Recuerdo como si fuera hoy ese domingo a la tarde, cuando ambas estábamos solas, y tuvimos una larga charla por wsp.
Entre letras y audios me contó con lujos de detalles, esa tarde de sábado, donde definió que se había recibido de puta.
Recuerdo que me dijo... El víaje al centro se hizo interminable, habíamos quedado que nos veíamos, y decidimos si daba para un café o daba para coger.
Yo no tenía ninguna duda, continuaba su relato, que me lo iba a garchar toda la tarde, y estaba segura que él también pensaba eso... Mientras el viaje continuaba, sentía que mi concha estaba toda mojada, que mi cuerpo lo deseaba y que lo único que necesita era sus besos sus caricias y su verga.
Que relato de sábado caliente, yo presentía que otra vez terminaría acabando imaginar la situación. Esa morocha empezaba a ser parte de mis más calientes fantasías.
Me contó que llegó a una plaza muy conocida del centro y ahí estaba su nene.
Se vieron por primera vez cara a cara se saludaron y a los pocos segundos se estaban matando con un beso, ahí, adelante de todos.
Por mí parte, el pensar la situación de tanta pasión, llevó mi mano a la concha, la que noté mojada, y mis dedos empezaron a jugar, mientras continuaba leyendo.
Luego de ese beso y de estar ambos más que calientes, decidimos tomar un taxi e irnos al telo más cercano.
Eso le pedimos al taxista, que creo noto nuestra ansiedad descontrolada, aunque a pesar de eso solo hubo besos en ese viaje.
Luego me relato que llegaron al telo y que apenas cerraron la puerta de la habitación, descargaron en un beso esa ansiedad contenida.
A partir de ahí, me dijo, fui muy puta, y me encantó.
Esperaba ansiosa que me contara que de ese beso terminaron en la cama cogiendo como animales, pero nuevamente la morocha me iba a sorprender, mientras tanto, ya estaba cerca de mi primer orgasmo.
En un respiro de ese beso, me escribía nuevamente, donde las manos de ambos acaricibian cada parte sexual del otro, no se si me agache por decisión propia, o aproveche un empujoncito de él, pero lo cierto es que arrodillada, saque su pija del pantalón, estaba enorme, gruesa venosa, lista para todo, igual a las tantas fotos que me mandaba, igual de dura de como la veía e imaginaba cada vez que me pajeaba, y mi boca frente a ella, a punto de demostrarle que se la iba a chupar como tantas veces se lo había prometido y jurado.
Ahí, en ese punto mi cuerpo empezó a temblar, mis piernas se endurecieron y acabe, fuerte profundo,... Pensé en decircelo, pero tuve vergüenza, y luego de unos segundos, seguí leyendo.
No tarde nada en meterla en mi boca, saborearla, pasarle la lengua, descargar mi ansiedad de tanto tiempo pensando en este nene.
De la chupe como nunca lo había hecho, también hubo un momento en donde escuché sus gemidos, sus palabras. Juraba que nadie se la había chupado así, me trataba de puta, y yo me sentía muy muy puta, y esto recién empezaba.
No se cuanto tiempo pasó, hasta que agarro fuerte mi cabeza y fue él el que empezó a coger mi boca. Te juro amiga que no me entraba toda en la boca y eso que vos sabes que tengo boca grande.
Al rato note que estaba a punto de estallar, y decidí apretar más la boca y mirarlo más seguido a los ojos para que explote adentro, gimió, cada vez más fuerte y largo un tremendo chorro de leche, espesa caliente en mi boca. Cuando me asegure de que todo había quedado adentro de mi boca, salí de su pija, lo mire con la carita de puta y petera que tengo y le mostré la leche en mi boca. Aun sus piernas estaban temblando.
En ese instante gemi fuerte y acabe por segunda vez, dando gracias de estar sola y poder disfrutarlo de esa manera. Seguí leyendo.
Luego de eso, se la seguí chupando, para no dejar nada de leche en su pija, y el nene re feliz... Al ratito dura de vuelta...
Ahí termino el relato porque llegaba el marido, luego me contaría el resto..
Le dije que iba a pajearme. Me dijo yo también. No me anime a decirme que era por ella...
