Rapidin en el baño

Una noche salimos un grupo de amigos a bailar como era costumbre. Al principio la noche era como cualquiera, nos divertíamos mucho y la estaba pasando bien. En un momento, me encontré en el medio de la pista con un chico que de chica me gustaba mucho. El tenia novia, asique nunca me dio bola. Yo estaba con una amiga que lo conocía bien. Se pusieron a charlar y yo volví con mis amigos. Ella volvió y me contó que se había separado. Ahí no pude evitarlo y volví para buscarlo. 

Me lo crucé y lo invité a bailar. Estuvimos un rato hasta que se dio cuenta que estaba interesada y me besó. Nos besamos con muchas ganas y yo me exité, hacia mucho tiempo que le tenía ganas. En un momento el pasó su mano por mi cola y yo lo dejé. En un momento también lo franelie un poco y la cosa se puso muy picante. Fuimos contra una pared y seguimos a los besos. La verdad no aguanté, estaba muy caliente, asique le dije que vayamos a un lugar con más libertad. El me agarró la mano y esperó el momento en que nadie nos viera y fuimos al baño. 

Ahí, entramos en uno de los baños, que por suerte estaba limpio y seguimos con lo nuestro. Ahí el me me levantó la remera y me manoseo las tetas mientras yo le abrí el cierre para acariciarle la pija. Me agaché y empecé a chuparsela. El gozaba mientras yo me llevaba su poronga hasta el fondo de la garganta. Después, me agarró me bajó el pantalón, me inclinó, me corrió la bombacha y empezó a cojerme. Apenas entrábamos los dos, pero había espacio suficiente para que me cogiera de manera furiosa. Era difícil no gemir para que no nos descubrieran. 

Cuando vi que estaba muy exitado, lo frené, lo senté y volví a llevarme su pija a la boca. Lo masturbe y le pasé la lengua hasta hacerlo acabar. Me la tragué toda y disimuladamente salimos de ahí. Después tuvimos algunos encuentros más convencionales, pero ese fue más que especial.