silvia. Se levantaron ambas y comenzamos a meternos mano. Ellas además me besaban el cuello y el pecho. Fátima llevaba un vestido cortito, negro con lunares de colores, con la espalda un poco al aire por donde se veía que llevaba un sujetador negro. Silvia iba con un vestido rojo que resaltaba sus grandes pechos.
No tarde mucho en quitar el vestido a Silvia dejándola con ropa interior roja. Fátima se arrodillo y comenzó a comerme la polla. No pude resistirme más y me quité la máscara para poder besarme con Silvia, además de poder besar su delicioso canalillo. Jose también se había quitado la máscara y estaba comiendo los pechos a Gemma, la cual le masturbaba. Raquel estaba mamándosela a su cuñado Raúl, al lado de su marido, el cual ahora estaba dando las gracias a su hermano por salvarla de nosotros. Apoyada en el marco de la puerta Lucia estaba mirándonos y me lleve una grata sorpresa al ver que también estaba cachonda. Había metido su mano por el vestido corto, negro con estampado de corazones rosas, y botonera delantera de arriba abajo, y se estaba masturbando.
Saqué las tetazas a Silvia y comencé a comérselas. Fátima me puso un condón y me llevaron al sofá. Nos sentamos al lado de Javi, el cual salió corriendo de allí al verme, uniéndose a Eugenio detrás de la mesa.
Fátima se quitó una braguita negra, se sentó encima de mí y comenzamos a follar. Silvia se sentó al lado y comenzó a masturbarse, mientras yo seguía acariciando sus tetazas de vez en cuando. Fátima se quitó el vestido y el sujetador negro y comencé a comerla los pechitos, mientras seguíamos follando y riendo.
Raquel apareció desnuda y tras darme un beso me dijo que tenía que llevarse a Fátima. Entonces tumbe a Silvia en el sofá, me eche sobre ella, retire su tanga a un lado y empezamos a follar y besarnos como locos. Mi cara pasaba casi todo el rato jugando con sus tetazas.
Nos levantamos y coloque a Silvia con sus manos apoyadas en la pared, al lado de Lucia que seguía masturbándose. Me puse detrás de Silvia, retiré su tanga a un lado y comencé a follarla el culo. Agarre fuerte sus tetazas y nos besábamos.
De vez en cuando miraba a Lucia y nos sonreíamos. Decidí jugármela y pasé una de mis manos por su cara acariciándosela. Saqué mi polla del culo de Silvia y me puse frente a Lucia. Silvia la mordió la oreja y le dijo que diera el paso de una vez, que lo estaba deseando. Y entonces Lucia se me acerco y nos empezamos a besar. Lucia dio un saltito y la cogí en vilo, agarrándola bien de su rico culo y notando que llevaba tanga. Con una de mis manos comencé a acariciar su pierna.
Eché su tanga a un lado y metí poco a poco mi polla en su coño. La apoye contra la pared y follamos, besándonos y acariciando sus piernas. Lucia me besaba apasionadamente haciéndome ver que la estaba gustando. Silvia tras darme unos azotes en el culo se fue con Raúl.
Camine con Lucia hasta la mesa y la apoye en el borde, mientras seguimos follando, besándonos y la acariciaba los muslos. La desabroché completamente el vestido y se lo abrí. Sus ricos pechos estaban tapados por un sujetador blanco de encaje que se las redondeaba y juntaba, haciéndola un rico canalillo, el cual comencé a besar y lamer inmediatamente. Su tanga también era blanco con encaje. Saque sus pechos del sujetador, comenzando a comérselas. Mis manos agarraban fuerte sus muslos mientras follábamos.
Baje a Lucia y la gire, apoyando sus manos en la mesa. Seguí follándola desde atrás agarrando sus pechos. Jose, Silvia y Gemma se nos unieron. Gemma traía más seta y nos comimos un cachito más. Lucia se puso algo más cachonda y me pedía que la diera más fuerte. Jose se sentó en la mesa y Lucia comenzó a hacerle una mamada. Yo empecé a besarme con Silvia y Gemma a las que las acariciaba sus culos y tetas.
