Anoche me desperté a las 3 de la mañana con un morbo increible, no se que me pasó. Tuve un impulso de coger a mi esposa de una forma distinta, algo mas intenso, mas agresivo o sea menos romántico.
La cuestión que deje la luz apagada y le puse la pija en la boca a mi señora, como estaba dormida no entendía nada pero de a poco se la fui metiendo. Sentía el calor de los labios y me fascinaba que no estuviera despierta, se la ponía y sacaba de la boca, se la refregaba por la cara y los labios pero eso no me alcanzaba.
La puse boca arriba sin decirle nada, como ella duerme siempre con un camisolín y tanga, le saque la bombacha y me tire encima de ella, apoyando la pija dura en su conchita y hacia fuerza para cogerla, ella se movía y no quería, a mi no me importaba nada, quería poseerla en ese instante sin importar lo que ella quisiera.
La di vuelta, la puse boca abajo, le escupí el culo y me moje la pija con saliva. Se la apoye en el hoyito y ella se quejaba, me decía que no quería, con eso mas me calentaba y más empujaba, empezó con unos quejidos y gemidos que me excitaban mucho. Desistí de hacerle la cola, la levante por las caderas y la deje casi en cuatro, De esa forma era mas facil para penetrarla, eso hice casi de una, ella estaba seca y gemía con gemidos no de placer. La estaba penetrando y mi morbo era terrible, su camisolín lo sentía como si fuese su vestido de noche, así la seguí cogiendo hasta que sus quejidos pasaron a ser gemidos de placer y su conchita se empapo, en ese instante me pidió que le acabe mientras ella así lo mismo.
Fue raro, muy intenso.
La cuestión que deje la luz apagada y le puse la pija en la boca a mi señora, como estaba dormida no entendía nada pero de a poco se la fui metiendo. Sentía el calor de los labios y me fascinaba que no estuviera despierta, se la ponía y sacaba de la boca, se la refregaba por la cara y los labios pero eso no me alcanzaba.
La puse boca arriba sin decirle nada, como ella duerme siempre con un camisolín y tanga, le saque la bombacha y me tire encima de ella, apoyando la pija dura en su conchita y hacia fuerza para cogerla, ella se movía y no quería, a mi no me importaba nada, quería poseerla en ese instante sin importar lo que ella quisiera.
La di vuelta, la puse boca abajo, le escupí el culo y me moje la pija con saliva. Se la apoye en el hoyito y ella se quejaba, me decía que no quería, con eso mas me calentaba y más empujaba, empezó con unos quejidos y gemidos que me excitaban mucho. Desistí de hacerle la cola, la levante por las caderas y la deje casi en cuatro, De esa forma era mas facil para penetrarla, eso hice casi de una, ella estaba seca y gemía con gemidos no de placer. La estaba penetrando y mi morbo era terrible, su camisolín lo sentía como si fuese su vestido de noche, así la seguí cogiendo hasta que sus quejidos pasaron a ser gemidos de placer y su conchita se empapo, en ese instante me pidió que le acabe mientras ella así lo mismo.
Fue raro, muy intenso.
4 comentarios - Sexo duro sin consentimiento