Nuevamente por aquí para platicarles una aventura.
Como ustedes recordarán, soy una chica que vive en México, me encanta vestirme muy sexy y exhibir mis atributos para calentar a todos los hombres en cualquier lugar que voy, pero sólo les cumplo sus fantasías a quienes yo considero que jamás tendrían posibilidad de tener a una chica como yo. Por lo regular son señores de unos 50 años, gordos, calvos o policías, obreros, albañiles, choferes, etc…..
Esta vez fui a visitar a mi novio a su oficina y desde hace tiempo ya había notado que el guardia de seguridad que tenían en el piso en donde está la oficina de mi novio, me comía con la mirada cada vez que me veía. El es un muchacho de unos 30 años llamado Pablo, alto y moreno, pero era muy gordo y se veía que había tenido muchos problemas de acné.
Yo le sonreía muy coqueta y lo máximo que le había permitido era enseñarle mis tetas al acercarme a él y agacharme en su escritorio con cualquier pretexto. También lo que había echo un par de veces era fingir que no me daba cuenta que el elevador había abierto sus puertas, y que me había tomado por sorpresa mientras yo me arreglaba el liguero de mis medias, por supuesto que con mi minifalda subida hasta poco debajo de la cintura y enseñándole todas mis piernas.
Ese día mi novio me comentó que mañana sería el último día de trabajo de Pablo porque en el edificio habían decidido poner cámaras de seguridad y por lo tanto iban a despedir a todos los guardias de cada piso.
Al día siguiente, aprovechando que era mi día libre en el hotel en que trabajo y que mi novio no iba a llegar a su oficina hasta después de comer, me preparé para darle una buena "despedida" a Pablito.
Me levanté muy temprano y después de bañarme me decidí ponerme una tanguita de color blanco y un brasiere del mismo color, encima me puse una playerita de tirantes blanca que marcaba perfectamente mis pezones y una cortísima minifalda negra que apenas me cubre mis nalgas, pero como tiene vuelo debo caminar con mucho cuidado para que no se me levante.
Me puse unos tacones de 12cm de alto, me dejé el cabello suelto que llega poco debajo de los hombros y salí decidida a entregarme al joven Pablito.
De camino a la oficina de mi novio empezaron mis dificultades, ya que como no tengo carro, tuve que salir a conseguir un taxi. Como se podrán imaginar, en lo que esperaba un taxi en la esquina de mi casa, sentía que cuanto hombre pasaba junto a mí me desnudaba con la mirada (aunque en realidad no había mucha ropa que quitarme), incluso algunos de plano se quedaron parados viéndome y no faltaron los que se acercaban a decirme cosas como "mamacita eres un puta riquísima" o "vestida así se ve que te encanta la verga". Después de unos 10 minutos pasó un taxi desocupado y al momento de abordarlo un señor que estaba parado junto a mí contemplándome, estiró su mano y me alcanzó a agarrar el culo y me dijo "eres una perra exquisita…" y se fue corriendo.
El taxi lo manejaba un muchachito de unos 20 años y en cuanto me vio se quedó impresionado por como me veía vestida. En todo el trayecto no despegó su mirada de mis piernas mientras yo me hacía la distraída y como estaba sentada en el asiento de atrás, alcanzaba perfectamente a verme la tanguita. En cada semáforo el se agarraba la verga por encima del pantalón y simplemente movía la cabeza sin dar crédito a lo que estaba contemplando.
Cuando por fin llegamos al edificio donde está la oficina de mi novio, estacionó el taxi y poniéndose sobre su asiento de rodillas, se volteó de frente a mi y sacándose la verga de su pantalón se empezó a masturbar mientras me de decía: "por favor señorita, no se bajé……por favor todavía no…." estaba extasiado y se veía que pronto iba a acabar. Yo le sonreí y me acerqué para darle solo una chupada con mi lengua a esa verga que ya estaba por explotar y, efectivamente, en cuanto me estaba yo bajando del taxi alcancé a escuchar como gritaba de placer al derramar su leche "aaaaaaahhhh!!!!!!......"
Yo ya estaba muy caliente por todo lo que había pasado desde que tomé el taxi, así que en cuanto llegué al piso en donde estaba Pablo, decidí poner manos a la obra.
