Dudo mucho que alguien tenga una historia y una vida comola mía, soy una mujer madura, ya de 52 años, fui madre muy joven, tuve unvaron, pero mi niño desde muy nene demostró tener preferencias sexualesdiferentes ya que no le gustaba usar ropa de mujer y me pedía usar vestidoscomo los mios, cuando su padre y yo lo supimos decidimos apoyarlo, desde joven empezócon su tratamiento hormonal.
Para no hacerles el cuento largo su padre y yo nosdivorciamos a la edad de 31 años mios cuando mi hijo tenía ya 16 años yempezaba ya con sus cirugías para quitarse los rasgos masculinos y ser toda unamujer.
Pues bien esta es una historia verídica.Sucedió hace unos años, fue una experiencia totalmente inesperada y por ellomismo única. Aunque debo decir que en un principio quedé sorprendida los acontecimientosposteriores me hicieron ver que ella, lejos de constituir una experiencianegativa, fue algo fantástico, fructífero y absolutamente placentero. Para nadade haberme dejado llevar habida cuenta que gocé y disfruté como nunca. Aquí va.
Yo estaba por volverme loca. El estréshabía llegado a un punto álgido, ya ni siquiera podía dormir, esto unido a lafalta de sexo que estaba por alcanzar los tres años (en ese lapso ni siquierame masturbe o console con mis dedos) me tenía tirándome de los pelos, un colegade la empresa brasileña me recomendó que contratara a una dama de compañía afin de relajarme, dije que lo pensaría pero resolví que sería mejor no hacerloa modo de no dar pie a que cuestiones ajenas a lo estrictamente comercialtruncaran las negociaciones, no obstante, me consta que los demás, mi jefeincluido hacían constante uso de los servicios de dichas damas. Finalmente, eltrato se cerró, gracias a una jugada magistral de mi jefe (que ya veía suascenso a gerente general) un viernes a las dos de la tarde, ese día todos setomaron lo quedaba del día libre para recorrer y relajarse, habida cuenta queel vuelo de regreso a Mexico con mi hij@ ya estaba fijado para el sábado a lastres de la tarde, mi hij@ mis compañeros de trabajo o incluso mi jefe , lesresultaba atractiva ya que no parecía que en un pasado hubiera sido hombre…lesdejo unas fotos!!!
Así que, me di un buen baño con aguacaliente para relajarme, me vestí lo más informal que pude, pero con onda, y medirigí al bar, solamente acompañada de mi hij@. Hacía mucho tiempo extrañabaesa sensación y me gustó, me hizo sentir bien, por primera vez desde hacía ratome sentía libre y liviano. Así que pedí una botella de mi vino favorito ydecidí pasarla bien. En eso estaba, degustando un excelente vino cuando la vi.Sentada en la barra y tomando un Martini, estaba mi hij@ la hembra más buena yhermosa que había visto desde que entré al bar. Llevaba una falda ajustada quele marcaba la cintura, la cadera y el mejor culo que había visto en mi vida;una blusa blanca con un generoso escote bajo el cual se veían unas tetasimpresionantes y se insinuaba un sostén en extremo sexy; medias negras yzapatos de tacón también negros. Llevaba el pelo recogido en una larga coleta,tenía una cabellera negra de un lacio perfecto, unos ojos color miel, loslabios carnosos con labial de un color que resaltaba su piel morena que sepercibía, desde donde yo me encontraba, como tersa y suave. Tenía un aireelegante y sensual se veía a las claras que disfrutaba de un buen nivel de vidaque yo le daba, en fin era una mujer hermosa, sexy y con clase mi hija. Habidacuenta del tiempo que llevaba sin acción no pude evitar sentir como el deseoempezaba a hacerme hervir la sangre. Al instante la vagina se me puso más mojada que una cascada..Meimaginaba la polla de mi hija , mientras imploraba por que la dejara salir de susbragas, con tal erección y loco de deseo decidí jugármela. Cuando vi que sehabía terminado su Martini, llamé al camarero y le pedí que le hablara y le llevaraotra bebida por cuenta mía.
