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Un amigo y varias copas🥂

Un amigo y varias copas🥂
Tenía 18 años. Un amigo me atraía demasiado y como de costumbre realicé una fiesta en mi casa, con mucho alcohol.
Al finalizar la misma los dos estábamos muy ebrios, así que en medio de un baile abrazados nos besamos con todas esas ganas que acumulábamos hace tiempo, la gente ya se habia ido, éramos él y yo con mucho alcohol en sangre y con muchas ganas de concretar eso con lo que tanto fantaseábamos.
En medio de los besos nos fuimos a un sillón donde de a poco fuimos quitándonos la ropa mientras nos acariciábamos el uno al otro.
Totalmente desnudos mientras él estaba sentado en el sillón yo me arrodillé a sus pies, acariciaba sus piernas muriendo de ganas de lamer su pene por primera vez, lo toque, era grande, con muchas venas y estaba muy firme, junte saliva en mi boca y comencé a besarlo, el me agarraba el pelo y me susurraba que me cogeria bien Rico, eso a mi me volvía loca, seguí besando su pene cada vez más.
Coloqué lubricante en mis manos y mientras ponía sus testiculos en mi boca lo masturbaba estimulando su glande y su perineo que a la vez le generaba una sensación de frescura que según él se sentía riquísima.
Mi imaginación volaba, imaginaba el momento en el que por fin su pene me iba a penetrar, él quiso realizarme sexo oral y la verdad me sorprendió, no creí que me iba a gustar tanto, el si sabía cómo hacerlo, fuimos a la cama y el comenzó a besar mi cuerpo desnudo por completo desde la boca, bajando por el cuello, el abdomen, la pelvis hasta llegar a mi vagina a la cual le pasaba su lengua con una delicadeza inexplicable, el realizaba pequeñas succiones en mi vulva que me hacían excitar muchísimo, sus manos tocaban mis senos, él subía y bajaba, me besaba las piernas y realizaba pequeños mordiscos que me encantaban y aumentaban mi lívido y mis ganas de que me penetre.
Me beso en la boca, abrí las piernas y el me penetro, podía sentir el calor de nuestras partes íntimas y la humedad que tenía en mi vagina que facilito muchísimo el momento de penetracion, me encantaba, comenzó a moverse suavemente y podía sentir cómo su hermoso pene entraba y salía de mi cuerpo generándonos a ambos mucho placer, levanto mis piernas y las coloco en sus hombros, se sintió hermoso, puedo recordar el sonido de sus testiculos golpeando contra mí y sus manos agarrando mis piernas haciendo fuerza para que se sintiera mejor, me besaba, me mordía y yo enloquecía cada vez más, gemi muchísimo, salían mis gemidos desde lo más profundo de mi ser, me había dicho que me cogeria bien Rico y así lo hizo.
Me pidió que fuera yo arriba, pero no quise hacerlo convencionalmente, subí pero con mi cara hacía sus pies, no quería ver su cara de placer, quería imaginarla, empecé a moverme con movimientos de cadera como si estuviese escuchando la canción que más me gusta bailar, él me sinchaba el pelo y agarraba mi cintura.
Gozábamos mucho, con mis movimientos y siendo yo la que controlaba la situación llegue a un órgasmo maravilloso, pude sentir cómo mi cuerpo pasó de contraerse a relajarse completamente mientras mi vagina palpitaba de placer, él lo pudo sentir, imposible disimular esa sensación tan maravillosa, me di vuelta, lo besé y le dije “Ahora te toca a vos”, me puse en cuatro y él enloqueció, comenzó a moverse bien a su gusto y eso le encantaba, no pasaron muchos minutos y me hizo saber que se estaba acabando, sentí mucho placer al notar que le había gustado, sus gemidos me encantaron, hacían que yo también disfrute de su orgasmo.
El acto sexual había culminado, nos acostamos en la cama y simplemente nos miramos por un rato, quisimos duchamos juntos y fue ahí que quisimos que ese hecho se volviera una rutina por los próximos seis años.

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