Parte 1 http://www.poringa.net/posts/relatos/3496702/Camila.html
Parte 2 http://www.poringa.net/posts/relatos/3500137/Camila-parte-2.html
- Estoy trabada en la autopista, no se mueve nada.Recién por Berazategui
Estaba esperando a Cami enRetiro; como es mi costumbre llegué temprano a la cita debido a mis problemasde ansiedad. Eran casi las ocho de la noche, íbamos a ir a tomar algo, hacíacasi un mes que no salíamos, y siendo mi única amante, el mismo tiempo que notenía sexo. Así que mi ansiedad era justificable. Le avisé que la esperaba enun bar, y fui para la calle Reconquista donde hay varios pubs; me decidí porentrar al Kilkenny, para ser enero había bastante gente; me senté en la barra yme pedí una Heineken tirada, como para empezar. La terminé en diez minutos ymandé otro mensaje.
- Y cómo va la cosa?
- Igual. No avancé ni un paso – me contestó, parami decepción
- Puta madre. Encima tampoco te podes bajar ytomar otro, digo como para cancelarlo
- Eso no es lo peor
- Y qué es lo peor?
Pedí otra cerveza, el lugar seseguía llenando, muchos extranjeros, muchos oficinistas, y yo mirando micelular.
- Bueno, iba a ser una sorpresa muajajaja
- Qué? Contame – no sabía con qué me iba a salir
- Estoy usando unas bolas chinas… cada vez que memuevo me mojo
- Ufff no podés decirme eso ahora
- Jajaja si vos estas caliente imagínate yo conesto adentro
Tomé mi vaso en dos tragos. Notéque ya se me había parado la pija, me había calentado mucho.
- Está lleno el colectivo?
- Nah poca gente
- Al lado tuyo hay alguien?
- No. Del otro lado del pasillo hay un pibedurmiendo.
- Te podés tocar entonces
Pedí mi tercer vaso. Por algunaextraña razón, podía tomar dos tequilazos sin emborracharme, pero dos vasos decerveza me ponían alegre, cuanto menos. Tardó unos minutos en responder, meponía nervioso.
- Vos decís? Y si me ve el pibe?
- Cómo es?
- Tendrá 18, 19 años. Medio turro, pero lindo.
- Bueno te podés divertir entonces
- Sos perversito eh
Quería estar más tranquilo,agarré mi vaso y me corrí a una mesa, que no eran muy utilizadas, ya que elpiso de arriba se abría no para bailar, pero si para estar parado y podersociabilizar. Cuando me senté ya tenía un mensaje nuevo.
- Me desabroché el jean, me estoy tocando. Nosabés lo mojada que estoy.
- Y yo no sabés como tengo la pija – le contesté,y era cierto. Me estaba costando no tocarme.
- Me saqué las bolas y acabé
- Ufff y no gemiste?
- Me retorcí un poco muajajaja
Ya había terminado mi tercervaso. Esta vez llamé a la camarera, y le pedí un Jagermeister con coca, paratomarlo más tranquilo.
- El pibe está durmiendo ahora de frente a mi.
- Ufff capaz te vio – le respondí, alimentando elmorbo
- Vos decís? Mmmmm
- Te calentó eso no putita? – mi cabeza hervía ymi verga dolía de lo dura.
- A vos más me parece… cuando me decís putita esporque estás muy caliente
- Avanzó el bondi? Te digo que me voy a ir deputas si no llegás rápido – amenacé
- Siii, ya estoy por Quilmes casi.
- Ahhh te falta un tramo igual; podés divertirteun poco con el pibe.
- Cómo? No voy a ir a despertarlo – dijo Cami
- Si te tocás y a la vez te chupas dos dedos lo vaa interpretar como que querés chupar una pija y se te sienta al lado. Confia enmi. Pero como el otro dia, si se la chupas quiero video, si no no estásautorizada.
- Ah vos me autorizas a hacer cosas ahora?
- Esta noche si, sos mi putita.
- Ok, soy tu putita.
Llegó la camarera con mi trago.Lo empecé a tomar lentamente, jugaba con el hielo, esperando un mensaje.Pasaron cinco minutos y no llegaba, pensé que tal vez no había señal, o algo.Me ponía ansioso, escribía algo y lo borraba, pero no mande. Doce minutosexactamente después llegó. Abrí el whastapp, era un video. No podía creer quelo hubiera hecho. Tardó unos segundos en bajarse que para mi fueron años.
