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Recuerdo tatuada

Vuelvo a subir este relato relámpago que subi ayer, pero que hubo problemas con la página. 



link: https://youtu.be/tPgf_btTFlc





De alguna manera (o de todas) el tatuaje es un fetiche.

A algunos les calienta, a otros no. 
Es tambien una forma de expresarse con el cuerpo. Un grito de libertad o una armadura que nos protege de las miradas del mundo exterior que siempre son de alguna manera (o de todas), amenazantes. Todas esas cosas juntas y mucho más, que obviamente a mi no se me pueden ocurrir porque mi piel es virgen de tinta, es la pintura bajo la piel. 
Pero para mi el tatuaje es ella. Hace un rato tuve una conversación al respecto con un usuarie de P! y de repente volvió a mi su recuerdo. Y sentí la necesidad de escribir estas líneas. Así, un poco sucias, un poco desprolijas como era ella. 
La evoco y me vuelve a la memoria el aroma de su piel. La penumbra de ese cuarto de rockera adulta, digna de la madre treintañera punky que era. Posters mezclados con cremas y tuqueras con remedios para la tos. El frío que mitigábamos con una inocente y ridícula estufa eléctrica a la que no le funcionaba un tubo y que no hacía más que proveernos la única fuente de luz en esa noche de perros. La botella de licor de café que sacó de no sé donde y que tomábamos del pico para dejar de tiritar. La lluvia y el  viento helado moviendo la ventana. Las sábanas gruesas y toscas. Las mantas de lana cuadrillé verde que picaban sobre la piel desnuda. Ese disco de Pixies que se repetía incansable...
Su piel bella, desprolija, sin maquillajes. Sus besos anhelantes. Su voz jadeante. Sus tetas chicas con pezones oscuros. Un tatuaje de una letra china sobre su teta derecha, envolviéndole el pezón y mientras se la chupo le pregunto qué significa. 
- Zhong, la muerte.- me dice moviéndose caliente entre mi lengua y mi verga que se queda en el fondo de su concha mientras tomo aire y la chupo. 
- Adoro la muerte.- le digo y me meto el pezón duro como una piedra dentro de la boca y lo succiono haciéndolo parar más todavía. 
Me exige que la coja. Fuerte, que deje todo lo que tengo en su entrepierna. Sudo y tengo frío y siento que esa bella mujer es un tosco diamante en bruto entre mis brazos. 
- Dale loco, ponémela fuerte.- me dice y apuro el ir y venir dentro de su cajeta llena de flujos. Escucho ese ruido acuoso venir desde abajo de las sábanas. Está empapándome los huevos con sus efluvios y me clava las uñas pintadas de negro en la espalda. Gritamos juntos onomatopeyas de placer. Ella tira hacia atrás la cabeza y acaba con los ojos cerrados, alejando su cara de mi, como queriendo ese momento solo para ella.  
Espero y la sigo cogiendo cuando recobra el aliento y abre los ojos. Despues de un rato le pido que me la chupe. Me siento un poco cansado. Lo hace a desgano, pero acabo finalmente después de como una hora desde que empezamos. Siempre me pasa la primera vez con cualquier persona. 
- No es un poco fuerte tatuarte la muerte en la teta?- le pregunto con verdadera intriga acostados boca arriba mientras escuchamos la música y la lluvia en la ventana.
- Me gusto y quería una letra china. Es un recuerdo de que está ahí todo el tiempo. - 
- Tenés más?. Inquiero sobre mas tatuajes porque todavía no he visto su cuerpo desnudo  entre el frío y la oscuridad. 
- 11-
-Puedo verlos? le digo. 
- Buscalos...- me contesta entre burlona y un poco calentándose de nuevo. 
Se pone boca arriba, como guiándome en la búsqueda. Se ve que quiere que vea alguno antes que otro. 
Provisto de mi celular acepto el desafío y prendiendo la linterna me sumerjo entre las mantas y sábanas a descubrir qué hay en ese hermoso cuerpo. 
En la penunbra, con mi luz celular, empiezo por los pies. Asi de metódico soy.
En el tobillo derecho, en la parte interna y rodeándolo por encima, en letras muy chiquitas encuentro "flema" con las letras de la banda. 
- Es el primero.- me dice, me lo hice a los quince y sin permiso. Le doy un beso sobre él y sigo. La verdad es que nunca me gusto Flema. 
Siento bajo las sábanas el olor de su sexo húmedo que me inunda y me caliento nuevamente. Veo su concha depilada encima un poco abierta y la beso antes de seguir mi búsqueda. 
En el otro pie (el izquierdo) una lluvia de estrellas que suben desde el dedo gordo hasta llegar a media canilla. Estrellitas de diferentes tamaños, todas negras, todas de cinco puntas. 
Le empieza a chupar los dedos de los pies. Me calienta hacerlo. Le paso la lengua arriba y abajo por las estrellas. Ella se toca un poco. La escucho jadear y estiro la mano hasta llegar a su concha nuevamente húmeda. Siento su dedo índice sobre el clítoris. La ayudo. Ella me lo guía hacia el interior de su concha. Lo meto y se me enchastra al instante de sus flujos mientras ella sigue con su caricia. Con el dedo dentro de su concha sigo chupando los dedos de su pie. 
Dejo sus pies y subo. En su muslo, del lado delantero encuentro un dibujo que creo conocer pero no se de donde. Una serie de triángulos se convierten poco a poco en aves que emprenden vuelo hacia su entrepierna. 