En cuanto se abrió la puerta del elevador, el pobre de Pablo se quedó con expresión de asombro sin dar crédito a lo que estaba viendo: la mujer que él más había deseado estaba parada enfrente de él vestida como una auténtica puta. Inmediatamente yo me dirigí a él caminando muy sexy preguntando por mi novio que obviamente no estaba, y como Pablo me comentó que iba a tardar en venir le dije que iba a sentarme un momento a ver si de casualidad llegaba.
Pablo se sentó en su escritorio sin dejar de verme ni un instante y por el movimiento de su brazo se veía claramente que se estaba agarrando la verga por encima del pantalón, lo cual a mí me acabó de poner a mil.
Me puse de pie y le pedí que me prestara su teléfono porque me urgía hacer una llamada. Lo normal hubiera sido que él me pasara el teléfono y tomarlo enfrente de su escritorio, pero lo que hice fue meterme hasta adentro de su escritorio junto a su silla y ahí tomar el teléfono. Le había pedido que marcara el número de mi casa sin que él supiera para yo fingir que hablaba por teléfono, ya que en realidad lo que yo quería era ponerme junto a él.
Cuando estaba parada junto a él fingiendo mi conversación telefónica, me di cuenta de la tremenda erección que se le veía a través del pantalón, parecía que su verga lo iba a atravesar, cuando en realidad era a mí a quien yo quería que atravesara.
Yo estaba de pie de manera que mi culo lo tenía a escasos 10 centímetros de su cara y fue ahí cuando Pablo ya no pudo más y empezó bruscamente a acariciarme las nalgas. Se puso de pie y colgándome el teléfono se fue sobre mí tallando su verga en mi culo y agarrándome las tetas de manera brusca y salvaje. Yo fingía sorpresa mientras le decía "Pablo…que hace…….suélteme……" aunque en realidad tenía mi rajita muy mojada y deseaba que me cogiera ya mismo. "que me está haciendo........ contrólese por favor……" Y al mismo tiempo movía mi culo para darle más placer.
El por su parte estaba loco de deseo y no entendía razón, sólo se dedicaba a besarme el cuello y ya había metido sus manos por dentro de mi blusita y me agarraba fuertemente las tetas mientras me restregaba su verga por toda mi cola mientras me decía "desde hace tiempo que te deseo cabrona puta, siempre te vistes con tus minifalditas para provocarme pero hoy si vas a ser mía".
Enseguida me dio la vuelta quedando frente a frente y ahora sus manos se posesionaron de mis nalgas mientras me buscaba la boca para besarme. Yo no se lo permitía porque quería seguir fingiendo que no quería nada con él y le decía "no Pablo…..usted se equivoca, yo no soy así……déjeme por favor" mientras con mi mano derecha le tallaba la enorme verga que se le sentía. Pablo se separo un momento de mi sólo para decirme "cállate puta, inmediatamente se ve que te encanta ser deseada y que te encanta que te metan la verga, pero ahora te vas a comer la mía…". Me tomó de los hombros haciendo que me arrodillara hasta quedar frente al enorme bulto que se le hacía adentro del pantalón, y sin que él me dijera nada yo lo liberé y empecé a darle unos besitos y unas lamidas en la cabeza de su verga que ya estaba a punto de explotar mientras le decía "yo no se hacer esto……déjeme por favor…..a mi no me gusta esto………yo no soy así…" y se la empecé a mamar como una desesperada.
Estaba yo tan caliente que al estarle mamando ese hermoso garrote empecé a tener un orgasmo riquísimo y sólo se me escuchaban mis gemidos que eran apagados por la verga que estaba mamando. Pablo se sentó en la silla de su escritorio, yo me levanté y haciéndome la tanguita a un lado, solita me ensarté en su verga empezando a cabalgar como una auténtica puta hambrienta y deseosa de ser cogida, él me quitó la blusa y mi sujetador dejándome sólo mi minifalda que ya estaba totalmente enrollada en mi cintura y yo me recargué sobre él diciéndole al oído entre gemido y gemido "te gusto papito??....demuéstrame que te vuelvo loco…..enséñame las ganas que siempre desperté en ti……cógeme…soy tuya…soy tu puta….." eso acabó de volver loco a Pablo que en medio de un grito empezó a descargar su leche adentro de mí lo cual provocó que yo tuviera otro orgasmo.