Comenzó, duraba casi seis minutos.Lo filmaba el pibe, estaba oscuro pero se veía la pija, normal, y a Camilachupándola con ganas. Durante la mitad del video, no usaba las manos, hizo tresgargantas profundas, y el pibe, que estaba en la gloria, le manoseaba lastetas, por encima de la ropa. Los últimos minutos, le hizo la paja, lamiendo ometiéndose el glande solamente en la boca, evidentemente para que acabe másrápido porque no había mucho tiempo. En dos minutos lo logró. En el video senotaba que la leche empezaba a salir y Cami se metió la pija en la boca. Ahí secortaba, no supe en el momento si tragó o no.
- Terrible
- Jajaja te gustó – me contestó
- Si… cuando llegues te violo
- Estoy entrando a la Capital ya, anda a la parada
- Parada me la dejaste vos – respondí haciéndomeel ocurrente
Pagué y me fui de nuevo a Retiroa esperarla. Me senté en donde el colectivo terminaba, y a los cinco minutosllegó. Bajó y me saludó con un piquito.
- Cuál era el pibe? – le pregunté
- Se bajó antes
- Le tomaste la leche? – le pregunté
- Si… no me quedó opción – su respuesta medecepcionó mucho, quería que se guarde eso para mí. Pero no le dije nada
- No te quiso coger?
- Jajaja no hubo tiempo, de hecho se pasó unaparada por no acabar antes. Igual no lo iba a hacer.
Paré un taxi. Le indiqué ir aCórdoba y Pueyrredón, donde hay un telo, Mix, que conocía y sabía que erabueno. Llegamos a la esquina, pagué y caminamos hasta la puerta.
- No vamos a comer ni nada? – me cuestionó Camila
- Después tal vez… ahora te dije que te iba aviolar
Entramos, pagué una habitacióncon baño romano, una especie de bañera gigante. Era en la planta baja, y elcuarto tenía en un primer nivel el baño romano, dos lavamanos y un sofá. Habíauna escalerita que llevaba a la cama, con la TV y otro sofá más chico. Ya habíaestado en ese mismo lugar.
Entramos y no la dejé nirespirar, la tiré en el sofá de abajo. Camila tenía puesta una musculosa, unjean y zapatillas, y llevaba una campera de jean en la mano por el aireacondicionado del micro, pero la noche estaba muy calurosa. Quedó boca abajo, lelevanté de las caderas y le desabroché el pantalón, haciéndole sentir mi bultoen la cola con una terrible apoyada. Terminé mi tarea y bajé el pantalón. Ellase había puesto como en cuatro, apoyando las manos en la parte de arriba delrespaldo del sillón y sacando cola. Con mis manos abrí sus nalgas, le di unacachetada y después corrí la tanga. Me incliné y puse mi lengua en su culo. Lochupé con fruición, tocándole la concha mojada que tenía, y llenando su ano desus propios fluidos para después comerlos. Me ayudé con un dedo, y le fuiabriendo la cola. Cami se masajeaba el clítoris.
- Estás re caliente gatito… Cojeme ya, despuéshacemos lo que quieras pero metémela – me dijo casi con desesperación
No la hice esperar. Bajó un pocosu cadera, me saqué el jean, y la camisa, y guie mi verga durísima a su conchaempapada. Desde atrás le subí la musculosa, Cami terminó de sacársela. Lo mismocon el corpiño, empecé yo desabrochándolo y ella terminó de quitárselo. Todoesto mientras mi pija entraba y salía de adentro suyo.
- Quieroleche adentro rápido, dale, después hay tiempo para más, ahora rompeme toda ylléname de leche
Nunca la había escuchado así,pero me calentaba más, se ve que chupársela al pibe más las bolas que habíatenido metidas la habían dejado muy caliente. La agarré fuerte del pelo, lagarché con fuerza y no demoré el orgasmo. En cinco minutos ya le estaba dandoel semen como me había pedido.
Terminó de salir, estaba muytranspirado; le pegué un par de nalgadas, se rió.
