Probá, y después decime si te gusta o no (I):
http://www.poringa.net/posts/relatos/3433516/Proba-y-despues-decime-si-te-gusta-o-no-I.html
Probá, y después decime si te gusta o no (II):
http://www.poringa.net/posts/relatos/3435783/Proba-y-despues-decime-si-te-gusta-o-no-II.html
Mis labios no dejaban de probar a aquella morocha de cabello lacio, oscuro como la noche. Besaba sus labios, su cuello, sus tetas. ¡Ay, esas tetas! Tentación divina con la cual pequé. Sus pezones marrones, duros. Tiempo pasó de aquella noche y aún me estremezco al recordarla.
Mientras ella y yo nos besábamos, la dureza de la pija que acompañaba el encuentro se abría camino, centímetro a centímetro, dentro de mí. Con algo de dolor al principio, con absoluto placer en unos pocos minutos más. Penetró suavemente mi esfínter.
Si el Valhalla o cualquier otro paraíso existe se debe sentir como sentí aquella noche. Ella era mi propia valquiria llevándome al orgasmo ofreciéndome sus tetas y compartiendo el miembro viril de su compañero.
Fue así que le saqué otro orgasmo, lamiendo de ese par que me tenía hipnotizada mientras ella se penetraba con el juguete que acompañaba la reunión. Él fue testigo del simultáneo clímax al que llegaron las dos mujeres que le brindaban el íntimo espectáculo.
Tres cuerpos dándose placer, tres cuerpos exhaustos se desplomaron en la cama. Solo unos pocos segundos hasta que ella y yo decidimos que era hora de compartir aquel falo en un memorable fellatio que lo llevó a una nueva descarga láctea.
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Probá, y después decime si te gusta o no (II):
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Mis labios no dejaban de probar a aquella morocha de cabello lacio, oscuro como la noche. Besaba sus labios, su cuello, sus tetas. ¡Ay, esas tetas! Tentación divina con la cual pequé. Sus pezones marrones, duros. Tiempo pasó de aquella noche y aún me estremezco al recordarla.
Mientras ella y yo nos besábamos, la dureza de la pija que acompañaba el encuentro se abría camino, centímetro a centímetro, dentro de mí. Con algo de dolor al principio, con absoluto placer en unos pocos minutos más. Penetró suavemente mi esfínter.
Si el Valhalla o cualquier otro paraíso existe se debe sentir como sentí aquella noche. Ella era mi propia valquiria llevándome al orgasmo ofreciéndome sus tetas y compartiendo el miembro viril de su compañero.
Fue así que le saqué otro orgasmo, lamiendo de ese par que me tenía hipnotizada mientras ella se penetraba con el juguete que acompañaba la reunión. Él fue testigo del simultáneo clímax al que llegaron las dos mujeres que le brindaban el íntimo espectáculo.
Tres cuerpos dándose placer, tres cuerpos exhaustos se desplomaron en la cama. Solo unos pocos segundos hasta que ella y yo decidimos que era hora de compartir aquel falo en un memorable fellatio que lo llevó a una nueva descarga láctea.
8 comentarios - Probá, y después decime si te gusta o no - Final
"Si el Valhalla o cualquier otro paraíso existe se debe sentir como sentí aquella noche. Ella era mi propia valquiria llevándome al orgasmo ofreciéndome sus tetas y compartiendo el miembro viril de su compañero."