Cuando le acercaron el trago y aceptógustosa no pude evitar regocijarme por dentro, sobre todo cuando me dirigió unamirada tan sensual que mi temperatura se habrá elevado hasta los 1000°, estaba abstraídoimaginando que la tenía en mi cama, cuando siento una mano sobre mi hombro,volteo y la veo allí, a mi lado, pícara y sonriente, y me dice mi hij@: –“Hola, ¿tienes mucho aquí Mama?”, le respondo que sí y pregunta si puedesentarse conmigo, hago un gesto afirmativo con la cabeza, ya que se me habíacortado el habla. Me costó algo recuperarme pero al fin me sobrepuse y decidíhacer valer toda mi experiencia en ligues para lograr algo con el monumento dehij@ que se hallaba conmigo en ese momento. No sé a lo cierto cuánto tiempoestuvimos ahí, pero hablamos de todo, y lentamente la conversación se dirigióal tema que ambas queríamos. Llegados aeste punto, ya se había generado entre nosotras cierta tensión sexual, así queno fue difícil ni complicado sacar la cuestión, así que ni corta ni perezosa letiré de una: – “Me encantaría que me follaras”, mientras esperaba que me tirarala bebida a la cara y me rematara con una cachetada, pero jamás esperé que medijera: – “¿Si, por qué te has demorado tanto en decírmelo, mami? Si desde queme invitaste la bebida y me sonreíste me dije he ahí una puta que quiere sexo yla tengo que meter a mi cama”. La invité a ir a nuestrocuarto, y acepto gustosa.
Entramos, esperamos el ascensor. Cuandoestuvimos dentro me dijo que me contuviera (estuve a punto de apretarla contrala pared y comerle a besos nuevamente) ya que las normas eran estrictas y todoslos ascensores tenían cámaras. Llegamos al piso, no recuerdo bien, estaba conla calentura a tope. Entramos y percibí el buen gusto con el que estabadecorado. Allí mismo la tumbé en el sofá y nos comimos a besos. En ese momentoni me imaginaba que estaba a punto de vivir la mejor experiencia sexual de mivida con mi propio hij@.
ya no aguantaba más solo quería que meabriera las piernas para meterme la polla y quitarme las ganas. Pero no, enlugar de ello se dedicó a jugar conmigo, primero, se libró de mi control y mehizo tumbar, empezó a besarme la boca con pasión, luego empezó a besarme elcuello. Allí se detuvo un buen rato haciéndome delirar. Acto seguido, empezó adesnudarme. Primero fue por los zapatos, luego las medias, fue arriba y mequitó la chaqueta que tenía puesta y luego la remera, allí fue a por el cinto yfinalmente los jeans. Cuando quedé únicamente en tanga me hizo recostarnuevamente, mi vagina estaba completamente humeda y suplicaba porque la hicierangozar pero mi tortura aún no había concluido. Empezó a acariciar mi clitorispor sobre la ropa interior y luego empezó a darle ligeros mordiscos acompañadosde caricias con los labios, estaba a punto de reventar, entonces, empezó aretirarme la última pieza de ropa que quedaba…..
Ahí estaba ella, completamente desnuda ycon la polla durísima esperando acción cuando ella se levantó y rápidamente sindarme a disfrutar se quitó la falda y la blusa quedando en ropa interior, allípude notar que llevaba un conjunto sexy… sexy… muyyy sexy de color negro conportaligas. Se quitó el portaligas, las medias y el sostén (vaya que hermosastetas para ser operadas), quedando únicamente con la tanga preciosa que teníapuesta. Me hizo sentar, me separó bien las piernas, se arrodilló y se llevó mivagina a la boca, ¡Por favor! Fue el mejor oral que me hicieron en mi vida,empezó dando lamidas por toda la extensión de mis labios, luego se llevó lacabeza a la boca y la chupó como si de un caramelo se tratara, de a poco fuebajando introduciendo su lengua en mi vagina, acelarando sus movimientos.Luego, bajó a mi ano dándoles el mismo trato, mientras yo me volvía loca.Escupió abundante baba y saliva sobre mi vagina y siguió chupando hasta que yano me aguanté y descargué todos mis jugos acumulados por meses de abstinenciaen su boca. Ni siquiera avisé que me corría, solo no pude contenerme. Creí queallí mismo, desnuda y todo, me pondría a la calle por echarle leche a la bocasin avisar pero, lejos de ello, puso una cara de perra golosa y se tragó hastala última gota.