- Necesitaba eso – me dijo y dándose vuelta, mebesó la cabeza de la pija – vamos a darnos una ducha
Nos la dimos bien rápidita, parasacarnos la transpiración y los fluidos. Terminamos, nos secamos y subimos a lacama. Ahí prendí el aire y nos acostamos. Hablamos un rato de boludeces.
- Hoy me vine preparada – dijo Camila y bajó abuscar su cartera. La subió y sacó un aceite
- Y eso?
- Te voy a hacer unos masajes, ponete boca abajo.
Le hice caso. Tiró el aceite fríopor mi columna, me puso la piel de gallina. Con las manos lo desparramó por mishombros, apretando con las yemas de sus dedos. Los pasó por mi espalda,cubriéndola toda y después bajó a mis nalgas. No se detuvo y siguió por mispiernas, la dejó bien llenas de aceite. Me hizo masajes con las manos un rato,de abajo hacia arriba, los necesitaba y lo hacía bien, tenía fuerza. Luego, setiró aceite en su cuerpo, entre las tetas. Las lubricó bien, y se puso con todosu cuerpo encima de mí, masajeándome con los pechos. Subiendo desde mis nalgashasta mis hombros. Luego hizo lo mismo pero con su cola; me acomodó toda lacolumna, era una linda sensación.
- Sabes que es lo mejor de este aceite? Que tienerico gusto
Empezó a lamerme el cuello,bajando por mi espalda. Después intercambiaba lengüetazos con chupones, asíhasta llegar a mi culo. Agarró una almohada y la puso bajo mi vientre, y ahoracon más libertad abrió mis nalgas. Pasó un poco de aceite por mi ano y mishuevos. Empezó a chupar estos últimos, lamiendo bien despacio. Con un dedo,tímidamente me tocó el agujero de mi culo, a ver qué decía yo supongo. No dijenada, y se animó a subir la lengua. Yo me había depilado así que no teníaproblemas. Me empezó a chupar el ano, lo lamió y llenó bien de saliva. Despuéssubió de nuevo a mi cuello, y me lo chuponeaba, pero metiéndome un dedo un pocoen la cola. Lo fue metiendo más, pasando sus tetas por mi espalda y lamiendo elaceite que había quedado en mi cuerpo; hasta que entró entero, y me comenzó aestimular la próstata.
Mi verga a esa altura ya era depiedra otra vez. Me di vuelta. Cami entendió lo que pretendía, volvió a agarrarel aceite y tiró un poco en mi pija. Después, arrodillada entre mis piernas,dejó caer saliva que había juntado en su boca para terminar de mojarla. Seinclinó y me la empezó a chupar, sin usar las manos, metiéndola hasta el fondo,moviendo la lengua, y sacándola entera. Me la dejó limpia de aceite, se volvióa arrodillar y frotaba mi glande en su clítoris lentamente. En uno de losmovimientos, aprovechó la lubricación extrema que teníamos y se la metió en elculo. Fue bajando despacio, así en posición de cabalgarme, hasta que entróentera. Lo sentía apretarme, sumado al calor del aceite, era una sensaciónúnica. Camila empezó a manejar la situación, apoyando las dos manos en mipecho, y moviendo sus caderas para que mi pija entre y salga. Después dealgunos movimientos, sacó una de sus manos y comenzó a estimularse el clítoris.Yo le agarré los pechos, los apretaba fuerte. Ella gemía y se movía cada vezmás rápido; tanto que me estaba por hacer acabar, así que la frené; no le gustómucho. Aproveché para cambiar de posición, y ahora la hice acostar a ella bocaabajo.
Agarré yo el aceite ahora, y selo pasé por la espalda.
- Abrite las nalgas con tus manos – le pedí
Se puso una almohada debajo delvientre, y me hizo caso. Tiré aceite en su ano abierto por mi pija, y dejé caerun poco de mi saliva también. Usé mis manos para esparcir el aceite en suespalda, cuello y nalgas. La masajeé de arriba hacia abajo, apoyando mi vergaentre los cachetes de su cola, pero sin metérsela. Clavé mis dedos en sucuello, luego los hombros; seguí por la espalda, la columna. Cami agarró mipija con una mano y la pajeaba lentamente.
