Era bastante simple, o al menos eso pensaba Eli. Tenía que despedirse de su madre, salir como para ir al instituto, solo que en vez de salir directamente, daría la vuelta a la casa y entraría por la ventana de su propio cuarto y se escabulliría por las escaleras hasta la habitación de su madre. Una vez allí lo haría rápido. Robaría el dinero que necesitaba para completar su cuota del instituto.
Se lo había gastado saliendo con Alejandra. Cuando estaba con su amor, Eli no se detenía a pensar muy bien las cosas y así terminó gastando el dinero que no debía.
Así que era muy simple. Le diría adiós a la hora habitual, saldría y volvería a entrar. El truco estaba en no dejar que la viera, esperar a que entrara a bañar para ir a trabajar y en ese lapso entrar a robar el dinero que tenía en su cartera.
-Adiós mamá! Ya voy!- Eli se agachó para recibir el beso de su madre.
-Cuidate mucho hija.
Todo salió bien. Después de salir, volvió a entrar sin problemas a su cuarto.
<Genial. Ahora solo debo esperar una hora, hasta que sea el momento de que mi mami comience a prepararse> Eli había estado preguntando días antes a su madre sobre sus actividades. Conocía lo que hacía después de que ella saliera. Dejaba la puerta de la habitación abierta. Su cartera estaba dentro del clóset. Tendría como quince minutos antes de que saliera del baño
De todos modos si la descubría en la casa diría que se olvidaba de algo. Si la descubría en su habitación tendría que mentir más sutilmente.
<Si me descubre en su habitación, pues, no sé que le diré, así que trataré de que eso no ocurra. Todo por gastar ese dinero, si no lo necesitara hoy no haría ésto, tonta Eli, tonta.>
De sus pensamientos la quitó el ruido de pasos subiendo las escaleras. Se atrevió a quitar la cabeza para mirar y pudo ver a su madre subiendo con su albornoz.
<¿Qué? ¿Se bañará antes? Pero si solo han pasado cinco minutos, ¿Irá tan temprano? O solo lleva su salida, tengo que averiguarlo>
Esperó unos segundos y con sigilo subió las escaleras. Se quitó el calzado que llevaba y caminó de puntitas con sus medias. No hizo ningún sonido. Efectivamente, la puerta de la habitación de su madre estaba abierta, echó un vistazo dentro y vió la puerta del baño interior cerrada. A los oídos le llegó el sonido del agua al correr.
<Demonios, ya entró a bañarse, casi me lo pierdo, debo ser rápida, seguro estará apurada>
Se introdujo muy despacio intentando no hacer ruido. Se dirigió al clóset, lo abrió y encontró la cartera colgando por dentro de la puerta, abrió el cierre de un bolsillo y para su suerte el monedero estaba allí mismo. Quitó el dinero que necesitaba y volvió a cerrarlo. Cuando iba a cerrar el clóset escuchó la puerta del baño abrirse .
El corazón de Eli dió un vuelco y sin pensarlo entró dentro del mueble y cerró la puerta tras ella.
<Hija de... Solo se dió una ducha rápida! Qué demonios haré ahora! Por Dios, debí tratar de salir del cuarto o actuar natural y decirle que buscaba un cargador o algo, Eli tonta! Como explicaré que estoy en su...>
Por la ranura que había en la puerta vió a su madre. Llevaba el albornoz abierto y se le notaba el hermoso sostén blanco con encaje apretando sus enormes pechos. También traía una tanga blanca con encaje, del mismo juego que el sostén.
<Es hermosa. ¿Siempre va tan sexy al trabajo?>
La siguió observando. Ella se quitó el albornoz y lo colgó de un perchero. Por un momento Eli pensó que iría al clóset y el corazón se le detuvo. Pero su madre había dejado ropa en la cama. O al menos una parte, por que tomó un portaligero y se lo colocó en la cintura para, a continuación, comenzar a ponerse unas pantimedias, también blancas.
<Vaya, realmente se lo está tomando en serio> Eli veía las hermosas nalgas comerse la tanga y hacerla desaparecer, incluso cuando su madre se agachaba. El espectáculo la estaba calentando.
<Joder Eli, ¿Que te pasa? Ok, es hermosa pero basta, mejor ve una manera de salir de aquí> pero apenas intentó idear una salida los pensamientos se le fueron de la mente. Su madre se había puesto un babydoll, toda de blanco, incluso los zapatos de tacón alto que en ese momento se estaba poniendo.
