Esa noche estábamos teniendo sexo, como muchas otras veces, ella estaba en cuatro patas, abierta para mí, yo penetrándola con fuerza, disfrutando al máximo mientras le metía un pulgar en el ano con todo el consentimiento de ella. Nunca tuve una novia que me dejara introducirle el dedo por la cola y mucho menos cogérsela. Mariel era especial, siempre decía que sí a todo y lo disfrutábamos mucho.
En un momento ella se saca el pene pidiéndome que me acueste, yo obedezco y en ese instante comienza a chupármela con intensidad. Le digo que se detenga, que me va a hacer acabar de inmediato, ya que lo estaba haciendo con maestría; con sus labios abrazaban mí glande, acariciándolo con su lengua mientras me masturbaba, era tremendamente placentero, pero no quería terminar tan rápido, así que le pedí una vez más que se detenga. Ella lo hace pero diciéndome que era lo mínimo que podía hacer por mí verga, que tanto placer le da. A continuación se sube arriba mío y comienza a meterse la verga en su concha para retomar el coito. - "Hace mucho que no me sentía así" - me decía cabalgando bien rico, con todo el pene en su interior, rozando su clítoris en mí pubis mientras jadeaba cada vez más fuerte.
Yo le pregunté con quién le había pasado algo similar y ella me dijo que tenía un novio que se llamaba Hernán**, disfrutaba mucho el sexo con él también, me confesó que la dejaba sin aliento cada vez que cogían. Notaba que se estaba excitando al recordarlo, sentía cómo chorreaba jugo vaginal por mis testículos cuando recorría mí verga con cada sentada. Finalmente empezó a gemir a viva voz mientras sus últimos sentones los hacía temblorosamente. Quedó abrazada a mí con mí pene erecto aún en su interior. Yo le pregunté si lo había visto de nuevo después y ella me dijo que no sabía casi nada de él. Mientras yo me seguía moviendo, pese a que ella estaba recostada sobre mí, se me ocurrió preguntarle por curiosidad qué tamaño tenía y ella respondió -" grande, muy grande"-. No sé por qué me calentó tanto imaginármelos haciendo el amor que en unos instantes acabé dentro de Mariel y me quedé abrazado a ella mientras seguía pensando en lo mismo.
Soy Lucas, conocí a Mariel en el capítulo anterior (https://m.poringa.net/posts/relatos/3495626/Me-cogieron-borracha.html), que con mí amigo Pablo cogimos mientras estaba borracha. Hicimos un trío durante varios meses, pero luego Pablo se alejó, ya que se había puesto de novio y por lo tanto quedamos Mariel y yo. Con el paso del tiempo comenzó una relación más seria donde no sólo teníamos sexo, sino que compartíamos otras cosas, en un plan más de novios.
Hacía bastante que no teníamos sexo de a tres y esta confesión de Mariel me hizo pensar nuevamente en incorporar a alguien a nuestra cama, este alguien era Hernán**. Por las redes sociales pude contactarme con él, le hablé sobre ella y la recordó muy bien, por lo cuál le propuse compartir una noche con nosotros. Hernán aceptó sin ninguna duda.
Llegado el día del encuentro, le hice poner a mí novia algo que tapara sus ojos, ella aceptó con una sonrisa ya que le gusta jugar en la cama. Le dije que tenía una sorpresa para ella, pese a la curiosidad, no se quitó el antifaz.
Todo marchaba muy bien, estábamos teniendo buen sexo, como siempre. Ella estaba al borde de la cama de rodillas y yo por detrás penetrándola tratando de no acabar ya que lo tenía a Hernán en la habitación y me daba un poco de ansiedad darle la sorpresa a Mariel. En un momento le saco el pene a Mariel quien pregunta qué había pasado y yo le digo que era hora de la sorpresa...
Aparece Hernán desde un rincón de la oscura habitación, con su pene erecto y con el condón ya puesto dirigiéndose hacia Mariel, que seguía en el el borde de la cama con su vagina a disposición. Pude notar el tamaño de ese pene, era descomunal, grueso y largo, su condón estaba bien apretado y cubría solo una parte del pene.
Se pone detrás de ella y comienza a introducirle su gran verga lentamente, agarrando su cintura y trayéndola hacia él. Cuando va por la mitad, ella agarra las nalgas de Hernán desde su posición y exclama - "Ay si, Hernán!!" - se saca el antifaz y me mira con una sonrisa. Continúa la penetración con la ayuda de ella, que se esmeraba en abrirse más para que entre lo que más podía de esa verga. "- Vení Lu adelante mío"- me dice. Yo obedezco y ella agarra mí pene metiéndoselo en la boca para chuparlo con fuerza. De vez en cuando detenía la felación para lanzar un gemido producto de la embestida de Hernán. Desde ese ángulo podía ver la cara de placer de Mariel y el movimiento de sus pechos y que libremente hacían un vaivén hacia atrás y hacia adelante. Ella cerraba los ojos y sonreía, hasta que comenzó a respirar fuerte y a abrir sus ojos totalmente blanqueados. Era un orgasmo monumental que acompañaba con un "por dios" casi sin aliento. Le pide que se detenga agarrando su pene e impidiendo que siga su embestida y le pregunta - "¿qué haces con forro?" - se saca el pene, se da vuelta y le quita el condón mientras lo masturbaba.