No aguanté más de unos minutos, yse la volví a meter en el culo. Le abría las nalgas con mis manos, y me movíafuerte, ya que no encontraba oposición en Camila. Al contrario, parecíadisfrutarlo porque gemía cada vez más fuerte. Así en esa posición seguimoshasta que no pude demorar más. La llené de leche, dejándola bien adentro. Metiré en la cama al lado, Cami me dio un pico, y bajó a limpiarme la pija con laboca. La dejó impecable.
- Vamos a lavarnos? – me propuso
Nos metimos en el baño romano,nos limpiamos uno al otro. Terminamos y nos fuimos a acostar, nos quedamoshablando boludeces un rato, pero estábamos cansados y nos dormimos.
Me desperté, con claridad queentraba por la ventana, y Camila chupándome la pija. Quise agarrarle la cabezapara seguirle el ritmo, pero noté que tenía mis dos brazos atados al respaldode la cama.
- Sorpresa – me dijo, y siguió peteándome
- Mmmm viniste preparada
Me la dejó bien dura, y selevantó. Ella estaba desnuda, la miré bien, mi verga era una roca. Fue al frigobar y sacó una lata de Red Bull. La abrió, tomó un poco, y otro poco lo dejó ensu boca. Volvió a agacharse a chupármela. Sentía el líquido helado caer,mientras Cami movía su lengua. Me hizo retorcerme y lastimarme un poco lasmuñecas por las ataduras. Chupó un poco más y me dejó con esa mezcla de frío ycalor en la verga. Se volvió a levantar. Se puso abierta de piernas en mi cara,agarrándose de la pared. No me quedó opción que chuparle la concha. Movía milengua, de arriba abajo, sentía cómo ella se iba mojando de a poco. Puso susmanos en donde estaban atadas las mías, y aceleraba su respiración, dando levesgemidos. Seguí, casi quedándome sin aire, hasta que pegó un grito, me apretólas manos, y se mojó mucho. Había acabado, así que se bajó de mi cara. Acercósu boca a la mía, juntamos las lenguas un poco. Rápidamente bajó, me chupó elcuello, luego los pezones. Siguió su camino, por mi pansa, besó mis huevos;amagó a pasar la lengua por mi pija pero no lo hizo. Se dio vuelta, dándome laespalda, y se metió mi pija en la concha. Me gustaba, para variar, ver comosalía y entraba desde atrás. Volví a calentarme con el tatuaje que tenía.
- Quiero acabarte en el tatuaje
- Mmmmm bueno pero no acabes todavía, Cojeme
Me dijo que la coja, pero enrealidad era ella la que hacía todo el trabajo. Yo seguía atado, mucho no podíamoverme, y Camila subía y bajaba. La lubricación era perfecta; la hacía salircasi toda, y entrar hasta el fondo; sentía como las paredes de su concha meapretaban.
- Desatame, quiero cojerte en cuatro agarrándotedel pelo
- Mmmmm bueno dale
Le gustó la idea, a mi me vinobien para no acabar tan rápido. Mientras me desataba le chupé los pezonesfuertemente, los mordí un poco. Ya con mis manos libres, me salí de abajo suyo;Camila quedó apoyada en el respaldo de la cama, así que me puse atrás y se lametí de nuevo. Como le advertí, la agarré del pelo tirándole la cabeza paraatrás.
- Sí, dame fuerte, dale, Cojeme
No me hacía rogar, la garchababien fuerte. Transpiraba pero seguía, solté su pelo y la tomé de los hombros.No pude aguantar más, saqué mi pija, la apoyé en su tatuaje. Me pajeé hasta queel semen salió.
- No te muevas – le dije cuando recobré el aliento
Busqué mi teléfono y le saqué unafoto, así enlechada.
- Esto me va a servir en las noches solitarias
- Seba sos un cochino – me dijo riéndose
Nos dimos otra ducha, no teníamosmucho más tiempo. Nos vestimos y nos fuimos.
La acompañé hasta Once, estábamosa pocas cuadras, a tomarse el colectivo. Cuando ya estaba en el mío volviendo ami casa, me llegó un video de Cami. Era el final del pete al pibito del bondi,y mostraba que no había tragado.