<Un momento, ¿Por qué está así vestida? Que es lo que...>
- Dios, estás hermosa.
La voz venía de la puerta. Elizabeth no alcanzaba a ver quién era. Solo veía a su madre, quién giró para encontrarse con el desconocido.
- Señor, por favor. Solo quería impresionarlo.
- Y lo haces, mujer, lo haces.
No era un desconocido. Era el vecino de enfrente. ¿Don Mathias? O era Manuel? Eli no recordaba el nombre, pero si recordaba al señor más negro que había visto. No era racista o algo así, pero no estaba acostumbrada a ver en otro lugar a una persona de tez tan morena, como de dos metros y de barriga saliente, era un hombre que no era fácil olvidar.
Aún es estado de shock, Eli solo pudo quedarse quita, escondida y viendo como su madre, vestida de encaje y hermosa, se besaba con el vecino. En su propia casa, en el cuarto matrimonial.
<Oh por Dios. Mamá engaña a papá. Bueno, papá no está más. Pero mamá, no, no creí que fuera capaz>
No solo se estaban besando. Se tocaban todo el cuerpo. La mamá de Eli no perdió tiempo. Desnudó al sujeto en segundos mientras seguía besándolo. Cuando bajó sus pantalones, hasta Eli se llevó las manos a la boca. Una monstruosa verga semi flácida colgaba de la entrepierna del vecino. Negra, venosa, grande, ni siquiera a todo su potencial.
<Madre mía! Es como esos vídeos porno>
Su madre no mostró tanta sorpresa, solo una sonrisa, la tomó con las dos manos y empezó a chuparla con ímpetu. Intentaba meterla toda pero era imposible. Incluso flácida la madre de Eli solo pudo meterla hasta la mitad antes de que comenzará a toser.
<Ni siquiera yo podría meterla toda> sin darse cuenta Eli se llevó los dedos entre sus piernas. Se sorprendió al notarse mojada. <Ésto se está poniendo caliente>. A decir verdad, Eli no sabía que pensar, pero el miedo a ser descubierta pasó un poco. Estaba contemplando algo totalmente increíble.
La mamada no duró mucho, el vecino tomó a la madre y la tiró a la cama. La mamá de Eli se giró y se puso de cuatro. Llevaba todo el conjunto puesto, con los zapatos altos, de perrito en la cama. Toda una escena erótica.
- No sabes cuánto esperé por ésto.
- No esperes más - la madre levantó las nalgas y con una mano hizo a un lado su tanga, dejando al descubierto unos hermosos labios vaginales, rosaditos, depilados y mojados.
<Ahora ya sé, que aparte de la piel blanca heredé la concha de mi madre>
El hombre insertó el pene en la vagina. Se notó un poco de incomodidad, pero entró sin más problemas. Aún seguía medio flácida pero el tamaño era colosal. Cuando la tuvo dentro sujetó las caderas de la mamá y empezó a follarla.
- Aaaah! Ooh por Dios. Es grande!
- Toda para ti cariño.
- Ooh. Auch! No! No la metas toda aún. Espera - la madre de Eli escupió en su propia mano y se la llevó a la vagina. - Au! Espera, ya.
El vecino siguió montándola. El ritmo aumentó y Eli escuchaba a su mamá gimiendo del placer.
Pero constantemente el movimiento cesaba.
- Que no!. No toda, es grande.
Así que apenas el vecino la ensartaba la mamá se movía, arqueaba la espalda y se iba hacía delante, haciendo que el pene se le saliera. El vecino volvía a meter la verga en la mamá, agarrarla de la cintura una vez más y empezar a follarla cuando ella volvió a gritar.
-Ay! Espera!
Pero el señor no se detuvo, sino que penetró más profundo, casi consiguiendo que entre toda. La penetración hizo que la madre de Eli se lanzase hacía el frente. Al sentir como la vergota la invadía se tiró hacia delante y se acostó.
- Aaah! Hey. Es muy grande. ¿Acaso me quieres partir en dos?
- Por supuesto.
Apenas dicho eso el hombre tomó a la madre de Eli por los tobillos, abrió sus piernas. Quitó la tanga por una de las piernas y la dejó en la otra. Se sujetó el miembro y empezó a masturbarse. El tamaño, increíblemente aumento más.
<Dios santo. Pobre madre. No lo aguantará>
El vecino, ya con la pija como un palo de color negro, insertó una vez más en la hermosa vagina su glande. Cuando entró la cabeza, apartó su mano y sujetó las piernas las piernas de la mamá por las corvas.
