Lo conocimos en un bar de Acoxpa, ahí por Coapa, era un tipo muy fornido elegante, muy educado y guapísimo, me encantó desde que lo vi, Luis lo notó de inmediato y me dijo que era libre de coquetearle y lo que viniera.
Lo invité a nuestra mesa, charlábamos cosas interesantes, tenía 35 años, era casado y de Colombia su nombre es Jhocar, vino a México para trabajar de instructor de un gimnasio privado.
Yo no podía dejar de coquetearle, lo abrazaba, me le repujaba en los bailes, Luis me miraba tan excitado que sabía que pronto vendría algo muy rico.
Ya pasando la media noche y hablando más en serio, fuimos directos…
L: Mira amigo, me caíste bien y veo que a mi esposa le gustas, eso no me molesta, pero nosotros somos especiales, a mí me gusta ver a mi esposa con otros, aquí la pregunta es, ¿te animas a cogértela? ¿¡Y tendrías problema si yo los observo!?
M: ¡Anímate guapo, te voy a complacer mucho!
Él nos miraba serio, miraba a Lety y luego me miraba mí, nos sonreía y miraba nuevamente a Lety, ¡así estuvo un par de minutos hasta que acepto, solo que nos pidió fuera en un hotel y no en nuestra casa!
Llegamos a un hotel cerca de la zona, Luis se puso cómodo mientras yo besaba muy apasionadamente al colombiano, el besaba y acariciaba riquísimo, de reojo miraba como Luis disfrutaba lo que sucedía, eso me prendía más y más gozaba al colombiano.
Poco a poco nuestras ropas fueron cayendo, su delicioso cuerpo estaba a mi merced, el me desprendía del vestido dejándome solo en tanga! Sus manos acariciaban mis piernas y mi abdomen, apretaba fuerte y delicadamente mientras nos besábamos como si estuviéramos enamorados.
L: ¡Ya pasen a algo mejor corazón!
M: ¡Parece que mi marido está impaciente
J: ¡Jajá, vamos a complacerlo!
Me tiro a la cama y con su boca me quito la tanga, comenzó a besarme de los pies a la cabeza, yo miraba a Luis mientras la lengua del colombiano subía suave y excitantemente por mis muslos, besaba mis entrepiernas, sus manos acariciaban mis pechos y apretaban mis pezones, quise mostrarle o darle un adelanto de lo que le iba a hacer en mi turno, así que tome sus manos y comencé a lamer sus dedos como si de un pene se tratara.
L: ¡Lety que zorra!, como te devoras sus manos!
M: ¡Sabes que me encanta hacer eso amor!
J: ¡Que pareja tan loca son!
Jhocar se quitó la trusa y casi me desmayo al ver su tremendo y hermoso animal entre sus piernas, unos testículos grandes y depilados y una deliciosa y enorme verga bien hermosa, nunca había visto una así, media aproximadamente unos 27 cm y 6 cm de grosor, de solo verla me moje, Luis también se sorprendió al ver el animal de Jhocar.
L: ¡Puta madre! ¡Mi amor te va a reventar todo!
M: ¡Si amor, la tiene muy grande y hermosa!
J: Gracias por los halagos, pero Lety, ¡porque no pasas a demostrarme como chupan las mexicanas!
Él se acostó y yo bajé a su parte, comencé a poner su verga en mi cara, con mis manos sobaba los testículos que parecían un par de piedras, mi lengua besaba desde donde inicia su ano hasta la cabeza de su hermosa verga, lo tomé con mis dos manos y daba lamidas en la cabecita de su verga, el lanzaba ligeros gemidos y mi marido observaba atento.
Comencé a meterlo lentamente a mi boca, apenas si me cabía, increíblemente sabia delicioso, nunca había chupado una verga tan arreglada, lo devoré como si de una cena fina se tratara, Luis ya se acariciaba por encima de su pantalón, abría toda mi boca y metía ese animal hasta sentir como me ahogaba, el me acariciaba la frente y jugaba con mi cabello, yo seguía devorándome su deliciosa verga.
M: ¡Que rica verga, nunca había comido una tan rica!
J: Hermosa, ¡pero se va a enojar tu marido!
M: No se enoja, ¿verdad que no te enojas amor?
L: Sigue comiendo nena, ¡demuéstrale que las mexicanas lo hacen rico!
Jhocar me tomo de la cadera y me subió a su cara, comenzamos un delicioso 69, su lengua lamia y entraba de una forma tan rica en mí, sus dedos jugueteaban mi clítoris y mis nalgas.
J: ¡Que hermoso cuerpo, estas riquísima!
M: Gracias nene, ¡tú igual eres un manjar!