Ahí sucedió.Me dijo: – “¿Qué drama hay en esto mami ? mi fusil esta mas que preparada parala guerra”. Y era cierto, mientras veía a mi hij@ trans como pareja, su polla estaba bien a punto. No era que no entendía lo que acababa de insinuar, lo entendípero no quise admitirlo. Entonces me dijo si tapujos: – “Ay mami, date vuelta yponte a cuatro patas que ese culito tuyo me lo follaré yo”. Solo me tomó uninstante decidirme. Siempre había visto películas porno en que transexuales sefollaban a tias y si bien me parecía horrible, debo confesarlo, en algúnmomento eso llegó a excitarme. Bien, me dije a mí misma. Me volteé y me puse acuatro patas. Ella me dijo que la espere porque ya volvía, cuando lo hizo vique llevaba en la mano un tubito. – “Gel lubricante”, me dijo. ¡Oops! Pensé,esto va en serio. Se arrodilló detrás de mí y, ¡vaya!, sentí su lengua rozandomi ano. ¡Caray!, en mi vida me habían hecho un beso negro y eso que follé conmujeres tan degeneradas que hasta me daban escalofríos. La pasaba alrededor demi esfínter y, sobre la entrada de mi culo y cuando creí que ya había hecho detodo, ¡ah, introdujo su lengua! Creí que gozaría otra vez, pero no ocurriónada. Dándose por satisfecha, abrió el gel y la dejó caer sobre mi culo, empezóa frotarla alrededor de mi esfínter y por toda la zona anal, luego untando elgel a un dedo, lo introdujo en mi culo a fin de lubricarlo por dentro y paradilatarlo un poco, así repitió unas cuatro veces la operación, alternando entreuno y dos dedos, cuando mi ano ya estuvo algo abierto, volvió a untarme algo delubricante y finalmente lo embardunó por toda su gran polla. “Todo sea por unaexperiencia nueva con mi hij@”, pensé.
Quedé heladacuando sentí la cabeza de esa polla asomarse a la entrada de culo y medesesperé cuando sentí que lo hacía así, en pelo, sin nada. – “Estoy limpia”,me dijo, “Por eso no usaré condón”. Era grande y yo algo estrecha, porque tuvoque presionar bastante para entrara. Joder, ¡cómo dolía, caray! Sentía cómo seesfínter intentaba bloquear el acceso. Apretaba los dientes y hundía la cabezaen el sofá para no gritar. Ante mi dolor, ella decidió retirar otra vez lapolla y volver a embadurnarse con lubricante, para volver a intentarlo. Otravez la cabeza en mi culo y esa presión para hacer que entre, al fin logrómeterla y, despacio, empezó a introducir el resto en mi culo. Era una sensaciónnueva y desconocida la que estaba experimentando, me sentía llena, sentía comome iba entrando cada milímetro, cada centímetro, hasta que, finalmente, tuvetoda es gran polla dentro de mi culo. Tras aguardar un rato para que meacostumbrara a lo que tenía dentro, empezó a bombearme primero lento y suavepara luego ir aumentando el ritmo de cada embestida. Cada una de ellas erabrutal, sentía como su miembro se abría camino por las paredes de mi culo y,gran sorpresa, lo estaba disfrutando, jamás creí que sería capaz de sentir esaclase de placer, el placer de tener el culo follado por una polla.Sentía comosu miembro entraba y salía, mientras sentía sus bolas se balanceaban de un ladoa otro y chocaban contra mis nalgas , sentía cómo mi polla se agitaba. En esemomento, retiró su polla de mi culo y se acostó en el suelo, y me ordenó que mesubiera, hice lo que ordenó, subí y de una sentada introduje nuevamente sumiembro ahora en mi vagina, al hacerlosentí un placer indescriptible, sentí como mi vagina volaba con esa sensacióny, ¡vaya sorpresa!, su polla que habíapermanecido dura como caballo viejorecuperó todo su vigor de golpe. “Vaya momento que encuentras para despertar,justo cuando ya entregué mi culo” me dije. Pero sin importar, cabalgué como unaputa cualquiera, eso era exactamente lo que en ese momento sentía que era unagrandísima puta. Tan puta era que me follaba a mi propio hij@ transexual Gemíacada vez más alto y pedía más y más polla, quería sentir que me dieran en seriopor mi vagina, quería tenerlo bien abierta. En el momento cumbre, sentí que supolla temblaba allí adentro, me levantó y retiró su polla, me hizo arrodillar yderramó toda esa leche caliente por mi cara, boca y pechos. Había gozado ydisfrutado en ser follado, pero quería más, ella había recuperado toda lacalentura y la rigidez de su miembro erala prueba.