<Diablos, en serio es tan bonita. Tiene el cuerpo chubby, divina, las piernas torneadas y bien cargadas, las nalgas grandes y redondas. Los pechos abundantes, un poco caídos pero hermosos. La carita de ángel le quita años. La piel tan blanca y suave. Y ahora mismo está a punto de ser destrozada frente a mí>
- No, cariño. Por favor, esper...
La frase de interrumpió por un gemido. La mamá abrió los ojos azules en el momento en que el vecino cargó sobre ella. Metió la polla de un solo empujón y la penetró. En la primera embestida Eli pudo ver que incluso así, no entró toda. La sacó un poco y en la segunda tampoco entró por completa. Los gemidos de su mamá casi eran gritos. Tuvo que pasar una tercera y cuarta cogida para que al fin, en la quinta, el pene, luego de aparentemente chocar contra algo y doblarse ligeramente a un costado, pudiera encontrar camino y entrar entero. Las bolas chocaron contra los rosados labios vaginales y la madre de Eli recibió alrededor de treinta y cinco centímetros de verga en toda su extensión.
- Aaaaah! - la mamá puso los ojos en blanco y giró la cabeza, retorció el cuerpo como un pez - aaah! Es.. está.. to..to.. toda dentro.
- Hace tiempo no lo metía así corazón. ¿Lo sientes?
<Jesús, no creí que pudiera aguantar, aunque se nota que no está aguantando precisamente> Eli estaba tan absorta que ni notaba que ya tenia dos dedos dentro de la falda.
Tomando de nuevo las piernas, el hombre las puso en sus hombros, sin sacar la verga dentro de la mamá, quién sólo podía empujarlo débilmente y sacudirse. Ya en la nuena posición, la folló, pero ahora, con control total de profundidad. Se subió encima, la dobló y empezó a saltar, subiendo y bajando, apoyándose de brazos y pies en la cama.
- Lo sientes?
- Aaaah! Aaa! Dios! Dios! Aaaaaaah!
La verga entraba y salía de la vagina. Lograba salir más de la mitad para, de inmediato, entrar con fuerza y desaparecer en el interior. Los labios se estaban poniendo rojos de estar abiertos y la mamá de Eli solo podía emitir una especie de sonido, entre sollozo y gemido.
- Lo sientes?!
El hombre incrementó la velocidad. La follada era brutal. La polla salía y entraba mientras la mamá apenas resistía. Se mordía los labios, movía la cabeza, clavaba las uñas en los brazos del hombre que la estaba cogiendo.
- No lo sientes eh? Y ahora?
El vecino, con un rápido movimiento de la mano, agarró su polla cuando salió de la vagina de la madre y cuando bajó para penetrarla nuevamente, la puso en el agujero, pero en el agujero de atrás.
- Aaaaaa! Puta! -la mamá se estremeció pero ante el peso del hombre no pudo hacer nada
<Auch!> Eli de nuevo se llevó la mano a la boca para no hacer ruido.
La enorme polla negra bajó y penetró el culo de la mamá de Eli. Bajó y siguió bajando hasta que las bolas marcaron el final. Apenas bajó todo, volvió a subir, y a bajar. La follada siguió el mismo ritmo brutal.
- Ahora la sientes? -el vecino agarró a la madre de Eli por la nuca e hizo que mirará como la estaba cogiendo.
- Sss..si.. la.. siento - cada palabra era interrumpida por una embestida, solo podía hablar cuando la verga salía de ella.
- Te gusta?
- Me...en...can..ta...
La polla seguía en el culo, saliendo y entrando. Eli lo veía desde el clóset. Veía la espalda del vecino subir y bajar sobre su madre. Veía su enorme verga entrar. Veía cuando salía todo el largo que estaba dentro y veía también el rostro de su madre que miraba todo. Por un momento miró hacía ella pero la verga volvió a entrarle y ella cerró los ojos. Sus piernas empezaron a temblarle sobre los hombros del sujeto. Sus pies en los zapatos de tacón alto se movían en el aire.
<¿Está teniendo un orgasmo? Bueno, con esa verga dentro seguro lo siente hasta en el abdomen>
Después de unos minutos el vecino se unió a los gemidos de su madre. Gimiendo y al mismo tiempo, empujando con más fuerza su verga, eyaculó estando en el culo la madre. Empujó un par de veces más.