Una vez que se había acabado de vaciar, quedamos un momento recostados en su silla respirando agitadamente, pero yo me di cuenta que su verga seguía firme como piedra, por lo que nuevamente empecé a moverme en círculos lentamente. El sin sacarme su palo de mis entrañas me cargó, yo lo rodeé con mis piernas por su cintura y me llevó al sillón enfrente de su escritorio, me puso en cuatro patas y nuevamente empezó a cogerme como desesperado. Yo me sentía en el paraíso, jamás me había tocado alguien que enseguida de que me hubiera cogido, empezara nuevamente a follarme sin sacarme su verga.
Para calentarlo más le decía entre mis múltiples gemidos "detente Pablo por favor…….ya no sigas……….esto no está bien……..ya Pablito……sácame tu verga….". El me jalaba el cabello con una mano y con la otra estaba prendido de mis tetas diciéndome "toma puta……trágate mi verga…..te encanta, verdad?....te voy a coger hasta saciarme y me voy a venir en tus hermosas tetas…". Después de unos 10 minutos de estarme cogiendo en esa posición, me volteó boca arriba para ahora meterla así mientras me mordía mis pezones. Yo estaba loca de placer cuando me vino mi siguiente orgasmo justo en el momento en que Pablo sacaba la verga mi conchita y me la ponía en medio de mis tetas para decirme a gritos "me vengo puta…..toma mi leche….tállame la verga con tus enormes tetas………me vengoooo!!!!!!" enseguida empezó a soltar una gran cantidad de mecos que cayeron por todas mis tetazas alcanzando incluso mi cara y mi cabello.
Yo como toda una puta profesional con mi boca empecé a limpiarle su verga que ahora se veía flácida pero que aún palpitaba y soltaba leche, por lo que me la tragué todita sin derramar una gota.
Enseguida me di cuenta que sorprendentemente la verga se le empezó levantar de nuevo (se notaba que Pablo hacía mucho que no se había acostado con nadie o que más bien no acababa de creer que fuera a mi a la puta que se estaba cogiendo) yo me espanté porque ya no faltaba mucho para que llegara mi novio a su oficina (de lo contrario yo también hubiera seguido cogiendo todo el día con él), así que aprovechando que Pablo tenía los ojos semicerrados, tomé mi blusa, mi sujetador y mi bolsa y corrí al elevador que afortunadamente abrió de inmediato. Pablo se levantó medio aletargado pero confundido de no sentir mi lengua en su garrote que ya estaba otra vez totalmente parado y me vio subirme al elevador, el cual instantes antes de que se cerrara me quité mi tanguita y dándole un beso se las aventé para que tuviera un recuerdo de mi.
Ya adentro del elevador me empecé a limpiar con mi propia blusita los restos de semen que habían quedado regados por mis tetas y mi cara. Mientras rogaba no encontrarme en el elevador con mi novio y pensaba de qué manera iba a llegar a mi casa, puesto que vestida de esta manera me iba a volver a enfrentar a la situación que viví cuando había llegado. De pronto se me ocurrió una idea y le hablé de mi celular a mi novio diciéndole que iba a salir a hacer algunas compras y que ocupaba su carro y que para evitarme subir hasta su oficina me dejara las llaves con el guardia que estaba en la planta baja del edificio. El me contestó y me dijo que precisamente en esos momentos iba llegando al edificio y que no había problema y que me dejaría las llaves con don Manuel que es un señor como de unos 60 años.
En cuanto bajé del elevador me topé con don Manuel quien me dijo, "su novio me acaba de dejar las llaves de su carro y no se preocupe……no le comenté que usted había estado aquí". Yo le pregunté que cómo era posible que se acordara que yo había subido hace unas 2 horas, a lo que él me contestó dándome las llaves "señorita, es imposible no fijarse en una mujer tan hermosa como usted y más cuando anda vestida como una verdadera puta…y tomé (me dijo dándome un pañuelo) para que se termine de limpiar lo que trae en el cabello y lo manchado de su blusa…." Yo no pude decirle nada, se había fijado que todavía traía semen en mi cabello y que la blusita se transparentaba por lo mojada que había quedado del mismo semen que me había regado Pablo, por lo que tampoco dije nada cuando empezó a tocarme mis tetas con una mano mientras con la otra me agarraba el culo y me decía "por ahora ya váyase, parece que ya tuvo una buena dosis de verga, otro día me pagará el favor….."