Entonces, latumbé en el sofá y devolví el maravilloso beso negro que me había dado. Su culosabía salado pues había sudado muchísimo al cogerme, aun así estaba delicioso.Luego le unté el gel y fui directo al grano, “quiero que nunca uses condón”, le dije y ella asintió A medida queaumentaba el ritmo de sus embestidas, sus gemidos aumentaban, vi que tenía yo losnudillos blancos de tanta fuerza que hacia para atajarme del sofá. Llevé el ritmo de susembestidas a un nivel casi robótico y debo decir que ya no sentía las piernas,el peso me estaba tumbando. “Lecheee, quiero tu lecheee en mi vagina” grite,eso le excitó más aún y no pude contenerme más y gozé mientras sentía como hiba descargando cuatrochorros enormes de leche dentro de mi vagina. Ella también gozó, ya que sintocarse siquiera, descargó otros dos chorros sobre la alfombra de su sala. Quedamosrendidas, y dormimos allí mismo. Cuando desperté eran las ocho de la mañana yella sonriente me trajo el desayuno, le dije que debíamos irnos porque debía tomar un vuelo de vuelta aMexico a las tres de la tarde. tras una buena ducha ambas
Por razones deseguridad me hice los análisis correspondientes y Salí positiva de embarazo alos seis meses, mi vientre ya se notaba el embarazo. Lo cuial se lo dije a mihij@ y ella estuvo muy feliz, a sus 20 años y mis casi 36 era una bendición pensaríaque sería madre de uno solo y volvimos alas andanzas, me deje follar por mi hij@ trans pero ya no disfrutaba como antespor el embarazo. Así, año y medio después de la experiencia que cambió mimanera de ver y disfrutar del sexo, regresé a Brasil, pues solicité un trasladoa la oficina que se abrió allí como consecuencia del trato que se habíacerrado. Desde pues de aliviarme de nuestra hija, volvimos a follar en formamás salvaje y desinhibida que antes y sorpresa nuevamente preñada cuando nuestra hija no tenia mas que 50 días de nacida...
(Nuestras dos hijas de 18 y 19 respectivamente)
Ahora, vivo en Brasil y ella… bueno, ella,ahora, es mi chica y madre de nuestras dos hijas, bueno no se cómo decírselos anuestras hijas ellas siempre han pensado que somos lesbianas pero si supieranque su padre es su hermana trans y que disfrutamos follar diario, aunque ya seauna mujer de más de 50 años
Para no hacerles el cuento largo su padre y yo nosdivorciamos a la edad de 31 años mios cuando mi hijo tenía ya 16 años yempezaba ya con sus cirugías para quitarse los rasgos masculinos y ser toda unamujer.
Pues bien esta es una historia verídica.Sucedió hace unos años, fue una experiencia totalmente inesperada y por ellomismo única. Aunque debo decir que en un principio quedé sorprendida los acontecimientosposteriores me hicieron ver que ella, lejos de constituir una experiencianegativa, fue algo fantástico, fructífero y absolutamente placentero. Para nadade haberme dejado llevar habida cuenta que gocé y disfruté como nunca. Aquí va.
Yo estaba por volverme loca. El estréshabía llegado a un punto álgido, ya ni siquiera podía dormir, esto unido a lafalta de sexo que estaba por alcanzar los tres años (en ese lapso ni siquierame masturbe o console con mis dedos) me tenía tirándome de los pelos, un colegade la empresa brasileña me recomendó que contratara a una dama de compañía afin de relajarme, dije que lo pensaría pero resolví que sería mejor no hacerloa modo de no dar pie a que cuestiones ajenas a lo estrictamente comercialtruncaran las negociaciones, no obstante, me consta que los demás, mi jefeincluido hacían constante uso de los servicios de dichas damas. Finalmente, eltrato se cerró, gracias a una jugada magistral de mi jefe (que ya veía suascenso a gerente general) un viernes a las dos de la tarde, ese día todos setomaron lo quedaba del día libre para recorrer y relajarse, habida cuenta queel vuelo de regreso a Mexico con mi hij@ ya estaba fijado para el sábado a lastres de la tarde, mi hij@ mis compañeros de trabajo o incluso mi jefe , lesresultaba atractiva ya que no parecía que en un pasado hubiera sido hombre…lesdejo unas fotos!!!