- Aaaah, ufff. En tu culo, acabé dentro de tu culo amor.
La madre no respondió. Ya no lo empujaba ni lo arañaba. Solo se tomaba del cabello y movía la cabeza. Apenas podía aguantar las cogidas. Tras esperar unos minutos y quitando las piernas de sus hombros, las colocó a los costados, bien abiertas.
- Ven aquí. Te falta llenarme un más.
Agarró al hombre, lo besó y lo acostó sobre ella. Así, de misionero comenzó de nuevo a follarla.
No llegó a quitar su verga, así que continúo cogiéndola analmente. Siguió un rato. Unos cinco minutos de sacarlo y meterlo. El ano de la mamá ya no ofrecía ninguna resistencia. Hasta que Eli pudo ver como la verga estaba bien erecta de nuevo. El vecino entonces, con el mismo movimiento anterior, lo saco y lo metió por la vagina. Los gemidos inundaron de nuevo la habitación.
- Mmmmmmmm aaaaah!
Elizabeth ahora veía como el señor penetraba vaginalmente a su mamá. Entraba y salía de su vulva. Una y otra vez. Más abajo veía que el ano de su madre estaba bien abierto aún. No en forma circular si no más bien en semicírculo, rodeando y deformado por la parte baja de la inmensa verga que entraba arriba del agujero. Un hilo de semen blanco salía de él y bajaba hasta la cama.
El hombre abrazaba a la mamá. La cogía con fuerza. Después de un rato quitaba su enorme pija e intercalaba de agujero. De la vagina al culo y viceversa. Ambos orificios estaban demasiados abiertos y el pene entraba libremente en ambos. El vecino siempre se empeñaba en meter toda la verga, follar un momento a uno y volver a cambiar de entrada. La madre solo gemía, rendida completamente.
No tardó en repetirse los gemidos y aumentar la velocidad. Está vez la corrida fue dentro de la vagina.
Después de unos minutos, el vecino se sentó en la cama. La verga estaba flácida y caía entre sus piernas. Llena semen y de fluidos de la mamá de Eli.
<Mamá, te han follado de lo lindo. Ni siquiera sé que hacer o que pensar. Realmente eres una belleza de mujer, mereces que te adoren por eso> Eli pensaba en todo ésto mientras se miraba los dedos mojados.
El vecino, como broche de oro tomó a la mamá de Eli por la cabeza. Ella no se resistió ni dijo nada. La llevó hacia su pene sin mediar palabra, ella abrió la boca y el señor metió el pene, mojado, lleno semen, en ella. Movió la cabeza de la mamá e hizo que la chupara, más bien que la limpiara. El pene, ya disminuido en tamaño,está vez, pudo entrar en la boca por completo. Lo dejó ahí unos segundos, mientras tomó el cabello pelirrojo de la madre y con ella comenzó a limpiar los restos de semen y fluido que había en sus bolas y en toda la zona.
Cuando estuvo limpió sacó el pene de la boca. Dejando a la mamá acostada boca arriba, con el pelo impregnado en su semen.
Se arregló, vistió y se despidió.
- Llámame de nuevo cuando quieras, hermosa.
Cuando se retiró, la mamá de Eli siguió allí, acostada, con las piernas abiertas. El semen le salía del culo y en la vagina había una espesa espuma blanca. Permaneció unos minutos así. Liego al fin, se levantó.
Al pararse, tambaleó. Se quitó los zapatos de tacón y caminó hacia el baño, cojeando en cada paso. Eli notó sus expresiones de dolor <estás destrozada, pero bien que gemías> y las medias que ahoran también estaban mojadas al ir cayendo por ellas el semen del vecino que aún salía de ella.
Tomó de nuevo el albornoz. Llegó a la puerta del baño. Elizabeth vió allí su oportunidad.
<Ahora! Entrará al baño! Saldré de la habitación, luego saldré de la casa y podré escapar>
Se preparó, sujetó la puerta, lista para abrirla y salir lo más rápido posible fuera del cuerto. Al final consiguió lo que buscaba; el dinero, no la descubrieron. Aunque quedaba el detalle de ver a su madre siendo penetrada salvajemente. Y todo el asunto de los cuernos entre sus padres. Tendría que pensar en todo eso cuando estuviera más tranquila.
-Eli, hija.
La voz de su madre hizo que se congelará ahí mismo. Estaba apoyada en la puerta del baño, mirando en dirección a ella.
-Puedes salir del clóset.