Le digo que me parece conocido ese dibujo. 
- Escher loco.- me dice sin agregar nada. 
Yo beso su muslo despacio y sigo camino directo a su cajeta lampiña. Me gusta su concha sin pelos. Hace un rato me dijo que es higiene. Las razones no me importan. Sí su clítoris enorme que se pone duro como una pija pequeña. Hundo a la vez mi pera en su concha. Sus grandes labios abren paso y lleno mi cara de sus flujos nuevos.
Subo un poco y veo una especie de árbol que nace en su pubis y crece hasta el ombligo. Es como una especie de enredadera con rosas negras. Está hecho sobre la cicatriz de una cesárea. Beso el árbol negro mientras meto dos dedos en la concha, pajeándola fuerte y ella con la cabeza hacia atrás gozando de la caricia. Vuelvo a chuparle la teta tatuada. Me ancanta su pezón entre mis labios.
Siento que esa mujer me encanta. La veo gozar de manera desvergozada con mis dedos dentro suyo. La música, la lluvia, la penumbra. El olor de su piel. 
Me pongo otro forro y la cojo. Detrás de su oreja derecha hago otro descubrimiento. Una media luna pequeña. No pregunto por la razón, prefiero el misterio y meter la lengua en su oreja. Ella se calienta con esa novedad. Se mueve enloquecida con mi verga dentro. Yo vuelo de placer
E increíblemente acabamos casi juntos.
Nos miramos intrigados por el casi milagro y nos reimos resoplando. 
Nos volvemos a acostar boca arriba. Le apoyo la cabeza en un hombro. Ella me deja. Veo en uno de sus antebrazos un nombre. "David". 
- Tu novio?- Pregunto torpe. 
- Mi hijo. No seas boludo, como me voy a tatuar el nombre de un chabón....- me pone en la buena senda. 
- Sos religiosa vos? le pregunto intrigado por algo que creía muy improbable. 
- Le gustaba al padre.- explica de mala gana, como que me estoy metiendo en cosas que no me interesan. 
- Date vuelta que me faltan cuatro todavía.- le digo cambiando de tema y volviendo a mi tarea investigativa.
Lo primero que me llama la atención es un rectángulo negro, oscuro, justo en medio de la espalda. Paso mi mano por encima. Siento su piel gruesa y transpirada bajo mi palma. Su respiración haciendo subir y bajar la espalda. Sus brazos a los costados. Su culo redondo y grande.
- Otra vez Escher? pregunto sabiendo que digo una pavada.
- No te importa. - me responde.
Empiezo a bajar, quiero besarle el culo. En el camino me encuentro el mismo árbol del pubis, pero sin relleno, solo la silueta. Como si no estuviese terminado. Allí donde termina la espalda y empieza el culo. Lo beso también. Y bajando me adentro en su ojete con mi lengua. Ella se deja . Le gusta. Yo jugueteo con su ano un rato largo. De a poco acariciándole la concha suavemente. Ella mueve las nalgas abiertas. Levanta la cadera para dejarme mejor acceso. Se revuelve con mi lengua en el orto. Otra vez caliente me pide que se la ponga en el ojete.
- Ponemela en el ojete.-
Y busca el último forro que nos quedaba de los que compramos en el kiosco de la esquina antes de entrar a su casa.
Se puso en cuatro y abriendose las nalgas con las manos deja que le chupa por última vez llenándole el orto de mi saliva para lubricar y le apoye de verga en la entrada.
Solo tengo que empujar un poco y entra perfecta. La cojo despacio, no quiero hacerle daño. Ella goza y agradece abriéndose las nalgas. La agarro de los hombros y veo por fin los dos últimos tatuajes. En cada homóplato dos palabras. "Ahora"-"Nunca".
Acabo haciéndole el orto. Ella no, pero me dice que ya no tiene ganas.
Prende un porro y me dice si no quiero ver un rato una película. Prende la televisión sin esperar mi respuesta y acciona el play de la reproductora de DVD.
Es "El Club de la Pelea", está por la mitad, pero ella lo deja desde allí.
Fumando porro, escuchando la lluvia parar, esa película de los noventa nos vamos quedando dormidos.
Entre sueños veo el final con los dos viendo la ciudad enorme por la ventana en una noche estrellado con los PIxies de fondo. Acerca su boca a mi oído y me dice muy en voz baja siguiendo el diálogo de los actores:
- Everything's gonna be fine..- y cuando explota todo y el caos inicia:- Me conociste en un momento muy extraño de mi vida loco...- 



link: https://youtu.be/Y6rTPZGGHzI

8 comentarios - Recuerdo tatuada

BirreinadelSur +1
Hoy no tengo ya, tesoros que dejar. Pero sepa que sigo manteniendo la opinión. Bella evocación.
paspadohastalos +1
lo se y sepa usted que el agradecido soy yo, hay cosas mucho mas valiosas que los tesoros.
BirreinadelSur +1
@paspadohastalos le dejo un beso! o 10 jajajajjaj
paspadohastalos
10 esta bien...
Pervberto +1
Esmeradísmo, como va de suyo.

¿"Come on Pilgrim"?
paspadohastalos +1
muchas gracias!
Lady_GodivaII
envidio como puede crear esos climas y climax
paspadohastalos +1
gracias mi Lady! siempre exagerando usted en los elogios. el dedo hacia abajo fue error de tipeo
putita_linda +1
Van 10 porque más no se puede! Que lindo encontrarte en P!
paspadohastalos +1
gracias! igualmente suena a formal, pero es asi con usted.
grancucon
¡¡¡ Grande genio, inspirador relato ....Gracias por compartir...!!!!
Marupi2
guau...cuanto placer dibujado