21 añitos recién cumplidos, un año atrás conseguí mi primer trabajo formal como administrativa de stock e insumos en una multinacional que recién abría una planta en mi ciudad. Éramos solo 3 mujeres entre todos los departamentos y yo la más chica de todo el staff.
Los primeros días me sentía como sapo de otro pozo ya que todos eran bastante formales y yo si bien puedo aparentar muy bien en esos ámbitos, soy mucho más descontracturada y casual. Una chica normal, 1,63, colorada, de contextura normal pero con mucha cola y buenas piernas. Me veían vestida de oficina y aparentaba muy bien entre camisas y pantalones de vestir entallados. No fue hasta que arrancó el veranito y empezaron a fallar los aires acondicionados que supieron que tenía tatuajes x todos lados, que me gustaba el metal y los autos y que no era para nada una “chica común”.
Uno de esos días, después de una reorganización de personal, me presentan al nuevo Jefe de área, que si bien no era mi jefe directo dependía de él para hacer mi trabajo por lo que íbamos a trabajar bastante juntos. Su nombre era Juan Pablo, un pibe de 29 años, totalmente lo opuesto al resto de los dinosaurios que teníamos en las jefaturas. Alto, 1,90 y pico, súper fachero, las camisas al cuerpo le quedaban pintadas y se dejaba ver el cuerpo entrenado. Un poco con cara de concheto pero se le notaba que era solo la facha.
-Buen día Luz, el es Juampi el nuevo Jefe de Área. Me dijo mi jefe luego de entrar a la oficina sin golpear como siempre.
Yo estaba súper concentrada en un Excel mordiendo el mismo lápiz de todos los días. Levante la mirada y los vi parados en la puerta.
-Buen día! Bienvenido. Me levante de la silla para darle un beso y me di cuenta que me tenía que hacer de puntitas de pie.
-Gracias, un gusto Luz -dijo riéndose x mi enanismo- Con vos tengo que ver las planificaciones de proveedores, no? Me miro directo a los ojos y se sonrió.
-Ehh.. Sip -Le devolví la sonrisa- Tengo todo acá, cuando lo necesites avísame y te lo bajo a un informe. En que oficina vas a estar?
-En la última, acá al lado.
-Dale, genial. Le sonreí y Sin darme cuenta me lleve otra vez el lápiz a la boca. Siguió el lápiz mirándolo fijo y note algo raro en su mirada pero pensé que eran inventos míos.
Mi jefe se sintió excluido de la conversación y rápidamente le pidió que lo acompañe así se instalaba. Siempre tan chiquilín.
En esas semanas cruzamos pocas palabras pero siempre pasaba x la oficina a decir buenos días y me tiraba algún chiste, o me miraba por la ventana de la puerta pensando que yo no lo veía.
Una tarde nos toco hacer una planificación de inventario juntos por un cambio de emergencia en una de las líneas. Después de pasar muchas horas encerrados en la oficina con mi jefe y mi compañera era innegable que había chispa. Cada tanto algún comentario o mirada muy disimulado pero que entendimos perfectamente. Terminamos con la parte más grande y no podíamos más del hambre. Empezamos a hablar de meriendas y que le gustaba a cada uno, yo siempre fan del café y el mate les propuse que el día siguiente llevemos facturas y merendemos todos juntos. Todos se empezaron a ir y solo quedamos mi jefe, Juampi y yo. Sentados en tres sillas formando un triángulo cada uno revisaba su parte de la planificación en lo que me llega un mensaje del chat interno de la compañía. Era Juampi.
-Aún tenes hambre? Voy x un café arriba.
-Dale, pero me traes mejor una leche chocolatada? tengo galletitas en el cajón. Y me sonreí x arriba de la pantalla.
-Tiene que ser chocolatada? Me miro desafiante
-Esta vez, si. Cerré la pantalla y saqué las galletitas del cajón riéndome x lo bajo.
Mi jefe se levanto y nos dijo que nos tenía que dejar xq lo llamaban de arriba. Los dos lo saludamos y nos quedamos solos en la oficina, ya eran las 7 y empezaba a oscurecer pero no prendimos ninguna luz.
Una vez que no había nadie más cerca, vuelvo a escuchar el sonido de un mensaje en los auriculares.
-Te invitó a merendar, vamos?
-Ya te dije, quiero chocolatada para mis galletitas. Me acomode en la silla y de reojo lo miraba sonriéndose pícaro.
-Leche, chocolatada, lo que vos quieras. Vamos?