Cuando Lucia me dijo que iba a correrse me senté en el suelo entre sus piernas, para poder comerla el coño. Gemma aprovecho para sentarse sobre mí, dándome la espalda y comenzar a follar, metiéndose mi polla. Silvia también se agacho y se besaba con ella. Cuando Lucia se corrió en mi boca, nos movimos un poco al lado para que Jose se colocara tras Lucia y comenzara a follarla sin dejarla descanso. Gemma siguió sobre mi follando y ahora Silvia coloco su coño en mi boca, haciéndola una rica comida.
Cuando iba a correrme, me apetecía darle mi leche a Lucia, por lo que me senté en la mesa, me quité el condón y esta comenzó a comérmela. Gemma se quedó en el suelo continuando la comida a Silvia. Lucia me la comía muy bien, metiéndosela entera en su boca. Cuando me corrí, aprete su cabeza contra mí, para tenerla bien dentro de su boca al salir mi leche. Lucia no consiguió tragar toda mi leche y algo se le salió por las comisuras.
Sin dejarme descansar nada, Gemma me cogió y junto a Silvia me llevaron a una habitación. Los 3 estábamos desnudos y sentados en la cama besándonos y metiéndonos mano. Gemma saco de un cajón un bote de aceite comestible. Se volvió a colocar a mi lado y unto mi cuerpo con el mientras Silvia iba besándomelo y lamiéndomelo. Cuando Gemma unto mi polla, comenzó a hacerme una rica mamada. Cogí el bote y comencé a untar a Silvia por todo su cuerpo, sobre todo en sus tetazas, las cuales comencé inmediatamente a comer. Gemma paro la mamada y se colocó de rodillas a mi otro lado. Se unto también con el aceite y nos empezamos a besarnos, lamernos y toquetearnos los tres. Mis manos y mi boca sobre todo jugaron con sus tetas.
Gemma me tumbo en la cama y se sentó encima de mi cara. Agarré su culo y comencé a comerla el coño. Silvia, por su parte, comenzó a hacerme una mamada. Gemma se colocó en posición de hacer un 69 y compartió mi polla con Silvia. Cuando se corrió, nos levantamos los 3. Tras un rato de nuevos besos y caricias, Silvia unto de nuevo sus tetazas. Se arrodillo y comenzó a hacerme una cubana apretando bien sus tetazas. Gemma también se acabó arrodillando, lamiendo mi glande y besándose con Silvia.
De repente oímos un primer grito como de dolor y acto seguido a Eugenio gritando no. Fuimos al salón y nos comenzamos a reír al ver la situación. El primer grito era de Lucia a la que Raúl la estaba desvirgando el culo, con la máscara puesta. Eugenio gritaba pidiendo que paráramos de hacer daño a Lucia. Jose, con la máscara también puesta, estaba frente a él y a Javi asustándolos. Raquel, mientras, estaba en el sofá comiéndola el coño a Fátima.
Me puse la máscara y junto a Jose, llevé a Eugenio y Javi al baño, donde los encerramos. Volvimos al salón, donde ahora Raquel la comía el coño a su cuñada Gemma y Silvia a Fátima. Nos quitamos las máscaras los 3 y Jose, además, le quito el puesto a Raúl, follándola el culo a Lucia. Raúl se puso a follar el culo a Silvia. Yo me arrodille detrás de Raquel y la unte bien su culo y coño de aceite, antes de tumbarme en el suelo y comenzar a comerla el coño, acariciando su culo. Al rato alguien me agarro la polla y comenzó a comérmela. Miré y vi que era Fátima. Poco después me coloco un condón y se sentó encima, comenzando a follar.
Cuando Raquel se corrió en mi boca, me levanté y fui a por mí turno para follar el culo a Lucia. Jose se fue al sofá con el resto. Mientras enculaba a Lucia, le agarre bien fuerte de la cintura para poder envestirla mas duro. Cuando comencé a follárselo más suave, estiré mis manos agarrando sus pechos. Raúl se sentó en la mesa para que Lucia le comiera la polla, pues estaba a punto de correrse.
Gemma apareció con un cinturón polla puesto y me quito para ser ella quien se follaba a su amiga.
Yo me fui con el resto al sofá. Nada más llegar me sentó Silvia y se sentó encima de mí, comenzando a follar. La acerque contra mí, para poder volver a devorarla las tetazas. Jose a nuestro lado follaba con Fátima. Raquel se sentó en medio y comenzó a masturbarse. Nos levantamos y colocamos a Silvia y Fátima de rodillas agarradas en el cabecero y comenzamos a follarlas el culo. Raquel se sentó en el cabecero y Silvia comenzó a comerla el coño mientras yo la follaba el culo a ella. Volví a sentarme y ahora Raquel se colocó sobre mí, dándome la espalda, follándola el culo y coño, mientras nos besábamos y acariciaba sus pechitos. Cuando iba a correrme Raquel se arrodillo, me quito el condón y me la comió hasta que así ocurrió.