Como ustedes recordarán, soy una chica que vive en México, me encanta vestirme muy sexy y exhibir mis atributos para calentar a todos los hombres en cualquier lugar que voy, pero sólo les cumplo sus fantasías a quienes yo considero que jamás tendrían posibilidad de tener a una chica como yo. Por lo regular son señores de unos 50 años, gordos, calvos o policías, obreros, albañiles, choferes, etc…..
Esta vez fui a visitar a mi novio a su oficina y desde hace tiempo ya había notado que el guardia de seguridad que tenían en el piso en donde está la oficina de mi novio, me comía con la mirada cada vez que me veía. El es un muchacho de unos 30 años llamado Pablo, alto y moreno, pero era muy gordo y se veía que había tenido muchos problemas de acné.
Yo le sonreía muy coqueta y lo máximo que le había permitido era enseñarle mis tetas al acercarme a él y agacharme en su escritorio con cualquier pretexto. También lo que había echo un par de veces era fingir que no me daba cuenta que el elevador había abierto sus puertas, y que me había tomado por sorpresa mientras yo me arreglaba el liguero de mis medias, por supuesto que con mi minifalda subida hasta poco debajo de la cintura y enseñándole todas mis piernas.
Ese día mi novio me comentó que mañana sería el último día de trabajo de Pablo porque en el edificio habían decidido poner cámaras de seguridad y por lo tanto iban a despedir a todos los guardias de cada piso.
Al día siguiente, aprovechando que era mi día libre en el hotel en que trabajo y que mi novio no iba a llegar a su oficina hasta después de comer, me preparé para darle una buena "despedida" a Pablito.
Me levanté muy temprano y después de bañarme me decidí ponerme una tanguita de color blanco y un brasiere del mismo color, encima me puse una playerita de tirantes blanca que marcaba perfectamente mis pezones y una cortísima minifalda negra que apenas me cubre mis nalgas, pero como tiene vuelo debo caminar con mucho cuidado para que no se me levante.
Me puse unos tacones de 12cm de alto, me dejé el cabello suelto que llega poco debajo de los hombros y salí decidida a entregarme al joven Pablito.
De camino a la oficina de mi novio empezaron mis dificultades, ya que como no tengo carro, tuve que salir a conseguir un taxi. Como se podrán imaginar, en lo que esperaba un taxi en la esquina de mi casa, sentía que cuanto hombre pasaba junto a mí me desnudaba con la mirada (aunque en realidad no había mucha ropa que quitarme), incluso algunos de plano se quedaron parados viéndome y no faltaron los que se acercaban a decirme cosas como "mamacita eres un puta riquísima" o "vestida así se ve que te encanta la verga". Después de unos 10 minutos pasó un taxi desocupado y al momento de abordarlo un señor que estaba parado junto a mí contemplándome, estiró su mano y me alcanzó a agarrar el culo y me dijo "eres una perra exquisita…" y se fue corriendo.
El taxi lo manejaba un muchachito de unos 20 años y en cuanto me vio se quedó impresionado por como me veía vestida. En todo el trayecto no despegó su mirada de mis piernas mientras yo me hacía la distraída y como estaba sentada en el asiento de atrás, alcanzaba perfectamente a verme la tanguita. En cada semáforo el se agarraba la verga por encima del pantalón y simplemente movía la cabeza sin dar crédito a lo que estaba contemplando.
Cuando por fin llegamos al edificio donde está la oficina de mi novio, estacionó el taxi y poniéndose sobre su asiento de rodillas, se volteó de frente a mi y sacándose la verga de su pantalón se empezó a masturbar mientras me de decía: "por favor señorita, no se bajé……por favor todavía no…." estaba extasiado y se veía que pronto iba a acabar. Yo le sonreí y me acerqué para darle solo una chupada con mi lengua a esa verga que ya estaba por explotar y, efectivamente, en cuanto me estaba yo bajando del taxi alcancé a escuchar como gritaba de placer al derramar su leche "aaaaaaahhhh!!!!!!......"
Yo ya estaba muy caliente por todo lo que había pasado desde que tomé el taxi, así que en cuanto llegué al piso en donde estaba Pablo, decidí poner manos a la obra.