Me estaba dando la espalda y podía ver su vagina completamente mojada, dilatada y roja. Empieza a chuparle la verga diciéndole "- tan rica como siempre"- mientras se la mete y saca por la boca.
Después de un rato él le pregunta "- estás lista para seguir? ", - "si, obvio" - le responde ella mientras se acuesta al lado mío agarrando mí pene nuevamente y se lo mete en la boca abriendo las piernas para que su ex se la meta una vez más. Hernán se hace hacia atrás el prepucio y se la empieza a introducir bien profundo. Le entró casi toda y comenzó a moverse con firmeza mientras ella gemía con mí pene en su boca. Era todo más intenso que lo normal, Mariel estaba extasiada, trataba de que no se saliera nunca la verga de Hernán, yo podía observar cómo se asomaba una montañita en el vientre de mí novia cuando él la penetraba profundo. Ella también lo notaba; con una mano se acariciaba la panza como si tuviera un bebé y se le dibujaba una sonrisa. (Imágen ilustrativa)
Yo estaba que explotaba, no tardé en llenar de semen la boca de Mariel, quien hacía lo imposible para tragarse todo.
Poco tiempo después se escuchó a Hernán gemir fuerte avisando que iba a acabar mientras bombeaba con fuerza lo más adentro que podía y así fue que eyaculó en lo más profundo de Mariel y cayó rendido abrazándola.
Ella le acariciaba el pelo toda agitada, aún con Hernán adentro, me mira y me dice sonriente "hoy voy a dormir como nunca".
Nos dormimos los tres, Hernán encima de Mariel y yo al lado.
Cuando me desperté, escuché ruido de besos, me di vuelta y estaba Mariel arriba de su ex dándole besos, pude ver que ella ya tenía todo el pene en su interior; me mira y me dice - "buen día!" - separándose de la boca de Hernán y comienza a moverse hacia arriba y hacia abajo respirando entrecortado.
Me quedo observando y apreciando que nunca se le salía la verga, por más alto que subiera Mariel, era interminable. Su concha estaba bien cremosa y dilatada. Ella me mira y comienza a meterse el dedo en el ano invitándome a participar. Mí pene estaba hecho una piedra, me acerqué y empecé a meter la punta de mí verga en el culo. Esta vez estaba muy apretado, no pude hacerlo. Había demasiada presión en la vagina y estaba obstruyendo en canal rectal. Ella exclamó - "vas a tener que esperar un rato, vení que te la chupo" -. Mientras cabalgaba a su ex, me saboreaba el pene recorriéndolo con la lengua.
En un momento detiene todo y le pide que se la meta por la cola (mientras Hernán se preparaba, me comenta Mariel que él le sacó la virginidad de la cola. Destacó que al principio no se podía sentar del dolor, pero que luego comenzó a ceder y que le empezó a gustar mucho).
Ella se puso en cuatro y le pidió que fuera suave, que ya no estaba acostumbrada. Él le metió dos dedos primero, para ir dilatándola, luego tres y un cuarto en un momento. Luego se subió para montarla y se la fue enterrando lo más que pudo. Yo miraba desde atrás cómo la estaba reventando con esa verga. Hernán fue tomando ritmo, el esfínter de mí novia se fue estirando para amoldarse al grosor mientras gemía y decía "sos enorme mí amor, te amo". No me molestó que haya dicho eso, de hecho me excitó muchísimo. En pocos minutos él estaba acabando, ella se retiró el pene y me dijo - "vení, cogeme vos ahora" -, yo le hice caso y le metí mí pene en su enorme agujero. Mí pene casi bailaba dentro del ano de Mariel. Después de un rato cogiendo por el culo, le dije que quería seguir por la concha, ella se dió vuelta y abrió las piernas. Pude observar que aún estaba hinchada, eso me hizo calentar mucho. Comencé a penetrarla con fuerza, ella gemía muy rico, aún no había acabado, ponía una voz muy sexy para gemir, me avisó que iba a acabar y yo también lo iba a hacer, así que empezamos a intensificar nuestros movimientos hasta que terminamos juntos, intensamente. Quedamos acostados los tres nuevamente.
