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Melanie lll

Ella fue al baño a bañarse y cambiarse, yo estaba perdido en un mundo de excitación, no pensaba seriamente que había hecho, ni en lo que iba a hacer, solo quería vivir el momento y aprovecharlo lo máximo posible. Al rato volví y Melanie salía del baño. Se había duchado, tenía el pelo mojado y estaba cubierta con una toalla. Sonreí ampliamente al verla.-Me cambio y comemos algo.

A mí se me prendió la lamparita, y le dije.- Melanie, ¿porque no te pones el uniforme de la secundaria?- Le dije, después de lo que paso, me excitaba de sobremanera tener sexo con ella en uniforme.-¿Te gusta?...- Me pregunto extrañada por mi proposición.-Me encanta como te queda, te ves preciosa con el uniforme...--Ah... gracias.
Melanie lll
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.- Me dijo empezando a sacar el uniforme. Yo vi que también tenía otros uniformes, y le pregunte curioso:-¿No tenes un uniforme del año pasado?- Ella me miró sin entender, pero luego miro y me dijo.-Sí, pero me quedan chicos, mamá en cualquier momento los tira...-Yo sonreí, y Melanie cayó y comprendió lo que yo quería. 

Sonriendo pícaramente, saco otro uniforme y se lo llevo al baño.-No te muevas, que ahora salgo...- Me dijo mientras corría y se encerraba en el baño. Espere impaciente, Melanie me calentaba mucho, mi verga comenzaba a latir dentro del pantalón, y cuando la vi salir, fue como un sueño hecho realidad.

-¿Te gusta cómo me queda?.. Esta re chiquitito...- Me pregunto. Yo solo sonreí: Apenas si el entraba en su cuerpo que crecía a pasos agigantados. La faldita le quedaba muy corta, casi a la altura de las nalgas, y la camisa se ajustaba a su cuerpo resaltando sus pechos, con el detalle de la corbata cayendo entre ellos. 
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Mi verga palpitó al ver semejante bombón enfrente de mí. Luego bajamos a la cocina. Vale destacar que cuando Melanie bajaba las escaleras, su faldita se levantaba con su andar y se le veía toda la cola. Además de que pude apreciar como la meneaba al caminar, como siempre tenía ropas holgadas, nunca había podido observar su caminar... pero ahora me daba cuenta de que era toda una gatita, por como movía sus piernas.

 Preparamos unos sándwiches y cominos charlando de tonteras. Yo no podía dejar de ver sus piernas, ella estaba sentada en la silla y las movía como una nenita, las habría y las cerraba. Después no sé que fue a buscar a la alacena, que sé tuvo que parar en puntas de pies... se le levanto toda la pollera, dejando su cola a mi total visión, justo frente a mí. No aguante mas, me pare y me puse tras ella, la abrasé, apoyando todo mi bulto contra su cola. 

Ella dejo de buscar en la alacena y se agarro a la mesada con las manos, dejándose sobar. Mis manos recorrieron su cuerpo, hasta quedar masajeando sus pechos. Melanie miro hacia atrás, comencé a besarla. Ella, además, movía su cola fregándola contra mi bulto, estimulándome a sobremanera. Una mano mía ya estaba sobándola en la entrepierna, nuestros cuerpos se movían frotándose entre sí. 

En el ínterin de esto, agarre a Melanie y la puse contra la mesa. Y ella se recostó allí, dejando su cola en pompa y a mi total disposición. Baje mi cabeza hasta sus piernas, baje su bombacha, y comencé a lamerla en su raja, haciendo que comience a gemir. -Aahhh... siii...- Jadeaba ella con la cabeza recostada en la mesa. Le metí unos dedos, y mi lengua fue hasta un poco más arriba, hasta su ano. Comencé a lamerlo, tratando de meter mi lengua en su pequeño orifico, el único que no había estrenado. -Mmm... Aahhh....- Seguía ella, mi lengua iba y venía de su vagina a su ano, notaba como sus piernas flaqueaban a causa de las sensaciones. 

Saque mi verga del pantalón, necesitaba acción. Así que me pare, la apoye en la entrada de sus labios vaginales, y la deslice dentro sin ningún problema. -Aahhhhhhhhhh...- Suspiro largamente Melanie al tenerla dentro. 

La agarre de la cintura y comencé a bombear lentamente, pero con fuertes estocadas. Cada penetración era correspondida por un grito de ella, cada vez más fuerte. -Aahhh!!... ahhh!... ahhhh!... aahhh!!...

 Cada vez aumentaba más la velocidad.

 Mis manos recorrían su cuerpo, hasta que ensalive mis dedos y comencé a pasarlos por su cola, metiendo uno sin gran dificultad. -Mmmm!!... aahhh... ahh...- No se quejo demasiado hasta que le metí un segundo dedo. Comencé a moverlos en círculo, tratando de abrir su esfínter. 

