Hola a todos y todas, el día de hoy les quiero contar de mi segunda experiencia de morbo con un hombre.
Todo empezó un día que conocí a un chico de mi universidad y que es abiertamente gay. Nos conocimos por pura casualidad, sin embargo, después de una media hora hablando, la conversación comenzó a subir de tono. Por alguna razón el me empezó a preguntar por mi vida sexual, y yo le seguí la corriente, lo que conllevo a que yo le contara mi experiencia mamando verga, la cual fue la primera vez con un hombre y que he publicado previamente.
Al parecer, a medida que le fui contando el se fue calentando poco a poco, y aunque al principio habíamos mantenido una conversación tranquila, el se animo a insinuarme que quería una mamadita, y como mi anterior experiencia había sido grata, no vacilé mucho en aceptar la propuesta. Sin embargo, no se nos ocurrió ningún lugar apropiando en el que pudiéramos estar tranquilos y yo le pudiera mamar la verga, así que por el momento solo intercambiamos números.
Durante la semana hablamos un par de veces por whatsapp, conversaciones llenas de morbo y en las que el me insinuaba que seria rico no solo una mamada, sino también darme verga en mi colita. La verdad yo tenia muchas ganas de probar el sexo anal, aunque me hacia el difícil al principio.
El principal miedo que tenia era el dolor que se pudiera sentir, pero eso no quitaba mis ganas de sentir una verga calientita dentro de mi ano, así que siguiéndole la cuerda, acordamos que iríamos un día a un motel para estar tranquilos y poder follar rico. Ademas, yo le había comentado que no me depilaba, pero el insistió que para el día que nos viéramos, me depilara el ano y la verga, lo cual también acepte.
Fijamos el día en que nos íbamos a ver, así que el día anterior corte mis pelos con tijeras y el día de la cita como tal, a la hora de bañarme me rasure el ojete con una cuchilla de afeitar y trate de asearme lo mejor posible. Haciendo esto me sentía como toda una perra, sentía la piel de mi ano super suave y me daban muchas ganas de que una verga se deslizara hacia el interior y me hiciera sentir muy rico. Toda la mañana estuve fantaseando con tener una tanga super sexy para ponérmela y sentir el hilo metiéndose en mi culito depilado, lastima que no tenia este tipo de ropa.
Llegó la hora del encuentro y nos vimos en la universidad para salir juntos hacia el motel, caminamos varias cuadras buscando la dirección de un sitio que habíamos buscado en Internet, sin embargo, no logramos encontrarlo y nos perdimos. Debido a esto, nos desesperamos un poco, y a el se le ocurrió la idea de ir a unas cabinas de gloryhole que conocía que que no quedaban tan lejos, y como no pudimos encontrar e motel, yo acepte.
Las cabinas quedaban en un sitio muy discreto, en el tercer piso de un edificio que aparentaba estar abandonado. Subimos, entramos al sitio como tal y detallamos el lugar. Estaba conformado por varias cabinas y en cada una había un computador con porno gay. Ademas, en la división entre cabina y cabina había un hueco redondo a la altura del pene, los famosos gloryhole. Este lugar era perfecto para dar una mamada, sin embargo, yo quería era ser desvirgado.
Entramos cada uno a una cabina que se conectaban, el asomó su pene flácido por el gloryhole e inmediatamente yo me abalance a mamar esa verga como toda una perra hambrienta. Empecé a sentir como crecía su verga en mi boca hasta quedar completamente dura, sin embargo no era una verga muy grande, era mas bien de un tamaño mediano o pequeño. En ese momento me decepcioné un poco porque me gusta sentir algo mas grande en la boca, no obstante, inmediatamente pensé que esa verga pequeña estaba perfecta para desvisgarme y que no me doliera tanto.
Se la mame un rato pero le dije que quería que me penetrara, a lo que el respondió que para estar mas cómodos podíamos estar en la sala común del sitio en el que estábamos. En ese momento no entendí muy bien a que se refería, pero salimos cada uno de su cabina y el me llevo por un pasillo que conducía a un salón con unos sofás y un televisor grande en donde se estaba trasmitiendo porno gay. Me comento que en esta sala podíamos tener sexo, lo cual dude un poco porque aunque estaba sola, la puerta daba hacia el pasillo y cualquiera que pasara nos podía ver.
