You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

De tal Madre Tal Hija

De tal Madre Tal Hija
Con El Sello De Placer y Morbo…
Hola mi nombre es Ángeles, soy de 38 años y a pesar que no hago mucho ejercicio ni nada por le estilo, tengo un buen cuerpo, mido 1.74, de cabello castaño piel blanca ojos café, labios finos, mis medias son 96-62-109, de piernas torneadas coronada con una cola redonda firme en forma de corazón. Si se entera mi esposo, me mata, si se entera de que tengo un amante y que este es un mocoso y que este me trata como una puta, y que este quiere con mis hijas, este relato se basa mas en este punto que en mi, si me ven saliendo de un motel, si mis hijos me ven con otro hombre, en fin, es adrenalina que estoy comenzando a saborear. Mi vida tiene un poco de interés al menos para mi, total si esta parte de mi existencia es la que se me va a dar, pues la acepto. Ahora se me ocurre que cuando me llame nuevamente mi amiguito, le voy a proponer un jueguito. No tardo en hacerlo y de entrada le rechacé diciéndole.
--Oye que te pasa, no me vuelvas a llamar así de improviso, puede contestar alguien de mi familia. Ha tiene usted familia, es decir yo tengo hijas por ejemplo. -Así es de 18 y 19 años.
--Mmmm, rico, que bien y cuando ¿me las presenta?,
--¡Que te pasa idiota! ¡Nunca! -Estallo en una risita estúpida, pero a mi se me clavo una espinita.
Bueno, tenia que salir a la calle y como siempre me acompaño mi hija menor, era menudita y de culito hermoso, aunque delgada, media 1.74, sus medias serian 89-57-96. Yo suponía que cuando fuera mayor tendría el culo como su madre, como yo, grande y duro. Cuando pase por la gasolinera de mi encuentro anterior, allí estaba el chico temido de la vecindad, me guiño el ojo porque yo disminuí la velocidad. Cuando yo le conteste moviendo los labios en silencio, justo en ese momento mi hija volteo a ver y nos cacho.
--Oye mami, viste a ese muchacho, creo que te conoce porque te cerro el ojo.
--No se. -Le dije. --Me ha de ver confundido.
--No, no creo por que tú le contestaste.
--Te pareció… Bueno la verdad es que no esta mal, bien cuero aunque corrientito… ¿Te parece que esta bien?
--Bueno como ahorita no tengo novio, se me atravesó por la mente algo que parezca un hombre y ese se veía bien. -Me fui enfrenando lentamente y seguí.
--Bueno si quieres lo abordamos,
--¿Qué? ¡Que te pasa! fue solo un comentario.
--No hijita, si te inquieto, le hablamos, creo que si lo conozco.
--¡Te lo dije!
--Ya se me hacia extraño que con tu carácter le hubieras contestado el adiós. ¿Como lo conoces?
--Bueno hija, ya ves que tu papa siempre esta muy ocupado y aunque no lo este, yo siempre ando contigo, el ni se acuerda de mi.
--¡Mami, pero vivimos en la misma casa!
--Pues si, pero has de cuenta que soy un mueble mas. No me percibe, no me ve, ni me toca.
--¡Ha! Ya se por donde vas. ¿Sexualmente?...
--Si en ese sentido. ¿Y que propones?
--Que ese muchacho invite a un amiguito y nos vamos por ahí.
--¿Como?
--Si… Claro siempre y cuando guardes el secreto hasta la tumba.
--Hay por dios… Que dices… no se… ¿pero tu tampoco vas a decir nada?
--¡Claro que no tonta! -Aparcamos cercano a la gasolinera, el chico ya se acercaba a la camioneta y me tendió la mano, me dijo.
--¡Hola!, ¿como esta señora?.
--Bien, estamos bien ¿y tu como has estado?,
--Bueno en lo que cabe, bien. ¿Que puedo hacer por ustedes?
--Quiero que nos divirtamos mi amiguita y tú, y un amiguito claro.
--¡Claro que si! conseguí un apartamento bien discreto, si quiere vamos para allá,
--ok. Me parece perfecto y así no nos exhibimos tanto, bueno, deje avisar y hacer una llamadita.
No se que tanto hablaba con su amiguito, que ya me estaba aburriendo y mi hija ya estaba muy ansiosa. Bueno por fin después de 15 minutos partimos a una colonia muy tranquila pero exclusiva. Aparcamos en un garaje cerrado y dentro de la casa ya nos estaba esperando otro joven por cierto muy guapo al que saludamos muy familiarizadas y después de unos tragos, ya estábamos relajados todos. Mi hija esta repito ansiosa pero encendida ya con los tragos, ella se toma dos o tres tragos muy rápidos y me da miedo, de tal suerte que se fue despojando de la ropa, igual hice yo y mis muchachos. Cuando los vimos completamente desnudos, se nos atraganto la saliva, la polla del primer chico ya la conocía, pera la del segundo, se me hizo muy grande para el culito de mi hija. Les dije.
--Oigan, mi amiguita es principiante y con esa cosa la van a lastimar.
--No se preocupe señora, somos expertos.
Cuando pasamos a la recamara me quede de a seis, una cama circular, espejos por todos lados y cámaras de video disimuladas por donde quiera, después lo supe, pues con tanto foco rojo en aquella penumbra me lo sugirió. Primero comenzó una verdadera sesión de mamadas; mi hija tan modosita que se veía pero era toda una experta, haciendo que aquellas vergas portentosas se fueran desenrollando, alcanzando las dimensiones mas exageradas: 25 cm aproximadamente. Nos hicieron sesiones de cunnilingus a las dos, enguachadas en la cama, recuerdo que nos veíamos nuestras caras en los espejos y nuestros rostros en cada venida, sin saberlo estábamos siendo gravadas en todos los ángulos de nuestra intimidad. Lo que siguió fue una sesión de sexo y de intercambio, con la aplicación de lubricantes y estimulantes, no perdimos, aquello era un aquelarre. Palabras soeces, azotes, nalgadas y venidas.