Después de estarnos comiendo por un rato, me subí a cabalgarlo, el me besaba y me mordía las tetas, yo me dejaba caer suave en su rico y duro palo, Luis nos comenzó a grabar, mientras yo hacía gala de mis sensuales movimientos de cadera.
L: ¡Así amor, muévete, goza esa verga!
J: ¡Que rico coges Lety, muévete así rico mami!
M: ¡Disfruten, disfruten a esta hembra!
El me acostó en la cama y me levanto las piernas, dejándome las rodillas en mi frente, la empezó a meter suave, yo gemía del placer que sentía al tenerla en esa forma, el me besaba los pies y me acariciaba las nalgas, no dejaba de decirme lo buena que estoy y como lo apretaba mi vagina, Luis seguía grabando y animándonos a los dos, yo estaba gozando de lo lindo, ¡ese colombiano cogía como dios!
Decidió hacerlo un poco más normal y pasional, me acostó y se subió en la de misionero, me besaba y mordía mi cuello, sus manos apretaban mis nalgas, en ese momento Luis ya tenía su verga de fuera y lista para masturbarse.
M: ¿Estas gozando Luis?
L: ¡Amor, te coge bien rico!
M: ¡Me coge más rico que tú amor!
L: ¡Si bebe, pues pídele más!
Me puso en cuatro, yo me abrí todita para que su verga entrara más rica, él se puso de pie debajo de la cama, tomándome de la cintura me empezó a penetrar, su verga entraba por completo, sus movimientos fuertes y suaves al mismo tiempo me hacían jadear como perra, estaba siendo cogida de lo más rico, ¡nadie me había cogido así hasta en ese momento!
M: Jhocar bebe que rico, métemela, ¡Luis que rico me coge Jhocar!
L: ¡Si Jhocar, dásela toda, métesela toda!
J: ¡Lety, que coño más rico y que nalgas, eres la mejor, Luis gracias por dejarme cogerme a tu esposa!
Sus embestidas eran fuertes, me levanto una pierna y me la dejaba ir mucho más fuerte, me jalaba el cabello, me metía los dedos en mi ano, yo solo gritaba, Luis lo incitaba a que me partiera el ano, yo ya estaba en éxtasis así que no me resistí y le di mi ano, él lo comenzó a besar y lamer mientras sus dedos apretaban mi clítoris, ese colombiano era un dios sexual.
J: ¡Que hermoso culo, amigo Luis, me dejas darle por aquí a tu Reyna!
L: ¡Te estas tardando pana!
M: ¡Métemela papi, hazlo tuyo!
Me tomo de las manos y comenzó a meterme la puntita, inmediatamente sentí como si me estuviera rompiendo, él puso mis manos en mi espalda como si me estuviera arrestando, la introducía lentamente, yo ya gritaba, el dolor era inmenso y Luis seguía grabando y masturbándose.
L: ¡Que rico chillas amor, destrózale el culo amigo!
M: ¡Mira amigo, que puta esposa tienes, me da su rico culo, sufre, pero no quiere que la saque!
L: ¡Hazla llorar de placer amigo, no me defraudes!
La conversación de ambos me excitaba más, yo solita comencé a moverme, el sintió mi movimiento que gemía y me pedía que no parara, ambos nos movíamos, Luis me tomaba fotos y grababa clips, Jhocar me embestía tan fuerte que me tiro en la cama, él se subió en mi como toro vuelto loco, yo gemía, ¡estaba siendo empalada por una rica verga colombiana!
M: ¡Así nene, cógeme, que rico, tu sí que coges rico mi culo!
J: ¡Así puta, gózala, goza mi verga!
M: ¡Me matas, me matas!
L: ¡Lety eres la mejor, te amo!
Los tres estábamos excitadísimos, yo ya no aguantaba más y mis fluidos salían como si estuviese lloviendo, jhocar que estaba encima de mí, me aplastaba tan rico mientras su verga ya había hecho suyo mi culo, sentí como se empezó a inflar, sabía que se acercaba una tremenda descarga.
J: ¡Me corro, amigos me voy a correr!
M: ¡Dámelo en mi culo bebe, Luis tu termina en mi cara!
L: ¡Si amor, como tú digas, Jhocar llénala de leche!
J: ¿En serio lo puedo hacer?
M: ¡Si, lléname de ti!
Una tremenda descarga salió de su hermosa verga, mi culo era llenado su caliente leche, yo también escurría como esponja y Luis me tiraba su leche en mi cara, mientras me tragaba el semen de mi marido, Jhocar me apretaba los hombros para continuar descargándome su rico néctar.
J: ¡Lety, eres la numero uno!
L: ¡Bebe que rico!
M: ¡Jhocar eres lo máximo!
Terminé en la cama boca abajo respirando agitadamente, Luis estaba en el sofá y Jhocar acostado acariciándome las nalgas.
Cogí un par de veces más con él, Luis siempre fue observador y solo se limitó a masturbarse.