Gracias a todos por su apoyo y por leerme! Me motivan para subir más cosas. Déjame tu comentario, puntos o mensajes! Leo a todos! Alguna sugerencia, idea, experiencia o si tan solo quieres hablar. Besos! Sígueme para más relatos.
Se lo había gastado saliendo con Alejandra. Cuando estaba con su amor, Eli no se detenía a pensar muy bien las cosas y así terminó gastando el dinero que no debía.
Así que era muy simple. Le diría adiós a la hora habitual, saldría y volvería a entrar. El truco estaba en no dejar que la viera, esperar a que entrara a bañar para ir a trabajar y en ese lapso entrar a robar el dinero que tenía en su cartera.
-Adiós mamá! Ya voy!- Eli se agachó para recibir el beso de su madre.
-Cuidate mucho hija.
Todo salió bien. Después de salir, volvió a entrar sin problemas a su cuarto.
<Genial. Ahora solo debo esperar una hora, hasta que sea el momento de que mi mami comience a prepararse> Eli había estado preguntando días antes a su madre sobre sus actividades. Conocía lo que hacía después de que ella saliera. Dejaba la puerta de la habitación abierta. Su cartera estaba dentro del clóset. Tendría como quince minutos antes de que saliera del baño
De todos modos si la descubría en la casa diría que se olvidaba de algo. Si la descubría en su habitación tendría que mentir más sutilmente.
<Si me descubre en su habitación, pues, no sé que le diré, así que trataré de que eso no ocurra. Todo por gastar ese dinero, si no lo necesitara hoy no haría ésto, tonta Eli, tonta.>
De sus pensamientos la quitó el ruido de pasos subiendo las escaleras. Se atrevió a quitar la cabeza para mirar y pudo ver a su madre subiendo con su albornoz.
<¿Qué? ¿Se bañará antes? Pero si solo han pasado cinco minutos, ¿Irá tan temprano? O solo lleva su salida, tengo que averiguarlo>
Esperó unos segundos y con sigilo subió las escaleras. Se quitó el calzado que llevaba y caminó de puntitas con sus medias. No hizo ningún sonido. Efectivamente, la puerta de la habitación de su madre estaba abierta, echó un vistazo dentro y vió la puerta del baño interior cerrada. A los oídos le llegó el sonido del agua al correr.
<Demonios, ya entró a bañarse, casi me lo pierdo, debo ser rápida, seguro estará apurada>
Se introdujo muy despacio intentando no hacer ruido. Se dirigió al clóset, lo abrió y encontró la cartera colgando por dentro de la puerta, abrió el cierre de un bolsillo y para su suerte el monedero estaba allí mismo. Quitó el dinero que necesitaba y volvió a cerrarlo. Cuando iba a cerrar el clóset escuchó la puerta del baño abrirse .
El corazón de Eli dió un vuelco y sin pensarlo entró dentro del mueble y cerró la puerta tras ella.
<Hija de... Solo se dió una ducha rápida! Qué demonios haré ahora! Por Dios, debí tratar de salir del cuarto o actuar natural y decirle que buscaba un cargador o algo, Eli tonta! Como explicaré que estoy en su...>
Por la ranura que había en la puerta vió a su madre. Llevaba el albornoz abierto y se le notaba el hermoso sostén blanco con encaje apretando sus enormes pechos. También traía una tanga blanca con encaje, del mismo juego que el sostén.
<Es hermosa. ¿Siempre va tan sexy al trabajo?>
La siguió observando. Ella se quitó el albornoz y lo colgó de un perchero. Por un momento Eli pensó que iría al clóset y el corazón se le detuvo. Pero su madre había dejado ropa en la cama. O al menos una parte, por que tomó un portaligero y se lo colocó en la cintura para, a continuación, comenzar a ponerse unas pantimedias, también blancas.
<Vaya, realmente se lo está tomando en serio> Eli veía las hermosas nalgas comerse la tanga y hacerla desaparecer, incluso cuando su madre se agachaba. El espectáculo la estaba calentando.
<Joder Eli, ¿Que te pasa? Ok, es hermosa pero basta, mejor ve una manera de salir de aquí> pero apenas intentó idear una salida los pensamientos se le fueron de la mente. Su madre se había puesto un babydoll, toda de blanco, incluso los zapatos de tacón alto que en ese momento se estaba poniendo.
<Un momento, ¿Por qué está así vestida? Que es lo que...>
- Dios, estás hermosa.