En cuanto se abrió la puerta del elevador, el pobre de Pablo se quedó con expresión de asombro sin dar crédito a lo que estaba viendo: la mujer que él más había deseado estaba parada enfrente de él vestida como una auténtica puta. Inmediatamente yo me dirigí a él caminando muy sexy preguntando por mi novio que obviamente no estaba, y como Pablo me comentó que iba a tardar en venir le dije que iba a sentarme un momento a ver si de casualidad llegaba.
Pablo se sentó en su escritorio sin dejar de verme ni un instante y por el movimiento de su brazo se veía claramente que se estaba agarrando la verga por encima del pantalón, lo cual a mí me acabó de poner a mil.
Me puse de pie y le pedí que me prestara su teléfono porque me urgía hacer una llamada. Lo normal hubiera sido que él me pasara el teléfono y tomarlo enfrente de su escritorio, pero lo que hice fue meterme hasta adentro de su escritorio junto a su silla y ahí tomar el teléfono. Le había pedido que marcara el número de mi casa sin que él supiera para yo fingir que hablaba por teléfono, ya que en realidad lo que yo quería era ponerme junto a él.
Cuando estaba parada junto a él fingiendo mi conversación telefónica, me di cuenta de la tremenda erección que se le veía a través del pantalón, parecía que su verga lo iba a atravesar, cuando en realidad era a mí a quien yo quería que atravesara.
Yo estaba de pie de manera que mi culo lo tenía a escasos 10 centímetros de su cara y fue ahí cuando Pablo ya no pudo más y empezó bruscamente a acariciarme las nalgas. Se puso de pie y colgándome el teléfono se fue sobre mí tallando su verga en mi culo y agarrándome las tetas de manera brusca y salvaje. Yo fingía sorpresa mientras le decía "Pablo…que hace…….suélteme……" aunque en realidad tenía mi rajita muy mojada y deseaba que me cogiera ya mismo. "que me está haciendo........ contrólese por favor……" Y al mismo tiempo movía mi culo para darle más placer.
El por su parte estaba loco de deseo y no entendía razón, sólo se dedicaba a besarme el cuello y ya había metido sus manos por dentro de mi blusita y me agarraba fuertemente las tetas mientras me restregaba su verga por toda mi cola mientras me decía "desde hace tiempo que te deseo cabrona puta, siempre te vistes con tus minifalditas para provocarme pero hoy si vas a ser mía".
Enseguida me dio la vuelta quedando frente a frente y ahora sus manos se posesionaron de mis nalgas mientras me buscaba la boca para besarme. Yo no se lo permitía porque quería seguir fingiendo que no quería nada con él y le decía "no Pablo…..usted se equivoca, yo no soy así……déjeme por favor" mientras con mi mano derecha le tallaba la enorme verga que se le sentía. Pablo se separo un momento de mi sólo para decirme "cállate puta, inmediatamente se ve que te encanta ser deseada y que te encanta que te metan la verga, pero ahora te vas a comer la mía…". Me tomó de los hombros haciendo que me arrodillara hasta quedar frente al enorme bulto que se le hacía adentro del pantalón, y sin que él me dijera nada yo lo liberé y empecé a darle unos besitos y unas lamidas en la cabeza de su verga que ya estaba a punto de explotar mientras le decía "yo no se hacer esto……déjeme por favor…..a mi no me gusta esto………yo no soy así…" y se la empecé a mamar como una desesperada.
Estaba yo tan caliente que al estarle mamando ese hermoso garrote empecé a tener un orgasmo riquísimo y sólo se me escuchaban mis gemidos que eran apagados por la verga que estaba mamando. Pablo se sentó en la silla de su escritorio, yo me levanté y haciéndome la tanguita a un lado, solita me ensarté en su verga empezando a cabalgar como una auténtica puta hambrienta y deseosa de ser cogida, él me quitó la blusa y mi sujetador dejándome sólo mi minifalda que ya estaba totalmente enrollada en mi cintura y yo me recargué sobre él diciéndole al oído entre gemido y gemido "te gusto papito??....demuéstrame que te vuelvo loco…..enséñame las ganas que siempre desperté en ti……cógeme…soy tuya…soy tu puta….." eso acabó de volver loco a Pablo que en medio de un grito empezó a descargar su leche adentro de mí lo cual provocó que yo tuviera otro orgasmo.