Salimos del hotel, lo dejamos en su trabajo prometiendo hacerlo nuevamente.
Lo invité a nuestra mesa, charlábamos cosas interesantes, tenía 35 años, era casado y de Colombia su nombre es Jhocar, vino a México para trabajar de instructor de un gimnasio privado.
Yo no podía dejar de coquetearle, lo abrazaba, me le repujaba en los bailes, Luis me miraba tan excitado que sabía que pronto vendría algo muy rico.
Ya pasando la media noche y hablando más en serio, fuimos directos…
L: Mira amigo, me caíste bien y veo que a mi esposa le gustas, eso no me molesta, pero nosotros somos especiales, a mí me gusta ver a mi esposa con otros, aquí la pregunta es, ¿te animas a cogértela? ¿¡Y tendrías problema si yo los observo!?
M: ¡Anímate guapo, te voy a complacer mucho!
Él nos miraba serio, miraba a Lety y luego me miraba mí, nos sonreía y miraba nuevamente a Lety, ¡así estuvo un par de minutos hasta que acepto, solo que nos pidió fuera en un hotel y no en nuestra casa!
Llegamos a un hotel cerca de la zona, Luis se puso cómodo mientras yo besaba muy apasionadamente al colombiano, el besaba y acariciaba riquísimo, de reojo miraba como Luis disfrutaba lo que sucedía, eso me prendía más y más gozaba al colombiano.
Poco a poco nuestras ropas fueron cayendo, su delicioso cuerpo estaba a mi merced, el me desprendía del vestido dejándome solo en tanga! Sus manos acariciaban mis piernas y mi abdomen, apretaba fuerte y delicadamente mientras nos besábamos como si estuviéramos enamorados.
L: ¡Ya pasen a algo mejor corazón!
M: ¡Parece que mi marido está impaciente
J: ¡Jajá, vamos a complacerlo!
Me tiro a la cama y con su boca me quito la tanga, comenzó a besarme de los pies a la cabeza, yo miraba a Luis mientras la lengua del colombiano subía suave y excitantemente por mis muslos, besaba mis entrepiernas, sus manos acariciaban mis pechos y apretaban mis pezones, quise mostrarle o darle un adelanto de lo que le iba a hacer en mi turno, así que tome sus manos y comencé a lamer sus dedos como si de un pene se tratara.
L: ¡Lety que zorra!, como te devoras sus manos!
M: ¡Sabes que me encanta hacer eso amor!
J: ¡Que pareja tan loca son!
Jhocar se quitó la trusa y casi me desmayo al ver su tremendo y hermoso animal entre sus piernas, unos testículos grandes y depilados y una deliciosa y enorme verga bien hermosa, nunca había visto una así, media aproximadamente unos 27 cm y 6 cm de grosor, de solo verla me moje, Luis también se sorprendió al ver el animal de Jhocar.
L: ¡Puta madre! ¡Mi amor te va a reventar todo!
M: ¡Si amor, la tiene muy grande y hermosa!
J: Gracias por los halagos, pero Lety, ¡porque no pasas a demostrarme como chupan las mexicanas!
Él se acostó y yo bajé a su parte, comencé a poner su verga en mi cara, con mis manos sobaba los testículos que parecían un par de piedras, mi lengua besaba desde donde inicia su ano hasta la cabeza de su hermosa verga, lo tomé con mis dos manos y daba lamidas en la cabecita de su verga, el lanzaba ligeros gemidos y mi marido observaba atento.
Comencé a meterlo lentamente a mi boca, apenas si me cabía, increíblemente sabia delicioso, nunca había chupado una verga tan arreglada, lo devoré como si de una cena fina se tratara, Luis ya se acariciaba por encima de su pantalón, abría toda mi boca y metía ese animal hasta sentir como me ahogaba, el me acariciaba la frente y jugaba con mi cabello, yo seguía devorándome su deliciosa verga.
M: ¡Que rica verga, nunca había comido una tan rica!
J: Hermosa, ¡pero se va a enojar tu marido!
M: No se enoja, ¿verdad que no te enojas amor?
L: Sigue comiendo nena, ¡demuéstrale que las mexicanas lo hacen rico!
Jhocar me tomo de la cadera y me subió a su cara, comenzamos un delicioso 69, su lengua lamia y entraba de una forma tan rica en mí, sus dedos jugueteaban mi clítoris y mis nalgas.
J: ¡Que hermoso cuerpo, estas riquísima!
M: Gracias nene, ¡tú igual eres un manjar!
Después de estarnos comiendo por un rato, me subí a cabalgarlo, el me besaba y me mordía las tetas, yo me dejaba caer suave en su rico y duro palo, Luis nos comenzó a grabar, mientras yo hacía gala de mis sensuales movimientos de cadera.