Pero mi verga en su vagina hacia su trabajo, y no la dejaba quejarse demasiado. -Aaahh!... aahhhh!... aaaaaaahhhhhhhhhhhhhh!!!...- Melanie comenzó a acabar aferrándose a la mesa y curvando su cintura. Pero yo seguía con mi bombeo regular, si parar ni un segundo.

 Logre meter un tercer dedo en su cola, lanzo un quejido, pero seguí abriéndole el ano. Hasta que después de un rato, me recosté en su espalda, saque mi verga de su vagina, la ensalive, y la apoye en la entrada de su ano.

-No va a entrar...- Dijo ella suspirando, con los pelos pegados en la cara por la transpiración. Yo le agarre las manos y la inmovilice con el peso de mi cuerpo, e hice presión con mi verga, hasta que entro la cabeza. -Aaahhh!!!... duele!!

Se quejo ella cerrando los ojos y apretando los dientes. Pero yo seguí y empuje un poco más, deslizando mi verga solo unos centímetros. -Haayyyy!!!... sacala!!!... duele!!... ahhhhh!!...- Se quejaba ella, trataba de moverse y salirse, pero yo no la dejaba, la tenia firmemente agarrada.

 Seguía haciendo presión, mi verga se iba enterrando cada vez más. Sentía como su anillo me apretaba la verga increíblemente, se sentía muy ajustado.-Un poco mas y ya esta... aguanta...- Decía yo a su oído, viendo como ella ya tenía lagrimas en los ojos, apretaba los dientes y se aferraba a la mesa con sus manos, aguantando.

 Mi verga casi ya estaba dentro, el cuerpo de Melanie temblaba, hasta que finalmente, después de un rato y mucho transpirar, entro completamente.-Me... ahhhgghh... me quema... aahh...- Se quejaba ella, pero yo deje mi verga quieta allí dentro. 

Para apaciguar su dolor, con mi mano comencé a masturbarla. Ella comenzó a jadear en una mezcla de dolor y placer. Mi verga palpitaba de la emoción en sus entrañas, mi mente volaba al saber que me estaba por culear a la hermanita de mi novia con uniforme de colegio...-Aahhh!!... aagghh!!!... aahhh!!!!...- Comencé a bombear, haciendo que Melanie grite. 

La sacaba un poco lentamente de mi verga, y la volvía a enterrar hasta los huevos. 

Ella respiraba que parecía que estaba en un parto, tenía toda la cara transpirada y con los pelos cayéndole en la frente. -Aaah!!... aahhhh!!... ahhhh!!..

Poco a poco aumentaba las embestidas.

 Desabroche su camisa y saque sus pechos afuera. Y mientras seguía masturbándola, comencé a masajearle las tetas besando su cuello. Ella jadeaba ya con más placer que dolor. -Aahhh... aahhhh... ahhhh...- No paso mucho tiempo hasta que solo era placer lo que escuchaba de ella, así que me dedique a culearla tranquilamente.
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 Por momento sacaba mi verga de su cola y la enterraba de un envión en su vagina... Luego volvía a su ano, por el cual mi verga ya se metía deslizándose perfectamente. Me encantaba sentir rebotar mi vientre en los cachetes de su cola en cada embestida.

-¿Te gusta ahora Melanie?...- Le pregunte bombeando más fuerte. Ella decía “siiii” apenas entre los gemidos. Me agarre de su cintura con las manos y embestí cada vez más fuerte, provocando que ella grite de placer. 

Su cola vibraba y se tragaba mi verga hasta hacerla desaparecer. Luego me recosté sobre ella y me aferré a sus pechos, apretujándolos, bombeando mas fuerte viendo venir mi orgasmo y el suyo. -Aahhh... ahhh!!... aahhh!!!... aaahhhhhhhhhhhh!!!- Ella comenzó a acabar en un tremendo orgasmo, yo no aguante más. Dando fuertes embestidas que hacían que la mesa se corriera de lugar, comencé a acabar con tremendos chorros de semen dentro de su cola, llenándola. 

Era increíble la sensación que me provocaba esto, no se puede describir. Nos quedamos allí, ella abajo y yo recostado en su espalda un rato, jadeando y recuperando la respiración totalmente transpirados. Mi verga perdió tamaño y salí de dentro de ella. 

Melanie parecía que venía de una maratón, se la veía fatigada. -Vamos al cuarto así descansas...- Le dije y ella sonrió. Cuando la vi caminar con dificultad, la agarre y la cargue en mis brazos, llevándola hasta su cuarto. Ella me rodeaba el cuello con sus brazos. Luego la deposite en la cama, y sin más, Melanie se durmió cansada por el tremendo esfuerzo que había hecho. 

Yo me la quede mirando, sin poder creer que una cosa tan chiquita pudiera proporcionarme tanto placer. Luego me fue a bañar, estaba totalmente transpirado, mi meta de desvirgarla por sus tres agujeros estaba cumplida.

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