Una vez que se había acabado de vaciar, quedamos un momento recostados en su silla respirando agitadamente, pero yo me di cuenta que su verga seguía firme como piedra, por lo que nuevamente empecé a moverme en círculos lentamente. El sin sacarme su palo de mis entrañas me cargó, yo lo rodeé con mis piernas por su cintura y me llevó al sillón enfrente de su escritorio, me puso en cuatro patas y nuevamente empezó a cogerme como desesperado. Yo me sentía en el paraíso, jamás me había tocado alguien que enseguida de que me hubiera cogido, empezara nuevamente a follarme sin sacarme su verga.
Para calentarlo más le decía entre mis múltiples gemidos "detente Pablo por favor…….ya no sigas……….esto no está bien……..ya Pablito……sácame tu verga….". El me jalaba el cabello con una mano y con la otra estaba prendido de mis tetas diciéndome "toma puta……trágate mi verga…..te encanta, verdad?....te voy a coger hasta saciarme y me voy a venir en tus hermosas tetas…". Después de unos 10 minutos de estarme cogiendo en esa posición, me volteó boca arriba para ahora meterla así mientras me mordía mis pezones. Yo estaba loca de placer cuando me vino mi siguiente orgasmo justo en el momento en que Pablo sacaba la verga mi conchita y me la ponía en medio de mis tetas para decirme a gritos "me vengo puta…..toma mi leche….tállame la verga con tus enormes tetas………me vengoooo!!!!!!" enseguida empezó a soltar una gran cantidad de mecos que cayeron por todas mis tetazas alcanzando incluso mi cara y mi cabello.
Yo como toda una puta profesional con mi boca empecé a limpiarle su verga que ahora se veía flácida pero que aún palpitaba y soltaba leche, por lo que me la tragué todita sin derramar una gota.
Enseguida me di cuenta que sorprendentemente la verga se le empezó levantar de nuevo (se notaba que Pablo hacía mucho que no se había acostado con nadie o que más bien no acababa de creer que fuera a mi a la puta que se estaba cogiendo) yo me espanté porque ya no faltaba mucho para que llegara mi novio a su oficina (de lo contrario yo también hubiera seguido cogiendo todo el día con él), así que aprovechando que Pablo tenía los ojos semicerrados, tomé mi blusa, mi sujetador y mi bolsa y corrí al elevador que afortunadamente abrió de inmediato. Pablo se levantó medio aletargado pero confundido de no sentir mi lengua en su garrote que ya estaba otra vez totalmente parado y me vio subirme al elevador, el cual instantes antes de que se cerrara me quité mi tanguita y dándole un beso se las aventé para que tuviera un recuerdo de mi.
Ya adentro del elevador me empecé a limpiar con mi propia blusita los restos de semen que habían quedado regados por mis tetas y mi cara. Mientras rogaba no encontrarme en el elevador con mi novio y pensaba de qué manera iba a llegar a mi casa, puesto que vestida de esta manera me iba a volver a enfrentar a la situación que viví cuando había llegado. De pronto se me ocurrió una idea y le hablé de mi celular a mi novio diciéndole que iba a salir a hacer algunas compras y que ocupaba su carro y que para evitarme subir hasta su oficina me dejara las llaves con el guardia que estaba en la planta baja del edificio. El me contestó y me dijo que precisamente en esos momentos iba llegando al edificio y que no había problema y que me dejaría las llaves con don Manuel que es un señor como de unos 60 años.
En cuanto bajé del elevador me topé con don Manuel quien me dijo, "su novio me acaba de dejar las llaves de su carro y no se preocupe……no le comenté que usted había estado aquí". Yo le pregunté que cómo era posible que se acordara que yo había subido hace unas 2 horas, a lo que él me contestó dándome las llaves "señorita, es imposible no fijarse en una mujer tan hermosa como usted y más cuando anda vestida como una verdadera puta…y tomé (me dijo dándome un pañuelo) para que se termine de limpiar lo que trae en el cabello y lo manchado de su blusa…." Yo no pude decirle nada, se había fijado que todavía traía semen en mi cabello y que la blusita se transparentaba por lo mojada que había quedado del mismo semen que me había regado Pablo, por lo que tampoco dije nada cuando empezó a tocarme mis tetas con una mano mientras con la otra me agarraba el culo y me decía "por ahora ya váyase, parece que ya tuvo una buena dosis de verga, otro día me pagará el favor….."
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