Hacerlo en un lugar público siempre había sido una de mis fantasías pero nunca me había atrevido a
hacerla realidad hasta aquella tarde. Por aquél entonces salía con Juan, aunque no era oficialmente mi novio.
Salíamos, nos
divertíamos y, sobre todo, garchabamos donde fuera. Cualquier momento y lugar nos parecía adecuado para
meternos mano y quitarnos la ropa.
Una tarde quedamos para ir al cine. A pesar de ser una peli a la tarde, la sala estaba prácticamente
vacía de espectadores así que aprovechamos a sentarnos en última fila alejados de todos los demás a
petición de Juan. Imaginaba por qué me lo había propuesto pero nunca pensé que llegaríamos
tan lejos.
Las luces se apagaron y comenzó la película. Hoy soy incapaz de recordar cuál era. Cuando apenas
llevábamos 20 minutos de la película noté cómo Juan comenzó a acariciarme la pierna. Era una
tarde de calor y yo llevaba vestido corto y sin tanga. Se acercó a mí y empezó a besarme el
cuello mientras iba subiendo su mano lentamente por mi muslo. Esto me excitó muchísimo. Lo que
menos me apetecía en aquel momento era ver la película.
Pero sus manos no se detuvieron en mi muslo, continuaron su camino hasta que las noté ya justo
debajo de lo que seria mi tanga, que en esos momentos estaba ausente jajaja. Juan introdujo sus dedos y comenzó a tocarme toda la concha. Los deslizó con delicadeza pero no tardó en frotar mi clítoris con intensidad. Al hacerlo se me
estremeció todo el cuerpo. Mi vagina comenzó a humedecerse, estaba tremendamente caliente así que
me acerqué más a él para susurrarle al oído lo mucho que me excitaba.
– Así… Mmmm… Segui, Segui forro, Estoy con unas ganas tremendas de tu pija…¡Meteme ya 3 dedos porfavor, ya!
A él le encantaba que le suplicase que me masturbase allí delante de todos, por lo que no tardó en
meterme tres de sus dedos dentro de mi vagina bien adentro. Sentí que iba a acabar ahi mismo,
en mitad de una sala de cine. Mis ojos seguían mirando la pantalla que justo en aquél momento
tenía lugar una escena erótica. Lo que hizo que me excitase más todavía y estiré mi mano
metiéndola por dentro del pantalón de Juan. Le agarré bien de la pija, notándola dura y caliente
bajo mi mano y luego la deslicé hasta los huevos, para acariciárselos suavemente.
Estuvimos así unos instantes masturbándonos mutuamente hasta que por fin acabe con sus dedos.
Me mordía los labios con fuerza para contener mis gemidos pero no puede evitar que se me
escapara un grito de placer final al alcanzar el clímax. Era posible que el resto de espectadores
piensen lo que estábamos haciendo pero eso solo servía para que me pusiese más caliente.
Me estiré sobre el sillón con las piernas abiertas para recuperar el aliento. Juan aprovechó ese
pequeño descanso para sacarse la verga fuera de los pantalones. Entre la oscuridad la observaba, ahi, toda
grande y dura. Me incliné sobre él sacando mi culo en pleno esplendor y abrí bien la boca para empezar a
chupársela. Era tan grande que tuve que hacer un esfuerzo para poder metérla entera dentro de la
boca hasta que noté cómo la punta me llegaba hasta la garganta. Apreté bien mis labios y comencé a
deslizarlos de arriba a abajo. Mientras mi mano derecha la agarraba para mantenerla firme, la
izquierda se dedicaba de lleno a sus testículos.
Sabía muy bien cómo le gustaba a Juan que se la chupase, así que aumenté el ritmo y se la chupé
más rápido. Él soltaba un gemido de vez en cuando mientras me sujetaba fuerte de la cabeza para que no me sacase su verga de la boca, cosa que no iba a hacer, estaba disfrutando a mil esa tremenda pija. De repente, noté cómo se estremeció y me agarró del pelo,
tirando de él mientras me avisaba entre susurros que iba a acabar. Pero no paré, seguí
chupándosela hasta que acabo dentro de mi boca y me tragué su leche caliente. Soltó tanto chorro
que noté cómo me caía por la comisura de los labios, toda esa leche rica.
Admitir que me toque recordando esto, momentos mas morbosos pase, espero que este se repita otra vez.
OTROS POST:
Aventura en el trabajo
mi primer relato, cuento una aventura que tuve con un compañero de la oficina donde actualmente trabajo
Se la chupe a mi jefe un viejo pijudo
Relato donde cuento cuando se la chupe a mi jefe un viejo hermoso, con alta pija
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hacerla realidad hasta aquella tarde. Por aquél entonces salía con Juan, aunque no era oficialmente mi novio.