- Sólo me tomo tu leche gato – me escribió
Parte 2 http://www.poringa.net/posts/relatos/3500137/Camila-parte-2.html
- Estoy trabada en la autopista, no se mueve nada.Recién por Berazategui
Estaba esperando a Cami enRetiro; como es mi costumbre llegué temprano a la cita debido a mis problemasde ansiedad. Eran casi las ocho de la noche, íbamos a ir a tomar algo, hacíacasi un mes que no salíamos, y siendo mi única amante, el mismo tiempo que notenía sexo. Así que mi ansiedad era justificable. Le avisé que la esperaba enun bar, y fui para la calle Reconquista donde hay varios pubs; me decidí porentrar al Kilkenny, para ser enero había bastante gente; me senté en la barra yme pedí una Heineken tirada, como para empezar. La terminé en diez minutos ymandé otro mensaje.
- Y cómo va la cosa?
- Igual. No avancé ni un paso – me contestó, parami decepción
- Puta madre. Encima tampoco te podes bajar ytomar otro, digo como para cancelarlo
- Eso no es lo peor
- Y qué es lo peor?
Pedí otra cerveza, el lugar seseguía llenando, muchos extranjeros, muchos oficinistas, y yo mirando micelular.
- Bueno, iba a ser una sorpresa muajajaja
- Qué? Contame – no sabía con qué me iba a salir
- Estoy usando unas bolas chinas… cada vez que memuevo me mojo
- Ufff no podés decirme eso ahora
- Jajaja si vos estas caliente imagínate yo conesto adentro
Tomé mi vaso en dos tragos. Notéque ya se me había parado la pija, me había calentado mucho.
- Está lleno el colectivo?
- Nah poca gente
- Al lado tuyo hay alguien?
- No. Del otro lado del pasillo hay un pibedurmiendo.
- Te podés tocar entonces
Pedí mi tercer vaso. Por algunaextraña razón, podía tomar dos tequilazos sin emborracharme, pero dos vasos decerveza me ponían alegre, cuanto menos. Tardó unos minutos en responder, meponía nervioso.
- Vos decís? Y si me ve el pibe?
- Cómo es?
- Tendrá 18, 19 años. Medio turro, pero lindo.
- Bueno te podés divertir entonces
- Sos perversito eh
Quería estar más tranquilo,agarré mi vaso y me corrí a una mesa, que no eran muy utilizadas, ya que elpiso de arriba se abría no para bailar, pero si para estar parado y podersociabilizar. Cuando me senté ya tenía un mensaje nuevo.
- Me desabroché el jean, me estoy tocando. Nosabés lo mojada que estoy.
- Y yo no sabés como tengo la pija – le contesté,y era cierto. Me estaba costando no tocarme.
- Me saqué las bolas y acabé
- Ufff y no gemiste?
- Me retorcí un poco muajajaja
Ya había terminado mi tercervaso. Esta vez llamé a la camarera, y le pedí un Jagermeister con coca, paratomarlo más tranquilo.
- El pibe está durmiendo ahora de frente a mi.
- Ufff capaz te vio – le respondí, alimentando elmorbo
- Vos decís? Mmmmm
- Te calentó eso no putita? – mi cabeza hervía ymi verga dolía de lo dura.
- A vos más me parece… cuando me decís putita esporque estás muy caliente
- Avanzó el bondi? Te digo que me voy a ir deputas si no llegás rápido – amenacé
- Siii, ya estoy por Quilmes casi.
- Ahhh te falta un tramo igual; podés divertirteun poco con el pibe.
- Cómo? No voy a ir a despertarlo – dijo Cami
- Si te tocás y a la vez te chupas dos dedos lo vaa interpretar como que querés chupar una pija y se te sienta al lado. Confia enmi. Pero como el otro dia, si se la chupas quiero video, si no no estásautorizada.
- Ah vos me autorizas a hacer cosas ahora?
- Esta noche si, sos mi putita.
- Ok, soy tu putita.
Llegó la camarera con mi trago.Lo empecé a tomar lentamente, jugaba con el hielo, esperando un mensaje.Pasaron cinco minutos y no llegaba, pensé que tal vez no había señal, o algo.Me ponía ansioso, escribía algo y lo borraba, pero no mande. Doce minutosexactamente después llegó. Abrí el whastapp, era un video. No podía creer quelo hubiera hecho. Tardó unos segundos en bajarse que para mi fueron años.