Nos quedamos en el sofá sentados besándonos y acariciándonos, hasta que Raúl dijo que mejor parar, no sea que se les fuera a pasar los efectos antes de tiempo y nos pillaran. Silvia y yo compartimos taxi de vuelta, donde nos dimos unos buenos besos y disfrute nuevamente de sus tetazas en mis manos.
De todas las allí presentes Lucia era la única con la que nunca habíamos tenido sexo y Jose, Raúl y yo la teníamos muchas ganas. Pero ella siempre se negaba, más por vergüenza que por otra cosa, pues siempre les contaba a sus amigas que claro que le poníamos pero que no se atrevía a dar un paso tan importante.
Javi, Eugenio y Quique nos sobraban si de verdad queríamos pasarlo bien del todo, y además atacar y convencer a Lucia. Pero Raúl lo tenía todo pensado. Había comprado unas setas, pero no todas eran para echarte unas risas, había algunas que no sentaban tan bien, y esas eran las que tuvimos que hacer que cogieran ellos.
No tardó mucho en hacerles efecto a estos y comenzar a pasarlo mal por las alucinaciones. El resto nos estábamos echando unas buenas risas gracias a la situación a las setas que nosotros comimos. Quique era el que veía cosas más raras y pronto le dijo a su mujer de irse. Ante la negativa de esta, el salió corriendo de la casa, entre nuestras risas.
Javi y Eugenio decían ver dragones por la casa. Raúl, hermano además de Javi, se sacó la polla y comenzó a decirles que no se preocuparan que el los salvaría con su espada. Cuando estos comenzaron a darle las gracias y a decir que tenía una buena espada sabíamos que estaban ya bien colocados y podíamos pasarlo muy bien.
Gemma nos cogió a Jose y a mí y nos llevó a una habitación. Tras besarnos un poco, nos desnudó y nos dijo que nos pusiéramos unas máscaras, que íbamos a divertirnos aún más. Antes de ponérnoslas le dijimos que no era justo que ella siguiera vestida. La cogimos y la quitamos el vestido blanco con rayas grises de tirantes que llevaba dejándola con un sujetador y tanga blanco. Nos pusimos las máscaras, que eran de monstruos, y salimos.
Gemma entro en el salón corriendo y gritando como si la estuviéramos atacando. Javi y Eugenio gritaron aún más fuerte, pero estos de verdad. Eugenio se escondió detrás de la mesa y Javi se tapaba con unos cojines, como si le fueran a salvar si fuéramos de verdad. En el sofá sentadas, Silvia, Raquel, Fátima y Lucia se reían sin parar a la vez que seguían tomando sus cubatas.
Ya solo nos quedaba convencer a Lucia, pero esta, aunque se reía como la que más, cuando nos acercamos salió corriendo avergonzada del sofá. Entonces Jose y yo cogimos a Raquel y la colocamos delante de su marido. Esta llevaba un vestido largo amarillo con estampado de pequeñas flores, con tirantes finos y un buen escote en v. Este gritaba pidiendo que por favor no la hiciéramos nada malo. Agarramos sus tirantes y la bajamos el vestido dejándola con un sujetador y tanga blancos. Los gritos de socorro de Javi nos ponían más cachondo mientras la metíamos mano.
Cuando Raúl también comenzó a meter mano a Raquel yo me fui al sofá a por Fátima y Silvia. Se levantaron ambas y comenzamos a meternos mano. Ellas además me besaban el cuello y el pecho. Fátima llevaba un vestido cortito, negro con lunares de colores, con la espalda un poco al aire por donde se veía que llevaba un sujetador negro. Silvia iba con un vestido rojo que resaltaba sus grandes pechos.