Así que, me di un buen baño con aguacaliente para relajarme, me vestí lo más informal que pude, pero con onda, y medirigí al bar, solamente acompañada de mi hij@. Hacía mucho tiempo extrañabaesa sensación y me gustó, me hizo sentir bien, por primera vez desde hacía ratome sentía libre y liviano. Así que pedí una botella de mi vino favorito ydecidí pasarla bien. En eso estaba, degustando un excelente vino cuando la vi.Sentada en la barra y tomando un Martini, estaba mi hij@ la hembra más buena yhermosa que había visto desde que entré al bar. Llevaba una falda ajustada quele marcaba la cintura, la cadera y el mejor culo que había visto en mi vida;una blusa blanca con un generoso escote bajo el cual se veían unas tetasimpresionantes y se insinuaba un sostén en extremo sexy; medias negras yzapatos de tacón también negros. Llevaba el pelo recogido en una larga coleta,tenía una cabellera negra de un lacio perfecto, unos ojos color miel, loslabios carnosos con labial de un color que resaltaba su piel morena que sepercibía, desde donde yo me encontraba, como tersa y suave. Tenía un aireelegante y sensual se veía a las claras que disfrutaba de un buen nivel de vidaque yo le daba, en fin era una mujer hermosa, sexy y con clase mi hija. Habidacuenta del tiempo que llevaba sin acción no pude evitar sentir como el deseoempezaba a hacerme hervir la sangre. Al instante la vagina se me puso más mojada que una cascada..Meimaginaba la polla de mi hija , mientras imploraba por que la dejara salir de susbragas, con tal erección y loco de deseo decidí jugármela. Cuando vi que sehabía terminado su Martini, llamé al camarero y le pedí que le hablara y le llevaraotra bebida por cuenta mía.
Cuando le acercaron el trago y aceptógustosa no pude evitar regocijarme por dentro, sobre todo cuando me dirigió unamirada tan sensual que mi temperatura se habrá elevado hasta los 1000°, estaba abstraídoimaginando que la tenía en mi cama, cuando siento una mano sobre mi hombro,volteo y la veo allí, a mi lado, pícara y sonriente, y me dice mi hij@: –“Hola, ¿tienes mucho aquí Mama?”, le respondo que sí y pregunta si puedesentarse conmigo, hago un gesto afirmativo con la cabeza, ya que se me habíacortado el habla. Me costó algo recuperarme pero al fin me sobrepuse y decidíhacer valer toda mi experiencia en ligues para lograr algo con el monumento dehij@ que se hallaba conmigo en ese momento. No sé a lo cierto cuánto tiempoestuvimos ahí, pero hablamos de todo, y lentamente la conversación se dirigióal tema que ambas queríamos. Llegados aeste punto, ya se había generado entre nosotras cierta tensión sexual, así queno fue difícil ni complicado sacar la cuestión, así que ni corta ni perezosa letiré de una: – “Me encantaría que me follaras”, mientras esperaba que me tirarala bebida a la cara y me rematara con una cachetada, pero jamás esperé que medijera: – “¿Si, por qué te has demorado tanto en decírmelo, mami? Si desde queme invitaste la bebida y me sonreíste me dije he ahí una puta que quiere sexo yla tengo que meter a mi cama”. La invité a ir a nuestrocuarto, y acepto gustosa.
Entramos, esperamos el ascensor. Cuandoestuvimos dentro me dijo que me contuviera (estuve a punto de apretarla contrala pared y comerle a besos nuevamente) ya que las normas eran estrictas y todoslos ascensores tenían cámaras. Llegamos al piso, no recuerdo bien, estaba conla calentura a tope. Entramos y percibí el buen gusto con el que estabadecorado. Allí mismo la tumbé en el sofá y nos comimos a besos. En ese momentoni me imaginaba que estaba a punto de vivir la mejor experiencia sexual de mivida con mi propio hij@.
ya no aguantaba más solo quería que meabriera las piernas para meterme la polla y quitarme las ganas. Pero no, enlugar de ello se dedicó a jugar conmigo, primero, se libró de mi control y mehizo tumbar, empezó a besarme la boca con pasión, luego empezó a besarme elcuello. Allí se detuvo un buen rato haciéndome delirar. Acto seguido, empezó adesnudarme. Primero fue por los zapatos, luego las medias, fue arriba y mequitó la chaqueta que tenía puesta y luego la remera, allí fue a por el cinto yfinalmente los jeans. Cuando quedé únicamente en tanga me hizo recostarnuevamente, mi vagina estaba completamente humeda y suplicaba porque la hicierangozar pero mi tortura aún no había concluido. Empezó a acariciar mi clitorispor sobre la ropa interior y luego empezó a darle ligeros mordiscos acompañadosde caricias con los labios, estaba a punto de reventar, entonces, empezó aretirarme la última pieza de ropa que quedaba…..