Sin importar esto, entramos y nos sentamos juntos mirando hacia el televisor, yo aun estaba dudoso de que en dicho salón se pudiera tener sexo, así que estaba un poco tímido, pero después de unos minutos de ver el porno del televisor me volví a calentar, así que no me importo nada y le saque la verga a mi amigo para seguir mamandosela.
Unos minutos después, entro como si nada otro hombre a la sala y simplemente se sentó y se quedó mirando la mamada que yo hacia, al principio fue incomodo para mi, pero cada vez aumentaba mas mi morbo así que me dejó de importar y me empecé a desnudar y a desnudar a mi amigo. Instantes después el estaba totalmente desnudo, yo estaba en calzoncillos y mamandosela como toda una actriz porno, y el otro sujeto mirándonos con mucho morbo.
No se si el desconocido se llegó a sentir incomodo pero se fue al rato, cosa que ni siquiera noté, solo en un momento que me pare para quitarme mi ropa interior. Ya estando desnudos los dos, yo tenia muchas ansias por ser penetrado, así que mi compañero se puso el condón y empezamos a intentar la penetración.
En principio intenté sentarme encima de su verga, sin embargo no entró, intentamos un par de posiciones mas y no lo lográbamos, ni siquiera yo apoyándome contra una pared.
Al ver esto, se nos ocurrió que podía entrar mas fácil si me ponía en cuatro, así que me puse en cuatro y me sentía super perra exponiendo todo mi ano ante la verga de mi amigo. En ese momento entró otro sujeto diferente que, al ver el espectáculo que estábamos protagonizando, también se que sentó como espectador. En ese momento me sentía la mas perra del mundo, ademas, en esta posición empezó a entrar de a poquitos, al principio sentía super rico, sin embargo, a medida que iba entrando sentía un pequeño ardor como si me estuviera desgarrando. Esto no me importo, pues era mas mi calentura, así que yo pedía a mi amigo que por favor me la metiera mas. A medida que entraba, me dolía mas y mas, pero a la vez sentía algo super rico, tanto así que le pedí que me nalgueara. Me dio dos palmadas super ricas que aumentaron mi excitación a niveles impensables, era una situación muy excitante, una verga entrando en mi ano y un tipo mirando todo con mucho morbo.
Mi amigo me dio rico en cuatro durante un rato, pero el material del sofá en el que estábamos hacia un poco incomoda la postura, así que decidimos que era hora de volverlo a intentar de otra manera. El se sentó y yo me volví sentar encima de el, en esta ocasión si me pudo penetrar. Estando en esta posición, y con el otro sujeto mirando todo mi cuerpo con mucho morbo, empecé a cabalgar como una puta, al la vez que mi pene se movía hacia arriba y hacia abajo debido a mis movimientos.
Sintiendo esa verga atascado en mi culo, empecé a masturbarme, hasta que el momento mas rico llegó cuando me vine teniendo esa verga dura adentro, fue una sensación bastante rica. No obstante, mi compañero no se alcanzó a venir, tengo que aceptar que mi excitación me ganó e hizo que yo me viniera mucho mas rápido de lo normal.
Cuando me corrí, nos acomodamos y yo fui al baño que estaba al lado de dicho salón para lavarme el semen de mis manos y mi torso. Cuando volví a la sala, mi compañero se estaba vistiendo y el otro sujeto se quedó mirándome fijamente, se acercó sin decir nada, tomó mi mano y la llevo hacia su pantalon y empezó a hacer movimientos con mi mano encima de su pene. Me dieron muchísimas ganas de bajarle ahí mismo los pantalones y mamársela, ya que se le sentía un paquete grande y rico. Sin embargo, por respeto a que iba con mi amigo, me negué y simplemente me vestí y abandonamos el lugar.
Este fue el relato de mi primer penetrada anal, espero que les haya gustado y que comenten. Recuerden que este relato es 100% real, y que si les gusta, puedo seguir publicando mis relatos para que se deleiten y morboseen un rato. Por ultimo, quiero contar que aunque me han dado ganas de ir después a este sitio solo para ver si se la mamo a algún desconocido o si sucede algo mas, nunca lo hice realidad, y luego me enteré que unos meses después cerraron estas cabinas.