-No creo que a mi novio le guste. Lo mire esperando la reacción mientras x dentro algo se me encendía.
-Te estoy invitando a merendar.
-Claro, la merienda. Largue una carcajada.
-De coger ni hablar entonces, no? Se dio vuelta en la silla mirándome desafiante y riéndose muy ratonero
Lei el mensaje y me subió un calor que me invadió, unas pocas palabras y ya me sentía húmeda. Cruce las piernas y me acomode la pc en la falda para disimular un poco la tensión y conteste
-Jajaja, hoy chocolatada. Otro día vemos.
Se rio cerrando la pc, se levantó y cuando me gire para verlo se lo notaba un poco encarpado lo que me revolucionó x completo. Había sido una conversación muy breve pero muy directa, las intenciones ya estaban más que claras y ambos estábamos jugando a esto. Me dijo que era tarde y que mejor nos íbamos y seguíamos al otro día. Le di la razón y salimos juntos. Le dije que tenía que ir al baño un segundo y me dijo que me esperaba en la puerta de rejas para llevarme a casa. Le dije que se vaya tranquilo que me iban a buscar y nos despedimos.
Cuando me fue a saludar se agacho y me agarro por la espalda arrugándome la camisa, me dio un beso en el cachete y me susurro al oido
-Mañana merendamos?
-Jajaja, dale anda. Me di la vuelta y entré al baño caminando y x si me miraba me ocupe de mover bien el culo a cada paso.
Ya adentro, puse la traba y no aguantaba más. Después de 2 años con mi novio nadie me había hecho calentar tanto con un par de miradas y dos palabras.
Me desabroche el pantalón, metí la mano para acariciarme y me di cuenta que estaba empapada. Me apoye en la pared fría y empecé a tocarme cómo hacía tiempo no me tocaba. Solo podía pensar en él adentro mío, tocándome mientras me preguntaba si me podía coger. Y yo pidiéndole por favor que me meta toda la pija que no daba más. No pasó ni un minuto que acabé muy fuerte, conteniendo los gemidos porque después de todo estaba en la baño de la oficina.
Me lave las manos y la cara, salí del baño y x la ventana vi que mi novio ya estaba en la puerta de la planta.
Camino a la reja sólo podía pensar en que iba a suceder al otro día,
-Merendamos?
Los primeros días me sentía como sapo de otro pozo ya que todos eran bastante formales y yo si bien puedo aparentar muy bien en esos ámbitos, soy mucho más descontracturada y casual. Una chica normal, 1,63, colorada, de contextura normal pero con mucha cola y buenas piernas. Me veían vestida de oficina y aparentaba muy bien entre camisas y pantalones de vestir entallados. No fue hasta que arrancó el veranito y empezaron a fallar los aires acondicionados que supieron que tenía tatuajes x todos lados, que me gustaba el metal y los autos y que no era para nada una “chica común”.
Uno de esos días, después de una reorganización de personal, me presentan al nuevo Jefe de área, que si bien no era mi jefe directo dependía de él para hacer mi trabajo por lo que íbamos a trabajar bastante juntos. Su nombre era Juan Pablo, un pibe de 29 años, totalmente lo opuesto al resto de los dinosaurios que teníamos en las jefaturas. Alto, 1,90 y pico, súper fachero, las camisas al cuerpo le quedaban pintadas y se dejaba ver el cuerpo entrenado. Un poco con cara de concheto pero se le notaba que era solo la facha.
-Buen día Luz, el es Juampi el nuevo Jefe de Área. Me dijo mi jefe luego de entrar a la oficina sin golpear como siempre.
Yo estaba súper concentrada en un Excel mordiendo el mismo lápiz de todos los días. Levante la mirada y los vi parados en la puerta.
-Buen día! Bienvenido. Me levante de la silla para darle un beso y me di cuenta que me tenía que hacer de puntitas de pie.
-Gracias, un gusto Luz -dijo riéndose x mi enanismo- Con vos tengo que ver las planificaciones de proveedores, no? Me miro directo a los ojos y se sonrió.
-Ehh.. Sip -Le devolví la sonrisa- Tengo todo acá, cuando lo necesites avísame y te lo bajo a un informe. En que oficina vas a estar?
-En la última, acá al lado.
-Dale, genial. Le sonreí y Sin darme cuenta me lleve otra vez el lápiz a la boca. Siguió el lápiz mirándolo fijo y note algo raro en su mirada pero pensé que eran inventos míos.