Yo a la tarde tenía una reunión con mis compañeros, así que me fui a bañar antes de partir.
Cuando salí del baño, ya estaban cogiendo de vuelta, en el sillón esta vez, ella en cuatro moviéndose de atrás hacia adelante, metiéndosela toda. Yo me tenía que ir, así que me acerqué a la boca de Mariel y le dí un beso mientras ella no detenía su movimiento. Fue muy caliente eso.
Transcurrieron varias horas hasta que regresé a la casa de Mariel, tenía llaves para entrar cuando se me plazca. Cuando abrí la puerta, no estaban ninguno de los dos a la vista. Recorrí el comedor y la habitación, de repente escuchó desde el baño - "ay, si si! Qué placer, mí amor!" - era Mariel agotada. Abro la puerta del baño y veo a Hernán clavado a mí novia, acariciando sus tetas, besándola desde atrás. Ella con las piernas temblando y muy agitada. Habían cogido otra vez. No quise interrumpir ese momento y cerré la puerta volviéndome hacia la habitación, hiper excitado. En pocos minutos entra Mariel sola a la habitación, desnuda y con su cara muy relajada. Le digo yo - "hoy te cogieron mucho, no?, Cuántos polvos se echaron desde que me fui?" -, ella se acerca más (puedo observar que por su pierna derecha le estaba cayendo un chorrito de semen, algo que me puso loco). Ella contesta - "recién acabamos lo que empezamos en el sillón", "hicimos el amor muy lento, recordando viejos tiempos"- agrega, mientras se sienta al lado mío con las piernas abiertas, limpiando el semen que había dejado Hernán. La observo y me provoca una erección tremenda que ella notó al instante y me dice - "gracias por el regalo Lu, me encantó", me baja el pantalón y se lanza sobre mí pene hecho piedra. Se saca el pene de la boca y agrega - "tengo la concha muy sensible, va a tener que ser por la cola", acto seguido se sienta arriba mío (sin ningún problema, estaba muy abierto su ano) y comienza a subir y bajar. A continuación entra desnudo a la habitación Hernán con su miembro enorme pero colgando entre sus piernas. Mariel me dice -" viste lo que es eso?, Y está dormida!!" - exclama mientras sigue moviéndose encima mío. Le dice a Hernán "trae eso para acá, que le voy a dar amor!" Mariel y él estaban llenos de lujuria, hace unos minutos habían tenido sexo por varias horas y ahora querían más. Hernán sube a la cama y ella se lleva su pene a la boca para saborearlo, aún sin erección. No detiene su cabalgata en mí pene, pero está empeñada en levantar de nuevo la verga de Hernán. En pocos minutos lo logró, estaba duro e imponente que como cuando llegó. Mariel se entierra todo mí verga en su ano y le pide a su ex que se baje de la cama y que se la meta por la concha. Él obedece y se baja de la cama levantando las piernas de Mariel y comenzando una nueva penetración. Yo ya estaba dentro de ella, Hernán tenía que abrir camino para meterse dentro de mí novia. Finalmente lo logra, se la mete hasta por la mitad y comienza a moverse. Mariel exclama "me están reventando chicos, pero sigan". Desde mí posición comencé a moverme mientras Hernán seguía abriendo la vagina de ella. Se empieza a dilatar más aún y Hernán llega muy adentro. No pude aguantar más y acabé en su cola. Mientras yo iba perdiendo tamaño, Hernán ganaba lugar en la vagina. Finalmente me salí de ella y me quedé observando cómo disfrutaba de su compañero. Era impresionante cómo se asomaba el pene dentro del vientre de Mariel. Ella se reía y le pedía que se la deje adentro para que ella acaricie su panza diciendo " mirá hasta dónde la estás metiendo, llega hasta el útero, sos impresionante" - con una mirada brillosa. A continuación ella le pide que termine rápido, que ella no iba a poder aguantar tanto sexo. Unos minutos después de decir esto, ella tiene un orgasmo hermoso y exclama "no sabía que podía llegar tantas veces!", Esto encendió a Hernán y eyaculó una vez más dentro de mí novia.
Quedaron recostados un rato y luego anunció Hernán que se tenía que ir, noté un poco de tristeza en la cara de Mariel. Se vistieron y bajó a abrirle.
Cuando regresó Mariel, me agradeció otra vez por ese finde intenso y me dijo que se habían puesto en contacto con Hernán y que seguramente se iban a volver a ver. A mí no me molestó eso. De hecho en algunos momentos notaba la cara relajada de Mariel y me daba cuenta con quién había estado..
** Hernán aparece también en https://m.poringa.net/posts/relatos/3268776/Como-me-entere-que-mi-novia-me-hizo-cornudo.html
2 comentarios - La cogió su ex