La voz venía de la puerta. Elizabeth no alcanzaba a ver quién era. Solo veía a su madre, quién giró para encontrarse con el desconocido.
- Señor, por favor. Solo quería impresionarlo.
- Y lo haces, mujer, lo haces.
No era un desconocido. Era el vecino de enfrente. ¿Don Mathias? O era Manuel? Eli no recordaba el nombre, pero si recordaba al señor más negro que había visto. No era racista o algo así, pero no estaba acostumbrada a ver en otro lugar a una persona de tez tan morena, como de dos metros y de barriga saliente, era un hombre que no era fácil olvidar.
Aún es estado de shock, Eli solo pudo quedarse quita, escondida y viendo como su madre, vestida de encaje y hermosa, se besaba con el vecino. En su propia casa, en el cuarto matrimonial.
<Oh por Dios. Mamá engaña a papá. Bueno, papá no está más. Pero mamá, no, no creí que fuera capaz>
No solo se estaban besando. Se tocaban todo el cuerpo. La mamá de Eli no perdió tiempo. Desnudó al sujeto en segundos mientras seguía besándolo. Cuando bajó sus pantalones, hasta Eli se llevó las manos a la boca. Una monstruosa verga semi flácida colgaba de la entrepierna del vecino. Negra, venosa, grande, ni siquiera a todo su potencial.
<Madre mía! Es como esos vídeos porno>
Su madre no mostró tanta sorpresa, solo una sonrisa, la tomó con las dos manos y empezó a chuparla con ímpetu. Intentaba meterla toda pero era imposible. Incluso flácida la madre de Eli solo pudo meterla hasta la mitad antes de que comenzará a toser.
<Ni siquiera yo podría meterla toda> sin darse cuenta Eli se llevó los dedos entre sus piernas. Se sorprendió al notarse mojada. <Ésto se está poniendo caliente>. A decir verdad, Eli no sabía que pensar, pero el miedo a ser descubierta pasó un poco. Estaba contemplando algo totalmente increíble.
La mamada no duró mucho, el vecino tomó a la madre y la tiró a la cama. La mamá de Eli se giró y se puso de cuatro. Llevaba todo el conjunto puesto, con los zapatos altos, de perrito en la cama. Toda una escena erótica.
- No sabes cuánto esperé por ésto.
- No esperes más - la madre levantó las nalgas y con una mano hizo a un lado su tanga, dejando al descubierto unos hermosos labios vaginales, rosaditos, depilados y mojados.
<Ahora ya sé, que aparte de la piel blanca heredé la concha de mi madre>
El hombre insertó el pene en la vagina. Se notó un poco de incomodidad, pero entró sin más problemas. Aún seguía medio flácida pero el tamaño era colosal. Cuando la tuvo dentro sujetó las caderas de la mamá y empezó a follarla.
- Aaaah! Ooh por Dios. Es grande!
- Toda para ti cariño.
- Ooh. Auch! No! No la metas toda aún. Espera - la madre de Eli escupió en su propia mano y se la llevó a la vagina. - Au! Espera, ya.
El vecino siguió montándola. El ritmo aumentó y Eli escuchaba a su mamá gimiendo del placer.
Pero constantemente el movimiento cesaba.
- Que no!. No toda, es grande.
Así que apenas el vecino la ensartaba la mamá se movía, arqueaba la espalda y se iba hacía delante, haciendo que el pene se le saliera. El vecino volvía a meter la verga en la mamá, agarrarla de la cintura una vez más y empezar a follarla cuando ella volvió a gritar.
-Ay! Espera!
Pero el señor no se detuvo, sino que penetró más profundo, casi consiguiendo que entre toda. La penetración hizo que la madre de Eli se lanzase hacía el frente. Al sentir como la vergota la invadía se tiró hacia delante y se acostó.
- Aaah! Hey. Es muy grande. ¿Acaso me quieres partir en dos?
- Por supuesto.
Apenas dicho eso el hombre tomó a la madre de Eli por los tobillos, abrió sus piernas. Quitó la tanga por una de las piernas y la dejó en la otra. Se sujetó el miembro y empezó a masturbarse. El tamaño, increíblemente aumento más.
<Dios santo. Pobre madre. No lo aguantará>
El vecino, ya con la pija como un palo de color negro, insertó una vez más en la hermosa vagina su glande. Cuando entró la cabeza, apartó su mano y sujetó las piernas las piernas de la mamá por las corvas.
