(Hola gente soy nueva, y este es mi primer post en poringa, espero les guste y gracias por leer. )
Mi esposo me roba las tangas para masturbarse con ellas mientras no estoy en casa.
No es que lo hiciera de forma muy evidente, de hecho debí de tardarme algunos años hasta que por fin lo supe.
SIempre que no encontraba la tanga que quería usar, lo atribuía a que debía de estar con la ropa limpia que aun no guardaba, o en su defecto con la que estaba para lavar. No soy de las mujeres que tienen contadas sus tangas, o están guardadas en un orden específico. Y tampoco nunca pensé que alguien se interese en las mías, como para robarmelas por períodos de tiempo, para olerlas y tocarse con ellas.
No es que sea ajena al tema, se bien que a muchos hombres les gusta y les calienta mucho una tanga usada, sólo que no había percibido indicios de que mi marido tenga ese fetiche.
No fue hasta que lo pillé en una situación comprometedora, donde no le quedo más que contárselo, luego de un buen rato, no lo soltó con facilidad... Pero lejos de sus miedos. Que de echo pensó que me enojaria o quizás lo ridiculizaria, me quedé viéndolo con cara "de ¿bueno y eso es todo? ".
Cuando por fin me lo contó se que quizás mi reacción no fue lo que esperaba. Pero la verdad que no me parece algo que merezca enojo o reproches, sólo que quizás perdió demaciado tiempo en decírmelo. Ya que llevamos juntos más de 15 años.
A continuación me mostró su colección, para mi sorpresa tenía algunas prendas que había descartado ya hacia tiempo y otras que se había comprado por su cuenta.
SSe que quizás fue un momento algo in como para él, pero a mi me siguió pareciendo que debió confiar más en mi y decírmelo mucho antes.
Recuerdo que estábamos cerca de las fechas de Navidad para ese momento. ¿Y adivinen que fue lo que le regale para navidad? Una tanga roja bien chiquita atrás, para que se la ponga a la noche. Sus ojos se iluminaron, como chico pequeño en juguetería, entrando así al fetiche de las tangas.
P. 😨 espero les allá gustado.
6 comentarios - Mi esposo me roba las tangas.
a veces mas!
me gusta el juego perverso que juega con su pareja
y mas me gusta aun que lo comparta con nosotros, que tenemos otros fetiches y otras perversiones...
Pero lo bueno viene cuando por fin lo aceptan y lo disfrutan a pleno.