--Dame mas, si dame más Siii así haaa ¡Siiii! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Dame más! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Mas! ¡Mas! ¡Mas! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Más haaa! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Rico haa! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ¡Sigue no te pares! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaay… ¡Papi haaaa Ricooooo! ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
--Haaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaa, haaaaaaaaaa, Fóllame, hay, ha, hay, ha, hay, haa, ha, ha, haaaa, ¡Que gusto! Mmnmnnn, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaa… ha, ha, haaaaaa, Mmnnn, Mmnnnnn… ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, haaaaaaay…
--Haaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, Mnnnnnnnn, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmmmnnnnn, ha, ha, ha, Mmnnnnn, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmnnnn, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmmmm, ha, ha, ha, ha, ha, ha, Mmmmm, ho, ho, ho, haaa Mmm haaaaaaa… -Cuando de repente, se abre la puerta y aparece otro chico, mas alto y moreno casi negroide. Como sorprendido.
--Perdón, llegue en mal momento. -Se dispuso a retirarse, pero yo grite.
--¡No te vayas! te invitamos a nuestra celebración.
Por un momento se detuvo y después de pensarlo brevemente se comenzó a quitar la camisa y a esbozar una sonrisa que dejo al descubierto sus dientes blanquísimos de los que quedo prendada mi hija. El ni tardo ni perezoso comenzó a acariciarla y recuerdo que mi hija le llegaba apenas a la cintura. El se sentó en el borde de la cama y la atrajo hacia sus piernas y la empezó a besar, primero en la boca, en las orejas y después a ensalivar sus pechitos, después a succionarlos hasta que ella se vino lanzando grititos acompasados y a trabar los ojos.
--Haaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, Mnnnnnnnnn, haaaaaaaaaaay…
Tardo un buen rato, al separarse ella ya estaba lista y de horcajadas se tendió en la cama invitándolo a que la penetrara. Había que ver esa era una real verga porque fácil media mas de 25 cm. Se la acomodo en la entrada y por efecto de las secreciones, del palpitar del chocho y de las ganas de mi hija, se la comenzó a engullir primero la gran cabeza y hasta la mitad, ella realmente convulsionaba y se asía con sus bracitos de la cintura de aquel varejón, que comenzó a bombear su gran verga en la conchita que humildemente le brindaba mi hija.
--Haaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, Haaaaaaaaaaaaaaaaaa, ho, ho, ho, ho, ho, ho, Mmmmnnnnn, Mmmmnnn, Mmnmnnn, Mmmmnnnnn, Mmmmnnnnn… Ahhhh ohhh que rico, Siiiiii, me gustaaaaaa, Sigueeeee, que Ricooooo, haaaaa me encanta papi haaaaaaa… ¡Me encanta! Haaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaa, haaaaaaaaaa, Fóllame, hay, ha, hay, ha, hay, haa, ha, ha, Haaaaaaaaay…
Ella estaba realmente ausente, gritaba lujuriosa puras obscenidades.
--Haaaaaaaaaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaa, haaaaaaaaaa, Fóllame, hay, ha, hay, ha, hay, haa, ha, ha, Haaaaaaaaay… ¡¡¡Ábreme la raja, rómpele la trompa, mas, mas, mas verga, quiero mas verga!!! Haaaaaa, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaa, haaaaaaaaaa, Fóllame, hay, ha, hay, ha, hay, haa, ha, ha, haaaa, ¡Que gusto! Mmnmnnn, ha, ha, ha, ha, ha, haaaaaaaaaa
La verdad yo ya ni actuaba, me quede observando la forma en que gozo aquella niñita la serie de vergas que se le ofrecieron, ella estaba prácticamente bañada en sudores, semen y secreciones vaginales. En el límite de los orgasmos, que eran ya varios, se vino, con un gran sonido.
--¡prrrrr!
Comenzaron a escurrirse los pedos y la mierda, su compañero le saco la verga porque estaba a punto de venirse también y ella lo baño con una secreción viscosa con tal fuerza que casi lo ahoga, ella se contorsionaba y gritaba. Yo hasta pensé que ya había lastimado, pero no, después de unos minutos estaba repuesta, pidiendo más. Entonces el negro la enculo y la atrajo sobre si, quedando el debajo y ella sembrada por el culo, lo que aprovecho uno de los varejonazos para ensartarle la verga por la panocha, haciendo un verdadero sándwich. Ella se perdía entre aquellos dos grandes hombres y las vergas para un lado y otro. Entonces yo aproveche al que estaba libre y decidí montarme en el hasta que lo vi acabar, ya mientras tanto ya estaba exhausta de tanto venirme. Por fin acabamos todos uno después de otro, cada uno con una ensarta de orgasmos y por supuesto cansados. Tocaron la puerta de la casa y el correo me entrego un sobre.
--¿Usted es la Sra Norbos?
--Si. –Conteste.
--Firme aquí por favor.
Destape el sobre y dentro venia un disco, no tenia idea de que era ese disco, se lo comente a mi hija y esbozo una sonrisa, sospecho con el pecho y calculo.
--¿No será de aquello que ocurrió el otro día?
En efecto, ella lo leyó en la laptop y si, allí, estaba, aquello que vivimos había sido grabado con lujo de detalles, desde todos los ángulos con todos los acercamientos y los gritos. Nos quedamos viendo mi hija y yo, comenzamos a reír y como dos cómplices del peor de los secretos decidimos guardarlo.
Fin...

0 comentarios - De tal Madre Tal Hija