Comenzó, duraba casi seis minutos.Lo filmaba el pibe, estaba oscuro pero se veía la pija, normal, y a Camilachupándola con ganas. Durante la mitad del video, no usaba las manos, hizo tresgargantas profundas, y el pibe, que estaba en la gloria, le manoseaba lastetas, por encima de la ropa. Los últimos minutos, le hizo la paja, lamiendo ometiéndose el glande solamente en la boca, evidentemente para que acabe másrápido porque no había mucho tiempo. En dos minutos lo logró. En el video senotaba que la leche empezaba a salir y Cami se metió la pija en la boca. Ahí secortaba, no supe en el momento si tragó o no.
- Terrible
- Jajaja te gustó – me contestó
- Si… cuando llegues te violo
- Estoy entrando a la Capital ya, anda a la parada
- Parada me la dejaste vos – respondí haciéndomeel ocurrente
Pagué y me fui de nuevo a Retiroa esperarla. Me senté en donde el colectivo terminaba, y a los cinco minutosllegó. Bajó y me saludó con un piquito.
- Cuál era el pibe? – le pregunté
- Se bajó antes
- Le tomaste la leche? – le pregunté
- Si… no me quedó opción – su respuesta medecepcionó mucho, quería que se guarde eso para mí. Pero no le dije nada
- No te quiso coger?
- Jajaja no hubo tiempo, de hecho se pasó unaparada por no acabar antes. Igual no lo iba a hacer.
Paré un taxi. Le indiqué ir aCórdoba y Pueyrredón, donde hay un telo, Mix, que conocía y sabía que erabueno. Llegamos a la esquina, pagué y caminamos hasta la puerta.
- No vamos a comer ni nada? – me cuestionó Camila
- Después tal vez… ahora te dije que te iba aviolar
Entramos, pagué una habitacióncon baño romano, una especie de bañera gigante. Era en la planta baja, y elcuarto tenía en un primer nivel el baño romano, dos lavamanos y un sofá. Habíauna escalerita que llevaba a la cama, con la TV y otro sofá más chico. Ya habíaestado en ese mismo lugar.
Entramos y no la dejé nirespirar, la tiré en el sofá de abajo. Camila tenía puesta una musculosa, unjean y zapatillas, y llevaba una campera de jean en la mano por el aireacondicionado del micro, pero la noche estaba muy calurosa. Quedó boca abajo, lelevanté de las caderas y le desabroché el pantalón, haciéndole sentir mi bultoen la cola con una terrible apoyada. Terminé mi tarea y bajé el pantalón. Ellase había puesto como en cuatro, apoyando las manos en la parte de arriba delrespaldo del sillón y sacando cola. Con mis manos abrí sus nalgas, le di unacachetada y después corrí la tanga. Me incliné y puse mi lengua en su culo. Lochupé con fruición, tocándole la concha mojada que tenía, y llenando su ano desus propios fluidos para después comerlos. Me ayudé con un dedo, y le fuiabriendo la cola. Cami se masajeaba el clítoris.
- Estás re caliente gatito… Cojeme ya, despuéshacemos lo que quieras pero metémela – me dijo casi con desesperación
No la hice esperar. Bajó un pocosu cadera, me saqué el jean, y la camisa, y guie mi verga durísima a su conchaempapada. Desde atrás le subí la musculosa, Cami terminó de sacársela. Lo mismocon el corpiño, empecé yo desabrochándolo y ella terminó de quitárselo. Todoesto mientras mi pija entraba y salía de adentro suyo.
- Quieroleche adentro rápido, dale, después hay tiempo para más, ahora rompeme toda ylléname de leche
Nunca la había escuchado así,pero me calentaba más, se ve que chupársela al pibe más las bolas que habíatenido metidas la habían dejado muy caliente. La agarré fuerte del pelo, lagarché con fuerza y no demoré el orgasmo. En cinco minutos ya le estaba dandoel semen como me había pedido.
Terminó de salir, estaba muytranspirado; le pegué un par de nalgadas, se rió.