Ahí estaba ella, completamente desnuda ycon la polla durísima esperando acción cuando ella se levantó y rápidamente sindarme a disfrutar se quitó la falda y la blusa quedando en ropa interior, allípude notar que llevaba un conjunto sexy… sexy… muyyy sexy de color negro conportaligas. Se quitó el portaligas, las medias y el sostén (vaya que hermosastetas para ser operadas), quedando únicamente con la tanga preciosa que teníapuesta. Me hizo sentar, me separó bien las piernas, se arrodilló y se llevó mivagina a la boca, ¡Por favor! Fue el mejor oral que me hicieron en mi vida,empezó dando lamidas por toda la extensión de mis labios, luego se llevó lacabeza a la boca y la chupó como si de un caramelo se tratara, de a poco fuebajando introduciendo su lengua en mi vagina, acelarando sus movimientos.Luego, bajó a mi ano dándoles el mismo trato, mientras yo me volvía loca.Escupió abundante baba y saliva sobre mi vagina y siguió chupando hasta que yano me aguanté y descargué todos mis jugos acumulados por meses de abstinenciaen su boca. Ni siquiera avisé que me corría, solo no pude contenerme. Creí queallí mismo, desnuda y todo, me pondría a la calle por echarle leche a la bocasin avisar pero, lejos de ello, puso una cara de perra golosa y se tragó hastala última gota.
Ahí sucedió.Me dijo: – “¿Qué drama hay en esto mami ? mi fusil esta mas que preparada parala guerra”. Y era cierto, mientras veía a mi hij@ trans como pareja, su polla estaba bien a punto. No era que no entendía lo que acababa de insinuar, lo entendípero no quise admitirlo. Entonces me dijo si tapujos: – “Ay mami, date vuelta yponte a cuatro patas que ese culito tuyo me lo follaré yo”. Solo me tomó uninstante decidirme. Siempre había visto películas porno en que transexuales sefollaban a tias y si bien me parecía horrible, debo confesarlo, en algúnmomento eso llegó a excitarme. Bien, me dije a mí misma. Me volteé y me puse acuatro patas. Ella me dijo que la espere porque ya volvía, cuando lo hizo vique llevaba en la mano un tubito. – “Gel lubricante”, me dijo. ¡Oops! Pensé,esto va en serio. Se arrodilló detrás de mí y, ¡vaya!, sentí su lengua rozandomi ano. ¡Caray!, en mi vida me habían hecho un beso negro y eso que follé conmujeres tan degeneradas que hasta me daban escalofríos. La pasaba alrededor demi esfínter y, sobre la entrada de mi culo y cuando creí que ya había hecho detodo, ¡ah, introdujo su lengua! Creí que gozaría otra vez, pero no ocurriónada. Dándose por satisfecha, abrió el gel y la dejó caer sobre mi culo, empezóa frotarla alrededor de mi esfínter y por toda la zona anal, luego untando elgel a un dedo, lo introdujo en mi culo a fin de lubricarlo por dentro y paradilatarlo un poco, así repitió unas cuatro veces la operación, alternando entreuno y dos dedos, cuando mi ano ya estuvo algo abierto, volvió a untarme algo delubricante y finalmente lo embardunó por toda su gran polla. “Todo sea por unaexperiencia nueva con mi hij@”, pensé.