No tarde mucho en quitar el vestido a Silvia dejándola con ropa interior roja. Fátima se arrodillo y comenzó a comerme la polla. No pude resistirme más y me quité la máscara para poder besarme con Silvia, además de poder besar su delicioso canalillo. Jose también se había quitado la máscara y estaba comiendo los pechos a Gemma, la cual le masturbaba. Raquel estaba mamándosela a su cuñado Raúl, al lado de su marido, el cual ahora estaba dando las gracias a su hermano por salvarla de nosotros. Apoyada en el marco de la puerta Lucia estaba mirándonos y me lleve una grata sorpresa al ver que también estaba cachonda. Había metido su mano por el vestido corto, negro con estampado de corazones rosas, y botonera delantera de arriba abajo, y se estaba masturbando.
Saqué las tetazas a Silvia y comencé a comérselas. Fátima me puso un condón y me llevaron al sofá. Nos sentamos al lado de Javi, el cual salió corriendo de allí al verme, uniéndose a Eugenio detrás de la mesa.
Fátima se quitó una braguita negra, se sentó encima de mí y comenzamos a follar. Silvia se sentó al lado y comenzó a masturbarse, mientras yo seguía acariciando sus tetazas de vez en cuando. Fátima se quitó el vestido y el sujetador negro y comencé a comerla los pechitos, mientras seguíamos follando y riendo.
Raquel apareció desnuda y tras darme un beso me dijo que tenía que llevarse a Fátima. Entonces tumbe a Silvia en el sofá, me eche sobre ella, retire su tanga a un lado y empezamos a follar y besarnos como locos. Mi cara pasaba casi todo el rato jugando con sus tetazas.
Nos levantamos y coloque a Silvia con sus manos apoyadas en la pared, al lado de Lucia que seguía masturbándose. Me puse detrás de Silvia, retiré su tanga a un lado y comencé a follarla el culo. Agarre fuerte sus tetazas y nos besábamos.
De vez en cuando miraba a Lucia y nos sonreíamos. Decidí jugármela y pasé una de mis manos por su cara acariciándosela. Saqué mi polla del culo de Silvia y me puse frente a Lucia. Silvia la mordió la oreja y le dijo que diera el paso de una vez, que lo estaba deseando. Y entonces Lucia se me acerco y nos empezamos a besar. Lucia dio un saltito y la cogí en vilo, agarrándola bien de su rico culo y notando que llevaba tanga. Con una de mis manos comencé a acariciar su pierna.
Eché su tanga a un lado y metí poco a poco mi polla en su coño. La apoye contra la pared y follamos, besándonos y acariciando sus piernas. Lucia me besaba apasionadamente haciéndome ver que la estaba gustando. Silvia tras darme unos azotes en el culo se fue con Raúl.
Camine con Lucia hasta la mesa y la apoye en el borde, mientras seguimos follando, besándonos y la acariciaba los muslos. La desabroché completamente el vestido y se lo abrí. Sus ricos pechos estaban tapados por un sujetador blanco de encaje que se las redondeaba y juntaba, haciéndola un rico canalillo, el cual comencé a besar y lamer inmediatamente. Su tanga también era blanco con encaje. Saque sus pechos del sujetador, comenzando a comérselas. Mis manos agarraban fuerte sus muslos mientras follábamos.
Baje a Lucia y la gire, apoyando sus manos en la mesa. Seguí follándola desde atrás agarrando sus pechos. Jose, Silvia y Gemma se nos unieron. Gemma traía más seta y nos comimos un cachito más. Lucia se puso algo más cachonda y me pedía que la diera más fuerte. Jose se sentó en la mesa y Lucia comenzó a hacerle una mamada. Yo empecé a besarme con Silvia y Gemma a las que las acariciaba sus culos y tetas.
Cuando Lucia me dijo que iba a correrse me senté en el suelo entre sus piernas, para poder comerla el coño. Gemma aprovecho para sentarse sobre mí, dándome la espalda y comenzar a follar, metiéndose mi polla. Silvia también se agacho y se besaba con ella. Cuando Lucia se corrió en mi boca, nos movimos un poco al lado para que Jose se colocara tras Lucia y comenzara a follarla sin dejarla descanso. Gemma siguió sobre mi follando y ahora Silvia coloco su coño en mi boca, haciéndola una rica comida.
Cuando iba a correrme, me apetecía darle mi leche a Lucia, por lo que me senté en la mesa, me quité el condón y esta comenzó a comérmela. Gemma se quedó en el suelo continuando la comida a Silvia. Lucia me la comía muy bien, metiéndosela entera en su boca. Cuando me corrí, aprete su cabeza contra mí, para tenerla bien dentro de su boca al salir mi leche. Lucia no consiguió tragar toda mi leche y algo se le salió por las comisuras.