Entre letras y audios me contó con lujos de detalles, esa tarde de sábado, donde definió que se había recibido de puta.
Recuerdo que me dijo... El víaje al centro se hizo interminable, habíamos quedado que nos veíamos, y decidimos si daba para un café o daba para coger.
Yo no tenía ninguna duda, continuaba su relato, que me lo iba a garchar toda la tarde, y estaba segura que él también pensaba eso... Mientras el viaje continuaba, sentía que mi concha estaba toda mojada, que mi cuerpo lo deseaba y que lo único que necesita era sus besos sus caricias y su verga.
Que relato de sábado caliente, yo presentía que otra vez terminaría acabando imaginar la situación. Esa morocha empezaba a ser parte de mis más calientes fantasías.
Me contó que llegó a una plaza muy conocida del centro y ahí estaba su nene.
Se vieron por primera vez cara a cara se saludaron y a los pocos segundos se estaban matando con un beso, ahí, adelante de todos.
Por mí parte, el pensar la situación de tanta pasión, llevó mi mano a la concha, la que noté mojada, y mis dedos empezaron a jugar, mientras continuaba leyendo.
Luego de ese beso y de estar ambos más que calientes, decidimos tomar un taxi e irnos al telo más cercano.
Eso le pedimos al taxista, que creo noto nuestra ansiedad descontrolada, aunque a pesar de eso solo hubo besos en ese viaje.
Luego me relato que llegaron al telo y que apenas cerraron la puerta de la habitación, descargaron en un beso esa ansiedad contenida.
A partir de ahí, me dijo, fui muy puta, y me encantó.
Esperaba ansiosa que me contara que de ese beso terminaron en la cama cogiendo como animales, pero nuevamente la morocha me iba a sorprender, mientras tanto, ya estaba cerca de mi primer orgasmo.
En un respiro de ese beso, me escribía nuevamente, donde las manos de ambos acaricibian cada parte sexual del otro, no se si me agache por decisión propia, o aproveche un empujoncito de él, pero lo cierto es que arrodillada, saque su pija del pantalón, estaba enorme, gruesa venosa, lista para todo, igual a las tantas fotos que me mandaba, igual de dura de como la veía e imaginaba cada vez que me pajeaba, y mi boca frente a ella, a punto de demostrarle que se la iba a chupar como tantas veces se lo había prometido y jurado.
Ahí, en ese punto mi cuerpo empezó a temblar, mis piernas se endurecieron y acabe, fuerte profundo,... Pensé en decircelo, pero tuve vergüenza, y luego de unos segundos, seguí leyendo.
No tarde nada en meterla en mi boca, saborearla, pasarle la lengua, descargar mi ansiedad de tanto tiempo pensando en este nene.
De la chupe como nunca lo había hecho, también hubo un momento en donde escuché sus gemidos, sus palabras. Juraba que nadie se la había chupado así, me trataba de puta, y yo me sentía muy muy puta, y esto recién empezaba.
No se cuanto tiempo pasó, hasta que agarro fuerte mi cabeza y fue él el que empezó a coger mi boca. Te juro amiga que no me entraba toda en la boca y eso que vos sabes que tengo boca grande.
Al rato note que estaba a punto de estallar, y decidí apretar más la boca y mirarlo más seguido a los ojos para que explote adentro, gimió, cada vez más fuerte y largo un tremendo chorro de leche, espesa caliente en mi boca. Cuando me asegure de que todo había quedado adentro de mi boca, salí de su pija, lo mire con la carita de puta y petera que tengo y le mostré la leche en mi boca. Aun sus piernas estaban temblando.
En ese instante gemi fuerte y acabe por segunda vez, dando gracias de estar sola y poder disfrutarlo de esa manera. Seguí leyendo.
Luego de eso, se la seguí chupando, para no dejar nada de leche en su pija, y el nene re feliz... Al ratito dura de vuelta...
Ahí termino el relato porque llegaba el marido, luego me contaría el resto..
Le dije que iba a pajearme. Me dijo yo también. No me anime a decirme que era por ella...
4 comentarios - Los cuernos de mi amiga. Ella se recibe de puta