Quedé heladacuando sentí la cabeza de esa polla asomarse a la entrada de culo y medesesperé cuando sentí que lo hacía así, en pelo, sin nada. – “Estoy limpia”,me dijo, “Por eso no usaré condón”. Era grande y yo algo estrecha, porque tuvoque presionar bastante para entrara. Joder, ¡cómo dolía, caray! Sentía cómo seesfínter intentaba bloquear el acceso. Apretaba los dientes y hundía la cabezaen el sofá para no gritar. Ante mi dolor, ella decidió retirar otra vez lapolla y volver a embadurnarse con lubricante, para volver a intentarlo. Otravez la cabeza en mi culo y esa presión para hacer que entre, al fin logrómeterla y, despacio, empezó a introducir el resto en mi culo. Era una sensaciónnueva y desconocida la que estaba experimentando, me sentía llena, sentía comome iba entrando cada milímetro, cada centímetro, hasta que, finalmente, tuvetoda es gran polla dentro de mi culo. Tras aguardar un rato para que meacostumbrara a lo que tenía dentro, empezó a bombearme primero lento y suavepara luego ir aumentando el ritmo de cada embestida. Cada una de ellas erabrutal, sentía como su miembro se abría camino por las paredes de mi culo y,gran sorpresa, lo estaba disfrutando, jamás creí que sería capaz de sentir esaclase de placer, el placer de tener el culo follado por una polla.Sentía comosu miembro entraba y salía, mientras sentía sus bolas se balanceaban de un ladoa otro y chocaban contra mis nalgas , sentía cómo mi polla se agitaba. En esemomento, retiró su polla de mi culo y se acostó en el suelo, y me ordenó que mesubiera, hice lo que ordenó, subí y de una sentada introduje nuevamente sumiembro ahora en mi vagina, al hacerlosentí un placer indescriptible, sentí como mi vagina volaba con esa sensacióny, ¡vaya sorpresa!, su polla que habíapermanecido dura como caballo viejorecuperó todo su vigor de golpe. “Vaya momento que encuentras para despertar,justo cuando ya entregué mi culo” me dije. Pero sin importar, cabalgué como unaputa cualquiera, eso era exactamente lo que en ese momento sentía que era unagrandísima puta. Tan puta era que me follaba a mi propio hij@ transexual Gemíacada vez más alto y pedía más y más polla, quería sentir que me dieran en seriopor mi vagina, quería tenerlo bien abierta. En el momento cumbre, sentí que supolla temblaba allí adentro, me levantó y retiró su polla, me hizo arrodillar yderramó toda esa leche caliente por mi cara, boca y pechos. Había gozado ydisfrutado en ser follado, pero quería más, ella había recuperado toda lacalentura y la rigidez de su miembro erala prueba.
Entonces, latumbé en el sofá y devolví el maravilloso beso negro que me había dado. Su culosabía salado pues había sudado muchísimo al cogerme, aun así estaba delicioso.Luego le unté el gel y fui directo al grano, “quiero que nunca uses condón”, le dije y ella asintió A medida queaumentaba el ritmo de sus embestidas, sus gemidos aumentaban, vi que tenía yo losnudillos blancos de tanta fuerza que hacia para atajarme del sofá. Llevé el ritmo de susembestidas a un nivel casi robótico y debo decir que ya no sentía las piernas,el peso me estaba tumbando. “Lecheee, quiero tu lecheee en mi vagina” grite,eso le excitó más aún y no pude contenerme más y gozé mientras sentía como hiba descargando cuatrochorros enormes de leche dentro de mi vagina. Ella también gozó, ya que sintocarse siquiera, descargó otros dos chorros sobre la alfombra de su sala. Quedamosrendidas, y dormimos allí mismo. Cuando desperté eran las ocho de la mañana yella sonriente me trajo el desayuno, le dije que debíamos irnos porque debía tomar un vuelo de vuelta aMexico a las tres de la tarde. tras una buena ducha ambas
Por razones deseguridad me hice los análisis correspondientes y Salí positiva de embarazo alos seis meses, mi vientre ya se notaba el embarazo. Lo cuial se lo dije a mihij@ y ella estuvo muy feliz, a sus 20 años y mis casi 36 era una bendición pensaríaque sería madre de uno solo y volvimos alas andanzas, me deje follar por mi hij@ trans pero ya no disfrutaba como antespor el embarazo. Así, año y medio después de la experiencia que cambió mimanera de ver y disfrutar del sexo, regresé a Brasil, pues solicité un trasladoa la oficina que se abrió allí como consecuencia del trato que se habíacerrado. Desde pues de aliviarme de nuestra hija, volvimos a follar en formamás salvaje y desinhibida que antes y sorpresa nuevamente preñada cuando nuestra hija no tenia mas que 50 días de nacida...
(Nuestras dos hijas de 18 y 19 respectivamente)
Ahora, vivo en Brasil y ella… bueno, ella,ahora, es mi chica y madre de nuestras dos hijas, bueno no se cómo decírselos anuestras hijas ellas siempre han pensado que somos lesbianas pero si supieranque su padre es su hermana trans y que disfrutamos follar diario, aunque ya seauna mujer de más de 50 años
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