Salíamos, nos
divertíamos y, sobre todo, garchabamos donde fuera. Cualquier momento y lugar nos parecía adecuado para
meternos mano y quitarnos la ropa.
Una tarde quedamos para ir al cine. A pesar de ser una peli a la tarde, la sala estaba prácticamente
vacía de espectadores así que aprovechamos a sentarnos en última fila alejados de todos los demás a
petición de Juan. Imaginaba por qué me lo había propuesto pero nunca pensé que llegaríamos
tan lejos.
Las luces se apagaron y comenzó la película. Hoy soy incapaz de recordar cuál era. Cuando apenas
llevábamos 20 minutos de la película noté cómo Juan comenzó a acariciarme la pierna. Era una
tarde de calor y yo llevaba vestido corto y sin tanga. Se acercó a mí y empezó a besarme el
cuello mientras iba subiendo su mano lentamente por mi muslo. Esto me excitó muchísimo. Lo que
menos me apetecía en aquel momento era ver la película.
Pero sus manos no se detuvieron en mi muslo, continuaron su camino hasta que las noté ya justo
debajo de lo que seria mi tanga, que en esos momentos estaba ausente jajaja. Juan introdujo sus dedos y comenzó a tocarme toda la concha. Los deslizó con delicadeza pero no tardó en frotar mi clítoris con intensidad. Al hacerlo se me
estremeció todo el cuerpo. Mi vagina comenzó a humedecerse, estaba tremendamente caliente así que
me acerqué más a él para susurrarle al oído lo mucho que me excitaba.
– Así… Mmmm… Segui, Segui forro, Estoy con unas ganas tremendas de tu pija…¡Meteme ya 3 dedos porfavor, ya!
A él le encantaba que le suplicase que me masturbase allí delante de todos, por lo que no tardó en
meterme tres de sus dedos dentro de mi vagina bien adentro. Sentí que iba a acabar ahi mismo,
en mitad de una sala de cine. Mis ojos seguían mirando la pantalla que justo en aquél momento
tenía lugar una escena erótica. Lo que hizo que me excitase más todavía y estiré mi mano
metiéndola por dentro del pantalón de Juan. Le agarré bien de la pija, notándola dura y caliente
bajo mi mano y luego la deslicé hasta los huevos, para acariciárselos suavemente.
Estuvimos así unos instantes masturbándonos mutuamente hasta que por fin acabe con sus dedos.
Me mordía los labios con fuerza para contener mis gemidos pero no puede evitar que se me
escapara un grito de placer final al alcanzar el clímax. Era posible que el resto de espectadores
piensen lo que estábamos haciendo pero eso solo servía para que me pusiese más caliente.
Me estiré sobre el sillón con las piernas abiertas para recuperar el aliento. Juan aprovechó ese
pequeño descanso para sacarse la verga fuera de los pantalones. Entre la oscuridad la observaba, ahi, toda
grande y dura. Me incliné sobre él sacando mi culo en pleno esplendor y abrí bien la boca para empezar a
chupársela. Era tan grande que tuve que hacer un esfuerzo para poder metérla entera dentro de la
boca hasta que noté cómo la punta me llegaba hasta la garganta. Apreté bien mis labios y comencé a
deslizarlos de arriba a abajo. Mientras mi mano derecha la agarraba para mantenerla firme, la
izquierda se dedicaba de lleno a sus testículos.
Sabía muy bien cómo le gustaba a Juan que se la chupase, así que aumenté el ritmo y se la chupé
más rápido. Él soltaba un gemido de vez en cuando mientras me sujetaba fuerte de la cabeza para que no me sacase su verga de la boca, cosa que no iba a hacer, estaba disfrutando a mil esa tremenda pija. De repente, noté cómo se estremeció y me agarró del pelo,
tirando de él mientras me avisaba entre susurros que iba a acabar. Pero no paré, seguí
chupándosela hasta que acabo dentro de mi boca y me tragué su leche caliente. Soltó tanto chorro
que noté cómo me caía por la comisura de los labios, toda esa leche rica.
Admitir que me toque recordando esto, momentos mas morbosos pase, espero que este se repita otra vez.
OTROS POST:
Aventura en el trabajo
mi primer relato, cuento una aventura que tuve con un compañero de la oficina donde actualmente trabajo
Se la chupe a mi jefe un viejo pijudo
Relato donde cuento cuando se la chupe a mi jefe un viejo hermoso, con alta pija
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4 comentarios - Pete en el cine con Juan