Mi jefe se sintió excluido de la conversación y rápidamente le pidió que lo acompañe así se instalaba. Siempre tan chiquilín.
En esas semanas cruzamos pocas palabras pero siempre pasaba x la oficina a decir buenos días y me tiraba algún chiste, o me miraba por la ventana de la puerta pensando que yo no lo veía.
Una tarde nos toco hacer una planificación de inventario juntos por un cambio de emergencia en una de las líneas. Después de pasar muchas horas encerrados en la oficina con mi jefe y mi compañera era innegable que había chispa. Cada tanto algún comentario o mirada muy disimulado pero que entendimos perfectamente. Terminamos con la parte más grande y no podíamos más del hambre. Empezamos a hablar de meriendas y que le gustaba a cada uno, yo siempre fan del café y el mate les propuse que el día siguiente llevemos facturas y merendemos todos juntos. Todos se empezaron a ir y solo quedamos mi jefe, Juampi y yo. Sentados en tres sillas formando un triángulo cada uno revisaba su parte de la planificación en lo que me llega un mensaje del chat interno de la compañía. Era Juampi.
-Aún tenes hambre? Voy x un café arriba.
-Dale, pero me traes mejor una leche chocolatada? tengo galletitas en el cajón. Y me sonreí x arriba de la pantalla.
-Tiene que ser chocolatada? Me miro desafiante
-Esta vez, si. Cerré la pantalla y saqué las galletitas del cajón riéndome x lo bajo.
Mi jefe se levanto y nos dijo que nos tenía que dejar xq lo llamaban de arriba. Los dos lo saludamos y nos quedamos solos en la oficina, ya eran las 7 y empezaba a oscurecer pero no prendimos ninguna luz.
Una vez que no había nadie más cerca, vuelvo a escuchar el sonido de un mensaje en los auriculares.
-Te invitó a merendar, vamos?
-Ya te dije, quiero chocolatada para mis galletitas. Me acomode en la silla y de reojo lo miraba sonriéndose pícaro.
-Leche, chocolatada, lo que vos quieras. Vamos?
-No creo que a mi novio le guste. Lo mire esperando la reacción mientras x dentro algo se me encendía.
-Te estoy invitando a merendar.
-Claro, la merienda. Largue una carcajada.
-De coger ni hablar entonces, no? Se dio vuelta en la silla mirándome desafiante y riéndose muy ratonero
Lei el mensaje y me subió un calor que me invadió, unas pocas palabras y ya me sentía húmeda. Cruce las piernas y me acomode la pc en la falda para disimular un poco la tensión y conteste
-Jajaja, hoy chocolatada. Otro día vemos.
Se rio cerrando la pc, se levantó y cuando me gire para verlo se lo notaba un poco encarpado lo que me revolucionó x completo. Había sido una conversación muy breve pero muy directa, las intenciones ya estaban más que claras y ambos estábamos jugando a esto. Me dijo que era tarde y que mejor nos íbamos y seguíamos al otro día. Le di la razón y salimos juntos. Le dije que tenía que ir al baño un segundo y me dijo que me esperaba en la puerta de rejas para llevarme a casa. Le dije que se vaya tranquilo que me iban a buscar y nos despedimos.
Cuando me fue a saludar se agacho y me agarro por la espalda arrugándome la camisa, me dio un beso en el cachete y me susurro al oido
-Mañana merendamos?
-Jajaja, dale anda. Me di la vuelta y entré al baño caminando y x si me miraba me ocupe de mover bien el culo a cada paso.
Ya adentro, puse la traba y no aguantaba más. Después de 2 años con mi novio nadie me había hecho calentar tanto con un par de miradas y dos palabras.
Me desabroche el pantalón, metí la mano para acariciarme y me di cuenta que estaba empapada. Me apoye en la pared fría y empecé a tocarme cómo hacía tiempo no me tocaba. Solo podía pensar en él adentro mío, tocándome mientras me preguntaba si me podía coger. Y yo pidiéndole por favor que me meta toda la pija que no daba más. No pasó ni un minuto que acabé muy fuerte, conteniendo los gemidos porque después de todo estaba en la baño de la oficina.
Me lave las manos y la cara, salí del baño y x la ventana vi que mi novio ya estaba en la puerta de la planta.
Camino a la reja sólo podía pensar en que iba a suceder al otro día,
-Merendamos?
4 comentarios - Juampi, el jefe I
Si te animas a mostrarnos alguno de tus tatuajes me vuelvo loco