Todo empezó un día que conocí a un chico de mi universidad y que es abiertamente gay. Nos conocimos por pura casualidad, sin embargo, después de una media hora hablando, la conversación comenzó a subir de tono. Por alguna razón el me empezó a preguntar por mi vida sexual, y yo le seguí la corriente, lo que conllevo a que yo le contara mi experiencia mamando verga, la cual fue la primera vez con un hombre y que he publicado previamente.
Al parecer, a medida que le fui contando el se fue calentando poco a poco, y aunque al principio habíamos mantenido una conversación tranquila, el se animo a insinuarme que quería una mamadita, y como mi anterior experiencia había sido grata, no vacilé mucho en aceptar la propuesta. Sin embargo, no se nos ocurrió ningún lugar apropiando en el que pudiéramos estar tranquilos y yo le pudiera mamar la verga, así que por el momento solo intercambiamos números.
Durante la semana hablamos un par de veces por whatsapp, conversaciones llenas de morbo y en las que el me insinuaba que seria rico no solo una mamada, sino también darme verga en mi colita. La verdad yo tenia muchas ganas de probar el sexo anal, aunque me hacia el difícil al principio.
El principal miedo que tenia era el dolor que se pudiera sentir, pero eso no quitaba mis ganas de sentir una verga calientita dentro de mi ano, así que siguiéndole la cuerda, acordamos que iríamos un día a un motel para estar tranquilos y poder follar rico. Ademas, yo le había comentado que no me depilaba, pero el insistió que para el día que nos viéramos, me depilara el ano y la verga, lo cual también acepte.
Fijamos el día en que nos íbamos a ver, así que el día anterior corte mis pelos con tijeras y el día de la cita como tal, a la hora de bañarme me rasure el ojete con una cuchilla de afeitar y trate de asearme lo mejor posible. Haciendo esto me sentía como toda una perra, sentía la piel de mi ano super suave y me daban muchas ganas de que una verga se deslizara hacia el interior y me hiciera sentir muy rico. Toda la mañana estuve fantaseando con tener una tanga super sexy para ponérmela y sentir el hilo metiéndose en mi culito depilado, lastima que no tenia este tipo de ropa.
Llegó la hora del encuentro y nos vimos en la universidad para salir juntos hacia el motel, caminamos varias cuadras buscando la dirección de un sitio que habíamos buscado en Internet, sin embargo, no logramos encontrarlo y nos perdimos. Debido a esto, nos desesperamos un poco, y a el se le ocurrió la idea de ir a unas cabinas de gloryhole que conocía que que no quedaban tan lejos, y como no pudimos encontrar e motel, yo acepte.
Las cabinas quedaban en un sitio muy discreto, en el tercer piso de un edificio que aparentaba estar abandonado. Subimos, entramos al sitio como tal y detallamos el lugar. Estaba conformado por varias cabinas y en cada una había un computador con porno gay. Ademas, en la división entre cabina y cabina había un hueco redondo a la altura del pene, los famosos gloryhole. Este lugar era perfecto para dar una mamada, sin embargo, yo quería era ser desvirgado.
Entramos cada uno a una cabina que se conectaban, el asomó su pene flácido por el gloryhole e inmediatamente yo me abalance a mamar esa verga como toda una perra hambrienta. Empecé a sentir como crecía su verga en mi boca hasta quedar completamente dura, sin embargo no era una verga muy grande, era mas bien de un tamaño mediano o pequeño. En ese momento me decepcioné un poco porque me gusta sentir algo mas grande en la boca, no obstante, inmediatamente pensé que esa verga pequeña estaba perfecta para desvisgarme y que no me doliera tanto.
Se la mame un rato pero le dije que quería que me penetrara, a lo que el respondió que para estar mas cómodos podíamos estar en la sala común del sitio en el que estábamos. En ese momento no entendí muy bien a que se refería, pero salimos cada uno de su cabina y el me llevo por un pasillo que conducía a un salón con unos sofás y un televisor grande en donde se estaba trasmitiendo porno gay. Me comento que en esta sala podíamos tener sexo, lo cual dude un poco porque aunque estaba sola, la puerta daba hacia el pasillo y cualquiera que pasara nos podía ver.