- Necesitaba eso – me dijo y dándose vuelta, mebesó la cabeza de la pija – vamos a darnos una ducha
Nos la dimos bien rápidita, parasacarnos la transpiración y los fluidos. Terminamos, nos secamos y subimos a lacama. Ahí prendí el aire y nos acostamos. Hablamos un rato de boludeces.
- Hoy me vine preparada – dijo Camila y bajó abuscar su cartera. La subió y sacó un aceite
- Y eso?
- Te voy a hacer unos masajes, ponete boca abajo.
Le hice caso. Tiró el aceite fríopor mi columna, me puso la piel de gallina. Con las manos lo desparramó por mishombros, apretando con las yemas de sus dedos. Los pasó por mi espalda,cubriéndola toda y después bajó a mis nalgas. No se detuvo y siguió por mispiernas, la dejó bien llenas de aceite. Me hizo masajes con las manos un rato,de abajo hacia arriba, los necesitaba y lo hacía bien, tenía fuerza. Luego, setiró aceite en su cuerpo, entre las tetas. Las lubricó bien, y se puso con todosu cuerpo encima de mí, masajeándome con los pechos. Subiendo desde mis nalgashasta mis hombros. Luego hizo lo mismo pero con su cola; me acomodó toda lacolumna, era una linda sensación.
- Sabes que es lo mejor de este aceite? Que tienerico gusto
Empezó a lamerme el cuello,bajando por mi espalda. Después intercambiaba lengüetazos con chupones, asíhasta llegar a mi culo. Agarró una almohada y la puso bajo mi vientre, y ahoracon más libertad abrió mis nalgas. Pasó un poco de aceite por mi ano y mishuevos. Empezó a chupar estos últimos, lamiendo bien despacio. Con un dedo,tímidamente me tocó el agujero de mi culo, a ver qué decía yo supongo. No dijenada, y se animó a subir la lengua. Yo me había depilado así que no teníaproblemas. Me empezó a chupar el ano, lo lamió y llenó bien de saliva. Despuéssubió de nuevo a mi cuello, y me lo chuponeaba, pero metiéndome un dedo un pocoen la cola. Lo fue metiendo más, pasando sus tetas por mi espalda y lamiendo elaceite que había quedado en mi cuerpo; hasta que entró entero, y me comenzó aestimular la próstata.
Mi verga a esa altura ya era depiedra otra vez. Me di vuelta. Cami entendió lo que pretendía, volvió a agarrarel aceite y tiró un poco en mi pija. Después, arrodillada entre mis piernas,dejó caer saliva que había juntado en su boca para terminar de mojarla. Seinclinó y me la empezó a chupar, sin usar las manos, metiéndola hasta el fondo,moviendo la lengua, y sacándola entera. Me la dejó limpia de aceite, se volvióa arrodillar y frotaba mi glande en su clítoris lentamente. En uno de losmovimientos, aprovechó la lubricación extrema que teníamos y se la metió en elculo. Fue bajando despacio, así en posición de cabalgarme, hasta que entróentera. Lo sentía apretarme, sumado al calor del aceite, era una sensaciónúnica. Camila empezó a manejar la situación, apoyando las dos manos en mipecho, y moviendo sus caderas para que mi pija entre y salga. Después dealgunos movimientos, sacó una de sus manos y comenzó a estimularse el clítoris.Yo le agarré los pechos, los apretaba fuerte. Ella gemía y se movía cada vezmás rápido; tanto que me estaba por hacer acabar, así que la frené; no le gustómucho. Aproveché para cambiar de posición, y ahora la hice acostar a ella bocaabajo.
Agarré yo el aceite ahora, y selo pasé por la espalda.
- Abrite las nalgas con tus manos – le pedí
Se puso una almohada debajo delvientre, y me hizo caso. Tiré aceite en su ano abierto por mi pija, y dejé caerun poco de mi saliva también. Usé mis manos para esparcir el aceite en suespalda, cuello y nalgas. La masajeé de arriba hacia abajo, apoyando mi vergaentre los cachetes de su cola, pero sin metérsela. Clavé mis dedos en sucuello, luego los hombros; seguí por la espalda, la columna. Cami agarró mipija con una mano y la pajeaba lentamente.