L: ¡Así amor, muévete, goza esa verga!
J: ¡Que rico coges Lety, muévete así rico mami!
M: ¡Disfruten, disfruten a esta hembra!
El me acostó en la cama y me levanto las piernas, dejándome las rodillas en mi frente, la empezó a meter suave, yo gemía del placer que sentía al tenerla en esa forma, el me besaba los pies y me acariciaba las nalgas, no dejaba de decirme lo buena que estoy y como lo apretaba mi vagina, Luis seguía grabando y animándonos a los dos, yo estaba gozando de lo lindo, ¡ese colombiano cogía como dios!
Decidió hacerlo un poco más normal y pasional, me acostó y se subió en la de misionero, me besaba y mordía mi cuello, sus manos apretaban mis nalgas, en ese momento Luis ya tenía su verga de fuera y lista para masturbarse.
M: ¿Estas gozando Luis?
L: ¡Amor, te coge bien rico!
M: ¡Me coge más rico que tú amor!
L: ¡Si bebe, pues pídele más!
Me puso en cuatro, yo me abrí todita para que su verga entrara más rica, él se puso de pie debajo de la cama, tomándome de la cintura me empezó a penetrar, su verga entraba por completo, sus movimientos fuertes y suaves al mismo tiempo me hacían jadear como perra, estaba siendo cogida de lo más rico, ¡nadie me había cogido así hasta en ese momento!
M: Jhocar bebe que rico, métemela, ¡Luis que rico me coge Jhocar!
L: ¡Si Jhocar, dásela toda, métesela toda!
J: ¡Lety, que coño más rico y que nalgas, eres la mejor, Luis gracias por dejarme cogerme a tu esposa!
Sus embestidas eran fuertes, me levanto una pierna y me la dejaba ir mucho más fuerte, me jalaba el cabello, me metía los dedos en mi ano, yo solo gritaba, Luis lo incitaba a que me partiera el ano, yo ya estaba en éxtasis así que no me resistí y le di mi ano, él lo comenzó a besar y lamer mientras sus dedos apretaban mi clítoris, ese colombiano era un dios sexual.
J: ¡Que hermoso culo, amigo Luis, me dejas darle por aquí a tu Reyna!
L: ¡Te estas tardando pana!
M: ¡Métemela papi, hazlo tuyo!
Me tomo de las manos y comenzó a meterme la puntita, inmediatamente sentí como si me estuviera rompiendo, él puso mis manos en mi espalda como si me estuviera arrestando, la introducía lentamente, yo ya gritaba, el dolor era inmenso y Luis seguía grabando y masturbándose.
L: ¡Que rico chillas amor, destrózale el culo amigo!
M: ¡Mira amigo, que puta esposa tienes, me da su rico culo, sufre, pero no quiere que la saque!
L: ¡Hazla llorar de placer amigo, no me defraudes!
La conversación de ambos me excitaba más, yo solita comencé a moverme, el sintió mi movimiento que gemía y me pedía que no parara, ambos nos movíamos, Luis me tomaba fotos y grababa clips, Jhocar me embestía tan fuerte que me tiro en la cama, él se subió en mi como toro vuelto loco, yo gemía, ¡estaba siendo empalada por una rica verga colombiana!
M: ¡Así nene, cógeme, que rico, tu sí que coges rico mi culo!
J: ¡Así puta, gózala, goza mi verga!
M: ¡Me matas, me matas!
L: ¡Lety eres la mejor, te amo!
Los tres estábamos excitadísimos, yo ya no aguantaba más y mis fluidos salían como si estuviese lloviendo, jhocar que estaba encima de mí, me aplastaba tan rico mientras su verga ya había hecho suyo mi culo, sentí como se empezó a inflar, sabía que se acercaba una tremenda descarga.
J: ¡Me corro, amigos me voy a correr!
M: ¡Dámelo en mi culo bebe, Luis tu termina en mi cara!
L: ¡Si amor, como tú digas, Jhocar llénala de leche!
J: ¿En serio lo puedo hacer?
M: ¡Si, lléname de ti!
Una tremenda descarga salió de su hermosa verga, mi culo era llenado su caliente leche, yo también escurría como esponja y Luis me tiraba su leche en mi cara, mientras me tragaba el semen de mi marido, Jhocar me apretaba los hombros para continuar descargándome su rico néctar.
J: ¡Lety, eres la numero uno!
L: ¡Bebe que rico!
M: ¡Jhocar eres lo máximo!
Terminé en la cama boca abajo respirando agitadamente, Luis estaba en el sofá y Jhocar acostado acariciándome las nalgas.
Cogí un par de veces más con él, Luis siempre fue observador y solo se limitó a masturbarse.
Salimos del hotel, lo dejamos en su trabajo prometiendo hacerlo nuevamente.
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