<Diablos, en serio es tan bonita. Tiene el cuerpo chubby, divina, las piernas torneadas y bien cargadas, las nalgas grandes y redondas. Los pechos abundantes, un poco caídos pero hermosos. La carita de ángel le quita años. La piel tan blanca y suave. Y ahora mismo está a punto de ser destrozada frente a mí>
- No, cariño. Por favor, esper...
La frase de interrumpió por un gemido. La mamá abrió los ojos azules en el momento en que el vecino cargó sobre ella. Metió la polla de un solo empujón y la penetró. En la primera embestida Eli pudo ver que incluso así, no entró toda. La sacó un poco y en la segunda tampoco entró por completa. Los gemidos de su mamá casi eran gritos. Tuvo que pasar una tercera y cuarta cogida para que al fin, en la quinta, el pene, luego de aparentemente chocar contra algo y doblarse ligeramente a un costado, pudiera encontrar camino y entrar entero. Las bolas chocaron contra los rosados labios vaginales y la madre de Eli recibió alrededor de treinta y cinco centímetros de verga en toda su extensión.
- Aaaaah! - la mamá puso los ojos en blanco y giró la cabeza, retorció el cuerpo como un pez - aaah! Es.. está.. to..to.. toda dentro.
- Hace tiempo no lo metía así corazón. ¿Lo sientes?
<Jesús, no creí que pudiera aguantar, aunque se nota que no está aguantando precisamente> Eli estaba tan absorta que ni notaba que ya tenia dos dedos dentro de la falda.
Tomando de nuevo las piernas, el hombre las puso en sus hombros, sin sacar la verga dentro de la mamá, quién sólo podía empujarlo débilmente y sacudirse. Ya en la nuena posición, la folló, pero ahora, con control total de profundidad. Se subió encima, la dobló y empezó a saltar, subiendo y bajando, apoyándose de brazos y pies en la cama.
- Lo sientes?
- Aaaah! Aaa! Dios! Dios! Aaaaaaah!
La verga entraba y salía de la vagina. Lograba salir más de la mitad para, de inmediato, entrar con fuerza y desaparecer en el interior. Los labios se estaban poniendo rojos de estar abiertos y la mamá de Eli solo podía emitir una especie de sonido, entre sollozo y gemido.
- Lo sientes?!
El hombre incrementó la velocidad. La follada era brutal. La polla salía y entraba mientras la mamá apenas resistía. Se mordía los labios, movía la cabeza, clavaba las uñas en los brazos del hombre que la estaba cogiendo.
- No lo sientes eh? Y ahora?
El vecino, con un rápido movimiento de la mano, agarró su polla cuando salió de la vagina de la madre y cuando bajó para penetrarla nuevamente, la puso en el agujero, pero en el agujero de atrás.
- Aaaaaa! Puta! -la mamá se estremeció pero ante el peso del hombre no pudo hacer nada
<Auch!> Eli de nuevo se llevó la mano a la boca para no hacer ruido.
La enorme polla negra bajó y penetró el culo de la mamá de Eli. Bajó y siguió bajando hasta que las bolas marcaron el final. Apenas bajó todo, volvió a subir, y a bajar. La follada siguió el mismo ritmo brutal.
- Ahora la sientes? -el vecino agarró a la madre de Eli por la nuca e hizo que mirará como la estaba cogiendo.
- Sss..si.. la.. siento - cada palabra era interrumpida por una embestida, solo podía hablar cuando la verga salía de ella.
- Te gusta?
- Me...en...can..ta...
La polla seguía en el culo, saliendo y entrando. Eli lo veía desde el clóset. Veía la espalda del vecino subir y bajar sobre su madre. Veía su enorme verga entrar. Veía cuando salía todo el largo que estaba dentro y veía también el rostro de su madre que miraba todo. Por un momento miró hacía ella pero la verga volvió a entrarle y ella cerró los ojos. Sus piernas empezaron a temblarle sobre los hombros del sujeto. Sus pies en los zapatos de tacón alto se movían en el aire.
<¿Está teniendo un orgasmo? Bueno, con esa verga dentro seguro lo siente hasta en el abdomen>
Después de unos minutos el vecino se unió a los gemidos de su madre. Gimiendo y al mismo tiempo, empujando con más fuerza su verga, eyaculó estando en el culo la madre. Empujó un par de veces más.
- Aaaah, ufff. En tu culo, acabé dentro de tu culo amor.