Sin dejarme descansar nada, Gemma me cogió y junto a Silvia me llevaron a una habitación. Los 3 estábamos desnudos y sentados en la cama besándonos y metiéndonos mano. Gemma saco de un cajón un bote de aceite comestible. Se volvió a colocar a mi lado y unto mi cuerpo con el mientras Silvia iba besándomelo y lamiéndomelo. Cuando Gemma unto mi polla, comenzó a hacerme una rica mamada. Cogí el bote y comencé a untar a Silvia por todo su cuerpo, sobre todo en sus tetazas, las cuales comencé inmediatamente a comer. Gemma paro la mamada y se colocó de rodillas a mi otro lado. Se unto también con el aceite y nos empezamos a besarnos, lamernos y toquetearnos los tres. Mis manos y mi boca sobre todo jugaron con sus tetas.
Gemma me tumbo en la cama y se sentó encima de mi cara. Agarré su culo y comencé a comerla el coño. Silvia, por su parte, comenzó a hacerme una mamada. Gemma se colocó en posición de hacer un 69 y compartió mi polla con Silvia. Cuando se corrió, nos levantamos los 3. Tras un rato de nuevos besos y caricias, Silvia unto de nuevo sus tetazas. Se arrodillo y comenzó a hacerme una cubana apretando bien sus tetazas. Gemma también se acabó arrodillando, lamiendo mi glande y besándose con Silvia.
De repente oímos un primer grito como de dolor y acto seguido a Eugenio gritando no. Fuimos al salón y nos comenzamos a reír al ver la situación. El primer grito era de Lucia a la que Raúl la estaba desvirgando el culo, con la máscara puesta. Eugenio gritaba pidiendo que paráramos de hacer daño a Lucia. Jose, con la máscara también puesta, estaba frente a él y a Javi asustándolos. Raquel, mientras, estaba en el sofá comiéndola el coño a Fátima.
Me puse la máscara y junto a Jose, llevé a Eugenio y Javi al baño, donde los encerramos. Volvimos al salón, donde ahora Raquel la comía el coño a su cuñada Gemma y Silvia a Fátima. Nos quitamos las máscaras los 3 y Jose, además, le quito el puesto a Raúl, follándola el culo a Lucia. Raúl se puso a follar el culo a Silvia. Yo me arrodille detrás de Raquel y la unte bien su culo y coño de aceite, antes de tumbarme en el suelo y comenzar a comerla el coño, acariciando su culo. Al rato alguien me agarro la polla y comenzó a comérmela. Miré y vi que era Fátima. Poco después me coloco un condón y se sentó encima, comenzando a follar.
Cuando Raquel se corrió en mi boca, me levanté y fui a por mí turno para follar el culo a Lucia. Jose se fue al sofá con el resto. Mientras enculaba a Lucia, le agarre bien fuerte de la cintura para poder envestirla mas duro. Cuando comencé a follárselo más suave, estiré mis manos agarrando sus pechos. Raúl se sentó en la mesa para que Lucia le comiera la polla, pues estaba a punto de correrse.
Gemma apareció con un cinturón polla puesto y me quito para ser ella quien se follaba a su amiga.
Yo me fui con el resto al sofá. Nada más llegar me sentó Silvia y se sentó encima de mí, comenzando a follar. La acerque contra mí, para poder volver a devorarla las tetazas. Jose a nuestro lado follaba con Fátima. Raquel se sentó en medio y comenzó a masturbarse. Nos levantamos y colocamos a Silvia y Fátima de rodillas agarradas en el cabecero y comenzamos a follarlas el culo. Raquel se sentó en el cabecero y Silvia comenzó a comerla el coño mientras yo la follaba el culo a ella. Volví a sentarme y ahora Raquel se colocó sobre mí, dándome la espalda, follándola el culo y coño, mientras nos besábamos y acariciaba sus pechitos. Cuando iba a correrme Raquel se arrodillo, me quito el condón y me la comió hasta que así ocurrió.
Nos quedamos en el sofá sentados besándonos y acariciándonos, hasta que Raúl dijo que mejor parar, no sea que se les fuera a pasar los efectos antes de tiempo y nos pillaran. Silvia y yo compartimos taxi de vuelta, donde nos dimos unos buenos besos y disfrute nuevamente de sus tetazas en mis manos.
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