No aguanté más de unos minutos, yse la volví a meter en el culo. Le abría las nalgas con mis manos, y me movíafuerte, ya que no encontraba oposición en Camila. Al contrario, parecíadisfrutarlo porque gemía cada vez más fuerte. Así en esa posición seguimoshasta que no pude demorar más. La llené de leche, dejándola bien adentro. Metiré en la cama al lado, Cami me dio un pico, y bajó a limpiarme la pija con laboca. La dejó impecable.
- Vamos a lavarnos? – me propuso
Nos metimos en el baño romano,nos limpiamos uno al otro. Terminamos y nos fuimos a acostar, nos quedamoshablando boludeces un rato, pero estábamos cansados y nos dormimos.
Me desperté, con claridad queentraba por la ventana, y Camila chupándome la pija. Quise agarrarle la cabezapara seguirle el ritmo, pero noté que tenía mis dos brazos atados al respaldode la cama.
- Sorpresa – me dijo, y siguió peteándome
- Mmmm viniste preparada
Me la dejó bien dura, y selevantó. Ella estaba desnuda, la miré bien, mi verga era una roca. Fue al frigobar y sacó una lata de Red Bull. La abrió, tomó un poco, y otro poco lo dejó ensu boca. Volvió a agacharse a chupármela. Sentía el líquido helado caer,mientras Cami movía su lengua. Me hizo retorcerme y lastimarme un poco lasmuñecas por las ataduras. Chupó un poco más y me dejó con esa mezcla de frío ycalor en la verga. Se volvió a levantar. Se puso abierta de piernas en mi cara,agarrándose de la pared. No me quedó opción que chuparle la concha. Movía milengua, de arriba abajo, sentía cómo ella se iba mojando de a poco. Puso susmanos en donde estaban atadas las mías, y aceleraba su respiración, dando levesgemidos. Seguí, casi quedándome sin aire, hasta que pegó un grito, me apretólas manos, y se mojó mucho. Había acabado, así que se bajó de mi cara. Acercósu boca a la mía, juntamos las lenguas un poco. Rápidamente bajó, me chupó elcuello, luego los pezones. Siguió su camino, por mi pansa, besó mis huevos;amagó a pasar la lengua por mi pija pero no lo hizo. Se dio vuelta, dándome laespalda, y se metió mi pija en la concha. Me gustaba, para variar, ver comosalía y entraba desde atrás. Volví a calentarme con el tatuaje que tenía.
- Quiero acabarte en el tatuaje
- Mmmmm bueno pero no acabes todavía, Cojeme
Me dijo que la coja, pero enrealidad era ella la que hacía todo el trabajo. Yo seguía atado, mucho no podíamoverme, y Camila subía y bajaba. La lubricación era perfecta; la hacía salircasi toda, y entrar hasta el fondo; sentía como las paredes de su concha meapretaban.
- Desatame, quiero cojerte en cuatro agarrándotedel pelo
- Mmmmm bueno dale
Le gustó la idea, a mi me vinobien para no acabar tan rápido. Mientras me desataba le chupé los pezonesfuertemente, los mordí un poco. Ya con mis manos libres, me salí de abajo suyo;Camila quedó apoyada en el respaldo de la cama, así que me puse atrás y se lametí de nuevo. Como le advertí, la agarré del pelo tirándole la cabeza paraatrás.
- Sí, dame fuerte, dale, Cojeme
No me hacía rogar, la garchababien fuerte. Transpiraba pero seguía, solté su pelo y la tomé de los hombros.No pude aguantar más, saqué mi pija, la apoyé en su tatuaje. Me pajeé hasta queel semen salió.
- No te muevas – le dije cuando recobré el aliento
Busqué mi teléfono y le saqué unafoto, así enlechada.
- Esto me va a servir en las noches solitarias
- Seba sos un cochino – me dijo riéndose
Nos dimos otra ducha, no teníamosmucho más tiempo. Nos vestimos y nos fuimos.
La acompañé hasta Once, estábamosa pocas cuadras, a tomarse el colectivo. Cuando ya estaba en el mío volviendo ami casa, me llegó un video de Cami. Era el final del pete al pibito del bondi,y mostraba que no había tragado.
- Sólo me tomo tu leche gato – me escribió
0 comentarios - Camila, parte 3