No sólo con Martina me saqué el semen primaveral.Ustedes, chicas, saben que donde hay una vagina yo veo luz y entro.
Cortito y al pie antes de darme paja. El otro día,al atardecer, fui a no recuerdo qé lugar de Florida a averiguar de un barcopado que me dijeron unos amigos, que tocan bandas y demás. Para eso llamé ami remisería de acá de Carapachay de confianza, pero tenían como media hora dedemora. Agarré mi celular (la que qiera sexo se lo doy, eh) y pedí un autoUber. Y nunca me imaginé, pero resulta que a veces los Uber los manejan damas. Yme pasó a buscar una tal Sandra, rubia, jovencita, linda, macanuda, todo. OtraSandrita, como mi potra preferida. Esta no sé si no está mejor aún. Alprincipio me porté más o menos bien, charlamos animados en el viaje de ida y alllegar al bar, le dije que me esperara que averiguaba precios y horarios y metraía de vuelta. Zorro como soy, un poco fue por eso y otro para ver si podíaalgo con la blonda.
Tras diez de estar en el lugar e irme con lainformación que buscaba, lo cual me calentó porque cuando vaya habrá seguromujeres con cuero, me acerqué al Uber y antes de que subiera, Sandra me tomódel brazo, muy querendona, y me acompañó al auto, como si yo fuera una noviaque el novio la hace subir. Ya me ratoneé fuerte, empecé con mis pensamientos,que si coge, con quién, que qué bombacha tiene, que si usa cuero. Nomás, mispensamientos pasaron a las palabras y le pregunté de curioso aprovechando subuena onda, al menos de su ropa exterior y sus gustos. Me contó que usa cuero,que se pinta, que es re coqueta, que se pone cremita hasta para ir al lavadero.Lavadero, me imaginé sus bombachas. Y desatado, resolví ir más allá en el Ubery preguntarle algo más, con preguntar no se pierde nada. Con qué duerme, si escasada, si tiene algún lío de salud y si es sexual.
Sandra me leyó la mente y nomás me contó que dormíamuy suelta, camisón liviano y bombacha holgada, que se había separado porque suchongo la castigaba durante el sexo. Y agregó con rencor: "Viste vos,perdoname que sos hombre, pero los hombres son un sorete". Ni me inmuté yle contesté: "Bueno, todos menos yo, ¿?no te parece?" La rubia seretractó: "Sí´´i, vos sí, vos sos re dulce, y lindo". Y al decir"lindo" soltó el volante y me acarició la mejilla. Me calentó, si nolo había hecho ya con que usa cuero, y haciéndome el boludo le dije que mesentía medio mal y que parara en un lugar.
Y ahí le di rienda suelta a mi locura. Cuando ellame preguntó qué me pasaba, tuvo encima la idea de acariciarme la pera y hacermeun mimito en la cabeza. Y nomás le contesté sin importarme nada: "No pasanada, sólo que tengo ganas de conocer tu cuerpo". Por respuesta, cuando yome cubría para el sopapo, Sandra me besuqueó la mejilla, me abrazó, manoseó yaceptó. Y loca: "Síí, dale amor, cuánto hace que alguien tan lindo no me coge".
Así de fuertona la conductora del auto público. Ybueno, fuimos al asiento trasero, besos, mimos, le pasé las manos por todoslados, ella a mí, ropa a la mierda, le vi en vivo su corpiño y se lo rompí dela locura, ella me qitó el calzón y me amasijó el pene, me creció bien, se sacósu bombacha y me pidió agitada "dale, dame duro e inundame, inundame desemen amor". Y qué decir: agua va, me le subí y mientras la besaba ymanoseaba todo, la penetré por su vagina, amplia, linda, me imaginé a su chongocogiéndola, le di durísimo sin importar si le dolía o no, ella dijo que no ygemía loca, y nomás le eyaculé duro semen en su orificio. Se lo saqué, ella mebesó chocha, me lo pidió en su boca y se lo puse, y se tragó lo poquito desemen que quedaba. Y luego pidió si yo podía otro por cola, y hecho una trombaexploré con mi pene aún duro de la anterior la cola de la remisera. Se la dicon una furia de aquéllas y la volví a embadurnar de espeso y pegajoso semencalentito, que ella sintió y mojó todoel tapizado de su lindo auto de su líquido vaginal.
Ahí sí nos vestimos, me agradeció, yo a ella, yobvio, cuando llegué a casa y le pregunté cuánto era, fue contundente:"Amor, con las dos que me hiciste me pagaste un año de Uber, dulce".Me dio su tarjeta cualquier cosita que necesitara un auto y, también, comoquedó caliente como pizza, sus servicios fuertones. Una grande. Vieron chicas,si el remise te demora no se pongan locas, siempre hay un chofer que te lleva ala buena garchada.
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