Durante algunos años viví en un departamento, era bastante embolante pero ahí fue cuando tuve mi despertar sexual. No porque haya debutado sino porque descubrí la paja. Me acuerdo que en mi pieza se escuchaba el departamento de arriba y a veces si no había ruido podía escuchar a los de arriba cogiendo. La verdad es que mi vecina no era muy linda pero cuando uno es chico lo exita cualquier cosa y casa vez que ellos tenían sexo, va cada vez que la escuchaba gritar me mataba a pajas.
De todas maneras lo que iba a contar es otra cosa. Para un cumpleaños, una tía de plata vino y me regaló un telescopio, lo cual agradecí por más que me pareció una garcha. Lo tuve un tiempo al pedo hasta que una tarde estaba deseando escuchar a mi vecina y se me ocurrió darle una buena utilidad al regalo de mi tía. Me puse en la ventana, y traté de taparlo bien para que no se viera. Fui circulando ventana a ventana y no logre ver nada, la tarde era muy aburrida. Intenté esa misma noche pero la gente que estaba haciendo algo interesante lo hacia con la luz apagada o las ventanas cerradas.
De todas maneras no me di por vencido y seguí intentando en las tardes cuando me quedaba solo encontrar algo interesante para ver. A veces solo con mirar a alguna vecina vestida me alcanzaba. Una vez me acuerdo que pasó caminando en bombacha una vecina de unos 20 años, duró 5 segundos la imagen pero me alcanzó para toda la semana.
Otra noche unos vecinos habían hecho una fiesta en la casa y en el balcón una perejita se puso a apretar fuerte y el metia mano a lo loco. También me alcanzó para entretenerme.
Pero lo más interesante fue una tarde que descubrí que podía ver directo en la pieza de un departamento donde vivía una mina de unos 35-40 años con un cuerpazo. Posé el lente ahí cuando la vi cambiandose, estaba parada frente al espejo en ropa interior y se puso un jean y la remera. A partir de ahí era una cita obligada a mirarla. La cantidad de pajas que le dedique a esa mina, mamita querida. Era separada y tenía un hijo, todavía me acuerdo la primera vez que la vi desnuda, saliendo de la ducha o las veces que se probaba varias mudas de ropa antes de salir.
Me acuerdo una noche que se ve que compró lencería nueva y posó una y otra vez en el espejo con esa tanga roja. Uno de los mejores días de esa época de mi vida fue la vez que la vi masturbandose. Esperé meses para eso, no se si no era de hacerlo o lo hacía de noche con todo apagado, pero ahí estaba tirada en la cama tocandose. Yo acabé dos veces antes que lo haga ella.
Después de eso me acuerdo que me la crucé en el mercado. Quedé pasmado como si hubiera visto un muerto. Estaba ahí, la mina que me sirvió de inspiración para una infinidad de toquetadas. Obviamente ni me le acerqué, solo me conformé con mirarle el culo dos cuadras cuando se fue.
Aunque sin duda alguna lo mejor, fue la tarde que llego con un hombre, calculo que su pareja. Llegaron, empezaron a los besos y fueron a la pieza. Rogué que no bajen la persiana y por suerte no lo hicieron. Tenía una cortina por lo que no llegaba a ver todo, pero si gran parte. El se acostó, ella le bajó los pantalones y le chupó la pija, después se sacó el corpiño y se subió arriba de el. Más tarde, el la puso en cuatro y se la cogió. Uno de los mejores días de mi vida.
Lamentablemente después me mudé a una casa y no supe más de la mina, pero va a tener un lugar en mis pensamientos por siempre
De todas maneras lo que iba a contar es otra cosa. Para un cumpleaños, una tía de plata vino y me regaló un telescopio, lo cual agradecí por más que me pareció una garcha. Lo tuve un tiempo al pedo hasta que una tarde estaba deseando escuchar a mi vecina y se me ocurrió darle una buena utilidad al regalo de mi tía. Me puse en la ventana, y traté de taparlo bien para que no se viera. Fui circulando ventana a ventana y no logre ver nada, la tarde era muy aburrida. Intenté esa misma noche pero la gente que estaba haciendo algo interesante lo hacia con la luz apagada o las ventanas cerradas.
De todas maneras no me di por vencido y seguí intentando en las tardes cuando me quedaba solo encontrar algo interesante para ver. A veces solo con mirar a alguna vecina vestida me alcanzaba. Una vez me acuerdo que pasó caminando en bombacha una vecina de unos 20 años, duró 5 segundos la imagen pero me alcanzó para toda la semana.
Otra noche unos vecinos habían hecho una fiesta en la casa y en el balcón una perejita se puso a apretar fuerte y el metia mano a lo loco. También me alcanzó para entretenerme.
Pero lo más interesante fue una tarde que descubrí que podía ver directo en la pieza de un departamento donde vivía una mina de unos 35-40 años con un cuerpazo. Posé el lente ahí cuando la vi cambiandose, estaba parada frente al espejo en ropa interior y se puso un jean y la remera. A partir de ahí era una cita obligada a mirarla. La cantidad de pajas que le dedique a esa mina, mamita querida. Era separada y tenía un hijo, todavía me acuerdo la primera vez que la vi desnuda, saliendo de la ducha o las veces que se probaba varias mudas de ropa antes de salir.
Me acuerdo una noche que se ve que compró lencería nueva y posó una y otra vez en el espejo con esa tanga roja. Uno de los mejores días de esa época de mi vida fue la vez que la vi masturbandose. Esperé meses para eso, no se si no era de hacerlo o lo hacía de noche con todo apagado, pero ahí estaba tirada en la cama tocandose. Yo acabé dos veces antes que lo haga ella.
Después de eso me acuerdo que me la crucé en el mercado. Quedé pasmado como si hubiera visto un muerto. Estaba ahí, la mina que me sirvió de inspiración para una infinidad de toquetadas. Obviamente ni me le acerqué, solo me conformé con mirarle el culo dos cuadras cuando se fue.
Aunque sin duda alguna lo mejor, fue la tarde que llego con un hombre, calculo que su pareja. Llegaron, empezaron a los besos y fueron a la pieza. Rogué que no bajen la persiana y por suerte no lo hicieron. Tenía una cortina por lo que no llegaba a ver todo, pero si gran parte. El se acostó, ella le bajó los pantalones y le chupó la pija, después se sacó el corpiño y se subió arriba de el. Más tarde, el la puso en cuatro y se la cogió. Uno de los mejores días de mi vida.
Lamentablemente después me mudé a una casa y no supe más de la mina, pero va a tener un lugar en mis pensamientos por siempre
1 comentarios - Espiando a mi vecina