La madre no respondió. Ya no lo empujaba ni lo arañaba. Solo se tomaba del cabello y movía la cabeza. Apenas podía aguantar las cogidas. Tras esperar unos minutos y quitando las piernas de sus hombros, las colocó a los costados, bien abiertas.
- Ven aquí. Te falta llenarme un más.
Agarró al hombre, lo besó y lo acostó sobre ella. Así, de misionero comenzó de nuevo a follarla.
No llegó a quitar su verga, así que continúo cogiéndola analmente. Siguió un rato. Unos cinco minutos de sacarlo y meterlo. El ano de la mamá ya no ofrecía ninguna resistencia. Hasta que Eli pudo ver como la verga estaba bien erecta de nuevo. El vecino entonces, con el mismo movimiento anterior, lo saco y lo metió por la vagina. Los gemidos inundaron de nuevo la habitación.
- Mmmmmmmm aaaaah!
Elizabeth ahora veía como el señor penetraba vaginalmente a su mamá. Entraba y salía de su vulva. Una y otra vez. Más abajo veía que el ano de su madre estaba bien abierto aún. No en forma circular si no más bien en semicírculo, rodeando y deformado por la parte baja de la inmensa verga que entraba arriba del agujero. Un hilo de semen blanco salía de él y bajaba hasta la cama.
El hombre abrazaba a la mamá. La cogía con fuerza. Después de un rato quitaba su enorme pija e intercalaba de agujero. De la vagina al culo y viceversa. Ambos orificios estaban demasiados abiertos y el pene entraba libremente en ambos. El vecino siempre se empeñaba en meter toda la verga, follar un momento a uno y volver a cambiar de entrada. La madre solo gemía, rendida completamente.
No tardó en repetirse los gemidos y aumentar la velocidad. Está vez la corrida fue dentro de la vagina.
Después de unos minutos, el vecino se sentó en la cama. La verga estaba flácida y caía entre sus piernas. Llena semen y de fluidos de la mamá de Eli.
<Mamá, te han follado de lo lindo. Ni siquiera sé que hacer o que pensar. Realmente eres una belleza de mujer, mereces que te adoren por eso> Eli pensaba en todo ésto mientras se miraba los dedos mojados.
El vecino, como broche de oro tomó a la mamá de Eli por la cabeza. Ella no se resistió ni dijo nada. La llevó hacia su pene sin mediar palabra, ella abrió la boca y el señor metió el pene, mojado, lleno semen, en ella. Movió la cabeza de la mamá e hizo que la chupara, más bien que la limpiara. El pene, ya disminuido en tamaño,está vez, pudo entrar en la boca por completo. Lo dejó ahí unos segundos, mientras tomó el cabello pelirrojo de la madre y con ella comenzó a limpiar los restos de semen y fluido que había en sus bolas y en toda la zona.
Cuando estuvo limpió sacó el pene de la boca. Dejando a la mamá acostada boca arriba, con el pelo impregnado en su semen.
Se arregló, vistió y se despidió.
- Llámame de nuevo cuando quieras, hermosa.
Cuando se retiró, la mamá de Eli siguió allí, acostada, con las piernas abiertas. El semen le salía del culo y en la vagina había una espesa espuma blanca. Permaneció unos minutos así. Liego al fin, se levantó.
Al pararse, tambaleó. Se quitó los zapatos de tacón y caminó hacia el baño, cojeando en cada paso. Eli notó sus expresiones de dolor <estás destrozada, pero bien que gemías> y las medias que ahoran también estaban mojadas al ir cayendo por ellas el semen del vecino que aún salía de ella.
Tomó de nuevo el albornoz. Llegó a la puerta del baño. Elizabeth vió allí su oportunidad.
<Ahora! Entrará al baño! Saldré de la habitación, luego saldré de la casa y podré escapar>
Se preparó, sujetó la puerta, lista para abrirla y salir lo más rápido posible fuera del cuerto. Al final consiguió lo que buscaba; el dinero, no la descubrieron. Aunque quedaba el detalle de ver a su madre siendo penetrada salvajemente. Y todo el asunto de los cuernos entre sus padres. Tendría que pensar en todo eso cuando estuviera más tranquila.
-Eli, hija.
La voz de su madre hizo que se congelará ahí mismo. Estaba apoyada en la puerta del baño, mirando en dirección a ella.
-Puedes salir del clóset.
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5 comentarios - #11 Separada pero no sola (espiando a mamá)
Y ahora que hago yo con lo dura que me la has puesto pensando en la progenitora de Eli...😍