Sin importar esto, entramos y nos sentamos juntos mirando hacia el televisor, yo aun estaba dudoso de que en dicho salón se pudiera tener sexo, así que estaba un poco tímido, pero después de unos minutos de ver el porno del televisor me volví a calentar, así que no me importo nada y le saque la verga a mi amigo para seguir mamandosela.
Unos minutos después, entro como si nada otro hombre a la sala y simplemente se sentó y se quedó mirando la mamada que yo hacia, al principio fue incomodo para mi, pero cada vez aumentaba mas mi morbo así que me dejó de importar y me empecé a desnudar y a desnudar a mi amigo. Instantes después el estaba totalmente desnudo, yo estaba en calzoncillos y mamandosela como toda una actriz porno, y el otro sujeto mirándonos con mucho morbo.
No se si el desconocido se llegó a sentir incomodo pero se fue al rato, cosa que ni siquiera noté, solo en un momento que me pare para quitarme mi ropa interior. Ya estando desnudos los dos, yo tenia muchas ansias por ser penetrado, así que mi compañero se puso el condón y empezamos a intentar la penetración.
En principio intenté sentarme encima de su verga, sin embargo no entró, intentamos un par de posiciones mas y no lo lográbamos, ni siquiera yo apoyándome contra una pared.
Al ver esto, se nos ocurrió que podía entrar mas fácil si me ponía en cuatro, así que me puse en cuatro y me sentía super perra exponiendo todo mi ano ante la verga de mi amigo. En ese momento entró otro sujeto diferente que, al ver el espectáculo que estábamos protagonizando, también se que sentó como espectador. En ese momento me sentía la mas perra del mundo, ademas, en esta posición empezó a entrar de a poquitos, al principio sentía super rico, sin embargo, a medida que iba entrando sentía un pequeño ardor como si me estuviera desgarrando. Esto no me importo, pues era mas mi calentura, así que yo pedía a mi amigo que por favor me la metiera mas. A medida que entraba, me dolía mas y mas, pero a la vez sentía algo super rico, tanto así que le pedí que me nalgueara. Me dio dos palmadas super ricas que aumentaron mi excitación a niveles impensables, era una situación muy excitante, una verga entrando en mi ano y un tipo mirando todo con mucho morbo.
Mi amigo me dio rico en cuatro durante un rato, pero el material del sofá en el que estábamos hacia un poco incomoda la postura, así que decidimos que era hora de volverlo a intentar de otra manera. El se sentó y yo me volví sentar encima de el, en esta ocasión si me pudo penetrar. Estando en esta posición, y con el otro sujeto mirando todo mi cuerpo con mucho morbo, empecé a cabalgar como una puta, al la vez que mi pene se movía hacia arriba y hacia abajo debido a mis movimientos.
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Cuando me corrí, nos acomodamos y yo fui al baño que estaba al lado de dicho salón para lavarme el semen de mis manos y mi torso. Cuando volví a la sala, mi compañero se estaba vistiendo y el otro sujeto se quedó mirándome fijamente, se acercó sin decir nada, tomó mi mano y la llevo hacia su pantalon y empezó a hacer movimientos con mi mano encima de su pene. Me dieron muchísimas ganas de bajarle ahí mismo los pantalones y mamársela, ya que se le sentía un paquete grande y rico. Sin embargo, por respeto a que iba con mi amigo, me negué y simplemente me vestí y abandonamos el lugar.
Este fue el relato de mi primer penetrada anal, espero que les haya gustado y que comenten. Recuerden que este relato es 100% real, y que si les gusta, puedo seguir publicando mis relatos para que se deleiten y morboseen un rato. Por ultimo, quiero contar que aunque me han dado ganas de ir después a este sitio solo para ver si se la mamo a algún desconocido o si sucede algo mas, nunca lo hice realidad, y luego me enteré que unos meses después cerraron estas cabinas.
2 comentarios - Curioseando en una cabina de Bogotá